Especial de Mamis - 4
Nut - Madre de Khepri, Isis, Seth, Osiris y Neftis
- Canon -
...
El sol de Egipto salió con todo su esplendor, colándose entre los piramidales palacios de los Dioses y recorriendo todo el sitio para brindar calor.
Llegó el turno de la casa lujosa cercana al palacio, con varias ventanas en las cuales se entró la luz solar para iluminar y calentarlo.
Acostada sobre una cama, desnuda de no ser por la sábana que cubría poco de su cuerpo y l larga cabellera oscura que hacía el resto, descansaba la Diosa egipcia más poderosa, miembro de los Primigenios, actual tercera Diosa faraona y la perfección del cielo: Nut. En cuanto sintió los rayos solares tocar su piel azul, en especial loz párpados, sus ojos se abrieron con lentitud para dar cabida a que sus pupilas doradas reconocieran el exterior; le costó esfuerzo aceptar que ya había amanecido, pero tuvo que aceptarlo.
Cerró sus ojos un par de veces y un prolongado bostezo salió de sus labios. Se levantó un poco apoyándose de sus brazos para quedar sentada sobre la cama; sus largos mechones de cabello cayeron y rozaron su cuerpo desnudo, y por ello la Diosa se dio cuenta que uno de sus pezlones dolía más de lo normal.
- ¿Pero qué...?
Involuntariamente giró su cabeza y se encontró con, ordenados en una fila, 5 cunas junto a su cama. De tan solo verlos recordó lo que había pasado la noche anterior y por que le dolía.
- Es cierto; amamantar 5 bebés es más difícil de lo que imaginaba.
Nut levantó por completo y estiró sus brazos, dejando sonar el tronar y acomodar de algunos huesos; otro bostezo la invadió, mucho mayor al anterior, y con ello la sábana en donde había estado acostada actuó sobre ella: la tela se retorció por si sola, de manera que dio vueltas sobre su cuerpo y terminó enredándose en una toalla que cubría desde los muslos hasta el pecho. La almohada que estaba bajo su cabeza actuó de la misma manera para recoger su cabello en un bulto redondo, al tiempo que volteó a las cunas.
- De acuerdo. Ahora que los 5 están dormidos, puedo aprovechar para tomar una ducha rápida.
La Diosa se levantó y caminó al baño, pero poco tiempo después un chillido infantil sonó en la habitación; se detuvo y dentro de sí se sintió asustada. Por enésima vez, la perfección del cielo sentía ese miedo.
- Oh no... Olvidé que Neftis es siempre la primera en despertar. Si se despierta de esa manera...
No tuvo que esperar más para que 4 chillidos adicionales resonaran en la habitación. Sus quintillizos ya despertaron, tal vez hambrientos, tal vez sucios... o tal vez, caprichosos.
La Diosa giró la mirada, viendo como las cunas también se movían de lado a lado. Pero ella ya estaba un tanto preparada.
- Antes que yo misma los cuide les dejaré una copia mía. Aunque ya saben identificar cuando soy yo y cuando una copia, al menos tendré tiempo para mi ducha.
La Diosa tomó su Bastón del Cielo, depositado junto a su cama, y tras hacer un símbolo en el aire se creó con materia estelar una copia de ella misma; las diferencias eran que estaba vestida por completo y su rostro estaba apagado. Esa expresión poco le gustaba a Nut.
- Voy a tener que arreglar eso. - levantó su mano y señaló a las cunas - Encárgate de mis hijos hasta que vuelva.
- Cómo diga. - la copia asintió con voz apagada y fue a las cunas.
Entonces Nut volvió su caminó al baño, que en cuanto lo vio percibió su perfección: los artículos de limpieza y aseo en sus sitios, las toallas y ropas dobladas y acomodados, emanando un olor limpió y fresco. Nut respiró hondo, y sonrió emocionada.
- Si. Todo limpio, como me gusta.
Era sorprendente que pudiera estar tan feliz, aún con la situación que había ocurrido:
Habían pasado meses desde los problemas con su "padre" Ra: la profecía que le hizo enemigo de Nut, y la creación de los días epagómenos para pasar sobre su maldición y dar a luz.
Durante todo ese tiempo no hubo señales de planes de Ra; eso le provocaba constante intriga a Nut, sin tener siquiera idea si el Dios anciano fuera a hacer algo al respecto: matar a sus hijos, contarle a Geb (quien al parecer tampoco sabía nada). No pasaba absolutamente nada...
