XXX

-¡Bueno, bueno! ¡Qué compañero más agradable tienes, Han!

Sehun seguía perplejo en lo que aquel muchacho desconocido le palmeaba un brazo con, quizás, un poquito más de fuerza de la normal. Simplemente no tenía reacción. Vio a Luhan con una mirada de auxilio y notó que intentaba reprimir una sonrisa divertida. ¿En serio? ¿Le daba gracia la situación? Había estado desesperado y nervioso por encontrarlo y verlo, y ahora todo bordeaba lo absurdo.
Luhan decidió apiadarse de él y se adelantó para tomar el brazo atizador de su amigo.

-Hola.- Le sonrió a Sehun.

Este tardó un buen rato en contestar, aquella reacción no era ninguna esperada. Había concebido incluso que lo golpease, nunca se imaginó que le sonreiría con ternura.

-Ah... Hola.

Luhan se giró hacia el otro. -No tienes por qué arrancarle el brazo, contrólate.- Regañó, entonces volvió a ver a Sehun con pena. -Lo siento, Yixing nunca supo regular su fuerza.

-¿Está bien?- Alzó una ceja. ¿No pensaba explicarle nada?

Luhan lo leyó porque, acto seguido, aclaró la garganta y los presentó: -Él es Zhang Yixing, es un amigo cercano, de China.- Explicó.

Ambos se sostuvieron la mirada y Luhan comenzó a sentirse nervioso. Pestañó y se giró hacia Yixing.

-Él es Oh Sehun, ya...- Se rascó la cabeza. -Ya te he hablado de él.- Murmuró.

-¡Claro, claro!- Exclamó Yixing casi a los gritos. -Pasa, por favor, no te quedes ahí.- Volvió a empujarlo con bastante fuerza. -Mi casa no es grande, pero al menos es algo. Ponte cómodo. ¿Han? Enséñale dónde ponerse, iré a hacer té.

Sehun se frotó el brazo y de un momento a otro se sintió exhausto. Sintió los dedos de Luhan rodeándole el brazo y lo siguió hasta un pequeño sillón en la sala. Lo hizo sentar y se posicionó a su lado, viéndolo con muchísima fijeza y sin disimulo. Cuando le devolvió la mirada, notó un extraño sentimiento emanar de él: como ansias mezcladas con anhelo, un poco de alegría ¿quizás? Quería besarlo mucho, pero se sentía un tanto ofendido.

-Entonces... Yixing, ¿eh?

Luhan le alzó una ceja. -¿En serio? ¿Harás esto aquí y ahora?

-Pues, lo siento. No tenía idea de que mi chico vivía solo junto a otro muchacho.- Le dijo en un susurro vehemente.

La mandíbula de Luhan cayó. -De verdad lo harás, no puedo creerlo.

-¿Y por qué fue eso?- Continuó. -¡Ah, sí! Porque nunca me dijiste que te ibas, así que no supe dónde rayos estabas.

El otro jadeó. -Disculpa, no tenía ninguna obligación de tener que decirte nada mientras estabas visitando a tu exnovio.- Le terció en el mismo tono susurrante.

-¡Tú me dijiste que vaya!

-Me dijiste que sólo te tomarías un día.

-Ah, ¿y huiste de la casa en la primera que me tardé? ¿Sabes qué? Te mereces diez segundos de hielo por mi parte.

Entonces comenzó a contar con los dedos.

-No huí y estás siendo un niño. No, ¿sabes qué? Tú te mereces mucho más que diez segundos de hielo, grandísimo tonto. ¿Piensas que vine aquí porque quiero? Y Yixing es mi amigo, lo conozco desde la secundaria.

Sehun tardó tres segundos en contestar.
-¿Disculpa? No te oí nada.

Luhan entrecerró los ojos. -Si piensas que las cosas se arreglarán fácil o que me iré contigo sólo porque estás aquí, entonces...

-Es que no.- Lo cortó, mucho más serio. -No estoy aquí para eso, no pienso recuperarte.

Luhan se quedó helado, ¿qué quería decir eso? ¿Acaso él...?

-¡El té está listo!- Interrumpió Yixing trayendo una bandeja con tres tazas sobre su superficie.

Ellos se callaron y volvieron a ocupar sus respectivos lugares. Yixing se arrodilló de espaldas a ellos en lo que tarareaba una canción y colocaba todo sobre la mesita de té.

