XXXI

¡Volví hermosuras!

Pasó la noche junto a Luhan. Durmió pegado y bien abrazado a él, como si fuera la última persona en el mundo. En su mundo. Después de todo debía dejarlo otra vez y eso, aunque ya había estado mentalizado y decidido, lo estaba matando.

Por la mañana decidió que el tiempo feliz fue suficiente y que debía dejar de jugar.

-Cuídate.- Le dijo Luhan en la puerta, aún usando pijamas. -Y por favor, vuelve pronto.- Pidió en un susurro.

Sehun, del lado del pasillo, le sonrió intentando transmitirle tranquilidad aunque por dentro lo único que deseaba era volver a encerrarse en la habitación con él y hacer el amor mil veces más.

-Estaré bien, no te preocupes.

-Come todas las comidas, no seas tonto.- Lo regañó. -Te vi más delgado, sé que no has estado haciéndolo bien.

Sehun alzó una mano y le acomodó tiernamente los cabellos detrás de la oreja.

-Mm...- Pronunció viéndolo a los ojos.

Luhan suspiró, sintiéndose demasiado inquieto sin razón. No quería que se fuera de su lado, pero era la opción más sana para los dos.

-No salgas mucho.- Le dijo Sehun con más seriedad. -Recuerda que el tipo de la banda que te secuestró anda prófugo.

Él sonrió de medio lado, despreocupado. -Descuida, no saben dónde está exactamente. No pasará nada.

-Aun así...

-Estaré bien y tú igual.- Afirmó ahuecándole una mejilla. -Lo presiento, así que ve.

Sehun se inclinó y le dio un beso pequeño y suave en la frente, luego se fue. Antes de desaparecer por completo, le regaló una última mirada, una de aliento para sí mismo, para no olvidar en los momentos de flaqueó por qué estaba parado donde estaba.

Sólo después se fue.

Lo primero que hizo fue visitar el hospital general.

Pidió ver a Baekhyun y, como lo reconocieron, lo hicieron pasar sin impedimentos. Cuando ingresó en la habitación, se permitió respirar: Baek lucía muchísimo mejor. No estaba tan hinchado, aunque portaba aquellos horribles hematomas por todos lados. En vez de estar recostado, ya podía sentarse apoyado en un montón de mullidas almohadas. Con él, estaba su hermana mayor y una bebé de cabello fino y corto color castaño claro, exactamente el mismo color que el de Baekhyun. Estaban riéndose de algo, aunque él no lo hacía tan evidente, así que supuso que se debía a las costillas rotas.

-¡Oh!- Exclamó cuando lo vio. -Por fin llegó, mi querido novio.

Sehun hizo una mueca. -¿Te lo dijeron?

-¿Sobre el chico rubio y guapo que se hace llamar mi pareja? Claro.- Comentó como si nada, luego posó una mano en su pecho con dramatismo. -Si supieran que sólo sabes romper corazones.

Ahora suspiró. Ah... Este era el Baekhyun que conocía, aquel que seguía haciendo uso de su ácido e irónico sentido del humor, aun recostado sobre la camilla de un hospital hecho papilla. Le sonrió y, mientras se acercaba, le hizo una tiesa reverencia a su hermana. Esta lo miró con cara de pocos amigos, pero no dijo nada, sólo lo saludó de vuelta. La pequeña en su regazo pataleó y largó una risilla cómica y contagiosa. Sehun se volvió hacia Baekhyun y se lo quedó viendo con una pequeña sonrisa; alzó una mano y le removió sus cabellos de su cara suavemente.

-Necesitas un corte.

-No puedo ser perfecto todo el tiempo, estas son mis vacaciones.

Sehun volvió a reírse.

-¿Cómo estás?

-Bueno, me duele el cuerpo, siento que he estado sobre esta camilla cerca de una eternidad y lo odio. Cuando quise levantarme los doctores se sobresaltaron y armaron un verdadero escándalo. Se había desatado La Tercera Guerra Mundial aquí dentro. Aunque me dieron crédito por estar mejorando tan rápido.

-Si tienes ánimos para armar escándalos, entonces no debes estar tan mal.

Baekhyun le sonrió enorme. -Qué va, los hubiera armado aunque estuviera moribundo. Ya sabes que quedarme quieto no es lo mío.