- Señora, hay un problema.
Nut salió de su cabeza en cuanto escuchó su voz apagada cerca suyo; aún no se acostumbraba a oír su propia voz y ver su propio semblante tan apagados.
Justo había comenzado su baño, estando sentada en una banca para lavar su abundante cabellera, cuando la Nut copia entró con Seth en brazos; Nut original para verla.
- ¿Qué pasa?
- No sé qué le pasa a Seth. Está llorando más de la cuenta.
- ¿Intentaste darle de comer?
- Si: primero me mordió, y aún después que lo recibió bien, ha seguido llorando.
- Au... - Nut se llevó una mano al pecho, identificada por eso de ser mordida por Seth - ¿Ya cambiaste su pañal?
- Si. No estaba sucio, pero por las dudas le puse otro, con el talco nuevo que preparó. Aun así sigue llorando.
Pensó en una tercera opción; extendió las manos a la copia, quien entendió el mensaje de darle a Seth llorando como cachorro. En cuanto la original la tuvo en brazos, el Dios se calmó poco a poco hasta estar por completo callado con los ojos fijos en ella; Nut le sonrió y acarició su cabeza.
- Parece que solo quería estar con la original. No te ofendas.
- No sé qué es "ofendas". - la copia dirigió la mano a la salida - Si ese era el problema, entonces hay 4 más que usted debe resolver.
Nut original pasó de estar alegre a bajar el semblante con malestar; sabía muy bien lo que eso significaba, así que pensó en otra opción.
- Tráeme a todos mis niños.
Así lo hizo la copia, y tras hacer todos sus preparativos la Nut original cumplió la primera parte de su cometido:
Preparó la tina que usaría para bañarse, solo que ahora también bañaría a sus hijos. Nut original entró en la bañera, dejando caer por sus bordes un poco de agua, mientras que copia estaba preparada para seguir las indicaciones y con los 5 bebés en cunas.
Nut original se sentó en el fondo de la tina, el agua llegando a su barbilla, y extendió sus brazos a copia con la siguiente instrucción.
- Pásame a cada uno, por orden de nacimiento, y cuando terminé los dejarás en su cuna secos y arropados.
- Cómo ordene.
El primero fue Khepri, el Dios escarabajo del amanecer. Con jabón en mano, Nut limpió su cabeza y piel que solía estar en contacto con insectos; su primogénito había heredado la actitud anterior de su madre, pero también expresaba cuidado por sus hermanos en intentos infantiles de mostrar madurez.
La segunda fue Isis, la Diosa madre de la magia. Nacida con alas de águila, Nut las lavó con sumo cuidado para no herir el plumaje, al igual que su cabellera rubia. Ella era tan expresiva como su padre, pero su divina belleza obviamente la había heredado de su madre, con una actitud típica de hermana mayor.
El tercero fue Seth, el Dios galgo de la sequía y caos. A pesar de su aterrador hocico filoso, Nut no dudo en lavar sus dientes, así como también su suave pelaje en hombros y espalda. A diferencia de los demás, él tenía un carácter agresivo incluso desde que fue parido, pero para Nut era parecido a su faceta antes de conocer a Geb.
El cuarto fue Osiris, el Dios padre de la invención y ultratumba. Su piel verde era un conflicto para Nut, pues no sabía si había suciedades o no, aunque de todas formas le lavó. Su actitud era firme y seria; como su padre siendo faraón, aplicaba liderazgo infantil hacia sus hermanos, y siempre tenía conflictos con Seth.
La quinta fue Neftis, la Diosa gemela del hogar. Nut esperaba mucho ese momento, pues lo que más le gustaba de ella eran sus orejas felinas que lavó con mucho afán. En apariencia, casi copia de Isis (a excepción de sus diferentes formas de alas y el color de cabello); en actitud, la más extrovertida y traviesa de los 5 hermanos.
Tal como fue el plan: cada vez que Nut original terminaba uno, Nut copia lo tomaba, secaba con cuidado, y envolvía en sábana para dejarlo en su respectiva cuna. Tras ese proceso, original se levantó de la tina y con cuidado se acercó a las cunas, de forma que pudiera entonarles una canción tierna y suave para que se calmaran.
