Capítulo 14
Las redes sociales estaban enfocadas en su derrota, a pesar de haber vuelto a pelear y haber ganado las siguientes, aún seguían enfocándose en su derrota. Pero todas esas notas no eran lo que estaban inquietando a todos, sino los portales que habían estado creando tweets y difundiendo fotografías de ellos juntos antes y después de las peleas, inclusive cuando eran sus días de entrenamiento, sin enteder cómo es que siquiera obtenía todas aquellas tomas. La seguridad había incrementado, las salidas habían disminuido y el encierro los estaba desesperando un tanto, si antes eran limitados en salir, ahora lo estaban con mayor razón.
— ¿Han podido hacer algo al respecto? — Jisung cuestionó, mirando a los mayores frente suyo.
Seungmin negó con una mueca. — Sabe trabajar de manera casi perfecta. Por más que los artículos desaparecen, vuelven a surgir más y con más fotografías, parece como si estuviéramos provocando que sigan difundiendo aún más. Se puede meter a lo mejor una demana por divulgación de información o meter de alguna manera que los están difamando, pero son demasiadas y no creo que se pueda hacer algo en conjunto.
— Probablemente es a propósito, a lo mejor espera ver que, si alguno de nosotros hace un movimiento, sabrá que nos sentimos amenazados y levantaremos más sospechas — BangChan comentó, involucrándose en el asunto.
— Pero tampoco parece bien dejar que sigan divulgando todo, ni siquiera podemos salir porque están en espera que el otro salga. ¿Cuántas notas no han llegado a nuestros departamentos? Se está saliendo de las manos todos esos rumores. — Fue turno de Minho para comentar, dejando inciertos a todos.
— En este momento puede ser cualquier persona, así que no debemos de pasar por alto nada. Tanto pueden ser quienes escriben esos artículos, como puede que sea algún lector que quiera hacer mano propia a la noticia. — Seungmin prendió la tableta, leyendo lo que venía en ella. — A pesar de todo, tenemos agendas que seguir. Jisung tiene las próximas semanas ocupadas debido al cierre de contrato con una joyería reconocida, por lo que tendrá que mantenerse alejado de las peleas, lo siento chicos. Hay muchas cosas por hacer, esperemos que con ello podamos distraer un poco a la audiencia de esa cuenta mientras tratamos de seguir investigando una forma de seguir evitando todo esto. Probablemente si los ven trabajando duro en sus agendas y que los mantendrá un tanto separados, a lo mejor pueden que los rumores bajen.
Jisung refufuñó en contra, pero asintió. — No puedo negarme, realmente me emociona poder trabajar con ellos.
— Las peleas necesitarán más entrenamiento, así que Minho debería de estar ocupado con ello, ya estás cerca de los últimos meses y necesitamos entrenarte más de lo que ya haz hecho. — BangChan se levantó de su lugar, sacando su celular.
— Con que sigan limitando las interacciones públicas a reducirlas en la comodidad de sus departamentos estará bien, solo me gustaría que fuera diferente, sé que lo habían intentado. — Seungmin les ofreció una pequeña sonrisa antes de levantarse nuevamente. — Les estaré informando de cualquier cosa. Jisung, te espero mañana temprano para ir a tu primera sesión con la marca; mucha suerte en tu pelea Minho, me aseguraré que Sung pueda verte entre su agenda.
El azabache asintió, mostrando una sonrisa. —Está bien, solo quiero que se enfoque en su trabajo.
Los mayores se retiraron del departamento del castaño, dejándolos solos. Una vez que sintieron la soledad del lugar, Jisung se acurrucó contra su pecho y soltó un suspiro, cerrando sus ojos mientras sus pensamientos fluían.
— Si todo fuera fácil... — Jisung comenzó, trazando un par de figuras abstractas sobre el pecho de su novio. — Sería diferente, todo sería más sencillo.
