25

CAPÍTULO 25

Creencias.

Olivia.


Cuando creces en una familia como la mía sabes que hay muchísimas cosas que no debes hacer, te inculcaron una creencia, una religión tan fuerte que la llevaras en tus hombres hasta el final de tus días, aprendes oraciones, lees la biblia varias veces, llega un punto en que la religión es parte de ti, te sientes unido a ella, para unos es lo mejor que te podría pasar y para otros es un martirio que te rompe cada día, se podría decir que en mi caso estoy en medio de esas dos opciones, estoy rompiéndome y a la vez me siento unida con ella, no puedo romperme por completo por eso, porque muchas partes de mi me dicen que está mal, que amo mi estabilidad y es lo mejor para mí, pienso en Dios, recuerdo las acciones malas que he hecho y pido perdón con todas mis fuerzas, rezo cada noche pidiéndole que me haga encontrar el camino del bien de nuevo, que no me deje caer en tentaciones que son pecado, que sea fuerte, han pasado días y aún sigo sintiendo esa sensación de cosquilleo en mi vientre, ese deseo de acercarme y volver a unir mis labios con una chica en específico.


Hoy es uno de esos días donde hay un pero, pero sin embargo cada vez que la miro a la distancia deseo ir y saludarla, decirle que el mensaje fue un error, que no quiero perderla, el problema es que está mal y ahora todo está muy normal, volví a mi rutina de siempre, los libros eran mi vida de escape de nuevo, Charlie seguía siendo el novio perfecto, Susan y Camila volvían a  ser las mismas, todo parecía extrañamente bien, lo distinto era que Cam usaba mucho el celular, también que Álvaro y Susan parecían ser amigos, algo que se me hacía lindo porque ellos eran muy tiernos juntos.


—¿En qué piensas?—pregunta Charlie a mi lado.


—En lo bien que se ven juntos, me gustaría que fueran pareja.—comento mientras miro como platican entre ellos mientras comen.


—A mí también me gustaría, aunque creo que Álvaro no está interesado.—contesta, me dan ganas de reír, Charlie no sabía nada definitivamente, porque esos dos se conocían muy bien y estaba casi segura de que él sentía algo por ella.


Me encojo de hombros, sigo comiendo, faltan pocos minutos para que el receso del almuerzo termine, pronto tendría mi primera clase de química después de una semana de que el profesor estuvo enfermo, hoy tendría que pedirle que me permitiera hacer el proyecto sola, debía cumplir mis palabras, Lina ya no podía ser parte de mi vida, Camila alza la mirada de su celular y mira detrás de mí, su expresión es extraña, me giro un poco para mirar, ella está caminando hacía aquí, se detiene a pocos metros, nos miramos, siento un nudo en mi garganta, no me gusta la expresión que me está dando, se ve deprimida, alza su mano y luego la abaja rápidamente, empieza a caminar saliendo de la cafetería.
—Eso fue raro.—comenta Camila.


—¿Qué cosa?—le pregunta Charlie, rápidamente la miro asustada.


—Nada, algo que leí.


Tomo el último sorbo de mi batido, me coloco mi bolso en uno de mis hombros y me levanto, Charlie me imita y recoge mi bandeja, camina hacía el lugar correspondiente donde se dejan y luego regresa.


—¿Nos vamos?—le pregunto a Álvaro, el mencionado alza la mirada y deja de mirar a Susan mientras asiente.


(...)


Entro al aula después de Álvaro, él se sienta en los asientos del frente, coloco mi bolso a su lado y me acerco al escritorio del profesor, está hablando por celular, se ve alegre, me coloco frente a él y espero a que termine su llamada, no tarda muchos minutos al notar la hora en su reloj, ya terminó el receso y debe comenzar la clase.


—¿Qué sucede, Olivia?—me pregunta.


—Me gustaría pedirle que me permita hacer el proyecto de química sola, le prometo que daré mi mayor esfuerzo...—me interrumpe.


—Es un trabajo muy grande para una sola persona, se tiene que exponer en la feria científica, es muy importante para su nota, señorita. ¿Por qué quiso tomar esa decisión?—Deja su celular sobre el escritorio y me mira.


—No me siento cómoda con una de mis compañeras, siento que lo mejor sería...—vuelve a interrumpir.


—Supongo que habla de la señorita York, hablaremos cuando termine la clase, ahora por favor vaya a su lugar.—Se levanta de su silla, no protesto, me voy a mi lugar, después de todo tiene razón, estamos perdiendo minutos de clase y vamos muy atrasados.


La clase es estresante, el profesor se excede enseñando varios temas a la vez, ni siquiera hay tiempo para bromear, todos están en silencio prestando atención mientras apuntan lo que escribe en la pizarra, volteo hacía atrás unos segundos, Lina tiene sus audífonos puestos mientras mira hacía la ventana en su mundo, siento deseos de tirarle mi cuaderno en la cara para que ponga atención y no vaya a suspender, me recuerdo que ella ya no es mi amiga y no tengo ningún derecho a hacer algo así, me acomodo en mi lugar y sigo escuchando al profesor mientras apunto.


