¿Por qué te siento ausente, si siempre estás presente?

¿Por qué no siento tu cariño, si dices que siempre estarás conmigo?

¿Qué pasó contigo?

¿Qué hice mal?

¿Por qué veo que el tiempo avanza, yo sigo en el mismo lugar?

Nos llenamos de palabras, de conversaciones vanas, las cosas cambian, y yo me sigo aferrando a tu alma.

Me siento del asco, sigo siendo un fiasco, no se que hacer, que decir, que pensar, tengo mil dudas, y las respuestas no tienen final.

Las incógnitas siguen apareciendo, son como palabras de un infiel mintiendo, al cual miro a los ojos y está sonriendo.

No me sigas jodiendo, es de noche y estás durmiendo, así que por favor, desaparece y dejamé sola hoy.

Empujé la puerta que no querías abrir, lastimé mis manos que intentaron salir, es la media noche y no lo voy a permitir: que aún a estás horas te encuentres mí.