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Bestia.

Estaba más que segura que ahora sí lo había leído. Segura al 100%, ya que, después del timbre que anunciaba el final del receso, aquél explosivo chico entro algo despistado, ni siquiera en clases de veía atento. Y ella lo noto. Ella siempre lo notaba.

Al sentarse hasta atrás, tenía el privilegio de contemplar disimuladamente lo que pasaba por todo el salón.

Así que, cuando entraron después del entrenamiento con el profesor favorito de todos, All Might, al ser de nuevo, la primera en entrar al aula, pudo colocar veloz la segunda nota, pero está vez, dentro de la mochila del joven, en un lugar visible para él.

—Jaja... Veamos cómo recibirá está.— sonrió de lado y salió del aula a la cafetería a comprarse algo para tomar, donde había otros compañeros suyos.

—¡Hey, Mei!— solo alguien le llamaba así. Así que reconoció al instante de quién se trataba.

—¡Izuku!— se giró veloz a verlo, con una emoción como hace mucho no sentía, una emoción sana y no retorcida como la de causarle dolor a Bakugō —¿Que deseas?— le pregunto con una gran sonrisa y amabilidad en su rostro

Solo él veía ese lado en ella, los demás solo veían a alguien hostil y cortante, carácter formado a causa de las constantes burlas y amenazas de parte de Bakugō.

—¿Podemos hablar después de clases?— se rasco la nuca nervioso, con una sonrisa amigable

¡Vaya! Eso... Eso le había tomado por sorpresa. Hace mucho tiempo que no hablaba con Izuku, literal. No siquiera durante las clases, no intercambiaban ni una sola palabra. Solo miradas, deseando volver a estar juntos como en los viejos tiempos.

—¡Claro!— le respondió con una sonrisa de oreja a oreja —¿Dónde nos vemos?

—Pues, nos vamos juntos.

—A-ah... Bueno...— se empezó a poner un poco nerviosa

—¡Si no te parece no te fuerces!— intervino un inquieto Izuku al ver la duda de su amiga

—¿Que? No, no, no es que me incomodes, tu nunca me incomodarías, es solo que...— con su mirada señaló un poco atrás de ellos, en la fila para comprar las bebidas y alguna botana para reparar sus energías después de tan arduo entrenamiento estaba cierto chico que los veía fijamente

—Oh, Kacchan.— exclamó algo sorprendido el peli verde

—Si, Kacchan.— soltó con algo de desprecio aquél apodo —No quiero que nos molesté de nuevo.— le vió preocupada con la cabeza baja

Meirara solo no quería que le hiciera daño a su querido amigo como lo hacía en la secundaria. Todas esas amenazas que le daba a ambos, hasta el punto de invitar a Izuku a suicidarse, simplemente le hacía hervir la sangre, pero lo mejor en ese momento había sido alejarse de su querido amigo para que el hostigamiento parará aunque sea un poco. Y eso paso. Por ello era su temor de ahora.

—Ya no lo hará, te protegeré.— puso su mano en el hombro de ella, llamando su atención

—¿Cuando te volviste tan fuerte mi Izu?— colocó su mano en la mejilla del pecoso, quién apego más su mejilla en la cálida mano de la chica

—¡Ustedes dos!— una voz furiosa llegó desde metros atrás hasta dónde ellos estaban

—Agh... Te lo dije.— se quejó la chica viendo como se acercaba un chico con ojos destilando irá a ellos —Vamos, quizá Aizawa ya esté en el salón.— le tomo de la mano, a lo que su amigo asintió

Pero justo cuando estaban por avanzar, un manotazo les hizo separar sus manos.

—¡¿Que te pasa imbecil?!— le gritó furiosa la joven al causante, pero en lugar de recibir una respuesta inmediata, solo la tomo del cuello de su saco gris y la atrajo de golpe a su rostro, y con una expresión sádica le respondió

—Creí haberte dejado en claro que no quería a nadie cerca de ti.— le dijo entre dientes, con una voz algo ronca

—¡Kacchan! ¡Dejala en paz!— Midoriya lo tomo del hombro con fuerza y lo jalo, captando la atención del rubio, quién se giró, y de un sorpresivo golpe, lo tiro al suelo

—¡Izuku!— gritó preocupada la chica y con fuerza, se arrebato del rubio, corriendo a su amigo que se estaba levantando —¡Izuku!— se arrodilló a su lado —¿Estás bien? ¿Estas herido?— tomó su brazo, y tenía su mano levemente raspada entre tantas cicatrices que tenía a causa de su quirk

—Ya no soy débil como antes Mei.— busco su preocupada mirada, calmando la —¡Kacchan! No la vuelvas a tocar. — ordenó —Y no es una petición.— se levantó y la ayudo a ponerse de pie

—Nadie me dice que hacer.— dio pasos fuertes, volviendo a acercarse a ellos

—Bakugō, ¿que te pasa viejo?— Kirishima se acercó algo preocupado por ver a su amigo así, se estaba comportando algo raro —Tranquilizate, o...

—¡¿O que pelos parados?! ¡No te metas!— le gritó

Bakugō nunca le gritaba con tanta furia a Kirishima, algo andaba mal en él está vez, realmente mal.

