“Estoy llorando porque te extraño”

El momento más emocionante y sentimental en todo el concierto, fue cuando Bruno comenzó a cantar sus canciones que llegan a lo más profundo de tu corazón.

De esas como Marry You, Again, Rest of my life, Count on me, Grenade, Just the way you are y entre esa pequeña lista no puede faltar: It Will Rain y When I was your man.

Con solo escuchar esas canciones es imposible no ponerse sentimental, y más aún si las estoy escuchando en vivo. Y digamos que tener a tu ex al lado tuyo, no ayuda mucho.

Creanme cuando les digo que cuando escuché When I was your man y Again, me dieron unas tremendas ganas de llorar. Y encima de que cuando Bruno cantó esas canciones sentía la mirada de Kian en mi.

Era incómodo ¿saben?

Pero... Tengo que admitir que a pesar de esos pequeños incómodos momentos, disfruté el concierto. Empezó a las ocho treinta y terminó a media noche y cabe mencionar que fueron las mejores horas de toda mi vida.

Pero esa felicidad se fue cuando a las cuatro de la mañana, me di vuelta en la cama y me di cuenta que Kian no estaba.

No puedo negar que me preocupe, ¿a dónde habrá ido a estas horas?

Al levantarme de la cama, y ver que los otros dos tortolitos estaban durmiendo muy abrazaditos, giré mi cabeza hacia mi derecha, donde estaba el balcón.

Y en el, había un Kian sentado con la cabeza escondida entre sus piernas.

Suspire y salí de la cama, tomé la sábana que se supone que él iba a usar al acostarse. Abrí la puerta y este al darse cuenta de mi presencia, se pasó las manos por su rostro.

— ¿Qué haces despierto a esta hora? – pregunté cerrando la puerta – Estás desabrigado, puedes resfriarte – extendí la sábana hacia él pero no la tomó. Soltando otro suspiro, y sin importarme nada, me acerque y pase la sábana por sus hombros.

Él no decía nada. Su vista permanecía en el suelo. La madrugada estaba fría. ¿Qué mierda hacía despierto?

Me senté frente a él tratando de captar su atención.

— ¿Estás bien? – traté de buscar su mirada pero él la desviaba. Tomé su rostro en mi manos y me sorprendí al sentir sus mejillas mojadas.

Estaba llorando.

— ¿Kian? ¿Qué pasa? ¿Por qué estabas llorando? – me ignoraba, pero aún así no hizo esfuerzo alguno en deshacer mi tacto. — Hey, me estas preocupando, ¿qué pasó? ¿Qué tienes?

Mi voz sonaba desesperada. Joder. Estaba preocupada. Y él no respondía.

— Kian, háblame – supliqué, me acerque un poco más tratando de encontrar su mirada por segunda vez. — Kian... Por favor, dime que tienes ¿por qué estás llorando?

Sentía sus lágrimas mojar mis pulgares. Oh no. No me gusta lo que estoy viendo.

Me acerque aún más y lo atraje hacia mi formando un abrazo. Una de mis manos fue a parar en su nuca y la acaricié.

Cuando estábamos juntos le gustaba que hiciera eso, según él; esa caricia lo relajaba. Esperaba que esta vez fuera lo mismo.

Me quedé unos minutos ahí tranquila, con él en mi brazos y sus lágrimas mojando mi hombros.

No entendía porque estaba llorando. Y me sorprendía que después de verlo, lo siguiera haciendo, era de este tipo de personas que no le gustaba que lo vean llorar — como yo —.

— Me vas a decir que paso... No me gusta verte así...

A la mierda la indiferencia. Estaba preocupada.

— Dime que tienes – Murmuré una vez sentí que estaba más calmado.

— Te extraño. — Mi cuerpo completo se tensó al escuchar esas simples palabras. — Siento que cada día que pasa te alejas más de mi, y no puedo soportarlo – Rompe nuestro contacto y se seca las lágrimas con brusquedad. Por primera vez en todo el rato que llevo aquí, me miró — Me haces falta, te quiero a mi lado, te necesito, te extraño mucho, Aaliyah. Y se que estamos así por culpa de ambos pero... Quiero volver a estar contigo

Oh maldición.

— Olvidemos lo que pasó, olvidemos el daño que nos hicimos y volvamos a intentarlo, por favor.

— Si que estaba mal, ¿y qué le respondiste?

— Esa es la peor parte...

— ¿No le respondiste nada? Me estas jodiendo ¿verdad?

Mordí mi labio nerviosa, esquivé la mirada de mi amiga.

— No pude. Quería responderle pero no pude. Mi mente murió en ese instante.

— No lo puedo creer. Perdiste esa oportunidad de arreglar las cosas con él. ¡Aaliyah! ¡Yo quería a mi pareja favorita junta otra vez!

— Lo siento pero... No creo que esté lista para volver con él... Creo que deberíamos, no se, tomarnos un tiempo, quizá conocer personas nuevas...

— ¿Te estás escuchando? ¡Ustedes no necesitan conocer más personas! ¿Y todo lo que pasaron para estar juntos donde lo dejas?

— Ni que hubiéramos atravesado el mundo, Laura.

— Necesito estar cinco minutos lejos de ti, no puedo con esto, adiós.

Dicho esto salió de mi habitación. Esto es lo que me gano por estúpida.

Bien hecho, Aaliyah. Bien hecho.