CAPÍTULO ÚNICO

El olor a alcohol y cigarro inundaba toda la habitación, sabía que nada de lo que hacía estaba bien, eso lo tenía muy claro. Se sentía muy avergonzado y sabía que no tardaría en arrepentirse, pero por alguna extraña razón, ya sea la tristeza del momento o el alcohol ingerido, no le importaba nada de eso.

Sólo quería olvidarse, olvidarse de él.

Apretó las sábanas fuertemente mientras imaginaba que era él quien lo tomaba, quien paseaba sus manos por sus caderas, quien besaba su cuello y labios con desesperación, quien aún lo amaba.

El chico dentro de él siguió embistiendo, llegando a aquel punto que en ese entonces estaba reservado para quien ocupaba sus pensamientos.

Maldita sea, quería olvidarlo.

Se sentía jodido, sus gemidos se mezclaban con las lágrimas que salían de sus ojos, sus jadeos resonaban junto a sus sollozos. Estaba perdido, atrapado en el intento de olvidar a un viejo amor.

—Y-Ya casi, ahh~—escuchó salir de los labios de quien ahora lo penetraba.

Se quedó callado, sintiendo como aumentaba la velocidad hasta que llegó al clímax.

—¡Jimin~! —gimió y el chico a su lado lo miró confundido.

—¿Pensabas en tu ex mientras cogíamos? —preguntó —. Si no fuera porque literalmente nos acabamos de conocer te habría golpeado —rió.

Jungkook soltó una risa floja y tomó un cigarro de los que había sobre el buró a un lado de la cama.

—Yah, ¿cómo dijiste que te llamabas? —preguntó a la vez que lo encendía.

—Sehun, ¿y tú?

—Jungkook.

Ambos chicos miraron al techo pensativos, estaban un poco cansados, aún era temprano así que era probable que la fiesta en aquella casa no terminara hasta el amanecer.

—¿Conoces a Taehyung o sólo entraste a la fiesta? —preguntó Sehun una vez hubo descansado, levantándose de la cama y poniéndose su camiseta.

—Conozco a Taehyung, es mi mejor amigo —lo imitó y comenzó a vestirse—. ¿y tú?

— Lo conozco de mi club de fotografía —sonrió.

—Ya. —asintió para sí mismo y se miró en el espejo de la habitación.

Se veía fatal, no iba a negarlo.

—Te ves horrible. —le dijo el chico a su lado, avanzando hacia el espejo —. Nos vemos horrible. —rió un poco una vez se hubo visto.

—Joder, parece que no me he dado una ducha en días.

—Igual. —respondió —. Supongo que todos deben verse como nosotros allá abajo.

—Es una fiesta, son las dos de la mañana. Es normal que todos luzcan fatal a excepción de los que acaban de llegar.

Abrió la puerta de la habitación, dispuesto a salir hasta que el otro chico lo detuvo.

—¿A dónde vas? 

—A beber hasta perder la razón y amanecer en la cama de algún extraño. —respondió casual y Sehun soltó una carcajada.

—Sí, eso suena una buena idea, te acompaño.

Ambos chicos bajaron, encontrándose a sus amigos en el mismo estado que ellos. Había parejas en las esquinas de las casas y chicos bailando semidesnudos sobre las mesas, también estaban novios intentando detener a sus parejas de que hicieran alguna tontería frente a todos, como era el caso de Hoseok y Taehyung.

—¡Taehyung baja de allí!

—¡No seas aburrido Hobiii~! —arrastraba las palabras mientras bailaba sobre la barra, con una sandía a la mitad en la cabeza —. ¡¿Quién quiere sandía?! —preguntó a la multitud y unos cuantos levantaron la mano sin saber qué se suponía que estaba ofreciendo.

—¡Yo! —gritó Yixing, balanceándose para abrirse paso en la multitud que se había formado a su alrededor.

—¡¿Y quién me quiere a mí?! —preguntó de nuevo, esta vez obteniendo varios gritos y silbidos de la multitud — ¡¿Viste Hobi?! ¡Todos me quieren! —rió mientras Hoseok negaba repetidamente e intentaba bajarlo.