-¿Cuánta azúcar quieren? ¡Oh! Olvidé las galletas, aguarden un minuto.- Dijo poniéndose de pie una vez más.

Sehun pudo visualizar en el rostro de Luhan todo el miedo que sus palabras le habían infundido. Tenía el ceño ligeramente fruncido y sus labios apretados en una fina línea rosada. Juró incluso poder ver humo saliendo de su cabeza. Sin poder evitarlo sonrió y, deslizándose rápidamente más cerca, le volteó el rostro y lo besó.

Ah... ¿Hacía cuánto no probaba sus labios? Era el sabor más maravilloso, la sensación más placentera y llenadora. Sehun sentía que se enamoraba un poco más cuando lo besaba. Esta vez lo hizo lento y pausado, ahondando en su boca con profundidad y gusto. Luhan se quedó quieto un momento, pero luego reaccionó y casi lo estampa contra el sillón cuando se apoyó más contra su cuerpo, devorándolo con ansias. Sólo con eso supo que lo había dejado más tranquilo, quizás no había hablado, pero sí se lo había dejado claro.

No se estaba dando por vencido con él. Jamás podría.

Se separaron cuando sintieron pasos acercándose.

-Wah, por fin.- Suspiró Yixing sentándose en el suelo sobre la alfombra frente a ellos. -Mira, he comprado estas galletas de la panadería de aquí cerca.- Le comentó a Sehun con una simpática sonrisa. -Son deliciosas, come sin miedo, Sehun.- Se frenó un momento y parpadeó. -¿Debería llamarte "hyung"?- Entonces vio a Luhan y ladeó el rostro. -¿Está todo bien, Han?

-¿Eh? Ah, s-sí...

Le sonrió enorme. -Genial entonces. ¿Tuviste un viaje agradable, Sehun hyung? Tengo entendido que vives alejado de la ciudad.

Sehun tuvo que aguardar un par de segundos a que su cerebro procesara todo lo que aquel muchacho decía, hablaba muy rápido y de muchas cosas a la vez, además de que su coreano no era tan bueno como el de Luhan.

-Hum...- Meneó un poco la cabeza. -Sí, ha estado bien.

-Por favor.- Pidió, extendiéndole una de las tazas amablemente.

Se permitió templar su nervioso interior con un sorbo de buen té verde. El tal Yixing lo veía desde su lugar con una pequeña sonrisa sin inmutarse, supuso que debía decir algo porque Luhan aún seguía en su mundo.

-Así que eran amigos con...- Frunció el ceño. -¿Han?

-¡Mm!- Asintió con entusiasmo. -Estoy muy agradecido de que cuidaran de él por aquí. Sabía del desafortunado accidente y la pérdida de sus padres, sin embargo no llegue a Corea sino hasta hace un mes y... Han nunca más tuvo un teléfono o algo así para encontrarlo, así que...

Sonrió con mucha tristeza y quedó cabizbajo. Sehun hizo una mueca y vio a Luhan de reojo, notándolo bastante avergonzado y mal. Aclaró la garganta cuando dejó la bebida sobre la mesa.

-Estoy seguro de que fuiste un excelente amigo, Yixing ssi. Luhan recurrió a ti después de todo.

El rostro de este volvió a iluminarse. -Me dio mucho gusto volver a verlo.- Miró a Luhan con cariño. -Se lo nota mucho más animado y feliz, justo como antes.

Luhan le regaló una sonrisa de lado.

-¿Te mudaste hace poco?- Prosiguió con la charla.

-Quise hacer mi último año de universidad de intercambio y me enviaron a Corea. Me tomé un año para aprender el idioma y aquí estoy.- Ahora sonrió con pena. -Aunque no soy muy bueno, hay algunas palabras que sigo sin entender.

Sehun le sonrió con suavidad, le caía bien.

-Yo creo que has hecho un buen trabajo.

Se quedaron en silencio algunos segundos. Yixing mantenía su agradable sonrisa en lo que veía un momento a Luhan con fijeza, entonces suspiró y se puso de pie.

-Iré a la librería a conseguir aquel libro que me pidieron en clase de antropología, y luego compraré la cena.- Dijo en general, luego habló directamente a Luhan en chino. -Asegúrate de que todo quede claro, no seas impulsivo, xiao.

Y así se fue y los dejó solos.

Sehun suspiró y miró a Luhan con expresión seria. Este llevó las rodillas al pecho y las abrazó con tristeza.

