54

CAPÍTULO 54
Reunión.
Olivia.

—¿En serio tengo que ir?—le pregunté por tercera vez a Marcus, gruñó en respuesta así que reí.—Dime al menos que nos iremos antes, esas reuniones son muy aburridas.

—Y por lo mismo quiero que me acompañes, además irá Lina, la pasaremos bien.—comentó y yo fruncí el ceño, Lina no me había dicho nada.—Su papá cambió de opinión de repente y quiso ir.


—Oh, okay. Iré a alistarme entonces.—contesté, Marcus alzó una de sus cejas en mi dirección y bufó.—¿Ahora qué?


—Por mi bien creeré que vas por mí y no solo porque dije que iría Lina.—comentó mientras salía de mi habitación, volví a reír.

Estaba de buen humor hoy, extrañamente a pesar de tener varios problemas encima, me sentía bien, le había enviado el contacto de la psicóloga a Susan y me había dicho que la llamaría pronto y eso me hacía sentir bien, al menos una de mis mejores amigas si quería mi ayuda, respecto a Camila no sabía mucho, lo bueno es que seguía yendo a clases y aunque no nos hablara a ninguno de nosotros no estaba sola, una chica de la otra sección se había hecho muy unida a ella y eso me alegraba porque no quería que estuviera sola, Lina estaba bien a pesar de extrañar a Harold, Fiorella seguía en casa y eso era bueno, los chicos y mi hermano, bueno seguían siendo ellos y eso era genial.

La verdad es que el motivo por el que no quería ir a esta reunión era porque sabía que tendría que fingir, seguramente papá y mamá me abrazarían, me hablarían y hablarían de lo maravillosos que son sus hijos y yo tendría que sonreír, asentir, cuando la realidad es que papá seguía sin hablarme, mamá seguía siendo fría conmigo, pero al menos ahora estaría Lina, podría huir hacía ella y sentirme bien, dejaría de fingir, porque con ella simplemente me muestro sin reservas y eso es bueno, seguro mamá me regañaría después pero valía la pena.

Mientras miro mi closet en busca del vestido adecuado le escribo un mensaje a Lina preguntándole de su repentina presencia a la reunión de esta noche, decido agarrar mis tacones bajos negros sin importarme el color del vestido, quiero estar cómoda y esos zapatos son una maravilla, saco dos vestidos y los coloco sobre mi cama pensando en cual sería la mejor opción, pronto mi celular suena con el tono de Lina, una llamada, perfecto.

—Te dijo Marcus, justo te lo iba a decir.—comentó apenas contesté.

—Y que bueno que lo dijo, porque justo le iba a decir que no iba a ir.—murmuré, coloqué el celular contra mi oreja y hombro y suspiré.—¿Celeste o rosado?

—Celeste.—respondió.—Fiorella quería ir y papá no supo como decirle que no, espero que no sea un fracaso al final y no tenga que salir corriendo.

—¿Fiorella? ¿Por qué?

—Tiene un flechazo por tu ex novio.—se quejó y reí.

—¿En serio? Oh, eso es muy lindo.—murmuré.

—No es nada lindo, lo peor es que seguro me hará socializar con Charlie con tal de verlo.—volvió a quejarse.

—Entonces dale ese trabajo a Marcus y nosotras dos nos escapamos.—sugerí y esta vez Lina fue que soltó una leve risita.

—Debo mantener a papá lejos del alcohol y cuidar a Fiore, pero esa idea hubiera sido genial.

—Bueno, entonces te acompaño y ayudo. ¿Está bien?—pregunté.

—Eso estaría bien, gracias Olivia.

(…)

El pianista era bueno, bastante bueno la verdad, todo era demasiado formal a pesar de que según mis padres y los Foster era una reunión para relajarse según ellos, Lina ya había llegado, pero aún no había podido saludarla gracias a que papá me tenía rodeada con su brazo sobre mis hombros mientras hablaba con unos socios, Marcus era el único afortunado que había ido por bebidas y hace como quince minutos que no lo veía, apenas lo tuviera al frente me quejaría, eso era seguro, una vez más la miro, se ve muy diferente, definitivamente quien escogió su atuendo fue Fiorella y aunque se ve preciosa, no es ella y parece que se siente incomoda, incluso yo lo estoy y se supone que debería estar acostumbrada a este tipo de reuniones.

—¿Olivia?—me habló uno de los socios.

—Oh, lo siento. ¿Qué decías?—pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro.

—Lamento mucho su rompimiento con el joven Charlie, se notaba que eran una muy linda pareja.—murmuró, apreté mis labios para no decir ni una sola palabra y solo asentí.

Esto ya había pasado unas como cinco veces y solo llevábamos como una hora aquí, me decían que lo lamentaban como si hubiera muerto alguien y eso me estresaba, Charlie y yo ni siquiera nos llevábamos mal, de hecho había sido al primero que había saludado, hacían ver nuestra separación como si fuera lo peor, cuando fue una de las mejores decisiones que tomé, por el bien de ambos.

