- Oyeeeeee marioneta.- Dark Pit llamo con un lindo sonrrojo mientras sostenía el tarro de cerveza con una mano.

- Que pasa Pittoo.

- ¡Bebé más!

- No quiero tener un dolor de cabeza mañana pero gracias Pittoo.

- Oyeeeee

- ¿Si?

- Joder eres tan lindo.- Dijo Dark Pit mientras mordía las mejillas de Pit.

- ¿Si soy lindo?

- ¡Mucho! Joder me casaría contigo, ¿no quieres casarte conmigo?

- Pittoo ya estamos casados.

- ¿Encerio? Que loco.- Dijo Dark Pit con una sonrisa divertida.

- Si soy tu esposo ¿como puedes olvidarlo?

- Mmmm .- Dark Pit se quedó pensativo mirando a la nada.

- ¿En que piensas?.- Pregunto Pit curioso.

- Deberíamos contruir una máquina del tiempo para volver al pasado y casarme contigo otra vez.

- Aaaaaaw eres tan dulce, anda levantate debes estar cansado y debemos dormir.- Dijo Pit con un ligero rubor mientras ayudaba a Dark Pit a dejar de beber.

- ¡Yo pido el lado de la pared!.- Dijo Dark Pit mientras salía corriendo pero al estar tan borracho se chocó con una pared.

- Solo si llegas en una pieza jajaja.- Dijo Pit mientras besaba su golpe y lo ayudaba a regresar a la habitación.

Y así fue como nació la tradición de renovar sus votos cada año.