Capítulo 01

Jisung había subido al avión con cansancio, cerrando los ojos mientras escuchaba como voceaban las instrucciones de vuelo. Recargó su cabeza contra el asiento y se sacó una foto rápidamente antes de despegar, de esa manera le aseguraba a sus seguidores que se encontraba arriba y que llegaría a salvo. Guardó el celular nuevamente en su bolsillo y reposó sobre el asiento, repasando mentalmente el itinerario que seguiría en París.

Sonrió de manera inconsciente al recordar una de sus visitas en dicha ciudad. Había reservado una visita exclusiva por un museo recién inagurado donde un importante artista estaría presentando sus figuras en una exhibición privada. Había una figura en especial que pensaba comprar, como un regalo especial para una persona que sabía que esperaría por su regreso con ansias.

Además de un par de sesiones de fotografía y un par de pasarelas a los cuales tenía que asistir, su única objetivo para tomar ese viaje era conseguir aquella pieza, pero al no querer levantar sospechsas, se limitó a aceptar un par de invitaciones a eventos y compromisos antes de regresar.

— Jisung, te aviso que aterrizando iremos al hotel para que puedas descansar, pero mañana a primera hora iniciaremos con tu itinerario. Empezaremos con tu primera sesión de fotos, luego volverás para un brunch con un par de representantes de marcas que quieren hablar contigo, para eso te estaré acompañando. Creo que no tendrías nada hasta en la noche, una fiesta especial para embajadores de la marca, donde habrá un desfile así que tienes que prepararte para las fotografías y entrevistas que te puedan hacer. — Su representante habló, tomando costado lugar en los asientos de su lado izquierdo mientras checaba su tableta.

Han asintió sin ganas, dejando de prestar demasiada atención a lo que decía hasta que notó un pequeño detalle en la lista de cosas por hacer que le estaba recitando.

— Espera, ¿Y lo del museo que reservé? — Giró su rostro con el ceño fruncido.

— No pensé que fuera necesario mencionarlo, de todas formas no es como si tu pudieras olvidarlo o algo. — Sonrió con gesto divertido y dejó la tableta en el asiento continúo, mirándole fijamente. — ¿Crees que se me pasaría por alto al saber que estás haciendo todo este viaje solo por conseguir esa figura?

Las mejillas del rubio se tornaron en una tonalidad rojiza, bajando la mirada. — ¿Eso es muy extremista?

Negó. — Claro que no, si tienes la oportunidad debes de aprovecharla. Además, desde hace tiempo que le quieres regalar algo, esta es la oportunidad que tanto estabas buscando, sé que le encantará.

— Lo único malo es que no pudo acompañarme y estaré una semana fuera. — Comentó con un puchero formándose en sus labios.

— Estarás bien, solo recuerda el motivo de tu viaje y la reacción que tendrá cuando le enseñes el regalos que le compraste en tu viaje y todo valdrá la pena, tenlo por seguro.

Jisung asintió, aferrándose a la idea de como su novio estaría más que feliz cuando llegara y pudiera ver entre sus manos aquella figura que había diseñado en su carrera, inspirado exclusivamente en todos aquellos triunfos obtenidos arriba del ring. Recordaba lo feliz que se veía cuando le enseñó el mensaje del artista, lo emocionado que estaba por verlo en persona, el detalle era que no podía viajar para visitar al creador de su figura por sus próximas peleas y temía que ya no estuviera disponible para cuando pudiera tener tiempo para viajar. El rubio no dudó un solo segundo en hablar con su representante, pidiéndole que si podían viajar hasta París para poder comprar dicha pieza, verificando que tendría esos días libres aceptó y para no levantar sospechas, aceptó un par de invitaciones para hacerles saber al ojo público sus motivos para viajar a dicha ciudad.

Si bien extrañaba a su novio desde el primer segundo que salió de su departamento, no dudaba que valdría la pena una vez que regresara de su viaje.

Los días se pasaron volando en la ciudad de París, desde los diversos eventos de marca a los que se comprometió a asistir, hasta las sesiones de fotografia con los que había firmado contrato para las próximas ediciones de las revistas. Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto, sentía que no podía esperar para bajar y meterse en el automóvil ya que sabía que su novio estaría esperando por él.

Los paparazzi estaban rodeándolo junto a sus seguidores conforme caminaba hacía la salida, siendo escoltado por sus guardaespaldas y su representante. Apretó la bolsa de mano que traía consigo y sonrió ante las cámaras, haciendo gestos de agradecimiento por estar esperándolos y prometiendo que estaría con todos ellos cuando pudiera descansar, solo ansiaba llegar a su departamento lo más pronto posible.

— ¡Muchas gracias a todos! Nos vemos, tengan un lindo día. — Se despidió con un gesto de mano y subió al automóvil de manera apresurada antes de que los flashes de las cámaras pudieran captar el interior de este.

Cuando la puerta fue cerrada y comprobó que la ventanilla estuviera cerrada, el automóvil avanzó para salir del aeropuerto hasta que sintió unos brazos rodearle y un rostro sobre su hombro.