-No...- Rio. -No lo es.

Guardaron silencio un momento y sólo se miraron a los ojos. Baekhyun leyó algo en él que antes no había estado ahí, y se reacomodó para mirar a su hermana y a su pequeña sobrina.

-¿Noonim? ¿Quieres ir a buscarme algunos libros a casa?

-Pero...

-Creo que tengo algunos postres de vainilla en el refrigerador.- La cortó, sentándose más recto entre gruñidos. -A Nana le gustarán, se los prometí la última vez. ¿Verdad, preciosa?

La niña alzó sus regordetes brazos con emoción. Su madre suspiró por lo bajo y accedió, aunque no dejó de mirar a Baek con preocupación. Dirigió una última mirada de advertencia a Sehun antes de cerrar la puerta y desaparecer. El silencio cayó pesado como mil yunques en la habitación, Baekhyun se giró hacia él con una comedida sonrisa en el rostro.

-Suéltalo.

Sehun borró su expresión de alivio por verlo bien y pareció muchas cosas: inquieto, arrepentido, disgustado... Incluso nervioso. ¿Aceptaría lo que le diría? ¿Qué cara pondría? ¿Lo arruinaría aún más, lo heriría aún más? Otra vez el miedo lo estremeció y le paralizó el interior. Había ensayado durante días lo que diría, pero ahora todo simplemente se había ido. Respiró lento y lo miró a los ojos, porque lo que sea que le saldría de los labios, quería transmitírselo con toda la sinceridad posible.

-Lo siento.

Bueno, era el mejor comienzo. Le debía una disculpa de años.

-Lo siento, Baek.- Tragó con un nudo en la garganta. -De verdad lo hago, por todo. Estuve tan ocupado haciéndote el villano de mi historia, que nunca me fijé en mis errores.- Se peinó los cabellos con una trémula mano. -Si te quedaste a mi lado a pesar de todo, fue para seguir cuidándome porque siempre fui un desastre. Nunca supe cómo cuidarme solo.

Baekhyun lo escuchaba todo atentamente. Sus labios esbozaban una delicada y casi imperceptible sonrisa, sus manos estaban juntas en su regazo. No dijo nada ni parecía con intenciones de hacerlo, así que Sehun prosiguió, hablando rápido y algo atropellado, pero haciéndose entender de alguna manera.

-No sé cómo expresar esto, yo sólo... Sólo puedo repetir mil veces que soy un idiota, y mil veces más que lo siento. Lo arruiné, todo, y soy consciente de ello...- Entonces volvió a mirarlo a los ojos y las lágrimas que había estado conteniendo lo atacaron de improviso y sin piedad. -Baekhyun yo... Te lo di todo.- La voz le tembló. -Pero tú juzgaste y decidiste que merecías algo mejor, y lo acepto.

Por fin lo acepto.

La sonrisa de Baekhyun se ensanchó y cuando parpadeó, también se traicionó y algunas gotas de agua salada le resbalaron por las mejillas. Intentó mitigar aunque sea un poco el nudo en la garganta.
Cuando abrió los labios, sólo una cosa le salió, un suave susurro:

-Todos tenemos que decir adiós tarde o temprano, ¿no?

Sehun sonrió un poco, imitándolo. Tomó una trémula bocanada de aire y la largó de igual forma.

-Tú fuiste mi corazón, Baek, pero Luhan es mi alma entera.

Este le sonrió con ternura y ladeó el rostro, sintiendo una estúpida satisfacción con todo aquello. Por fin, después de tantos años, podían estar en paz con ellos mismos.

-Por fin...- Susurró con alivio, secándose las lágrimas con los dedos.

Sehun volvió a sonreírle, sintiéndose igual de satisfecho, aunque luego pareció más serio cuando decidió encarar una duda instalada dentro de él hace ya un tiempo.

-Tengo una pregunta para ti, Baek.

-¿Qué es?- Sorbió por la nariz ruidosamente.

-Sé que no me incumbe, pero... ¿Qué pasó con el chico con el cual...? Ya sabes.

Baekhyun trasformó su rostro de un momento a otro, por la tensión en sus músculos, Sehun pudo intuir que no quería hablar de ello. Desvió su mirada y agitó una mano en el aire como si el tema no tuviera importancia alguna.

