Capítulo 20

— Deberías ir allá y darle tu número

— Laura, no iré. Ya déjame tranquila ¿quieres?

— Fuiste la de la idea de conocer personas nuevas... – rodé los ojos – ¡No me ruedes los ojos, sucia! – me dio un golpe en la cabeza.

La fulmine con la mirada y seguí con mi trabajo. Estábamos en la biblioteca de la ciudad, buscando unos libros que necesitaba para un proyecto de Español.

Le pedí a Laura que me acompañara pero ya veo que fue una mala idea. Cada chico que pasa por nuestro lado y me da una mirada, algo se activa dentro de ella y comienza a joderme con que tengo que darle mi número telefónico. Ha pasado una semana desde que le dije que Kian y yo nos tomaríamos un tiempo y aún no lo supera.

Lo guardar sus libros en su casillero y antes de que se fuera me acerque.

¿Podemos hablar? – sus lindos ojos me examinaron de pies a cabeza. Desde que lo deje esperando una respuesta ayer, en New York, no me había animado a hablarle, ni siquiera a estar cerca de él. Hoy en el almuerzo me perdí por ahí, evitándolo.

Y ahora que ya nos íbamos a casa, me animé a decirle una respuesta, aunque que no es la que él estaba esperando.

Claro. ¿Qué pasa?

Preferiría que caminemos un poco... – le digo mordiendo mi labio inferior por los nervios.

Asintió y fuimos hacia el campus, habían unos que otros estudiantes allí, no muchos, unos acostados en el pasto, otros jugando y otros estaban simplemente hablando.

¿De qué quieres hablar? – me pregunta una vez estamos cerca de nuestro escondite.

Ayer cuando estábamos en New York... – oh Jesús, ¿desde cuándo me pongo nerviosa al hablar con él? – Cuando me dijiste que...

Que te extrañaba y que quería volver contigotermina por mi.

No te di una respuesta porque me tomó por sorpresa, no esperaba que me dijeras todo eso. He estado dándole vueltas a todo esto, y he...

No volveremos a estar juntosconcluye. ¿Cómo se dio cuenta que era eso lo que le diría?

Creo que estamos mejor así...

Lo sabíase alejó unos metros de mi, pasó sus manos por su pelo y luego me miróTenía la esperanza de que dijeras que si ¿sabes?

Kian...

Tranquila, no estoy molesto o algo por el estilo, solo siento tristeza porque yo de verdad quiero estar contigo, aunque ...

Si quiero estar contigo, es solo que... Nos han pasado tantas cosas que... No , es mejor tomarnos un tiempo ¿no crees?

Si eso es lo que quieres, esta bien. Te daré el tiempo que necesites, si estás saliendo con alguien, estás en todo tu derecho...

No estoy saliendo con nadieasintió y miró al suelo. Suspirando me acerque y lo abrace. Por mientras, podemos seguir siendo amigos

Sonreí cuando sus brazos me rodearon. Era tan reconfortante estar entre sus brazos después de tanto tiempo.

Seguiremos siendo amigos, pero no si pueda soportar escucharte hablar de un chico que te guste

Solté un risita y me aleje un poco para mirarlo. — ¿Como en los viejos tiempos?

En los viejos tiempos no habían sentimientos de por mediojusto en el clavo. Te quiero mucho, lo sabes ¿verdad? Asentí.

Yo igual lo quería demasiado. De cierta forma, iba a extrañar estar con él, pero es lo mejor, al menos por ahora.

¿Un último beso? su pregunta me dejó sorprendida.

No creo que sea...

Sus labios me mandaron a callar. Nunca me puse a pensar cuanto extrañaba besar sus labios, había pasado tanto tiempo desde la última que nos besamossin contar esta, claro está —.

Un sentimiento de nostalgia me atrapó al pensar en todos esos lindos momentos que pasé junto a él.

Ahora que quedamos como amigos, me iba a doler muchísimo cuando él me diga que esta saliendo con alguien y que ese alguien le gusta mucho. Y si me pasa lo mismo, a él le dolerá escucharme.

Es como el dijo: en los viejos tiempos no habían sentimientos de por medio.

Cuando la búsqueda de mi libro terminó, volví a casa. Me dolía la cabeza de escuchar las quejas de mi mejor amiga, ha pasado una semana y ella aún no supera que Kian y yo somos amigos.

Cabe recordar que cuando Joe está presente, se pone más insoportable; usa a Joe en mi contra — dado que es su pareja — y juntos me vuelan los sesos diciéndome que hice mal en dejar en la friendzone a Kian.

Con Kian, hablamos de vez en cuando por mensajes, en el colegio hablamos aún más, siento que las cosas están volviendo a su lugar poco a poco.

Y espero que siga así.

Miércoles, con M de me duele la cabeza por el pelotazo que me dio mi querida amiga hace unos minutos.

Estábamos practicando volley en la cancha, estaba amarrándome los cordones de mis tenis y la muy hija de su mamá de Laura me tiró la pelota porque según ella, estaba distraída.

¿Se dan cuenta de la clase de mejor amiga que tengo?

Y pues ahora, estoy con una toalla con hielo en mi frente. ¿Y saben qué? No se tomó la molestia de disculparse, sólo se río de mi.

— Deja ver ese golpe – me dice mi hermano, Alexander. Dado que el entrenador lo mandó a él y Alexis a buscar las pelotas de baloncesto, no presenciaron mi accidente.

— ¿Está muy mal? – pregunté al verlo hacer una mueca

— En una escala del uno al cinco, un siete – dice Alexis

— ¿En serio? – hice una mueca al sentir sus dedos tocarme la parte lastimada.

— Esta un poco hinchado... ¿No te sientes mareada? – negué.

— ¿Quieres ir a casa? – me pregunta Alexis.

— No dejaran que se vaya, solo fue un golpe, ni tan grave es – opina Laura

— Tú cállate – le digo fulminándola con la mirada. — Me duele mucho

— No estabas prestando atención

La mire ceñuda. — Estaba amarrando mis malditos cordones

— Ok, gruñona. Lo siento, seré tu enfermera hasta que sanes

— No, gracias

— ¡Wow! ¡Tienes un tercer ojo! – exclama mi querido padre al verme llegar con tremendo golpe.

— ¡Alejandro! – le grita mi madre regañándolo. — ¿Qué te pasó, cariño?

— Según Laura, la estaba ignorando y me pegó con la pelota de Volley. ¿Me das algo para el dolor? Me duele mucho y la pastilla que me dieron en enfermería no funcionó

— Laurita, ¿te hizo esto? – pregunta papá mirándome – Si que tiene fuerza

Lo miré mal. Primero era mi mejor amiga burlándose y ahora es mi padre.

¿Hay alguien que sienta compasión por mi?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top