Ya habiendo conseguido que estuvieran serenos, Nut original reingresó en la bañera con el agua restante; todavía estaba caliente que le provocó una sonrisa de placer.
- Ahhhhh~ ¡Esto me encanta demasiado!
- Viendo que ya están dormidos, ¿No necesitará más de mis servicios?
- Por el momento ya no. Muchas gracias por eso... "Yo" - con esa frase se rió Nut, además que volvió a estirar su mano a su copia - Dame mi Bastón del Cielo, por favor.
La copia asintió y fue por ella para dejarla en mano de la original. Una vez que hizo eso, por primera vez le surgió una duda.
- ¿Por qué se tomó tiempo para bañarlos, cuando sólo podía cantar esa canción para dormirlos?
Nut original solo le sonrió sin dar respuesta verbal; movió en círculos el báculo, y con ello deshizo la magia estelar que mantenía a la copia. Se esfumó en polvo y en la toalla de Nut, que era su Manto del Cielo, reapareció una estrella.
Entonces la Diosa comenzó su rutina de baño, pasando con la mano derecha el suave jabón por el antebrazo izquierdo hasta acariciar su axila; en ese momento respondió para sí la pregunta de su copia.
- Por un solo motivo. Porque soy su madre, y como madre quiero tener tiempo con ellos... - Un sonrojo apareció en sus mejillas - Tefnut lo demostró con Geb, Deví-chan fue tanto mi madre como mi amiga, y mis entrañas dicen que lo debo hacer...
Nut volteó a las 5 cunas, que estaban en completa calma; escuchó el respirar de cada uno de ellos, reflejando su propia su personalidad con sus respiraciones suaves, inhalaciones rápidas, ronquidos bajos o silencio total. Escucharlos le trajo alegría.
Entonces se decidió por seguir su rutina de baño:
Empezó con la zona del cuello y nuca, aprovechando para rascar una comezón repentina; después siguió con su brazo derecho con el proceso de antes:
Primero la mano y sus delicados dedos, cada uno en su turno; después hacia la muñeca dándole un suave masaje, ya que era un poco fastidioso usar sus joyas; luegl recorrió el brazo y antebrazo con ligereza, dejando sentir también sobre sí la sensación de la espuma jabonosa. Y por último fue por su axila; esa era una de sus zonas más delicadas, tanto que incluso el jabón le generaba cosquillas coquetas.
Terminado los brazos, se dirigió a su cuerpo de arriba a abajo: desde el cuello que ya estaba limpio fue a sus pechos, pequeños comparados con Tefnut o incluso con las gemelas Bastet y Sekhmet que solo eran niñas. Pensar eso la molestó un tanto, reflejado en un puchero facial, pero sabía sabía que su papel como madre haría que creicieran. En fin, tomó cada uno con circulares frotes con las yemas dactilares, por momentos como niña decidiendo jugar con ellos.
Entonces, habiendo lavando toda la zona pectoral, sirguió había abajo; pasando por las costillas, todas fuertes y sin conocer nunca fractura o deficiencia, el jabón resbaló fácil por la piel que los recubría. Después fue hacia su abdomen, zona que le sorprendía mucho: a pesar de haber cargado quintillizos, que en su caso por ser pequeña de estatura debió ser muy notorio, no había marca o huellas de aquello. Tal vez como consecuencia de ser Primigenia.
Estando en esa zona fue que detuvo su baño corporal. Tocó con las suaves y delicadas yemas, para después pasar a las palmas, su vientre; redondo y firme, al mismo tiempo como una almohada de plumas tan esponjosa que podría hundir sus manos. Pasó el dedo índice por el ombligo, que antes había sido una tapa de una olla a presión, ahora volvía a ser un cráter delicado poco profundo.
Su mente revivió en carne propia la sensación de haber cargado a sus niños dentro de ese vientre, incluso sus órganos sintieron de nuevo el movimiento de acomodarse para dar espacio a sus retoños.
A simple palabra suena un poco asqueroso, pero para Nut eso era una prueba física de lo que afirmaba con sus labios; una prueba de su amor profundo que solo la perfección como ella puede expresar.
- Porque soy su mamá. Los amaré toda mi vida y... No dejaré que nada malo les pase.
...
- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh!
