#3 El novato entra en acción.

¿El experimentado cae frente a la suerte de novato?

Natsu, sentado en el suelo tras la caída, observó algo conmocionado a la figura de pie frente a el. Un Naruto sonriente miraba sus manos realmente impresionado, soltando un grito victorioso al final.

- ¡Solo fue suerte! Aún no había calentado, por eso no pude saltar tan alto como tú- se excusó Natsu con su personalidad competitiva saliendo a flote-. Si lo hacemos de nuevo no te saldrá-

Naruto solo le sacó la lengua.

- Soy un genio- sentenció el rubio para enfado del pelirrosa.

Lucy solo observaba con una enorme sonrisa la pequeña pelea entre ambos adolescentes que actuaban como niños.

- ¡Teñido!-

- ¡Algodón de azúcar!-

- ¡Rubio oxigenada!-

- ¡El rosa es de niñas!-

- ¡Los colores no tienen género!- mencionó Natsu.

- Losh cololes no tiene' genero- imitó Naruto en tono infantil.

Lucy solo reía a carcajadas.

X~X~X

- Es alguien interesante...- exclamo Lucy con una pequeña sonrisa.

Naruto rodó su mirada en una expresión de no estar de acuerdo.

- No se lo veo- contrarresto Naruto mientras giuaba la silla de ruedas.

- A ti porque te gusta pelear. En realidad jamás te ha agradado un amigo mío que no seas vos mismo- mencionó Lucy.

El par de adolescentes daban un paseo de vuelta al hospital observando el paisaje hermoso del parque.

- Eso es mentira. Jacob me caía bien-

- Jacob era mi perro de pequeña, Naruto- Lucy llevo sus manos hacia su boca ahogando una carcajada.

Realmente el muchacho parecía el perfecto prototipo de hermano mayor protector.

- Bueno, de algún lugar venía el nombre- sonrió Naruto.

El muchacho recordó la expresión de Lucy al hablar, escuchar, y ver del Básquet. En esos pocos segundos, ella se olvidaba de todos sus problemas.

- Lucy... Quiero jugar al basket-

La muchacha alzó su mirada observando aquellos ojos azules que le devolvían la atención.

Lucy sonrió como una niña pequeña ante juguete nuevo. Los holluelos en sus mejillas se remarcaron endulzando aún más su mirada chocolate.

- ¡Si! ¡Que emoción!- habló Lucy sacándole una sonrisa a Naruto.

- Puedo anotarme en la preparatoria. Dudo mucho que me dejen ahora en secundaria- expresó el muchacho frotando su nuca.

Solo faltaban tres meses para el final del ciclo escolar. Tres meses dónde por fin entrarían a preparatoria haciendo el frente a una nueva etapa de la vida. Amigos, desafíos, y hasta quien sabía, capaz el amor.

- Aprovecha ese tiempo para entrenar lo basico- exclamo Lucy.

- ¿Básico? Acabo de derrotar a algodón de azúcar, quien lleva años jugando. Soy todo un genio-

- ¿Y los 23 tiros que erraste al tirar?- preguntó Lucy haciendo tragar saliva al muchacho-. Ambos sabemos que Natsu no jugó enserio, salvó la última jugada dónde fue sorprendido ante tu poder de salto. Más allá de eso, no sabes conducir, driblear, ni tirar-

Práctica ahí yacía el problema principal. Naruto sabía todo lo teórico, jugadas, formaciones. Desde pequeños había acompañado a Lucy a todos sus juegos, observando todo desde las gradas altas. Ni hablar de las tardes y noches dónde Lucy y Naruto perdían el tiempo mirando compilaciones o juegos por Youtube, obviamente por obligación de la chica.

La mente de Naruto podía seguir el juego, pero su cuerpo no.

- (No voy a decirle sobre ese detalle. Sino se le subirán los humos aún más)- pensó Lucy con una pequeña sonrisa.

En mitad del desafío entre el par de chicos, Lucy recordó en donde había escuchado el nombre de Natsu Dragneel. El muchacho pelirrosa era nada más y nada menos que un jugador de la selección japonesa sub-17.

- Te entrenaré yo misma y te convertiré en el siguiente Rose de los Bulls- sonrió Lucy.