-Chanyeol, él...- Tragó de forma audible. -Él fue... Sólo no funcionó.- Negó levemente, dejando claro que el tema estaba zanjado.

Sehun frunció el ceño, algo en todo aquello no se sentía bien. Se mordisqueó los labios un momento antes de pensar en algo rápido.

-¿Puedo saber su nombre?

Baek se encogió de hombros, seguía sin mirarlo. -Park Chanyeol.- Contestó reacio.

-¿Estudiaban la misma carrera?

-Ah...- Era obvio que quería evitar hablar. -Sí, pero él se enfocó en otra rama. Yo quería dar clases, él era más analítico y brillante. Es un lingüista, creo.- Frunció un poco el ceño.

-Mmm...- Sehun asintió quedamente.

Baek lo vio con recelo. -Debes ser el único en el mundo que quiere saber sobre la persona con la cual estuvo su novio.- Refunfuñó mientras se recostaba, parecía agotado.

Sehun le sonrió de medio lado y se estiró para besarlo en una mejilla rápidamente. Baekhyun vio como se iba sin más.

-¿Te irás ya? Al menos siéntate a tomar el té, ¿acaso es el aroma a hospital? Si piensas en lo higiénico entonces...

-Baek,- Lo frenó Sehun parado en el rellano de la puerta. -Volveré.

Él lo vio con aburrimiento. -No es necesario.

-No, no, yo... Debo hacerlo, te debo mucho aún.

Baekhyun alzó una ceja, no tenía idea de lo que pasaba por su cabeza. Al final suspiró he hizo un ademán con la mano.

-Buena suerte.- Sea lo que sea.

******

Sehun pensaba que, dentro de poco, podría volverse un detective privado.

No era muy difícil: lo primero que se le ocurrió fue visitar a Jyu Ni una vez más. Ella había asistido a la misma universidad que Baekhyun, la Nacional de Seúl. Se había graduado magna cum laude, cosa por la que siempre había sentido gran orgullo y por la cual también sabía que era reconocida por las autoridades de la institución. Una mimada, básicamente. Después de recibirlo y aguantar el regaño por no haberle avisado que Luhan vivía por el momento con otro muchacho, le dijo que, en general, aquellos alumnos que decidían seguir una rama de investigación dentro de su especialidad, se unían al organismo de la universidad encargado de costear las propuestas y promover la ciencia.

Claro, sólo aquellos con un promedio destacable eran aceptados.

Le preguntó si había alguna posibilidad de conocer a sus miembros y ella le dijo que la lista era pública en la página oficial de la institución.

Justo así, Sehun dio con los datos de Park Chanyeol.

Se sorprendió de forma grata: el tipo, justo como había dicho Baekhyun, era brillante. Sólo colaboraba como asistente, Jyu Ni le dijo que siempre se empezaba desde abajo. También era lingüista, no se había equivocado. Bastó buscarlo en Internet para que todo saltara: tenía varios y notables logros a lo largo de su corta carrera. Sólo estaba su número, Sehun sabía que llamarlo sería sospechoso porque no tenía ninguna razón factible, así que pidió a su hermana el favor.

Esta al principio lo vio con escepticismo, pero luego ante sus ruegos accedió a sus caprichos. Nunca podría decirle que no a su hermanito. Cuando atendieron el teléfono del otro lado, se comportó de forma totalmente profesional, diciendo que era una psicóloga que buscaba ayuda con sus informes de investigación sobre el proceso de habla en niños.

-Sí... Sí, es cierto. El uso del lenguaje refleja el alcance y los límites en nuestra capacidad adaptativa.- Oyó algo del otro lado. -Lo mismo creo, por ello la explicación del modo en el que las personas resolvemos el problema de codificar y descodificar mensajes lingüísticos resulta esencial.

Vio a Sehun que había tomado asiento delante porque la charla se había vuelto inusualmente larga. Al parecer a Jyu Ni le caía bien. Él le hizo señas de que acortara las cosas y ella apuró las formalidades, acabando con un papel escrito que dictaba la dirección requerida.

-Quizás vaya a verlo en serio.- Dijo después de colgar. -El chiquillo sabe de lo que habla, sería interesante debatir.