—No, ¡Taehyung, baja en este instante!

—¡¿No me quieren?! —hizo un puchero ante las palabras de su novio —. ¡Nadie me quiere!

—Tae, bebé, por favor, no llores. —Hoseok sentía que iba a enloquecer en cualquier momento hasta que pudo divisar a Jungkook en la multitud —. ¡Kook, ven un momento por favor!

Jungkook apenas y logró escuchar los gritos del mayor y, al ver a su mejor amigo bailar con la camisa puesta al revés y una sandía en la cabeza, supo para qué lo quería Hoseok.

Se acercó a ellos, riendo al ver al mayor tan preocupado porque Taehyung se cayera.

—Jungkook, ¿podrías bajar a este idiota? —preguntó señalando a su novio —.  Te juro que me voy a volver loco, no sé quien mierda le regaló una botella de vodka ni porqué este tonto se la bebió como si fuera agua.

—Claro, hyung. —reprimió una carcajada.

Subió a la barra junto con Taehyung y éste al verlo se dirigió rápidamente a abrazarlo.

—¡Kookie, conejito bonito! —canturreó —. ¿Qué haces tan solito? ¿donde está Jimin? —preguntó mirando a los lados y formó un puchero al ver el ceño fruncido de Jungkook —. Se me olvidó que terminaron, lo siento tanto, ¡eran mi pareja favorita! —comenzó a llorar en su hombro.

—Ya, Taehyung, ¿por qué no mejor abrazas a Hobi? —preguntó intentando cambiar de tema —. Habían unas cuantas chicas que lo estaban viendo mucho, si no estás con él no sabrán que tiene novio.

—¡¿Qué?! —bufó —. Apenas lo dejo y ya hay muchas zorras atrás de él, vamos Kookie debemos impedir una boda. —jaló su brazo y por fin, bajó de la barra dirigiéndose a su novio quien había estado observando la escena con una sonrisa ladeada.

—¡Tae, bebé!

—¡Jung Hoseok, no te cases con esas perras!

Hoseok rió y lo envolvió en brazos, negando divertido ante las ocurrencias de su amado novio.

—No me casaré con nadie que no seas tú, bebé. —susurró en su oído y luego levantó la mirada, encontrándose con Jungkook —. Gracias Kook, te debo una.

El castaño se forzó a esbozar una sonrisa, el tema de Jimin aún era algo sensible para él.

—No es nada hyung, yo... Creo que iré a casa ahora, espero que no les moleste.

—Tranquilo Jungkook, debes estar bastante... —lo miró de arriba a abajo, haciendo una sonrisa ladina —. Cansado. Ve a descansar.

Jungkook lo miró algo avergonzado e hizo una reverencia.

—Hasta luego.

Empujó a varias personas para poder salir del lugar, ganándose algunos insultos que no había escuchado gracias al volumen de la música.

Cuando llegó a su auto soltó un fuerte suspiro, no le gustaba manejar después de beber pero no le quedaba otra opción. Además ni siquiera estaba ebrio.

Entró al auto y lo puso en marcha para llegar a su departamento.

Las calles de Busan estaban algo vacías a esa hora, las luces de los edificios lucían tal como un montón de estrellas esparcidas por la ciudad, una galaxia con olor a juventud y un ambiente melancólico. Las botellas de cerveza ruedan fuera de los bares junto a las cartas de viejos amores, las paletas de caramelo caen convertidas en cigarrillos. Sentimientos, esperanzas, amores, todo cambia dentro de esos sitios.

Recuerda con nostalgia como también en uno de esos lugares cambió totalmente su antiguo noviazgo con Jimin. Definitivamente no se esperaba que lo terminara allí por un malentendido y se sentía un total idiota por dejar que el alcohol y los celos se apoderaran de él.

"No digas nada, hemos terminado."
Las frías palabras de Jimin siguen resonando en su cabeza, el coraje y la rabia se hacen presentes nuevamente, ¡maldita sea!, ni siquiera dejó que le explicara lo sucedido.