—Bakugō relájate, o Aizawa Sensei vendrá.— habló Kaminari sin acercarse por temor a que perdiera de repente el control

—Bakugō, te ordenó que te comportes como un alumno digno y con valores de una prestigiosa escuela.— intervino Iida interponiendo se entre Bakugō y el otro par de atacados

—¡Cállate! ¡Tu no me dices que hacer cuatro ojos!— le gritó y Kirishima puso su mano en el antebrazo de su amigo para que no vaya a darle un golpe al presidente de la clase o a los que estaban detrás de él —¡Que me sueltes!

—Katsuki, ¿que pasa? Cálmate amor.— está vez Uraraka fue la que se acercó cautelosa —Vamos al salón, ¿Si?— le extendió su mano

—¡No me digas amor!— le gritó y se safo con fuerza del pelirrojo y empezó a avanzar a Iida, quién solo se puso más firme, pero en realidad, no se acercaba a él, el de piel vainilla iba a por los dos muchachos que se refugiaba, rogando porque alguien calmara a esa fiera —Y tu, ¿te crees tan capaz de ordenarme? ¡¿Eh?! ¡Estúpido Deku!

—¡Cierra tu estúpida boca!— un fuerte gritó resonó por toda la cafetería

Meirara estaba llorando lágrimas de irá.

Lunes con L de ¡Los voy a matar a todos! ¡Shine!
Sip, creo que esa frase te queda como anillo al dedo.
¡Hey! Soy yo de nuevo, ¿creíste que la primera nota era un chiste? Pues nel perro.

Recordó la nota que acababa de colocar en la mochila.

—Deja, de meterte, en mi vida.— habló con cierta dificultad y pausada, con su voz quebrada de tantas emociones que estaba conteniendo, incluso su voz sonaba un poco más grave y sombría de lo normal —No te quiero en ella. ¿Comprendes? ¡¿Comprendes o no estúpido animal?!— le grito dando un paso adelanté y siendo detenida por Izuku, ya que parecía que la chica se lanzaría a golpearlo en cualquier instante.

Debo admitir que me esperaba que explotaras el pedazo de papel en tu mano jaja, tu cara de: "alguien morirá hoy" fue épica, incluso grabé un vídeo para mí del momento exacto cuando empezaste a leerla extrañado.

La mitad de lo que había escrito era falso, pero no sé permitiría atrapar tan fácilmente. Y ahora, también decía la verdad a medias...

Dime, ¿te despistó el que viniera en un sobre rosita con un corazón? Espero que sí.

Ahora, sus ganas de hacerlo pagar por todo el daño social y psicologico que le causó a ella ya Midoriya habían aumentado un 33% más. Si antes, solo tenía ganas de herirlo al 57%, pues ahora estaba más que convencida.

¡Si pudieras ver mi sonrisa de satisfacción cuando vi tu reacción...! No la hubieras visto por qué tal expresión no hubo en mi rostro.

Bakugō se quedó de piedra, con sus ojos bien abiertos, con sus cejas fruncidas, y con su labio superior alzado levemente a la izquierda.

¿Por que eres tan predecible y cliché Bakugō-kun? Mmm... Debe ser característica clásica de los idiotas. Si, creo que sin duda es eso.

—Vaya vaya, pero miren quienes son, ¡la prodigiosa clase A!— una cínica voz se escuchó a la entrada de la cafetería

La clase B había salido para su hora de entrenamiento, y algunos cuantos, como siempre, pasaban antes a comprar bebidas para hidratarse.

Bueno, creo que por hoy ya probé el porque sos un reverendo idiota.

—¡Miren al primer lugar del festival deportivo! ¡Ja! Que burla para la UA

—Monoma, mejor no te metas.— le silencio Kendo en voz baja

—¡Pero si es cierto!

¡El cliché reina en todo tu ser! Es más, tengo la foto de tu rostro en Photoshop sobre una imagen religiosa, ¿sabes cómo le llame?

"Virgen del cliché"

¿Por que eres virgen, no? ¿O yo soy la idiota ahora? Nah, creo que aún eres virgen.

Susurros empezaron a escucharse por todo el recinto.

Iida ya no sabía que hacer para apagar la bomba que parecía que estaba bajo presión. Por qué si, Bakugō guardando silencio a una burla daba miedo, mucho miedo.

Pero bueno, creo que me desvíe un poco del tema, da igual si eres o no virgen, igual eres un idiota.


Mira que hasta te imprimí a color mi edición profesional ¿eh? ¡Aprecialo! ¡Es arte!

Bueno, creo que ya te fastidie lo suficiente por hoy. Solo espero ver tu cara nuevamente al ver está nota, ¿serás igual de cliché que siempre?

Atte. Futurx diseñador gráfico :D ;)

Suspenso hasta el día de mañana.... ¡Chan Chan chan!
Jaja okey no.

Solo quería agradecer por acompañarme en esta nueva aventura.

¿Que dicen acerca del comportamiento de Bakugō?

¿Por qué la odiará tanto?

¿Y que piensan de nuestra protagonista?

Esto solo subirá de intencidad... Jaja...
Y bueno, ¡Liianshi se despide! ¡Cambio y fuera!

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