— Pero nunca se rompería nada, y eso es lo que nos hace vivir en realidad. — Complementó Minho, con su mano acariciando su espalda.
— Siento que estamos fingiendo un espectáculo. — Confesó con cierta incomodidad.
— Para ellos es un espectáculo, pero para nosotros es otra historia, deberíamos de estar pensando en ello. — Depositó un beso sobre su cien, cerrando los ojos. — Solo un par de semanas más y todo acabará, ya estamos más de la mitad del camino hacía mi retiro, no falta demasiado ya.
Jisung asintió, quedándose en la misma posición mientras seguía pensando un par de cosas. Mientras Seungmin y el equipo no supieran de quién se trataba, estarían siendo cazados con cada uno de sus movimientos, no podrían tener un solo descuido al sentirse tan vigilados. Pero si esto no paraba, el fin de año estaba a la vuelta de la esquina, era momento de enfocarse en sus nuevos proyectos y deseos.
Minho estaba sufriendo en silencio.
Se sentía demasiado desolado en su departamento, Jisung no estaba en el país debido a su agenda y él estaba comenzando a odiar la soledad debido que sobrepensaba demasiado las cosas, sobre todo los últimos eventos que han sucedido en su vida.
Hasta esa noche que se acostó, comprendió la gravedad de su derrota. No había tenido demasiado tiempo para pensar en aquello, recuperándose de su estado de inconsciencia, tener que lidiar con las personas que comenzaban a hostigarlos, seguir entrenando para sus demás peleas, comprendió que cuando ganó las demás a partir de ese momento ya no sintió ninguna clase de satisfacción, se quedaba en blanco mientras lo felicitaban.
Habían transcurrido dos peleas y en ninguna sola había tenido satisfacción por haberlas ganado, en cambio, el cansancio se hacía presente y tan pronto como la pelea terminaba, deseaba poder bajarse del ring y volver a casa. Durante sus entrenamientos trabajaba duro, pero cuando recordaba su terrible caída contra su contrincante, sentía que todo su esfuerzo no había valido realmente la pena, desanimándose en el proceso.
Claramene su derrota había traído consigo la sorpresa de todos, y con ello las redes sociales se habían inundado en comentarios negativos a su persona. ¿Cómo era posible que siquiera hubiera podido atacar? Ni siquiera con Park Seojoon, su rival más fuerte hasta ese momento, había logrado que colapsara y no volviera a levantarse hasta horas después. El saber que no se había encontrado enfocado en la pelea en ese momento le mortificaba, había sido su responsabilidad haberse enfocado exclusivamente en la pelea y no haberse desviado en la conversación que había tenido con su novio.
El temor de no ser suficiente abarcó en su pecho, haciéndolo tener miedo. ¿Y si en la pelea final no era como esperaba? Siendo su último enfrentamiento, el peso caía sobre sus hombros de ganarla a como diera lugar, no podía irse con la mirada baja y con una derrota de la mano, tenía que ganarla. Se había sentido suficientemente preparado para ese momento, encontrándose con todo tipo de contrincantes, inclusive después de Seojoon le había dado mayor confianza en sí de haberlo logrado, pero no confiaba ya en sus movimientos, no confiaba en su capacidad para subirse en ese enfrentamiento.
La confianza había desaparecido en él, sentía que sus movimientos eran demasiado lentos, los golpes característicos ya todos los sabían y podrían evitarlo, no tenía nada nuevo que ofrecer más que el espectáculo de siempre, con su final repetitivo y levantando la victoria en su brazo.
En la mañana siguiente no se levantó con la alarma, se negó a ir al entrenamiento. Se sentía demasiado decaído para poder ir, no quería saber nada y con ello dejó sonar su celular sobre la mesita de noche, ignorando las llamadas de BangChan para ver en dónde se encontraba. El día se pasó demasiado lento, sin levantarse de la cama y su estómago exigía comida, pero no quería hacer nada mas que quedarse acostado, sumergido cada vez más en sus pensamientos.