-Mi inteligencia es musical, puedo copiar las partituras más intrincadas de memoria y de forma limpia y perfecta, no entiendo sobre psicología ni la lengua.- Le terció Sehun, cogiendo el papel de sus manos.

Jyu Ni le sonrió con diversión y se cruzó de brazos.

-¿En serio harás esto? ¿No será demasiado para ti?

Sehun miraba la dirección escrita con una fijeza absurda.

-No, ya no me importa, yo sólo quiero a Luhan. Por otro lado, tengo que sacarme algunas dudas, así que sí, en serio lo haré.

Jyu Ni le palmeó la espalda. -Buena suerte entonces. ¿Quieres pastel de nuez?

-Sí, noonim.- Le sonrió como un niño.

Días más tarde, Sehun estaba frente a una de las puertas de aquella residencia tan bonita y tranquila.

No podía titubear, no tenía tiempo para eso, pero tenía que admitir que sentía extraño visitar al que había sido el amante de su anterior novio. De hecho, cuando lo repetía de aquella manera en su cabeza le daban ganas de reír. ¿Qué tan rara había sido la vida? Si cualquiera lo viera desde afuera sin saber todo lo que había pasado, pensaría que estaba loco. No sólo él, sino todo su alrededor.

Aquel chico vivía en la otra punta de la ciudad y, aunque había sido tedioso llegar, encontrarlo fue fácil puesto que su apartamento era parte de un condominio bastante costoso. Sehun no tenía idea de lo que iba a encontrarse, jamás había visto al tipo. Por su estilo de vida, esperaba encontrarse con un chico que tranquilamente podía ser modelo de una gran agencia; uno de esos que vestían trajes elegantes y hechos a medida para ir al trabajo, que llevaban un corte de cabello moderno y eran altos y de expresión matadora.

Bueno, se equivocó.

Cuando le abrieron, encontró del otro lado a un muchacho alto y desgarbado, de cabello despeinado color chocolate y con lentes enormes de montura de pasta negros. Cuando atendió, había estado limpiando estos con un borde de su camiseta gris.

-Lamento haber tardado.- Le había dicho con una voz grave y profunda. -Estaba a punto de acabar un párrafo del informe que llevo escrito y...

Sehun no había sabido quién era, pero cuando el chico por fin se puso los lentes, pudo asegurar que él sí pudo reconocerlo. Su rostro pequeño se volvió blanco como el papel y sus ojos fueron enormes. Si se lo veía bien, era bonito, como un joven científico loco.

Sehun suspiró.

-¿Eres Park Chanyeol?

Este parpadeó varias veces y tragó saliva. -Depende.

Sehun sonrió de medio lado. Ya te vale.

-¿Puedo pasar?- Pidió con suavidad. -No deseo pelear o algo parecido, Chanyeol goon.

Este movió sus labios con ojos llenos de temor y disgusto, pero al final se hizo a un lado sin una palabra. Sehun ingresó y resistió las ganas de echar un vistazo al lugar, aunque por lo poco que vio supo que Chanyeol se trataba de una persona un tanto desordena y algo caótica.

-Esto... ¿Puedo ofrecerte té?

Se volteó y no pudo evitar quedárselo viendo con fijeza. Él movió su nariz de forma simpática cuando sorbió por ella, balanceándose sobre sus talones con nerviosismo. No lo veía a la cara, sólo vagaba los ojos por toda su casa. Se comparó con él de forma inconsciente y llegó a la conclusión de que no se parecían en nada. Y no le extrañó que a Baekhyun le llamara la atención en su momento. También entendió por qué lo había preferido. Nunca fueron el uno para el otro, pero estos dos quizás... De alguna forma sentía que Chanyeol pegaba muy bien con Baek.

-Está bien.

-To-toma asiento, por favor.- Se adelantó con el mismo nerviosismo.

Sehun se sentó sobre el sillón que había en mitad de la sala. Aguardó sin poder dejar de morderse los labios a que volviera a aparecer con un par de tazas humeantes de té negro. La recibió con una pequeña sonrisa y tomó un trago de la misma. Chanyeol en cambio se sentó en frente y ni siquiera tocó su bebida. Sólo clavó su mirada en su regazo mientras retorcía sus manos.

-Lamento estar dándote un mal rato.- Se excusó.

Chanyeol levantó su cabeza de golpe y lo enfocó con aquellos ojos enormes.