— Te extrañé mucho, cariño. — La voz detrás suyo le provocó escalofríos, dejándose llevar por su agarre.

Se quitó la mascarilla y la gorra que llevaba consigo y las tiró sobre el asiento, girándose de manera rápida que sorprendió a su novio antes de subirse a su regazo y atraparlo entre sus brazos.

— Hola, Minhonnie. — Sonrió, repartiendo besos sus mejillas mientras el contrario reía ante los mimos de su novio.

— ¿Cómo te fue en tu viaje? ¿Qué tal París? — Cuestionó, su mano cayendo en la parte baja de su espalda mientras acariciaba la zona.

— Muy bien, algo agotador a decir verdad, pero cumplí con todo mi itinerario. — Recordando el regalo que probablemente estaría junto a su representante, sonrió aún más en grande. — Además, traje un par de regalos, uno en especial que quiero mostrarte.

— ¿En serio? ¿En dónde está? — Miró a un costado del asiento, solo observando la bolsa de mano y las cosas que se había quitado.

Antes de que pudiera contestar, su celular sonó con una llamada entrando. Se trataba de su representante, así que extrañado por la repentina llamada se limitó a contestar.

— ¿Bueno?

— Jisung, lo siento por molestar. La empresa está diciendo que cuando llegues a tu departamento debes de hacer un live, solo límitate a enseñar las cosas que hayas comprado y no reveles tu itinerario, al parecer los internautas fueron algo observadores y notaron lo del auto. Con eso podrá bastar para disipar los comentarios, ya están trabajando para borrarlos. — Explicó de manera breve.

Tragó en seco, sintiendo la mirada de confusión de su novio sobre él. — Está bien, eso haré.

— Voy detrás de ti para que podamos dejar tus compras, nos vemos allá entonces. —
Colgó sin decir más, dejándolo viendo el celular por un momento.

— ¿Qué pasó? — Minho cuestionó, aún acariciando su espalda.

— Tengo que hacer un live llegando, al parecer sucedió algo en mi llegada y en redes sociales están comenzando a especular.

Minho asintió en comprensión, depositando un beso sobre el puchero de su novio que estaba formándose en sus labios, haciéndolo reír. — Está bien, céntrate en ello y yo
haré algo de comer mientras haces todo ello.

— Solo quería llegar y descansar a tu lado. — Contestó con cierta molestia ante el cambio de planes.

— No te preocupes, mejor comeremos y luego tendremos el resto del día libre para descansar, además de que me enseñes lo que sea que quieras enseñarme.

El rubio asintió ante las palabras del azabache, sin tener alguna otra opción a la cual recurrir. Para cuando llegaron, los dos autos se estacionaron fuera mientras bajaban todo y subían hasta el último piso donde se encontraba el departamento del rubio. Una vez que se aseguraron que todo estaba en orden, dejaron a la pareja a solas mientras Jisung se cambiaba de ropa para iniciar su live y Minho se encaminaba a la cocina para ver que comida podía preparar.

Hasta que recordó un detalle, y siendo curioso por naturaleza, caminó con gesto despreocupado hasta el estudio donde Jisung estaría grabando su live y miró los montones de bolsas arremolinadas, siendo señal de sus compras realizadas en París. Una bolsa en especial le llamó la atención, ya que no provenía de ninguna de las tiendas de ropa que su novio procuraba al momento de sus compras, de una textura simple y blanca, se acercó hasta ella para poder abrirla hasta que sintió unas manos envolverse sobre su brazo y alejarlo.

— ¿Qué crees que haces? — Cuestionó el rubio poniéndose en medio de la bolsa y del azabache.

— Solo me dió curiosidad esa bolsa. — Sonrió de manera inocente, mirando sobre el hombro del rubio.

— Aléjate de aquí, vamos, ya iniciaré el live. — Plantó sus manos sobre su pecho, tratando de empujarlo lo más lejos posible, pero al ser su novio un boxeador que entrenaba todos los días y él apenas se levantaba de la cama, era casi imposible moverlo aunque sea un par de centímetros.

No se alejó, en cambio solo lo envolvió entre sus brazos y estampó sus labios contra los ajenos, haciendo que olvidara la situación por un momento mientras se aferraba a su cuello. Mientras que Jisung se envolvía sobre el beso, Minho abrió un ojo y con una mano libre alcanzó la esquina de la bolsa antes de sentir un manotazo y un empujón ante la guardia baja, alejandolo.

La bolsa cayó entre el montón del suelo, alertando a Jisung y protegiéndolo entre sus brazos mientras miraba con una ceja arqueada a su novio.

— Bien, me iré a la cocina. — Levantó sus manos en un gesto de paz y se precipitó fuera de la habitación, dejándolo solo.

Comprobando estar solo, miró el interior de la bolsa y suspiró al ver que seguía en perfecto estado. Siguió abriendo las demás bolsas hasta apilarlas, dándose un orden especial de como estaría mostrando sus compas durante el live, alistándose una última vez antes de iniciarlo.

El problema es que había pasado por alto un detalle.

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