Él jamás lo engañó, joder, Jungkook no haría eso.

Jeon Jungkook era un idiota en algunas -muchas- ocasiones, sí, pero jamás tanto como para lastimar a Jimin, quien era lo más preciado que tenía.

Sin embargo, al verlo tan pegado a la chica que antiguamente Jimin consideraba una amiga y al ver como Jungkook sujetaba su muñeca mientras ésta lo besaba, Jimin pensó lo peor.

Park Jimin jamás había sido un chico seguro de sí mismo, su autoestima estaba por los suelos, incluso llegó a dudar de su existencia.

Pensaba que no había absolutamente nada bueno en él; se sentía feo, gordo, tonto, aburrido, patético y un sin fin de adjetivos más.

Y cuando Jungkook se le declaró no lo podía creer. ¡Era más probable encontrarse un millón de dolares que el hecho de que alguien se fijara en él!, Jeon Jungkook definitivamente debía estar ciego.

—Seguro te equivocas de persona... —recuerda que le dijo mientras desviaba la cara por la vergüenza.

Jungkook jamás había estado más seguro de si mismo que ese día. Había estado observando a Jimin desde hace un tiempo y se había ganado su corazón. Lo que no sabía era que Park Jimin también estaba enamorado de él.

—No, estoy seguro de que tú eres Park Jimin. —le sonrió.

Y a partir de allí comenzó su felicidad, hasta que una mala persona se aprovechó de la inseguridad de Jimin y le dio fin.

Kim Jennie, prima de Taehyung y supuesta amiga de Jimin, había sido la culpable de todo aquello. Le gustaba Jungkook desde hacía mucho tiempo por lo que no podía dejar de mirar con envidia y maldad al chico que se encontraba con él en aquel antro, Jungkook notó que observaba demasiado a Jimin así que habló con ella para advertirle que no se acercara a su novio con otras intenciones. Jennie, al ver que Jimin pasaba cerca de allí, lo provocó diciendo que Park caería a sus pies si ella así lo quería, Jungkook la sujetó de la muñeca y Jennie aprovechó para atraerlo hacia ella y así besarlo.

Jimin lo vio.

Ese día Park Jimin pensó que Jungkook por fin se había aburrido y encontrado a alguien mucho mejor que él.

Ese día Park Jimin terminó con Jeon Jungkook.

Ese día Jeon Jungkook dejó de ser feliz.

Estacionó su vehículo en la acera y avanzó hacia su departamento, sus demás vecinos dormían, así que debía evitar hacer ruido.

Sacó la llave de su bolsillo y entró a su casa, completamente cansado. Joder, ansiaba dormir para soñar con Jimin, deseaba ser feliz aunque fuera algo efímero.

Se quitó su ropa y se recostó en su cama, se mantuvo mirando al techo hasta que sus párpados comenzaron a pesar y su visión se comenzó a borrar...

Estaba cerca de alcanzar el sueño cuando tocaron la puerta.

Dio un bufido y se levantó de la cama, seguramente era alguno de los chicos con los que se acostaba que había olvidado alguna ropa en su casa. Normalmente era así.

Abrió la puerta sin importarle traer apenas un bóxer negro, sólo quería que la persona detrás de ésta se fuera para que pudiera dormir.

Bueno, eso antes de ver quién era quien osaba interrumpir su descanso, pues en definitiva quería que esa persona se quedara unos mil años con él, o quizás más.

—Jimin hyung, pasa. —dijo Jungkook dejándolo entrar, haciendo una reverencia al mayor.

Jimin igual hizo una pequeña reverencia y se adentró en el departamento el cual había sido algún tiempo como su segundo hogar.

Jungkook lo observaba expectante, lo había buscado muchas veces para poder explicarle lo sucedido pero Jimin simplemente lo ignoraba. Así que el hecho de que fuera Park quien se presentara en su casa por voluntad propia era algo extraño, al menos que...

—¿Estás ebrio? —preguntó Jungkook acercándose al mayor un poco preocupado.