-Lo siento, Sehun.- Susurró. -No fue mi intención dejarte así, yo sólo...

-Está bien, hiciste lo correcto.- Lo frenó. -Si me hubieras esperado, me habría quedado en el molde.

Más silencio.

-Pensé que estabas con Kyungsoo.- Carraspeó.

-No, Jongin ahora es su compañero de piso, no hay espacio.

-Mm...

-Le pedí a noona que buscara a los estudiantes chinos de intercambio en la universidad nacional. Fue fácil, no hay muchos.

-¿Sabías que él estaba aquí?

-No, pero lo supuse. Siempre quiso hacerlo y pensé que quizás...

-Ya veo.

Luhan aclaró la garganta. -Sí...- Lo vio de reojo. -¿Cómo está Baekhyun?

-Él está bien. Recibió un golpe feo, tendrá que hacer muchísima rehabilitación para poder volver a la normalidad... Fue horrible verlo así.- Murmuró.

-Eso es bueno... Que no es tan grave, quiero decir.

-Lo es.

Otro momento de incómodo silencio. Sehun apuró el té de un solo trago, como si se tratara de alcohol o algo así.

-¿Y bien?- Luhan decidió dar el paso. -¿Qué has decidido, Sehun?

Llenó de aire los pulmones y los vació de a poco.

-Decidí comenzar a vivir.- Declaró. -Por fin comprendí lo que tú y todos han estado queriendo demostrarme. No me malinterpretes, sí te quiero a mi lado, pero primero debo arreglar todo lo que arruiné.

Luhan por fin lo miró y le sonrió, apoyando la cabeza sobre las rodillas. Extendió una mano y le acarició su mejilla.

-Bien hecho, bonito.

Sehun le regaló media sonrisa y se encogió de hombros. -Sólo seguí tus pasos.- Entonces se le acercó más. -¿Me esperarás?- Preguntó con suavidad.

Luhan se reacomodó y frotó sus narices con delicadeza.

-Todo lo que sea necesario.

Sehun acortó la distancia y lo besó. El hambre que sentía después de estar tanto tiempo lejos de él era inenarrable. La respiración le era errática y ruidosa, frenético mientras probaba su sabor con profundidad, acariciando su lengua y pidiéndole más. Luhan gimió bajito cuando lo echó sobre el sillón y su espalda golpeó el tapizado con algo de fuerza, Sehun se cernió sobre él sin separar sus labios en ningún momento.

-Joder, te extrañé demasiado.- Le susurró con ganas. -Pensé en esta boca todas las noches.

Luhan le sonrió de medio lado. -Pervertido, ¿qué tanto imaginaste?- Cuestionó mordiéndose los labios adrede.

Sehun se rio por lo bajo en lo que se agachaba y le mordisqueaba la mandíbula. -No te lo diré, lo pondremos en práctica.

Luhan rio a la par y volvieron a besarse con necesidad. Sehun comenzó a mover las caderas contra las de él por instinto, causando una fricción divina. Se separó sólo un segundo para mirarlo, sin aliento.

-¿Cuánto tardará en volver tu amigo?

-Ah...- Luhan entrecerró los ojos, intentado pensar con dificultad entre la espesa neblina de placer en la que Sehun lo estaba introduciendo. -¿Alrededor de una hora?

-Bien, alcanzará por el momento.- Lo besó un par de segundos más antes de separarse para advertirle: -Sólo por el momento, necesitaré mucho más hasta cansarme de ti, pequeño.

-¿Alguna vez lo harás?

Ahora le sonrió. -Lo dudo.

Al cabo de un corto tiempo, Sehun rodó los dedos por su vientre hasta colarse en sus pantalones y Luhan se apartó de sus labios de mala gana.

-Aguarda,- Balbuceó. -Yixing se molestará si lo hacemos en su sillón.

-Bien.

Se puso de pie a la velocidad de la luz y, en vez de esperar a que Luhan hiciera lo mismo, se lo cargó al hombro. Dio vueltas por todo el pequeño salón con su risa contagiosa de fondo.

-¿Dónde?

-La puerta de allí, a la derecha.- Luhan parpadeó de cabeza desde donde estaba y estiró una mano para pellizcarle el trasero. -Guau, es enorme.