Los minutos pasan, miro la hora en el reloj y casi quiero sonreír de la felicidad al notar que solo falta un minuto para el receso, más personas lo notan, aún así el profesor no deja de escribir en la pizarra, cuando termina se gira a mirarnos y truena sus dedos, parece estar igual de cansado que nosotros.


—Tomen una foto a la pizarra los que no terminaron, ya pueden retirarse los que ya terminaron.—Esas simples palabras hace que los estudiantes se vuelvan locos mientras guardan sus cosas, algunos incluso ya están saliendo del aula sin ni siquiera despedirse, voy guardando mis cosas en mi bolso al igual que Álvaro.—Olivia, Lina y Valentina, por favor quédense unos minutos para hablar sobre el tema del proyecto.


Álvaro me ve extrañado, le sonrío, él termina de guardar sus cosas y se levanta colocando su bolso en sus hombros, me levanto también dejando mi bolso sobre mi escritorio, Valentina me ve como pidiendo una explicación, me siento mal al recordarla hasta ahora, ni siquiera le comente nada.


—No me esperes, apenas terminemos te alcanzo.—le digo a Álvaro, él asiente y sale del aula.


Camino hacía el escritorio del profesor, Valentina ya está frente a él, así que me coloco a su lado, noto como se levanta lentamente de su asiento con su bolso ya colocado sobre su hombro, ni siquiera se acerca al escritorio del profesor, solo se quita sus audífonos y habla.


—Haré el trabajo sola, no necesito la ayuda de nadie.—dice firmemente, noto como el profesor sonríe divertido.


—Venga acá ahora mismo señorita York, esta no es una decisión suya, yo debo decidir lo que es mejor para todos.—le dice igual de firmante, noto como Lina rueda sus ojos y se acerca colocándose al lado del profesor, está frente a mi.


—No entiendo nada.—susurra Valentina.


—A ver, me gustaría saber el motivo por el que Olivia ya no quiero hacer el proyecto con Lina.—El hombre frente a mi se cruza de brazos mientras me exige una respuesta.


—No me siento cómoda, soy yo, mis compañeras no tienen nada que ver, solo déjeme hacer el proyecto sola, le aseguro que haré un buen trabajo, se sentirá...—me interrumpe.


—Quiero un motivo real, no que me diga palabras lindas sobre como sería su proyecto.—Siento la mirada de los tres sobre mi, cierro mis ojos y los vuelvo a abrir mirando al suelo, no quiero ver la reacción de Lina al escucharme.


—Mis creencias no me lo permiten, no puedo hacer el proyecto con una persona que le falla y irrespeta a mi religión, soy una estudiante ejemplar y no quiero estar cerca de una persona como ella, mis creencias y mi familia no me lo permiten.


—¿De qué forma falla y irrespeta su religión? Estas son acusaciones graves que no puedo dejar pasar.—dice el profesor, me callo.


—Su estudiante ejemplar no puede estar cerca de una persona que es libre, que disfruta siendo parte de la comunidad lgbt.—Es Lina la que le contesta, alzo mi mirada, mi mirada sin querer va a ella, se ve seria, molesta.—Si le soy sincera, tampoco quiero hacer un proyecto con una persona que discrimina y además es homofóbica.


—Este colegio es un lugar donde tratamos a las personas con respeto, aceptamos lo que somos, no discriminas, ni hacemos a las personas sentirse menos.—siento la mirada dura del profesor sobre mi mientras siento el nudo en mi garganta.—Señorita Olivia debo decir que estoy muy decepcionado de usted, soy una persona que todos los domingos va a la misa, Dios ama a todos sus hijos por igual, somos hermanos, nos creo para que convivamos, seamos unos hijos llenos de vida y amor, no personas llenas de odio


—Yo...—me interrumpe sin permitirme disculpar o decir algo en mi defensa.


—No quiero hablar más del tema, arreglen sus diferencias, se que podrán, espero este proyecto con asías, ustedes tres son muy buenas alumnas, no me decepcionen.—El profesor se levanta de su escritorio, agarra las llaves del aula y nos pide que salgamos.


Lina sale rápidamente ignorando a todos, corre alejándose de mi y eso no me hace sentir nada bien, sigo teniendo el nudo en mi garganta, Valentina se va junto al profesor dejándome frente a la puerta del aula, no me muevo, siento ganas de llorar, mi vista sigue el pasillo por el que se fue Lina, ya no se ve, cuento hasta tres, dejando que solo esos tres segundos me afecte, luego camino manteniendo mi sonrisa de siempre mientras camino por el pasillo.


Dios ama a todos sus hijos por igual.










¡Wenas!

¿Cómo va todo?

Yo muy bien, tengo a mi estrella a mi lado. :D

Jeje para los que leyeron el capítulo 25 que publiqué ayer, pues recuperé los capítulos que había perdido y estos se me hacen mejores, hagan como si no hubieran leído nada. <3

Ahora, les tengo una pregunta. ¿Les salen los guiones cortos o largos? Estoy muy molesta porque Wattpad siempre los cambia cuando publico desde el celular, espero me resuelvan la duda. <3

Sean felices y locos.

Love u.

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