—No sé, dímelo tú... —el pelinegro se intentó recargar en el sofá tambaleándose un poco, sonrió ladeado y Jungkook sintió su corazón latir con rapidez al ver esa sonrisa, pero eso no era lo importante ahora.

—Mierda, sí estás ebrio.

—Mierda, sí estoy ebrio.

Jeon Jungkook no sabía qué hacer exactamente, no podía explicarse con Jimin estando bebido, además no sabía siquiera por qué lo había buscado. Despeinó sus cabellos frustrado y se sentó en el sofá.

—¿Por qué viniste?

—Si quieres me voy —frunció el entrecejo.

—No, sabes que no me molesta que te quedes —sonrió Jungkook —. Sólo que me parece extraño que hayas ignorado mis llamadas y ahora venido por tu cuenta.

—Jungkook, no vine a arreglar nada. Sólo vine a dejarte algo. —señaló la mochila que había traído con él y que Jungkook notó hasta ese momento —. Son las camisas que dejaste en mi casa, estando ebrio supongo que mañana no recordaré que vine.

El menor asintió en silencio hasta que pareció caer en cuenta de algo.

—Espera, ¿cómo llegaste aquí?

—En mi auto.

—Ven acá —señaló el asiento a su lado y Jimin se sentó —. No debes manejar ebrio, pudiste haber tenido un accidente.

—¿Y eso a ti qué te importa?

Jimin volvió a desviar el rostro al ver
la mirada dolida de Jungkook. Claro que le importaba, a pesar de que ya no eran nada, se seguía preocupando por él.

—Me preocupo por ti Jimin, entiende que lo que pasó en la fiesta es un malentendido. —intentó acariciar su mejilla, pero el mayor detuvo su mano.

—Cállate, sólo deja de mentir, mierda. —rió Jimin y Jungkook pudo percibir algo extraño en él.

—Entiendo que huelas a alcohol pero ¿por qué también hueles a mota y a sexo?

—Eso es porque aparte de beber alcohol, fumé mota y tuve sexo.  —soltó.

Jungkook no sabía qué hacer o decir, su consciencia le decía que era algo muy hipócrita enojarse con Jimin cuando él también se había acostado con otra persona, además ¿qué derecho tenía de reclamar?, ellos dos ya no eran nada.

—Y veo que tú tampoco la pasaste tan mal. —señaló el chupetón en su cuello y Jeon no pudo sentirse peor.

—Lo siento.

—¿Qué has dicho? —se burló Jimin.

—Dije que lo siento, perdóname Jimin, por favor...

Jeon Jungkook había jurado jamás en su vida rebajarse tanto como para suplicar a alguien, pero las circunstancias definitivamente lo ameritaban, ¿qué más podría hacer?...

No lo había engañado aquel día pero sí había tenido relaciones con otras personas en un intento fallido de olvidarlo.

"Qué se joda, ¿cree que soy un puto que deja que lo folle todo mundo?, bien, lo seré" fue su pensamiento antes de ir a la habitación con un completo desconocido.

—Deja de rogar Jungkook, mejor ve a dejar que te follen mientras yo busco a qué chica tirarme esta vez. —escupió las palabras con odio, Jungkook quería llorar.

—¡Entonces fóllame tú! —gritó levantándose del sofá —. ¡Maldita sea, Jimin lo que pasó esa noche fue un estúpido plan de Jennie para darte celos! —limpió las lágrimas que amenazaban salir con su antebrazo —. Yo sólo te quiero a ti, hoy me acosté con un par de sujetos de los cuales ni siquiera recuerdo el nombre sólo para olvidarte, he estado bebiendo para llevar el dolor lejos pero mi corazón retorna a ti —su voz se escuchaba rota, tan rota como él —. Soy una completa mierda, dime qué debo hacer para que me perdones.

