Fue con mucha vergüenza que acepto aquel regalo, en medio de los cuchicheos y risas de sus compañeros, pues el pequeño manchado de pintura le había dado el regalo delante de todos, como podía esperarse los susurros no se hicieron esperar aunque no fueron en ningún caso maliciosos, más bien divertidos por la escena delante de ellos. Un grupo en especial se la había pasado chillando sobre su OTP finalmente uniéndose, creo que todos sabemos de qué trata eso.

Ahora el adicto a Ctrl Z se hallaba con el dilema de no saber qué hacer con la libreta, ya que no solía emplear ese tipo de elementos prefiriendo más el escribir en su tableta se le hacía más fácil y sencillo ya que nunca estaba sin ella, pero tampoco quería lastimar los sentimientos de su compañero, era uno de los pocos que toleraba.

Aquella duda quedo en si por varios días, donde sin saber qué hacer el regalo fue guardado en un estante acumulando polvo.

Entonces un día, cuando la inspiración había parecido desaparecer para el glicheado esqueleto el tomo esa libreta, con duda en su interior intento dibujar a mano solo quedando un garabato sin nombre, sin sentido. La furia en su interior le guío entonces, a escribir lo que guardaba y desde ese fue decidido, la usaría para expresar con palabras lo que no podía decir cara a cara.

Está historia va dedicada a mi Sanspai Rainbow425 junto con otras tres, en la que se incluye Alma corrompida. ¿Creen que es mucho? Pues yo creo que es poco >:v mi Sanspai merece miles de historias uwu