Sehun se rio en lo que lo dejaba sobre el colchón. Se estiró sobre él y lamió y mordió su cuello con hambre. Tenía puesta una camiseta marrón con cuello bote, así que la movió hacia abajo para tener una vista más amplia de su bella piel blanca. Le recorrió sus huesos sobresalientes de su clavícula con un dedo y vio su manzana de Adán subir y bajar lentamente.

-¿Te molestaría si te marco?

-¿Como un chupón?

-Mmm...- Pronunció sin dejar de observar su piel como un depredador.

-Mientras no dejes de tocarme, puedes hacer con mi cuerpo lo que quieras.

-Eso es algo demasiado tentador, ¿sabes?- Le regaló una pícara sonrisa.

Luhan también lo hizo. -No tengo nada que perder. Aunque...- Estiró una mano hacia abajo y frotó con sutileza su entrepierna. -Algo me dice que ganaré más que perder.

Sehun titubea entre una risa y Luhan aprovecha para voltearlos y quedarse arriba. Sehun lo mira con las cejas arqueadas y Luhan le sonríe después de morderle su labio inferior.

-Eso me recuerda que te debo algo.

-¿Ah, sí?

-Ajá.- Apoya las manos sobre el colchón y se alza para mirarlo. -Pon las manos sobre la pared.- Ordena.

Sehun lo obedece, expectante. Luhan se mueve hacia abajo sin despegar sus cuerpos, por lo que aprovecha para frotarse todo el camino hasta su entrepierna, entonces lame aquella porción de piel del estómago de Sehun que queda expuesta cuando su camisa sube y sus pantalones bajan. Mete los dedos bajo el bordillo de estos últimos y los baja, quedando de cara a su ropa interior. Lo lame sobre la tela y Sehun sisea.

-Y si las apartas,- Advierte. -Me detendré.

Sehun tiene el atino de carcajear.

-Dios... Eres despótico.

-¿A que sí?- Sonríe Luhan con entusiasmo.

Lo acaricia con toda la palma y se entretiene algunos minutos viéndolo retorcerse con expresión extasiada, simplemente no tiene precio. Pero entonces recuerda sin poder evitarlo su sabor tan singular y lo libera para llevárselo a la boca, desde la última vez que lo hicieron había estado esperando hacerlo con ansias. Lo saborea con necesidad, sorbiéndolo con fuerza a la vez que lo masajea con una mano y da vueltas con la lengua a su alrededor. Mira un momento hacia arriba para notarlo temblando y larga una risita que resuena por todo el cuerpo de Sehun, volviéndolo todo más tortuoso. Despega una mano de la pared e intenta tomarlo de la nuca, pero Luhan se separa rápidamente.

-No, no.- Murmura, demasiado divertido a su pesar.

Sehun maldice entre dientes y vuelve a su sitio.

Luhan lo tortura un buen tiempo más y le encanta, tanto que tiene que comenzar a tocarse a sí mismo para lograr algo de alivio. Sehun comienza a gemir con más fuerza y alza una mano para cubrirle su boca.

-Hay estudiantes viviendo por todos lados, se oye todo.- Le advierte.

Entonces vuelve a metérselo profundamente en la garganta de un solo golpe y no puede evitar pensar en lo bueno que se ha vuelto en ello. El placer abruma tanto a Sehun que casi se siente levitar. Luhan lo trabaja con la boca mientras el cuerpo le tiembla y las caderas rotan por instinto. Sehun sabe que tienen que estar en silencio, pero cree profundamente que no sobrevivirá. A ese paso es un milagro que no esté mordiendo la mano de Luhan.
Este lo suelta después de un rato sólo para poder desnudarlo, Sehun se deja como un idiota hipnotizado y, de paso, se deleita con la imagen de Luhan desnudándose también. Se quita cada prenda sin dejar de mirarlo a los ojos y Dios...

Tan caliente.

-Mi billetera...- Le murmura hecho un desastre de gemidos y jadeos.

Antes de tirar fuera de la cama los pantalones de Sehun, Luhan husmea en el bolsillo trasero de estos y encuentra su billetera. Cuando la abre descubre lo que quería: un condón. No puede evitar sonreír ante su desesperación por avanzar. Se inclina y comienza a besarlo igual que antes, aunque la suavidad y el control ya no entran en la ecuación: después de unos segundos, luchan por saber qué lengua pertenece a qué boca. Un enredo excitante y maravilloso. Sehun dobla las rodillas e intenta tomar el pequeño sobre para ponérselo a Luhan, pero este lo aleja y lo rompe para ponérselo a él.