—Papá iré a buscar a Marcus, ya se está tardando demasiado. ¿Está bien?—le hablé.

—Claro, cariño.—dijo, sorpresivamente besó mi frente y soltó su agarre de mí, sonreí y me aleje de esas personas lo más rápido que pude.

Sentía que me estaba ahogando, necesitaba aire y estar rodeada de tantas personas no ayudaba en nada, camine de prisa hacía el pequeño balcón de la estancia y apenas estuve allí apoyé mis brazos sobre el barandal, solté un largo suspiro y masajee mi sien tratando de tranquilizarme.

—Tranquila Olivia, es solo una reunión, ya has pasado por esto varias veces, todo está bien.—me dije a mi misma mientras miraba hacía el frente, el cielo ya estaba oscuro y no se veía ni una sola estrella, la música seguía sonando, pero era más leve el ruido aquí.—Dios dame fuerza.

Debería ir a saludar a Lina, Fiorella, al señor York, buscar a Susan, debería aprovechar estos minutos que tengo antes de regresar donde papá o mamá, pero no quiero entrar allí, todas esas personas con vestidos elegantes, los trajes, las sonrisas falsas, todo es tan frío y falso, no quiero ser parte de ello, ya no más, quizás muchos digan que solo he tomado malas decisiones, que mis padres lo digan incluso lo hace parecer, pero me he sentido bien, he sido yo y me he sentido bien, más que bien y todos estos años que han pasado han sido tan asfixiantes, agotadores, no quiero ir de nuevo y fingir ser una Olivia que no quiero ser.   

—Creí que no estarías sola nunca.—escucho su voz detrás de mí, su mano se posa sobre la mía en el barandal y sonrío.—¿Estás bien?

—No, pero lo estaré.—contesté.

—Ya quiero irme, desde que llegue, esto es muy aburrido.—comentó y reí, me giré un poco para verla y fruncí el ceño, también se había quitado sus piercings.

—No pareces tú.

—No eres la primera que lo dice, no quería que papá tuviera problemas, ya sabes como es esto, aunque digan que aceptan a todos como son…—la interrumpo.

—Nunca es así, te juzgan hasta por lo que llevas puesto y lo que no.—hablé, Lina asintió.—¿Y Fiorella?

—Con Marcus y Charlie. ¿Quieres ir?

—No, quedemos unos minutos más aquí, Lina.—pedí, ella volvió a asentir y miró al frente.

—He querido hacerte una pregunta hace unos días, pero no se si es el momento.—murmuró, mu curiosidad hizo que regresara mi mirada a ella y alce mis cejas incitándola a hablar.—En serio, no se si es el momento.  

—Dilo y ya, yo te digo si fue demasiado pronto o no.—contesté.

—No soy de esas chicas románticas que preparan un escenario genial o dicen poemas, pero eso ya lo sabes.—Asentí y ella me miro finalmente, mordió su labio inferior.—Me gustas mucho, demasiado más bien, quizás parezca de esas chicas que no le guste ponerle nombre a las cosas, pero en realidad si soy, así que, ¿Me permites ser tu novia? Se que quizás sea demasiado pronto para ti, hace poco terminaste con Charlie y yo quizás estoy siendo intensa, mejor ya, ni me contestes, está bien…

—¿Y si mejor me dejas hablar?—pregunté, Lina tapó su boca con una de sus manos y asintió.—Sí, si quiero.

—¿Hablas en serio?—preguntó y asentí.—Oh, creo que no esperaba una respuesta afirmativa, ahora no se que hacer, creo que debí escoger un mejor lugar para preguntar.

—¿Por?

—Porque así podría besarte, porque en estos momentos es lo que más deseo.—contestó y yo sentí mis manos temblar al escucharla, desvíe mi mirada al cielo.

—Deberíamos ir adentro, debo ir a golpear a Marcus por dejarle sola.—hablé, Lina quitó su mano de la mía y yo me voltee para volver a adentro.

—Claro. Vamos, novia.—contestó, sentí mis mejillas calientes y decidí salir de ese balcón antes de cometer una locura.

Lina me llevó hasta donde estaban los demás, no me extrañó ver a Susan junto a ellos, aunque no parecía animada y parecía que estaba chateando con alguien, el señor York también estaba con ellos y fue el primero en saludarme, se veía bastante feliz, agradecí que ellos estuvieran en esta esquina del salón, era bastante alejada de donde estaban mis padres o los de Charlie.

—¿La estás pasando bien, hermanito?—le pregunté a Marcus totalmente indignada.

—Juro que iba a ir a buscarte, pero Fiorella no me dejaba irme.—comentó y yo le fruncí el ceño a la mencionada.

