16
CAPÍTULO 16
Una rutina.
Olivia.
Gruño al sentir la luz del sol pegarme en la cara, me quejo aún más al sentir una almohada golpear mi cuerpo, me giro para ver al responsable de gran hazaña, Susan está de pie al lado de la cama, agarro la almohada y se la tiro, pero ella se mueve y la almohada cae al suelo sin ni siquiera tocarla.
—Muy mala puntería, Olivia. Ya son las seis y treinta.—dice, suelto un bostezo y me estiro aún en la cama. Miro mejor a Susan, ella ya está arreglada, tiene el uniforme puesto incluso.
—¿A qué hora te despertaste? Estás loca.—Me levanto de la cama, veo que todo este listo para alistarme rápidamente y entro al baño.
—Te espero abajo, voy a ayudar a tu madre con el desayuno.—dice detrás de la puerta, asiento aunque se que no me ve, escucho la puerta de la habitación ser cerrada y bostezo una vez más.
Me miro en el espejo, tengo mas ojeras de lo normal, me he desvelado demasiado estos días y estoy pagando las consecuencias, luego intentaría arreglarlo con maquillaje, procedo a desvestirme lentamente mientras detallo mi cuerpo en el espejo, sí quizás no era la chica más hermosa del mundo, pero era linda o al menos eso quería creer cada vez que me miraba, no estaba mal, tenía novio y él me decía que era hermosa, debía creerle, mis amigas decían lo mismo, la única que pensaba distinto era yo, entonces yo era la del problema, mis pensamientos me hacían creer lo contrario. Ignore los pensamientos que pasaban por mi cabeza y me metí a bañar rápidamente, llegaríamos tarde si no me apuraba.
Cuando estoy completamente lista, bajo hacía el comedor, allí está mi padre leyendo su periodico, me acerco y beso su mejilla como saludo, él sonríe y sigue leyendo, me siento en mi lugar y a los pocos minutos sale mamá de la cocina con el desayuno de mi padre, agradece y mamá vuelve a entrar a la cocina.
—Recuerda que hoy cenaremos con los Foster, ¿Nos esperarás en casa?—me pregunta.
—No, me iré con Charlie a su casa de una vez, ya lo hemos planeado.—Digo, él asiente y come su desayuno en silencio.
—Ten.—Mamá llega con un plato para mi, Susan se sienta a mi lado y pone su planto frente a ella, creo que definitivamente ella no se sirvió, seguramente había sido mamá, era bastante comida.—Susan tu madre me contó lo de la anemia, así que cariño en esta casa solo queremos cuidarte.
Veo a Susan asentir lentamente, luego le sonríe a mamá y toma el tenedor entre su mano, yo empiezo a comer, mamá llega a los pocos minutos y se sienta en su lugar, todos comemos en silencio, Susan casi logrs comerse la mitad de su comida, pero por su cara noto que ya no puede más.
—Bueno, nosotras ya debemos irnos. Gracias por el desayuno, estaba delicioso.—Agarro a Susan del brazo y hago que camine detrás de mi rápidamente.—Créeme si no salíamos así, seguramente mi madre hubiera puesto ojitos de gato lastimado al ver que no terminaste.—susurro.
—Me salvaste.—Susan besa mi mejilla y coloca su bolso sobre uno de sus hombros.—Igual ya es tarde, vamos a clase.
(...)
Me siento en una de las sillas del frente como la mayoría de veces, giro mi cabeza hacía atrás y la veo, tiene sus audífonos puestos, nuestras miradas se encuentran y sonríe, le devuelvo la sonrisa, ella baja su mirada y teclea en su celular, mi celular vibra sobre la mesa, así que lo reviso.
Lina: Creo que esto es un robo, deberías regresarme mi abrigo. ¿No crees?
Olivia: No es un robo, solo lo he olvidado en casa.
Lina: Otra vez, ya es viernes.
Olivia: ¿Qué tal el lunes? Si quieres recordarme sería genial.
Me giro para mirarla, ella asiente, me acomodo mejor en mi lugar y miro al frente, la profesora ya había llegado y se estaba acomodando en su lugar para dar inicio a la clase.
—¿Cómo está ella?—pregunta Álvaro a mi lado, guardo mi celular en mi bolso y lo pongo en silencio antes.
—¿Susan?—Él asiente, suspiró y miro la pizarra blanca, demasiado limpia, ni un solo rallon, pienso en Susan, estos días que lleva conmigo no vi ni un solo cambio en su actitud, era ella, comía bien incluso, realmente empezaba a creer que quizás no tenía anemia.—Está bien. Creo que ya deberían hablarse, ya pasaron dos días.