-¿En serio?- Murmura. En esos momentos no le importa nada, sólo quiere liberarse porque de lo contrario el mundo acabará.

Luhan lo besa en lugar de contestarle.

-Un día de estos te inclinaré sobre algún lugar y tomaré lo que es mío.- Le dice con voz ronca y tentadora, Sehun ya está deseando que lo haga. -Pero hoy no.- Lo mira a los ojos. -Hoy quiero que me lo hagas, Sehun, y sin delicadeza. He estado pensando en eso desde que me fui.

Sehun literalmente siente cómo arde en llamas. Luhan estira una mano y su rostro es serio en lo que se introduce en su propio interior, o al menos lo intenta. Antes había sido Sehun quien se había encargado de eso... En ambos casos. Frunce el ceño porque no sabe exactamente cómo hacerlo o qué sentir, y es ahí cuando él le da media sonrisa.

-¿Ya puedo moverme?

Luhan le sonríe con pena. No se le daba nada bien, con el tiempo aprendería.

-Déjame hacer eso por ti, bebé.- Le susurra rodando una mano por su lado y llegando a aquel lugar.

Cuando lo roza, Luhan suspira. Era mucho mejor cuando se lo hacía alguien más, cuando se lo hacía Sehun. Cuando lo masajea con más profundidad, esconde el rostro en su cuello. Sehun se lame los dedos e introduce uno de a poco, siente cómo Luhan le gime bajo al oído, le pone los pelos de punta. Este mueve las caderas intentando acomodarse y siente cómo Sehun le posa una mano caliente sobre la espalda.

-¿Más?

Asiente perdidamente y lo ve sonreír dulce de soslayo. Cuando el segundo dedo está allí, presiona contra estos y es recompensado con un relamazo intenso de placer. Se relaja mucho más y Sehun acaricia aquel punto perfecto, volviéndolo sólo un chico tembloroso que ni siquiera sabe quién demonios es. Entonces hay un tercer dedo. Okay, eso es nuevo, pero supone que ya debe estar algo acostumbrado y puede recibirlo. Y de hecho es de lo mejor. Sin pensarlo mucho, al cabo de un corto lapso está montando la mano de Sehun sin aliento y ya desea que sea otra cosa la que ocupe su lugar.

Comienza a besarlo para hacerle saber que ya está listo. Sehun lo entiende sin más ceremonias.

-Sobre la cama.- Ordena.

Luhan se aparta y en lo que canta un gallo está tirado de espaldas, todo sonrojado y con los ojos llorosos de placer, pero Sehun le sonríe seductor y niega.

-Sobre tus rodillas, cariño.- Le indica, moviéndolo para ponerlo como lo quiere.

Luhan está sintiendo cómo Sehun lo acaricia desde atrás y el corazón le late rápido en lo que espera con ansias que lo haga. Siente cómo se posiciona y se mete hasta la mitad de un solo golpe y sin miramientos. Ahoga una gran bocanada de aire y aprieta las sábanas bajo las manos, comenzando a temblar. Sehun se inclina y deposita un beso en su espalda.

-Sin delicadeza, ¿recuerdas?

Lo mira de soslayo sobre el hombro y se da cuenta de que, a pesar de querer parecer genial, su respiración es pesada y dificultosa. Se muerde el labio y empuja las caderas hacia él, viendo como se estremece y entrecierra sus ojos nublados y llenos de placer. Abre su boca como si fuera a gemir, pero se queda en silencio. Luhan se siente todavía más excitado tan sólo viéndolo.

Lo es todo.

Sólo esperan un poco a acomodarse y es Sehun quien comienza el vaivén enloquecedor, rotando las caderas hasta dar con el ángulo perfecto que acaricia el punto de ensueño de Luhan. Este gime en voz alta sin poder evitarlo y Sehun se detiene a duras penas, pero sonríe cuando se agacha y acaricia su oreja con la nariz.

-Debemos estar en silencio.- Susurra.

Entonces sale casi completamente de él y lo estoca hasta la base. Luhan se estremece y muerde la almohada porque está a punto de gritar. Tan bueno. Sehun continúa moviéndose, primero lento y luego con frenesí, jadeando y ahogando gemidos para no ser escuchados. Cuando se siente llegar, rápidamente lo gira para mirarlo a la cara. Eso fue todo. Lo que le hace terminar es su expresión: sus ojos llorosos, sus mejillas rojas, su cabello despeinado y sexy; está mirándolo a los ojos sin apartarse y se pierde, entonces le sonríe con ternura y le ahueca el rostro en ambas manos. Sólo vuelve a empujar una vez antes de liberarse.