X~X~X

Tres meses después.

Preparatoria Konoha.

Era una hermosa institución con un enorme campus a su disposición. Árboles de cerezo adornaban el ambiente distribuidos de forma armoniosa a las edificaciones.

Un gran tumulto de personas rondaban a esa hora por el lugar.

Después de todo, era el día de ingreso y los estudiantes de segundo y tercer año aprovechaban la oportunidad para reclutar miembros para su club.

- ¡Unanse al club de esgrima!-

- ¿Quieren sentir la paz y el sabor de un buen café? Eso encontrarás en el club de lectura-

A lo lejos, entre todos los puestos, se podía ver a un estudiante con un cartel: "abrazos gratis, entra al club de manga".

- Disculpa, ¿sabes dónde está el gimnasio? He buscado al club de basket, pero no los he encontrado-

Una voz llamo la atención de una alumna, quien volteó para ver al dueño de su llamado. Al darse media vuelta, su visión choco contra un chico a la altura de su pecho. La muchacha tuvo que alzar la mirada hacia arriba para poder ver el rostro del adolescente.

- (¡Es alto!)- pensó la chica observando los ojos zafiros del muchacho-. Está detrás del campus, para el lado izquierdo unos veinte metros- informó algo sonrojada ante la mirada fija por aquellos ojos océano.

- Gracias, senpai- contesto el muchacho yéndose en busca de su objetivo.

- Tiene que ser extranjero...- murmurró la señorita.

Sus cabellos rubios, sus ojos, su altura, y su complexión física no encajaba con el aspecto japonés. Seguramente yankee, capaz.

X~X~X

- Problemático-

Una voz somnolienta exclamo observando la cancha de basket vacía.

- Shikamaru te dije que teníamos que salir a buscar a los nuevos miembros- se quejo otra persona a su lado.

El primero de los muchachos tenía el cabello negro peinado de tal manera que parecía una piña. Llevaba dos aretes, uno en cada oreja. Y sus ojos oscuros expresaban aburrimiento.

- Tu primera acción como capitán no fue muy acertada que digamos- volvió a quejarse la otra persona.

El segundo de ellos, y el último allí presente, podría un cabello largo y sedoso castaño atado en una cola baja. Sus ojos eran lo que más cautivaba de el, siendo de un color casi plateado, confundiendo a la gran mayoría de personas con que podría ceguera.

- Ser capitán es un fastidio- expresó Shikamaru.

El resto de miembros del club no se hallaba presentes al tener que estar en clases presenciales. Algo que los capitanes de los clubs, y un ayudante podían darse el lujo de saltear una horas para reclutar gente.

- ¿Nos vamos? Dudo mucho que alguien venga- musitó Neji.

- Algo me dice que este año será algo peculiar- expresó Shikamaru quitándose la cera de un oído.

El par enfoco su atención en la puerta del gimnasio. A las afueras de este varias voces comenzaron a escucharse estando en una discusión entre ellas.

- ¡Yo iré primero! ¡Quítate imbécil!-

- ¡Quítate tú, maldito dobe!-

Shikamaru y Neji se voltearon a verse confundidos a medida que los sonidos de pelea se intesificaban.

¡Pump!

La puerta del gimnasio se abrió, y de ella, tres sombras cayeron juntas al suelo, siendo Naruto el que estaba encima de las otras dos personas empujando sus cabezas contra el piso.

El primero poseía unos ojos negros, y color de cabello de la misma tonalidad hasta la altura de su barbilla. Siendo este el que presentaba la expresión de desagrado mayor en su rostro ante la situación.

El segundo llevaba un cabello castaño despeinado. Ojos negros con pupilas verticales, unos pronunciados dientes caninos, y sobre sus mejillas llevaba maquillaje pintando su rostro con dos líneas rojas.

- Si, será un año peculiar- soltó Shikamaru sonriendo de lado.

Fin del capítulo.

Espero que les haya gustado. Si fue así con su voto, y poniendo el fic en sus listas de lectura me ayudan muchísimo.

¡Seguidme si no lo estás, y únete a este equipo de basket!

Nos leemos en el próximo capítulo.

Bye-bye~

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