Capítulo 16
Las siguientes semanas de regreso a su hogar no habían sido fáciles. Jisung había disfrutado apenas de su viaje a Los Ángeles cuando tuvo que regresar, y aunque en parte era bueno porque extrañaba ver a Minho, su recibimiento en el aeropuerto no había sido el mejor y los comentarios maliciosos que habían sido arrojados en su contra mientras se dirigía a la salida lo hicieron flanquear varias veces.
Pero no solo se trataban de las personas, sino de las cuentas que seguían tirando publicaciones pasivos-agresivos contra sus personas y sus carreras. También había comenzado a inquietarle aquella cuenta en particular que había anunciado que estaría revelando una noticia grande y que tenía pruebas, haciéndole sentir demasiados nervios de lo que se podía tratar. ¿Y si los habían atrapado más allá de parecer amigos? Había fotos divulgadas inclusive detrás del escenario, cuando Jisung salía del camerio hacía su lugar en el público, haciéndole una mala sensación en su estómago sobre si habrían tomado alguna fotografía en particular cuando estaban solos, simplemente disfrutando de pasar el tiempo con el otro.
¿Había alguna oportunidad de ello? Deseaba que no, pero tampoco tenía el lujo de estar seguro de ello.
A esas alturas no solo las personas estaban insistiendo a la cuenta en divulgarlo lo más pronto posible, sino que las personas seguían insistiendo para saber más pero desde su cuenta, llenándole con comentarios malicosos y morbosos, presionando a Jisung hasta sus límites. Las etiquetas no paraban de llegar, había cambiado de celular para mantener un poco de calma, había visto las peleas de Minho desde su celular porque no quería que siguieran molestando con ello, el foco de atención estaba puesto en ellos a lo máximo y cualquier mínimo movimiento era monitoreado.
A pesar de que le aseguraban que con el tiempo dejarían de insistir con los rumores, Jisung seguía sintiéndose vigilado, pero ya no solo por ellos, sino por todo el mundo. Las fotografías filtradas habían llegado demasiado lejos, no solo se trataba de tendencias en redes sociales por los propios internautas, sino de importantes portales de noticias hablando sobre ellos y haciendo que más personas se enteraran de ello.
Seungmin era quién más le había asegurado que con el tiempo lo olvidarían, que se enfocara en su agenda, pero el tiempo pasó y cuando menos esperó llegó Diciembre. Y para su mala suerte, los rumores no habían disipado, en cambio, la cuenta estaba manejando una cuenta regresiva para lanzar la mayor noticia de todas, y los internautas apostaban que se trataban de ellos de una manera comprometedora.
Diciembre, el último mes del año y donde sucedería la culminación de la carrera de Minho. Había prometido ir, no pensaba perdérsela por nada en el mundo, pero ya no parecía del todo correcto asistir.
Era a mediados del mes cuando la pelea se estaría llevando a cabo, no tenía mucho contacto con Minho porque BangChan lo estaba sometiendo a un entrenamiento duro para esta última pelea, no permitiéndose fallar. Si bien en sus peleas ya no había perdido desde aquella derrota, no pensaba confiarse y quería enfocarse en nuevas técnicas. BangChan inclusive había entrenado con él en combates cuerpo a cuerpo, sorprendiéndose de la gran capacidad que tenía aún su representante y entrenador a pesar de los años, en conjunto con aquel nuevo entrenador del que Minho le había hablado en cuanto comenzaron a trabajar juntos para su preparación a la pelea final.
Los días en el calendario se iban marcando con demasiada prisa, y cuando menos esperó, estaba a solo un día de distancia de la pelea final. Su retiro estaba a la vuelta de la esquina, por lo que ese día había decidido descansar y pasársela a lado de Jisung, el cual se encontraba demasiado callado desde que llegó.
La comida había sido servida, y con un Jisung alejado de la realidad, Minho comenzó a comer con un semblante serio mientras su mirada no se apartaba de él.
— Hey, cariño. — Movió su hombro, haciéndolo saltar en su lugar. — Tu comida se enfriará si no comes.
— Oh, ya voy. — Sonrió con un leve rubor, apenado.
— ¿Qué es lo que te pasa? Parece que algo te está inquietando. — Cuestionó, sin poder guardarlo.
— ¿Yo? Nada, solo pensando que mañana ya es tu primera pelea, estabas esperando por este momento. — Le sonrió, pero su felicidad no se transmitía por medio de sus ojos, luciendo apagado.
— ¿Te inquieta eso? No tienes que ir si no quieres, sabré que me verás por la televisión o por alguna plataforma, con eso basta para sentirte a mi lado. — Se inclinó para acariciar su mejilla, sonriéndole con calidez.
— ¡No! Prometí ir y eso haré, estaré ahí en primera fila. — Asintió confiado, dejando la comida a un lado.