-Ah... La verdad no sé qué debería contestar a eso.

Sehun sonrió. -Entonces hablaré yo.- Dejó la taza sobre la mesa y cruzó las piernas. -Te encontré gracias a mi hermana, ella es psicóloga, me disculpo por eso.- Le hizo una reverencia.

Chanyeol sólo lo miraba desde el lugar con un recelo palpable, sus ojos fijos en él.

Sehun carraspeó. -Necesito hacerte una pregunta... Sobre Baekhyun.

Chanyeol tomó una sonora respiración. -¿Qué es?- Pareció a la defensiva.

-¿Por qué no funcionó?- Cuestionó casi en un susurro, adelantándose un poco.

El otro pareció confundido. -¿Por qué no funcionó qué cosa?

-Ya sabes, ustedes dos.- Dijo con lentitud. -Por qué se separaron después de tanto.

Chanyeol le frunció el ceño. -No sé de qué estás hablando.

Sehun ladeó el rostro, inseguro. -¿Acaso ustedes dos no...?

-Ah, creo que estás malentendiendo.- Avisó antes de mirarlo con un rostro más serio. -Baekhyun y yo, después de aquella noche, nunca más volvimos a vernos.

Sehun abrió los ojos y se tensó como si un balde de agua fría se le hubiera caído encima.

-¿Entonces...? ¿Ustedes no...?

Chanyeol apretó sus labios. -¿Eso fue lo que te dijo Baekhyun?

Asintió y lo vio chasquear la lengua con enfado.

-Ese idiota.- Murmuró, luego negó con la cabeza y suspiró. -Aquella vez fue la única.- Confesó, tanto incómodo como disgustado. -Yo... Cometimos un error y fuimos conscientes de ello. Esa noche Baekhyun se veía tan mal y desesperado y yo... Demonios, lo quería tanto, lo deseaba.- Se frotó los cabellos con algo de brusquedad. -Fuimos débiles y lo pagamos. Me enteré que después de eso te dejó, entendí la razón por la cual luego sólo se dedicó a evitarme... Se graduó rápido y huyó de la ciudad. Nunca más volví a verlo.

Sehun estaba comenzando a agitarse.

-¿Eso hizo?- Habló con voz aguda y quebradiza, no caía en cuenta.

El rostro de Chanyeol, mientras tanto, era desolado.

-Supongo que no se creía capaz de intentar algo conmigo después de lo que había hecho... O con cualquiera, la verdad es que nunca lo vi con nadie después de ti. Yo tampoco insistí, fui partícipe en todo aquel lío después de todo.- Se rascó la nuca con el ceño fruncido. -Abusé de la situación a consciencia, la verdad es que estás a tiempo de matarme a golpes.

Sehun negó quedamente, tuvo el atino de sonreírle un poco a pesar de seguir inmerso en la sorpresa de lo que acababa de enterarse. Baekhyun jamás había vuelto a intentar nada con nadie... Al igual que él. Se había castigado a sí mismo dejando ir a una persona que, quizás, le habría dado todo lo que él no pudo.

-No haré algo como eso. No ahora, al menos. Antes seguramente hubiera pasado algo similar.

-¿Seguro? No me resistiré para nada.

Ahora rio. -Seguro, Chanyeol goon.- Se lo quedó viendo un largo rato. -¿En serio lo quisiste?- Cuestionó en un susurro.

Terció un gesto doloroso, como si pensar en ello fuera agrio y dificultoso.

-Lo hice.

-¿Lo hiciste?

Lo vio con recelo. -¿Esperas que diga que lo sigo haciendo?

-Ya que estamos aquí y a estas instancias, mentir no serviría de nada.

Suspiró y se peinó los cabellos desordenados hacia atrás, desviando la mirada. -Mentiría si dijera que no pienso en él. Es alguien recurrente en mi cabeza, no puedo...- Aclaró la garganta. -No puedo dejar de preguntarme qué hubiera sido de nosotros en otras instancias, qué hubiera pasado si en vez de dejarlo ir hubiera insistido.- Lo vio a los ojos y le sonrió de medio lado, algo avergonzado. -Debo admitir que me arrepiento de no haber corrido tras él. Baekhyun... Es alguien que vale la pena al final.