—Yo tampoco pude olvidarte —sonrió sin gracia, perdido en la confusión tal como una ilusión. Era extraño, tenía la esperanza de odiar a Jungkook con todas sus fuerzas, quería dejar de sufrir, quería no pensar más en él. Pero nada podría nunca sustituirlo, se sentía estúpido por dejar que su corazón latiera tan fuerte estando junto a él aunque éste lo hubiera lastimado —. Ojalá yo pudiera darte todo lo que mereces.

—¿Golpes, reclamos? —preguntó Jungkook apretando sus ojos con fuerza —. Me merezco todo eso, si con ello me perdonas puedes hacerme lo que quieras.

Jimin se levantó y se dirigió hacia él, se supone que debe odiarlo, ¿pero cómo hacerlo si ahora está roto?

—No. —acarició su mejilla, limpiando una lágrima en el proceso —. Te mereces dulzura, a alguien que te escuche, a alguien que sea seguro de sí mismo y que no provoque mierdas con su baja autoestima —le sonrió triste —. No a mí.

—¡Pero yo sólo te quiero a ti! —gritó con impotencia, sentía que se derrumbaría en cualquier momento —. ¡Yo tampoco soy lo suficiente para ti!, ambos nos equivocamos, dejemos de ser tan idiotas y arreglemos esto.

—Jungkook...

—No hay nadie como tú, no hay nadie que logre hacerme sentir de esta manera, Park Jimin.

Y Jimin no lo soportó más, se acercó a él y probó nuevamente sus labios, esos carnosos labios que tanto amaba, esos labios que le pertenecían.

Jungkook correspondió al instante, moviendo sus belfos con desesperación, Jimin lo apegó a la pared, sujetó sus muñecas por sobre su cabeza y se separó un poco mientras Jungkook tan sólo se dejaba llevar. El ritmo de los besos aumentó, Jimin comenzó a repartir besos también en su cuello, dejando un camino húmedo hasta sus clavículas, mientras que sus manos recorrían la lechosa piel de su pecho bajando por sus caderas hasta llegar al borde de su bóxer. Jungkook se estremecía de placer debajo suyo.

Abrazó delicadamente el cuello del mayor y gimió en su oído al sentir la mano traviesa de Jimin presionar su glande por sobre la tela.

—Jimin.

—¿Mhmm?

—Te necesito.

El mayor comenzó a acariciar aún más su entrepierna mientras mordisqueaba su mandíbula, dejando pequeñas marcas rojizas que seguramente no se quitarían en un buen tiempo. Se detuvo en el chupetón que había divisado hacía un rato y mordió sobre éste, hasta que lo hubo cubierto por completo.

—Eres mío... —susurró en su oído metiendo la mano bajo su bóxer, dando caricias en la erección entre las piernas del menor.

—Soy tuyo. —respondió pero en ese momento pareció notar algo —. Espera... ¿no estabas ebrio?

—Dime Jungkook, ¿te parece que lo esté? —le guiñó un ojo y en su rostro apareció una sonrisa burlona.

—Oh, joder, me engañaste.

Jungkook entre abrió sus labios y Jimin aprovechó para meter su lengua a la cavidad del menor, permitiéndole sentir sus jadeos en sus labios. El castaño siguió el beso con ansias, los besos de Jimin eran tan calientes, tan excitantes que Jungkook sentía que se correría con sólo eso. Lo había extrañado tanto.

—Necesitaba estar sobrio para venir a verte. —besó su mentón subiendo hasta delinear con su lengua el labio inferior del contrario —. Quería recordarte aunque me doliera.

Jimin sacó la mano de su entrepierna y lo sujetó de las caderas, haciendo que Jungkook enrollara sus piernas a su alrededor y se sujetara aun más de su cuello. Lo empujó contra el sofá quedando encima de él y seguido comenzó a crear una deliciosa fricción entre ambos miembros. Jungkook acercó sus manos a la camiseta del pelinegro y la quitó, se relamió los labios al ver el perfecto cuerpo de Jimin y comenzó a repartir besos húmedos por todo su pecho y abdomen.

Jimin se alejó un poco para tomar de nuevo el borde del bóxer de Jungkook.

—Esto estorba. —susurró mordiendo el lóbulo de su oreja.