Hasta que el timbre sonó. Y volvió a sonar en repetidas ocasiones, pero no se levantó para ver de quién se trataba. La cerradura fue abierta, recordando que las únicas personas que sabían de su contraseña y tenían la llave era Jisung... y BangChan.
Su representante se asomó por el marco de la puerta de su habitación, mirándolo casi con lástima ante su apariencia moribunda. No dijo nada al principio, entrando a la habitación con gesto dudoso.
— No le dije que podría pasar, hyung. —Reprochó el menor, cubriendo su rostro con la sábana.
— Tampoco me abriste, pero aquí estoy de todas maneras. — Tomó asiento en la orilla del colchón, mirándolo. — ¿Qué pasa, Lee? ¿Es Jisung? — Cuando recibió un gesto negativo, se mordió el labio. — ¿Es por la derrota?
No recibió ninguna respuesta, confirmando su sospechosa. Se levantó de la cama, mirando como un par de trofeos de apilaban en el estante, estos eran los más importantes para Lee, y fue ahí cuando decidió agarrar el borde de la sábana y jalarla, tomando desprevenido al boxeador.
— Levántate, no permitiré que te agobies aquí solo. — Ordenó.
— No quiero salir. — Protestó, queriendo agarrar la sábana nuevamente, pero estaba
demasiado lejos.
— Minho, no puedes mortificarte con una pelea, aún tienes varias por ganar, inclusive la final que es la más importante.
— ¿Ha visto lo que dicen de mi derrota? Me siento decepcionado con ello.
— No puedes vivir dependiendo de lo qué dirán, ellos no estuvieron en esos momentos y no podrían entender lo que hayas pasado. Tienes muchas cosas en mente cuando solo debería de enfocarte en ti mismo, en tu carrera por culminar y en tu novio, pero sigues pensando en los demás. — Se detuvo frente suyo, encontrando su mirada. — No estás viviendo realmente, y si sigues mortificándote de esta manera solo empeorará la situación.
— ¿No cree que arruiné todo, hyung? — Cuestionó, aferrándose a la almohada que estaba a su costado.
— Por supuesto que no, Minho. Yo mejor que nadie ha visto cuánto te esfuerzas en cada entrenamieto, en cada pelea, cada golpe que das. Yo mejor que nadie he visto tu crecimiento como persona, como boxeador, como un profesional; sé de todo lo que has pasado para llegar a este momento, y no permitiré que una derrota te haga desatinarlo todo, para eso estoy yo. — Agarró su mano y lo ayudó a incorporarse, tomando asiento a su costado. — Eres un buen chico, Minho, el mejor con el que he tenido la oportunidad de trabajar. Tu derrota no te hace menos persona, ¿Crees que Seojoon actuó mal cuando lo hiciste perder? Por supuesto que no, él se motivó a entrenar más, ¿No has visto sus últimas peleas? Se volvió más desalmado.
— ¿Sugiere que me vuelva desalmado? — Cuestionó con una pequeña sonrisa, mirando
su regazo.
Bangchan soltó una carcajada, negando. — Por supuesto que no, lo que digo es que lo tomó como un incentivo a demostrar la bestialidad que es en su siguiente pelea. Has demostrado la victoria en tus siguientes peleas después de ello, sigue demostrando que puedes combatirlos, eres más que solo una victoria, eres un gran boxeador, eres Lee Minho.
Cuando BangChan chocó contra su hombro, soltó una risita y asintió, sintiéndose más aliviado con las palabras de su representante. Había sentido que si él fallaba, también hacía fallar a BangChan, pero escucharle decir todo aquello lo calmaba, hacía que la presión que sentía sobre sus hombros fuera liberada.
Estaba en él seguir su propio camino, no podía dejarlo todo estando tan próximo a terminar todo, no se lo podía permitir. Estaba dando su último esfuerzo, y ahora más que nunca seguiría demostrando su récord invicto.
3/3
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