De repente Nut se levantó con frenesí, extendiendo la mano para tomar su Bastón del Cielo. Lo tuvo en sus manos, y con esas emociones tan eufóricas su arma se convirtió en una espada de hoja larga que empujó en un golpe descendente con toda su fuerza. Un objeto frente suyo fue destruido por completo, y el sonido que surgió indicaba que tal vez había sido una roca.
Esas cosas que había visto en su cabeza le hicieron sentirse impotente, además que sis ojos no captaban nada más que oscuridad; en conjunto, una ira divina se apoderó de ella, tal que pudo haber sido capaz de destruir todo a su alrededor, pero...
Poco a poco sus ojos recuperaron la vista, pudiendo identificar a escasos centímetros enfrente la roca que acababa de destruir. Con esa imagen entonces recordó lo que estaba pasando:
Estaba en el viaje vacacional de los Primigenios, habiendo llegado a un planeta rocoso y varado en un sitio recóndito recién descubierto por ellos. En esos momentos la noche hace horas que estaba presentes, por lo cual todos estaban dormidos (no lo necesitaban, pero por su aburrimiento querían hacerlo).
Eso que había visto fue... un recuerdo...
Un recuerdo de la Nut que se había enamorado de Geb en Egipto, tuvo descendencia con él, y traicionada por sus seres queridos más cercanos.
Una verdad a medias; tanto tiempo fuera de Egipto, repitiéndose esas mismas palabras en su cabeza mientras cargaba su gran dolor en el corazón, había provocado que esa fuera la única verdad que aceptara.
Respiró repetidas veces mientras su vista se acostumbraba a la noche; sintió y vio el vapor salir de sus fosas nasales y la apertura de sus labios, con lo que pudo deducir que el clima era bastante frío. Eso, y que sobre su piel sintió escalofríos; dirigió una mano a su brazo para tocarse, dándose cuenta que había ligeramente líquido sobre estos. Tampoco tardó en deducir la verdad.
- Sudor... Estoy sudando...
Llegó a su mente ese recuerdo de nuevo; en especial, la rutina de baño:
El agua cálida tocando y remojando hasta las partes más íntimas de su divino cuerpo; la espuma blanca rebosante a punto de romper la tensión superficial del agua; un olor fresco que llenó sus narices, además del relajante silencio, solo interrumpido por el movimiento de las aguas tras las palpitaciones de su corazón y sus revueltos para acomodar la posición de las extremidades.
- Eso... Eso lo quiero... otra vez...
Por inercia comenzó a imitar los movimientos de la rutina:
Su mano derecha tomó la izquierda y empezó a rebuscar con las yemas, como si tuviera una nube de espuma, en la palma y los espacios entre sus dedos. Después fue por la muñeca; ahora cubierta por su pulsera divina, pero no impidió que moviera la mano como si no lo tuviera. Los dedos recorrieron la parte superior e inferior de su brazo, después hacia su antebrazo para tocar cada célula superficial en su piel, y finalizó con la axila.
Sin embargo, cuando sus yemas la tocaron dejó salir como un gemido diminuto que le sorprendió bastante y sacó de su trance. Había olvidado que era muy sensible en esa zona, y sin querer dejó salir un grito impropio de la perfección del cielo.
Su rostro se frunció en su típica expresión de indiferencia; sacudió su cabeza de lado a lado, dejando que los largos mechones de cabello golpearan su cuerpo para expulsar esos pensamientos y volver por completo a la realidad.
- No lo necesito, en absoluto. No necesito nada de eso... - se dio la vuelta para volver a donde estaba durmiendo - La perfección del cielo no necesita ser una madre.
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Ilustración especial de Nut, madre de Khepri, Isis, Seth, Osiris y Neftis
...
He aquí el cuarto one-shot especial del día de las mamis (un poco corto, pero con excesiva inspiración. Todo sea por la waifu más amada por el fandom ;3).
En primer lugar, créditos a levi5672 por la idea de este one-shot. Muchas gracias :3 (no es exactamente lo propuesto, pero con esto es dato canon)
PD: en la imagen también hay problemas de proporciones, pero ignorenlos XD.
Si tienen ideas para los demás mamis pueden ir a los resultados del sorteo de 10 de mayo y escribirlo en la sección de comentarios, para que los lea y tome inspiración :3
Sin más que decir... ¡Los leo en el siguiente one-shot!
♡ 05/junio/2022 ♡
ASFD
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