—Lo necesito para mi plan.—contestó ella.

—¿Qué plan?—preguntó Lina.

—El plan Charlie.—contestó el señor York divertido.—Fiorella quiere ser amiga del chico.

—Oh papá, creo que más que eso.—murmuró Lina y Fiorella le propinó una leve patada en su pierna.—¡Ay! Tonta.

—Iré por algo de beber. ¿Quieren algo, chicos?—dijo el señor York, todos negamos.—Mantendré las bebidas alcohólicas lejos de mí, tranquila Lina.—Y finalmente con ese comentario el padre de Lina se alejó de nosotros.

—¿Por qué debe mantenerse alejado?—preguntó Susan curiosa.

—Papá es alcohólico, no sabe controlarse.—contestó, escuché a Marcus suspirar y yo miré en la misma dirección que él, rayos.

Mis padres venían justo para acá, Lina también lo notó y rápidamente se giró y se acercó a su hermana, Susan siguió usando su celular como anteriormente, Marcus y yo como si fuera una total rutina acomodamos nuestra postura y sonreímos.

—Hay bocadillos para todos, por si quieren ir, chicos.—dijo mamá apenas se detuvo.—¿No nos presentarán a sus nuevas amigas?

Papá fingió como si no estuviera frente a nosotros y se puso a ver algo en su celular, genial, seguro como estábamos lejos no iba a fingir que éramos la familia perfecta y no iba a hablar.

—Claro que sí, mamá.—habló Marcus.

—Ella es Fiorella y Lina, son hijas de el señor York.—dije, mamá asintió y se acercó a besar a mejilla de Fiore y por último la de Lina.

—Es un gusto, su padre es un muy buen trabajador para la empresa, estamos muy contentos de tenerlo.—les dijo.

—Nos alegra, papá se esfuerza mucho.—respondió Lina, mientras Fiorella solo tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—Olivia, cariño. ¿Me acompañas a buscar a los Foster?—Me preguntó, casi quise renegar ahí mismo, pero sabía que no era adecuado, solo asentí y ella entrelazó su brazo con el mío..—Me alegra conocerlas. Susan bonita deja de usar tanto ese celular, te hará daño. Y recuerden que hay bocadillos.

Mamá empezó a caminar así que no me quedó de otra que seguirla, giré un poco mi cabeza y le sonreí a Lina algo apenada, ella solo se encogió de hombros y yo volví mi mirada al frente.



—No deberías juntarte tanto con esas niñas, se nota que no saben estar en esta clase de reuniones, solo mira a esa tal Lina, sus uñas mordidas y mal pintadas.—susurró solo para que yo escuchara, solté un largo suspiro, ya ni me sorprendía.

—Es mi compañera para el proyecto de química, es muy inteligente y…—me interrumpió.

—No le des más disgustos a tu padre, no se que te sucede, pero necesito que vuelvas a ser tú.—Ella seguía caminando a mi lado mientras sonreí y me hablaba, cualquiera creería que era una conversación agradable entre madre e hija, pero no era así.—¿Qué tal si para empezar vas y hablas con los Foster?

—¿Volver a ser yo? ¿Quién crees que soy ahora?—pregunté ignorando por completo su sugerencia o orden respecto a ellos.

—No lo sé, pero créeme que mi hija no.

—Mamá.—hablé apenas sintiendo un nudo en mi garganta.

—Ahora quita esa cara triste, sonríe y haz lo que digo, Olivia.—Ella besó mi mejilla y tocó el hombro de uno de sus socios que iba pasando.—Oh Georgio, ¿La estás pasando bien?

Mordí mi labio inferior con fuerza, alcé mi mirada y sonreí, me obligué a hacerlo y seguí caminando la poca distancia que me quedaba hasta donde estaban los Foster, apenas estuve allí moví mi mano levemente y me posee junto a Charlie.

—¿Cómo vas?—le pregunté en un susurro.

—Esto es un martirio.—susurró como respuesta.

Asentí, la señora Foster notó mi presencia y pronto fui agregada a la conversación sobre bienes que poco me importaba, seguí sonriendo, reí cuando el señor Foster hacía chistes demasiado torpes y sin nada de gracia, así pasé varios minutos hasta que sentí la mano de Charlie sobre mi espalda, él seguía hablando con uno de los socios de su padre, pero apenas terminó me miró y me dio asentimiento que un principio no entendí, hasta que.

—Le enseñaré el jardín a Olivia, si nos disculpan, nos vemos luego.—Comentó, casi quise suspirar del alivio, Charlie ni siquiera esperó que alguien le respondiera y nos llevo lejos.




































Actualización doble, porque ando de buen humor. <3

Me gusta mucho este capítulo a pesar de que los padres de Olivia son tan malos. :')

Charlie es un amor, cosita más bella. :D

Los quiero. <3

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