—Lo intenté de hecho fue grosera, no me respondió.—se queja, asiento, no se que había pasado entre ellos, pero Camila y yo habíamos intentado mencionarlo y ella simplemente nos había mirado molesta y pedido que no nos metieramos, así que lo respetaba.
—No imagino a una Su grosera, debe ser terrible.—digo, Álvaro asiente y no me habla más, ya que la clase había empezado.
Después de varios minutos giré mi cabeza hacía atrás, Lina ni siquiera había sacado un cuaderno o un lápiz, seguía escuchando música mientras parecía contestar mensajes en su celular, la profesora lo había notado y no le había dicho absolutamente nada, realmente se me hacía demasiado irresponsable ese tipo de aptitud, sabía que no era muy dedicada con sus estudios, faltaba mucho, ahora realmente no sabía que era peor, que viniera a clases, que ni siquiera prestara atención o que faltara.
Lo había notado esa noche que había salido con ella, Lina era más que complicada, era una chica difícil que había y pasaba por mucho, lo había notado porque ella se había abierto a mi y me había contado cosas, que incluso no era todo, pero era amiga, yo quería ayudarla, Lina em importaba porque era mi amiga y me gusta serlo, era divertido, me hacía sentir distinta.
—Olivia, Olivia.—Álvaro coloca su mano sobre mi hombro y reacciono, me giro y le sonrío.—¿Me puedes hacer un favor?
—Claro, dime.
—Tengo que atender una llamada muy importante. ¿Me pasas lo que hagamos en esta clase?
Asiento, Álvaro se levanta de su asiento con sus cosas, se acerca a la profesora, le dice algo y ella le permite salir, miro el asiento vacío a mi lado, noto el ejercicio que apuntó la profesora en la pizarra, realmente no era muy buena en biología.
—¿Me puedo sentar? Estoy muy atrás y no veo muy bien.—Dice Valentina, rápidamente asiento y ella se sienta.
—¿Y tus lentes?—le pregunto curiosa.
—Un chico de otra sección por accidente los destruyó. Supongo que en la tarde tendré que ir a la óptica.—Hace comillas con sus manos en la palabra "accidente", hago una mueca y ella sonríe.—Cosas que pasan, todo bien.
—Supongo.
Ella saca su celular y le toma una foto a la pizarra, estamos muy al frente, frunzo el ceño extrañada, Valentina debía tener problemas muy graves de la vista al parecer.
(...)
Me siento al lado de Charlie cuando la señora Foster nos dice que la cena está servida, mamá y papá se sientan frente a nosotros, mientras el señor Foster se sienta en su lugar de siempre al igual que la señora Foster, a pesar de los años aún no se me hacía la idea de llamarlos por sus nombres, agradecemos los alimentos y empezamos a comer.
—¿Quieres ver una película después de cenar?—me pregunta Charlie, mastico lo que tengo en mi boca y niego con mi cabeza.
—No lo creo, será bastante tarde.—Le sonrío un poco y me dedico a observar mi comida, la señora Foster no era la mejor cocinando, pero sabía bien.
—Estaba pensando que cuando Charlie y Olivia terminen la universidad trabajen para nosotros, en la empresa.—comenta el señor Foster.
Seguramente si hubiera tenido algo en mi boca me hubiera atragantado, pero ese no era el caso, así que me mantuve en silencio mientras que esperaba a que alguien le contestara.
—Es una gran idea papá. Olivia y yo no hemos mucho sobre la carrera que tengamos en mente, pero seguramente aceptaremos la oferta dentro de unos años.—dice Charlie, frunzo el ceño, miro a mamá y ella con la mirada me pide silencio así que lo hago, aún así, bajo mi mano y la coloco sobre la pierna de Charlie para que note mi descontento.
Ni siquiera sabía que quería estudiar, pero estaba muy segura de que no quería tener que estar tanto tiempo con las mismas personas que ya conocía, quería conocer nuevas cosas, nuevos lugares, no quería mantenerme en el mismo lugar por siempre, aunque eso implicara perder un buen sueldo y seguramente un buen puesto de trabajo.
—¿Cómo les ha ido estos días?—pregunta la señora Foster, rápidamente sonrío y la miro.
—Muy bien, las cosas aún están muy tranquilas. Seguramente cuando empiecen los exámenes será más complicado.
—Seguramente cariño, de todos modos tú eres una excelente chica, muy aplicada y inteligente, seguro te irá muy bien, al igual que a mi Charlie.—asiento al escucharla, ella me sonríe y luego sigue comiendo, la imito.
—¿Qué sucede?—susurra Charlie, él entrelaza nuestras manos por debajo de la mesa.