Sí... Chanyeol lo comprendía, no como él, que había pasado meses sin prestarle atención y luego años sin reconocerlo. Podría haber peleado por Baekhyun, lo sabía, pero allí estaba, sin este a su lado. En su lugar había un chiquillo hermoso esperándolo no muy lejos de allí: su otra mitad, la parte del alma que siempre le faltó. No peleó por su exnovio porque en el momento no fue capaz de hacerlo, de comprender que había mucho más fuera de su burbuja "segura". Baekhyun le había dicho que algún día entendería que dejarlo había sido lo mejor para ambos, ya iba siendo hora de espabilar por completo.

-Él te necesita.- Dijo más firme.

Chanyeol parpadeó, bastante confuso.

-¿Acaso ustedes...?

-Oh, no, no.- Se apresuró a negar. -Yo... Yo ya encontré a esa persona.- Mencionó intentando reprimir una enorme sonrisa. Cuando pensaba en Luhan, su interior entraba en ebullición y se sentía como un adolescente.

-Ya veo...

-Pero Baekhyun no.- Volvió al tema. -Me regañó por haberme escondido tantos años como un cobarde, pero después de saber esto entiendo que no estuvo en ninguna posición de hacerlo. Ahora es momento de que él espabile.

-¿Qué te hace pensar que está bien meterme en semejante ecuación?- Le cuestionó con algo de dureza impresa en su voz. -¿Serás nuestro chaperón? No entiendo.

-Le debo mucho...- Confesó Sehun, sin poder sostenerle la mirada, enfocó los puños apretados sobre el regazo. -No te estoy ordenando que vayas y le pidas ser tu novio, pero si algo de interés y cariño por él te queda, no lo sé...- Se encogió y lo miró de reojo. -¿Qué hay de malo en intentarlo? Esta vez están libres.

Chanyeol intentaba buscar en su cabeza una escusa buena para espetarle que aquello no era una buena idea, pero no encontró ninguna. No sabía por qué no acababa de cerrarle todo. ¿El exnovio de su primer amor, con el cual lo había engañado y que por eso había causado su ruptura, ahora venía después de años y le ofrecía quedarse con él? Era extraño por donde se lo mirara y no caía en cuenta aún. Comenzó a pensar que, quizás, sólo se autoconvencía de que no podía ser porque tenía miedo. Nunca antes había enfrentado algo como Baekhyun y, cuando lo hizo, lo hizo todo mal y al final escapó. Ambos escaparon.

¿Podría embarcarse otra vez en lo mismo?

Por otro lado, Sehun tenía razón en algo, y es que nunca se había olvidado de él... De su risa contagiosa, de sus comentarios rudos, pero graciosos, de su agudeza y sinceridad. Por las noches a veces, antes de dormirse, recordaba de la nada su rostro. Súbitamente su mente trazaba las líneas blancas de su cara y ahí estaba... Sonriéndole otra vez.

Quería volver a verlo... No importaba si era raro o no, si había alguna trampa extraña. Sólo quería verlo y decirle todo lo que no pudo decirle aquella vez.

Dejar de ser cobarde.

-No vine aquí con intenciones de pedirte esto.- Continuó Sehun. -Vine porque algo en Baekhyun me decía que estaba mintiendo, no me esperé que al final... O quizás sí, no lo sé.- Negó, suspirando con profundidad. -Él está mal, Chanyeol goon.

Este pegó un respingo desde su lugar. -¿Cómo?

Sehun lo miró mientras se frotaba la nuca con expresión triste. -Baekhyun sufrió un accidente hace un par de semanas. Lo atropellaron.

-¿Qué?- El corazón de Chanyeol comenzó a latirle con fuerza.

-Ni siquiera pudo despertar, el otro día...

-¿¡Qué!?- Exclamó casi a los gritos. -Oh, Dios mío...

Comenzó a respirar extraño y Sehun se exaltó, parecía a punto de darle un ataque. Quiso adelantarse para explicarle que todo estaba bien, que Baekhyun no corría peligro, pero Chanyeol se puso de pie con premura repentinamente, sin darle oportunidad.

-Llévame con él, hyung-nim.- Pidió con resolución.

-Ah...- Sehun lo vio desde el lugar con ojos entrecerrados. No pensó que sería tan fácil. -Claro.