Es vergonzoso, pero no puede evitarlo. Luhan es su perdición.

Este se estremece cuando lo siente y termina junto a él sólo unos segundos después, derramándose sobre su estómago. La visión sólo hace que Sehun vuelva a convulsionar... Dios, no tendrá descanso con ese niño. Cae sobre él y olisquea en su cuello como un cachorrito buscando calor. Lo que más amaba de todo aquello era aterrizar entre sus brazos firmes y seguros, y descansar allí con paz, extasiado en cuerpo y alma.

Tan bueno...

Se apuraron para no dejar rastros y acabaron de acomodar justo cuando Yixing entró cargando varias bolsas entre sus brazos. A pesar de intentar parecer inocentes, para Yixing es evidente el cabello despeinado de Luhan y su rostro tan brillante y pacífico. Días atrás sólo había parecido preocupado y distraído. Y Sehun ni siquiera vestía la camisa con la cual había llegado, sino una remera cualquiera de Luhan.

Le alza una ceja a su amigo y este se remueve avergonzado.

-¿Al menos hablaron de algo?- Cuestiona en chino.

Luhan le da una sonrisa torcida. -Lo hicimos.- Responde en el mismo idioma.

Yixing desaparece en la cocina con una sonrisa divertida.

Sehun se inclina hacia Luhan. -¿Qué dijo?

Le palmea un hombro. -Que hará de cenar pronto. ¿Te quedas? Le harás sentir triste si te niegas, no querrás ver su arma secreta, creeme.

-¿Cuál es esa?

-Su rostro de perrito apaleado.

-¡Sehun hyung!- Canturreó Yixing desde la puerta con su acento simpático. -¿Te quedas esta noche? Haré algo realmente delicioso.

No había pensado en negarse tampoco, menos con el rostro esperanzado de Yixing viéndolo. Asintió con un pequeño suspiro. Aguardaron a que acabara de cocinar sentados en el sillón mientras veían algo de televisión. Sehun estaba sentado con Luhan recostado en el regazo mientras le hacía mimos en su cabello. Le habían preguntado a Yixing si necesitaba que hicieran algo, pero este les había dicho que le gustaba cocinar solo.

Durante la cena, lo único que hizo fue pasársela hablando de absolutamente todo. Cada que Sehun subía los palillos para meterse un bocado, debía dejarlo de lado para contestar una pregunta de Yixing.

-Hyung, ¿sabías que Han tuvo una novia antes?

Luhan se atragantó con el agua que bebía. Sehun alzó las cejas.

-No, no lo sabía.- Miró a Luhan con curiosidad.

Yixing asintió como si nada, su amigo lo fulminó con la mirada.

-Ziyi no era mi novia.- Lo apuntó con los palillos.

Sehun lo regañó. -No señales en la mesa.

-Lo siento.- Refunfuñó.

-Pero vivían juntos.- Ladeó el rostro Yixing.

Ahora se atragantó Sehun. -¿Qué?- Volvió a mirar a Luhan, aunque esta vez más sorprendido.

Luhan respiró lento. -Yixing, somos conscientes de que no manejas bien el idioma, pero elije bien tus palabras antes de hablar.- Pidió con paciencia.

Este parpadeó con sus ojos grandes de forma demasiado adorable, como si no tuviera para nada la culpa de estar armando un escándalo.

-¿Qué he dicho mal?- Murmuró más para sí mismo que para otra persona.

Luhan volvió a suspirar. -Nunca viví con ella, lo que quisiste decir fue que pasaba mucho tiempo a su lado.

Ante su mirada desconcertada, lo repitió todo en chino.

-¡Ah!- Se estiró y palmeó un hombro de Sehun con tanta fuerza que este se hizo para delante. -¡Lo siento, lo siento, hyung! Nunca fue tan serio.

-Está bien.- Balbuceó él con una sonrisa torcida en lo que se frotaba el hombro.

-Ziyi no fue mi novia.- Aclaró Luhan. -Salí con ella un tiempo, pero al final...

