Nuevamente he vuelto a recurrir a escribir notas para reprimir mis emociones, en éste caso enfado. ¿Cómo es posible que pueda cambiar mi actitud en tan solo un momento?

No puedo soportar el ruido de los susurros a mí alrededor, mi cabeza está a punto de explotar; quiero salir de la habitación y gritarle al exterior que se joda.

Mi intolerancia a las personas cada vez se disminuye en su intensidad, haciéndome desear poder habitar en una tierra desolada dónde no existiera ningún otro ser y nadie pudiera molestarme nunca más.

Deseo poder apagar esté dolor que me abruma por dentro, ponerle fin a mí incendio que yo misma provoque pero me da miedo alejarme de mis cenizas que representan los restos derrumbados de lo que fue mi vida.

Si los sentimientos son promesas que juramos porque verdaderamente las sentimos en su debido momento ¿Porque las rompemos?

He llorado sangre de mis ojos, mis brazos están marcados de cicatrices por las marcas del tiempo, y mis pulmones se encuentran asfixiados por las flores del desamor ahogados por el humo del cigarro que me quema la piel.