Usaron el auto, lo ofreció. El camino hacia el hospital general fue largo y silencioso. No es como si Chanyeol pudiera emitir algo coherente, el chico parecía a punto de morir a su lado. La ansiedad y el nerviosismo que emanaban de él lo estaban inquietando, si no se relajaba quedaría tieso de por vida o su cabeza explotaría... Lo que pasara primero.

-Tranquilo.- Le susurró manejando con toda la calma que podía, también estaba nervioso. -Baek estará sorprendido, pero se alegrará de verte.

-Sólo deseo que sea el de siempre.- Le susurró en contestación.

Quiero ver al chico del cual me enamoré hace años.

Cuando llegaron al hospital, Sehun comenzó a sentir la presión sanguínea correr por los oídos, aturdiéndolo. No sabía si era lo correcto, al final había seguido sus instintos. Baekhyun tenía esa mirada cuando habló de Chanyeol. Era una cubierta de amargura en la superficie, pero estaba seguro que si escarbaba encontraría anhelos y deseos incumplidos. Cosas por decir y hacer. Rezaba por no haberse equivocado. Aunque creía que si Baekhyun había tenido el descaro de presentarse en su casa a sermonearlo, también se reservaba el derecho de meterse un poco en sus asuntos.

Creía que había algo que sólo ambos podían activar en el otro. Baekhyun ya lo había ayudado, ahora tomaría cartas en el asunto.

Cuando abrió la puerta, estaba otra vez junto a su hermana. La pequeña Nana debía de estar en casa. Baekhyun estaba comiendo algo parecido a un postre de vainilla mientras leía un libro apoyado en su regazo, estaba sentado. Lo vio entrar y le obsequió una sonrisa enorme.

-Hola, guapuras.- Saludó.

Pero Sehun no respondió, las palabras simplemente no le salían. En su lugar, se hizo a un lado con una pequeña mueca y dejó pasar al otro visitante sorpresa.

Baekhyun dejó caer con un estrépito ruidoso el recipiente de sus manos. Cayó en el suelo y ensució todo.

El silencio fue apabullante.

Sehun vio cómo los ojos de Baek duplicaron su tamaño en lo que palidecía como si hubiera visto a un fantasma. Se quedó tieso como una estatua, parecido al estado de Chanyeol que sólo podía mirarlo de igual forma. No quiso decir nada, tampoco supo si debía hacerlo, en su lugar esperó con ansias a que ellos dieran algún tipo de paso por sí mismos.

Baekhyun abrió su boca con intenciones de algo y se removió en la camilla con dificultad, en su lugar hizo que el libro en su regazo resbalara y también cayera al suelo. Chanyeol reaccionó y corrió a recogerlo, entonces se lo extendió con ojos grandes y brillosos. Baekhyun lo tomó con lentitud, portando la misma expresión: una mezcla de sorpresa, alegría e incertidumbre.

-Hola.- Balbuceó Chanyeol con voz afectada y bastante grave.

Baekhyun tardó un buen rato en caer en cuenta de lo que ocurría, al final le sonrió tímidamente.

-Hola, jirafa.

Más silencio. Todo parecía estar volviéndose incómodo y sin sentido, pero entonces...

-Ah, esto parece a propósito.- Comentó Baek con su usual tono burlón, aunque la inseguridad se sentía. -Vienen a visitarme puros chicos guapos cuando me veo igual que un escupitajo lanzado desde el piso veinte de un edificio. ¿Acaso conspiraron? Si es así, también debo esperar a Lee Dong Wook, supongo.- Sólo pudieron verlo con curiosidad y sin palabras, les alzó una ceja. -Porque sí lo llamaron, ¿verdad?

Chanyeol resopló una risa y Sehun alzó la mirada al techo. Ah... Baekhyun no tenía arreglo, pero estaba mejor así sin dudas.

Se escabulló de la habitación sin hacer ni un solo ruido ni avisar su partida. Lo creyó correcto. Aunque de todas maneras, el otro par estaba tan ocupado mirándose a los ojos y balbuceándose cosas que sólo ellos comprendían, que no le habrían prestado la más mínima atención aunque quisiera.

Hace un tiempo una lectora twitteó esto sobre NDA:

Lo quería compartir porque fue muy gracioso (?).

Nos vemos el viernes con un capítulo intenso.

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