Quitó el bóxer de un tirón y lo arrojó a algún lugar del salón, tomó sus piernas y las abrió dejando una de cada lado suyo, obteniendo así una excelente vista del miembro palpitante y la rosada entrada del menor.

Metió la cabeza entre sus piernas y esbozó una sonrisa ladina al escuchar el fuerte gemido de Jungkook cuando besó su ingle. Continuó besando hasta que el menor pudo sentir su respiración rozar su miembro.

Sin pensárselo más, metió el falo frente a él en su boca, dando lamidas como si de una paleta se tratase.

Aunque no tardó mucho pues el dolor en su desatendido pene iba cada vez en aumento.

—Lo siento bebé, necesito entrar en ti. —besó sus labios y Jungkook asintió al escuchar la desesperación en su tono de voz.

Jimin cargó a Jungkook y lo llevó hacia su habitación, acostándolo en la cama con cuidado, sintiéndose completamente feliz de estar de nuevo en ese lugar.

Bajó el cierre de su pantalón y seguido su bóxer para así poder liberar su miembro, mientras Jungkook se mentalizaba para lo que venía a continuación.

—Lame hermoso. —demandó y Jungkook no tardó en meter sus regordetos dedos en su boca, los lamió hasta que estuvo convencido de que era suficiente. 

Jimin metió dos dedos en su entrada y comenzó a moverlos en círculos para dilatarlo a la vez que chupaba y mordisqueaba los pezones del menor para así distraerlo en caso de que sintiera dolor.

Siguió así hasta que pudo mover sus dedos con mayor facilidad, notando así que ya estaba listo para él y, al parecer, Jungkook también lo había notado.

—Jimin, cariño.

—¿Qué ocurre? —preguntó dulcemente aún dando pequeñas embestidas con sus dígitos.

—Fóllame de una vez. —gimió Jungkook y Jimin soltó una carcajada para luego posicionarse entre sus piernas.

Comenzó a introducir su miembro lentamente, soltando un gemido ante lo estrecho que se encontraba su amado ¿novio?, bueno, eso lo arreglarían una vez terminaran.

Lo escuchó jadear su nombre mientras más se adentraba en él hasta que hubo entrado por completo. Comenzó un suave vaivén, acallando los gemidos de Jungkook con sus labios, para después comenzar a moverse con mayor intensidad hasta que el sonido de los chasquidos provocados por los besos fue sustituido por los jadeos de ambos.

—J-Jimin me voy a correr, agh~ —habló Jungkook con dificultad al sentir como su próstata era golpeada repetidas veces por el miembro del mayor.

—Igual yo... Mierda, estás tan estrecho...

Jimin llevó su mano al miembro de Jungkook y comenzó a masturbarlo mientras aumentaba el ritmo de las embestidas, para así poderse correr junto a él.

—¡Jimin!

—¡Jungkook!

El nombre del otro salió de sus labios al venirse; Jimin dentro de Jungkook y Jungkook en la mano de Jimin.

—Te amo. —pronunciaron al mismo tiempo.

Jungkook soltó una ligera risa al sentir como Jimin besaba su nuca y lo abrazaba por la espalda.

—No hay nada como nosotros. —susurró en su oído mientras cubría sus cuerpos desnudos con una cobija —. No hay nada como tú y yo.

Jungkook se dio la vuelta para besarlo nuevamente, con una sonrisa entre los labios.

—Entonces... ¿de nuevo somos novios? —preguntó Jimin.

—Claro que sí, tonto. —dejó un casto beso en sus labios y cerró los ojos. —Ahora estamos juntos nuevamente.

Juntos... —susurró Jungkook para después caer dormido en los brazos de Jimin.

El lugar al que siempre perteneció.


Hola :)
Bueno, espero que les haya gustado este oneshot re kk que acabo de hacer. Perdón por el mal lemon. No está revisado, como 100pre.

Bai, las amo, gracias por leer ❤❤❤

Ahora me voy a dormir porque ya tengo mucho sueño xdd

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