-Pasó lo que pasó, ¿no?- Yixing pintó una sonrisa mucho más triste. -Cuando a Han se lo llevaron, fuimos desolados.- Su voz se hizo escuchar en medio del silencio. -Estaba tan feliz cuando me llamó la semana anterior... Te echamos tanto de menos, xiao.

Luhan volvió a parecer culpable y sólo pudo quedárselo viendo con un gigantesco "lo siento" en todo el rostro. Sehun sintió deseos de abrazarlo.

Yixing sorbió por la nariz y se recompuso, pintando una sonrisa más entera.

-Cuando me habló de ti pensé que eras una chica muy linda.- Dijo a Sehun. -Me sorprendí cuando comentó que eras un chico en realidad. Jamás lo imaginé.- Les dedicó una corta mirada y luego siguió comiendo. -Pero Han se veía tan complacido consigo mismo por tenerte... Lo que ustedes tienen es lo que el mundo entero desea.

-¿Qué cosa?- Preguntó Sehun con suavidad, intrigado.

-Ya sabes,- Se metió un bocado de arroz a la boca. -Algo así como almas gemelas.

-Oh, descuida.- Se lo oyó a Luhan. -Sehun no cree en eso. Dice que son tonterías e ideas absurdas.

Sehun lo vio con malhumor y Luhan le batió las pestañas con una sonrisa inocente. Yixing volvió a parpadear con confusión.

-¿Ah, no? No lo culpo, el cine se encargó de volverlo algo cliché y demasiado cursi, pero pensemos de forma más simple y sin tantas vueltas.

Se adelantó apoyando los codos sobre la mesa y Sehun se removió con ganas de decirle que aquello no se hacía, pero en su lugar aguardó con una tonta expectativa a que dijera lo que quería. Yixing miró hacia arriba un momento, como pensativo; trazó en el aire con los palillos quedamente.

-Este chico es un extranjero que siempre fue primo de tu mejor amigo, pero del que nunca supiste nada hasta el momento en que fue a parar a tu casa porque desafortunadamente perdió a sus padres. Casualmente también maneja tu idioma a pesar de ser chino. Luhan por su parte jamás oyó de ti, ni siquiera por tu fama, y fue a tu casa pensando que allí sólo vivía su primo. Se vieron, conectaron y al final descubrieron que se gustaban.
»Ahora bien, veamos esto: si tan sólo una pequeña, una mínima cosa de todo este conjunto de componentes que se dieron únicamente para que ustedes dos se conozcan, cambiara, no estarían aquí ahora mismo. Ni siquiera sabrían de la existencia del otro.

-Y sin embargo lo hacemos...- Murmuró Sehun.

-Sin embargo lo hacen. Sé que puede sonar ilógico, pero si lo piensas de otra forma ¿cabía posibilidad alguna de que no se conocieran? ¿Ustedes sienten que hayan llegado a la vida del otro en el momento justo? ¿Por qué sus relaciones anteriores fracasaron, aun cuando quizás creyeron que todo estaría bien?

Para encontrarte. Pensó Luhan, sin saber que la mente de Sehun formulaba exactamente la misma conclusión.

-O quizás sólo soy infantil.- Se encogió Yixing. -Quizás todo fue casualidad...- Hubo un raro silencio y sonrió. -Pero ahora pensar que fue así no se siente del todo correcto, ¿no?

-¿Y si nosotros también fracasamos?- Cuestionó Sehun. -¿De qué sirven en ese caso todas aquellas circunstancias necesarias para poder estar juntos?

-¿Piensas que tu forma de ver la vida después de conocerlo es la misma a la que tenías antes?- Preguntó directamente.

Sehun apretó los puños sobre los muslos y negó. Su mundo definitivamente había quedado de cabeza gracias a Luhan, pero le gustaba que fuese así. Ahora más que nunca.

Yixing se encogió de hombros. -Ahí tienes tu respuesta.

Mi alma gemela...

-¡Cierto, cierto!- Exclamó luego de la nada. -Hice postre también, más tarde lo comeremos juntos.

Luhan y Sehun se dieron una mirada a la misma vez, por primera vez en todo aquel rato. Se vieron a los ojos un momento antes de resoplar una pequeña risilla.

Tengo que darles la desafortunada noticia de que este lunes no podré actualizar debido a que estaré fuera de la ciudad y sin Internet :(, así que recién nos veremos el miércoles. Lo siento.

¡Muchas gracias por seguir conmigo hasta aquí! Un capítulo más cerca del final </3.

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