Tras las esquina, atribulada esperaba recargada contra la pared, de vez en vez ligeramente se asomaba para verlos aun conversando en la terraza de aquel café. El era quien hablaba mientras que ella en completo silencio y con la mirada gacha no dejaba de mover inquietas sus manos sobre la taza de su capuchino.

Ahí estaba Kagami escuchando las palabras de Adrien, palabras que hacía rato habían dejado de tener sentido. Para ella había quedado claro desde el momento que él le dijo que estaba enamorado de otra chica y que lo de ellos era solo un malentendido.

¿Y ahora donde quedaban sus sentimientos?, que por mucho que él lo negara, ella sabía que eran el uno para el otro, la unión perfecta de fervientes emociones. Sus vidas tan iguales no daban lugar a un error, ambos lo sabían y aun así él la estaba rechazando.

Apretó con fuerza la taza entre sus manos cuando él se puso en pie, ya no habría mas palabras solo el hecho de un amor no correspondido. Adrien se inclinó ligeramente hacia el frente,  acercándose a ella y con cariño se despidió con un beso en su mejilla. Era un beso inocente pero de los que dejan cicatriz.

Ya no había promesas, no habría un mañana para los dos. Con los ojos temblando fue siguiendo como se alejaba, dos lágrimas tristes resbalaron cuando lo vio llegar a la esquina y tomar de la mano a Marinette. Fue en ese preciso momento donde su endeble corazón termino de resquebrajarse.

Los jóvenes enamorados no notaron como una oscura mariposa sobrevoló sus cabezas y rauda se dirigía hacia quien amargamente lloraba por su amor inconcluso. La mariposa ligera se posó sobre la taza que aun sostenía entre sus manos, y de ella una bruma violácea salio que por completo la envolvió.

Una vez más Hawk Moth daría la tentativa a la devastada espadachín del orgullo ultrajado y el corazón roto. Era la imprudencia de un sentimiento no correspondido el que hacía de guía de sus actos, Riposte volvería a reclamar lo que era suyo o que jamás sería de nadie más.

FIN