—No respondas por los dos si no sabes mi respuesta, Charlie.—le susurro, me deshago de su agarre y agarro el vaso con agua de la mesa, tomo un sorbo y lo pongo en su lugar.
Realmente no me sentía muy cómoda en este momento, nuestros padres siguieron hablando entre ellos sobre temas que no eran de mi interés, Charlie varias veces se unió a la conversación, pero yo me mantuve en silencio la mayoría del tiempo, me sentía como apagada, algo molesta quizás, quería estar en mi habitación, descansar, esta había sido una semana largo y lo que menos quería hacer era seguir fingiendo que era la hija, nuera y novia perfecta, estaba cansada.
—¿Podríamos ver una película Olivia y yo hoy? Promete regresarla a su casa sana y salva.—giro mi rostro para mirar a Charlie al escucharlo, estábamos terminando de comer el postre, solo faltaba eso y seguramente nos iríamos.
—Olivia.—me llama papá, lo miro.—¿Quieres quedarte un rato más? No hay problema por nosotros y Susan seguramente ya debe estar durmiendo.—papá mira su reloj.
Los Foster me están mirando esperando mi respuesta, miro a mamá y tiene una pequeña sonrisa en su rostro, no parece estar muy de acuerdo con papá, pero es lo que esperan de mi, cualquier chica diría que sí, o sea pasar más tiempo con tu novio, convivir más con tus suegros, cualquier chica querría eso, pero yo no era esa chica, realmente quería ir a casa y dormir. Siento la mano de Charlie sobre mi pierna, se lo que tengo que hacer, pero se perfectamente que no quiero hacerlo y por primera vez voy a escucharme.
—La verdad quiero ir a casa, mañana vendrá una compañera a casa para que le ayude con italiano y estoy algo cansada.—les contesto, papá asiente y luego siguen hablando sobre otro tema.
Suspiro, no pasó nada grave, no recibí malas miradas, parece que lo entendieron, pero noto rápidamente que no fue así, la mano de Charlie ya no está sobre mi pierna, su mirada finge estar concentrado en lo que dice su padre, pero se que no es así, intento tomar su mano sobre la mesa, pero la aleja, termino mi postre y me levanto de la mesa disculpándome para ir al baño.
Escucho los pasos de Charlie detrás de mí, supuse que me seguiría, cuento hasta tres antes de girarme y enfrentarlo, cuando me giro realmente no es lo que esperé, Charlie no se ve molesto, incluso parece triste y lo noto cuando veo sus ojos llorosos y sus manos cerradas en puños, estamos en un pasillo, se que desde aquí nuestros padres no nos pueden ver o escuchar.
—Dime. ¿Qué pasa?—pregunta, me quedo en blanco, de pie, frente a él, veo que Charlie espera mi respuesta, pero no hablo, él suelta un suspiro largo y se acorta los pocos pasos entre nosotros.—No lo entiendo. Se supone que estamos bien, pero siento que no es así.
—¿Qué? Charlie estamos bien, somos los mismos.—digo, apoyo mi cuerpo en la pared y lo miro.—Solo en serio, estoy cansada, podemos ver la película después.
—Esto no es por la tonta película, Olivia. ¿Me sigues amando? ¿Realmente quieres esto? Estos días solo he sentido que te has estado alejando, ¿cuándo fue la última vez que me tomaste de la mano? Que tomaste la iniciativa, yo, siento que estoy haciendo todo solo, siento que ya no somos un equipo.
Siento mi vista nublarse, una lágrima rueda por mi mejilla, no sé qué decir, realmente no lo sé, limpio mi mejilla y desvío mi mirada al suelo, escucho que Charlie sorbe por su nariz, él también llora y es mi culpa y se que puedo arreglarlo, debo hacerlo, Charlie es una persona segura, él nunca me hará daño, no me será infiel, me ama, me cuida, mis padres lo quieren, yo lo quiero, se que lo hago.
—Somos un equipo, aún lo somos.—Alzo mi mirada y me acerco, tomo sus manos entre las mías, las entrelazo, él baja la mirada y sonríe un poco.—Solo estoy algo estresada, es nuestro último año, debemos planear muchísimas cosas, nuestro futuro, lo que queremos, es demasiado para mi, lamento si te descuide, eres muy importante para mi, somos pareja, claro que te sigo queriendo.
Charlie ríe, besa mi frente, ambos reímos, quizás no por las mismas razones, pero está bien, Charlie está bien y me importa, se que puedo con esto, le doy un corto beso en la boca y me separo de él.
—Vamos, seguro ya deben estar preguntando por nosotros.
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