— Cariño, si no te sientes seguro no es bueno que vayas, estaré bien con ello. No me gustaría que te sientas presionado en ir por una promesa que hiciste cuando recién inició esto, solo quiero que estés bien. Las cosas han cambiado de manera desafortunada, solo quiero que puedas disfrutar de ese momento junto conmigo, no importa si es a la distancia o cerca, de todas maneras te sentiré ahí.
— Minho, iré a esa pelea y me verás en primera fila, no debes de dudar de ello. — Lo miró con determinación, haciendo suspirar al contrario al comprender que no podría hacerlo cambiar de opinión.
— Está bien, estaré esperando por ti entonces. — Se inclinó nuevamente, depositando un casto beso sobre los labios ajenos.
Sea cual sea el pronóstico de mañana, estaba seguro que todo estaría bien. Una vez que se terminara, un nuevo capítulo se abriría en su vida y no podía esperar para vivirlo. Jisung sabía que no debía de vivir con el miedo de ser vigilado todo el tiempo, de por sí su carrera lo implicaba, no permitiría que detuvieran sus planes solo por el miedo de ser visto. Antes ya había cambiado todo su panorama por el miedo de ser juzgado y señalado como en el último tiempo habían hecho con él, pero cuando unas palabras en particular llegaron a su mente en esos últimos días, comprendió que no podía seguir viviendo de esa manera.
Ese momento lo había decidido todo, se podían ir a la mierda todas esas personas y la cuenta regresiva de ese portal de noticias en particular. Habían estado arruinando su vida en repetidas ocasiones, sin permitirle que él mismo pudiera expresarlo al mundo; en esa ocasión no sería de esa manera, si alguien iba a revelar algo tan grande como ello, sería él mismo.
El día de la pelea final había llegado, después de tanto tiempo de espera la pareja se estaba preparando para ese momento.
Minho acomodó sus guantes morados sobre sus manos, sintiéndose levemente nervioso mientras la puerta del vestidor fue tocada, revelando la figura de su novio antes de entrar por completo. Jisung se bajó el cubrebocas y caminó hasta él, dejando que su cuerpo cayera contra el de su novio, provocándole una carcajada al cargar con su peso.
— ¿Listo para ganar? — Le cuestionó con una gran sonrisa mientras envolvía sus brazos alrededor de su cuello.
— Nací listo. — Le guiñó el ojo, envolviendo sus brazos sobre su cintura. — ¿Estarás en el público?
Asintió. — Félix ya me está esperando allá, solo quería desearte suerte antes de irme a mi lugar, ya casi inicia.
— Gracias, amor. — Besó su frente, siguiendo con sus labios hasta sus mejillas, provocándole cosquillas. — Si te soy sincero, estoy un poco nervioso.
— ¿Por qué? Lo harás espectacular, sabes que confío en ti y te esforzaste mucho para que este día llegara, es el momento de ponerlo todo aquí.
— ¿Nos vemos luego de la pelea?
— Sabes que sí, estaré esperándote aquí. — Depositó un último beso sobre sus labios antes de retirarse, caminando hacía la puerta al mismo tiempo que BangChan se preparaba para tocar, tomándolo por sorpresa.
— Oh, Jisung. — Le sonrió, mirando al interior del vestidor. — Llegó el momento, es hora de salir.
Con una última mirada a sus guantes, salió del vestidor acompañado de Jisung, dirigiéndose al lado contrario para ir hacía el público, despidiéndose con una última sonrisa antes de perderlo de vista.
Jisung no tardó en encontrar a Félix en la primera fila, dirigiéndose a su lugar con los nervios de punta. Ignoraba las miradas a sus espaldas, enfocándose en como el comentarista estaba anunciando el inicio de la pelea y como estaban haciendo las respectivas presentaciones. Desde el primer minuto mordió sus uñas, viendo como Choi Hyun-wook miraba con cierto egocentrismo a Minho, dirigiéndose a cada una de sus esquinas respectivamente.
— Estamos viendo la última pelea de Lee Minho, ¿No parece esto surreal? Lo vimos crecer a través de los años y el día de hoy lo estamos despidiendo. Esta pelea será tan legendaria como con Park Seojoon, apuesto que pasará a la historia del boxeo... — El comentarista hablaba, resaltando un par de partes de los dos boxeadores. — Lo que tememos aquí es la poca edad de Choi Hyung-wook, ¿No creen que sea un impedimento para Lee Minho? La diferencia de edad podría ser la clave para esta pelea.
Recitando las reglas, los boxeadores se miraron un última vez antes de que la primera campana sonara, dando inicio a la última pelea. Choi se movía sobre todo el ring, haciendo que Lee lo fuera siguiendo, pareciendo más una danza estratégica antes de que el primer golpe llegara por parte de Lee, haciéndolo sobresaltar en su lugar. Choi no se alejó, en cambio tiró su primer golpe pero falló ante los reflejos de Lee, retrocediendo de este.
El primer encuentro terminó sin mayores alcances, haciendo que los dos boxeadores se alistaran para el siguiente asalto. El tiempo pasaba y Jisung se sentía cada vez más desesperado por el juego, sin poder descifrar quién era más peligroso que el otro. Choi tiraba golpes, pero Minho alcanzaba a esquivar la mayoría de ellos, mientras Choi tenía un par de golpes ya en su cuenta. Para el séptimo asalto, los dos se veían cansados mientras seguían atacándose, no cediendo al poder del contrario.
Minho recibió un golpe directo al rostro, desorientándolo por un momento antes de recobrar consciencia y atacar, atinando por un gancho derecho. Choi retrocedió hasta las cuerdas, donde Lee aprovechó y acorraló, sin darle demasiado tiempo para defenderse. El término del séptimo asalto llegó, haciendo que se separaran.
El azabache se dirigió a su esquina, encontrándose con la mirada del castaño, sonriéndole en gesto que estaba todo bien. Choi no se vencía con facilidad, no bastaba con dos golpes para djearlo fuera de combate y lo sabía, pero también parecía casi inmune a sus golpes sin parecer afectado por ellos. Minho comenzaba a sentirse cansado, pero no se permitió demostrarlo cuando volvieron al siguiente asalto, recibiendo dos golpes y dando uno antes de que acabara, necesitando pensar como acabarlo.
El público se mantenía a la expectativa de los golpes, viendo como el jurado tomaba apuntes y veía cada deslizde los boxeadores. Lo que se había percatado el azabache era como Choi se refugiaba, en ocasiones lo abrazaba, siendo una de sus principales técnicas, necesitando mantenerlo a distancia si quería atacarlo de manera apropiada.
El asalto número once llegó, Minho sabía que era el momento de acabarlo todo o de lo contrario no pensaba aguantar hasta el doceavo asalto. Aspiró por la boca antes de dirigirse al centro del ring, iniciando el asalto. Un golpe fue dado en el rostro de Choi, haciéndolo tambalear hacía atrás antes de que un gancho conectada con su costado, sacándole el aire. Minho aprovechó para dar otro golpe a su mejilla, haciendo que escupiera sangre antes de que le diera la espalda, sujetándose contra las cuerdas.
Choi veía negro, se comenzaba a debilitar para el onceavo asalto, necesitando retomar el aire. Pero sus planes no resultaron como quisiera, puesto que tan pronto como giró un golpe de nuevo a su rostro lo hizo caer noqueado, en esperar a que se levantara, lo cual no sucedió y el brazo de Minho fue levantado en señal de victoria.
El público coreaba su nombre con emoción, gritos y aplausos llenaron el recinto mientras un cinturón y ramos de flores llegaron a sus costados como felicitación. La música comenzó a sonar sobre los altavoces y las felicitaciones del comentarista se escucharon a lo lejos cuando vió como Jisung se levantaba de su asiento emocionado por su triunfo.
Lo que no esperaba era verlo brincarse la división, pasando de largo a BangChan y subiendo al ring, corriendo hasta que Lee tuvo que atraparlo en el aire y lo abrazó, las piernas del castaño rodeando su cintura y los brazos su cuello antes de que sus labios se encontraran en un beso hambriento por parte de los dos. La victoria sabía bien entre sus labios, desapareciendo todo a su alrededor mientras disfrutaban de la esencia del otro.
Todo el recinto se paralizó, inclusive BangChan, Seungmin y Felix que los veían con sorpresa al no esperar esa revelación después del triunfo. Ni siquiera Minho y Jisung lo tenían planeado, pero el castaño había sentido tanta emoción y desesperación que lo único que quería era demostrar lo orgulloso que estaba de la victoria del azabace, no midiendo sus acciones antes de saltar a sus brazos y besarlo en medio de toda la multitud.
Cuando se separaron, sintieron la mirada de todos. Las flores yacían sobre sus pies, Jisung seguía aferrado a su cuerpo y la conmoción en los rostros de todos los llevó a la realidad. El castaño bajó de su cuerpo, sintiendo ruborizar a más no poder mientras Minho lo afianzaba con su brazo a un costado suyo, pidiendo un micrófono antes de hablarle a la cámara que estaba transmitiendo todo ese momento.
— Gente, me complace decirles que estoy en una relación con Han Jisung y estoy muy feliz de poder compartirlo por fin con todos ustedes. Gracias por todo su apoyo, ahora es mi momento de poder ser feliz a lado de la persona que más amo. — Giró su rostro para verlo, besando su mejilla antes de entregar el micrófono.
La transmisión de la pelea había finalizado. Lee Minho había ganado su última pelea, y con ello, daba por finalizada su carrera como boxeador.
Fin
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