6 ♡
Los domingos eran días cristianos para Mark, y con cristianos no se refería a que asistía a eventos religiosos o alguna pendejada de esas, sino que eran días "intocables" en los que se dedicaba a hacer cualquier cosa que se le apeteciera en la dulce compañía de su soledad. Llámenlo loco, antisocial o rarito pero así era su rutina, pocas veces accedía a utilizar sus muy ociosos domingos en alguien que no fuese él mismo, por lo que se encontraba bastante sorprendido de haber aceptado la invitación del japonés el día anterior.
Últimamente estaba teniendo comportamientos impropios de su personalidad retraída, algo extraño estaba sucediendo...
¿Qué clase de brujería le había hecho Nakamoto Yuta? ¿Debería considerar la idea de asistir a misas cristianas? No, quizás algo más efectivo...¿debería solicitar un exorcismo a domicilio para así deshacerse del ente maligno que le acechaba?
Muchos absurdos cuestionamientos pasaban por su cabeza, sumándole el hecho de que se sentía nervioso por su salida con el mayor, ésta sería la primera vez que estaría con él...a solas.
No tenía ni la más remota idea de qué ponerse y ni loco le pediría ayuda a su mejor amigo, ¿para que después le hiciera el drama de su vida por haber aceptado, así de fácil, salir un domingo con el japonés mientras que a él se lo negó todas las veces que se lo pidió durante la semana? Thank you, next.
Ya se había duchado y se había aplicado su loción favorita de sandía, por lo que para no permanecer en ropa interior a la intemperie de su habitación, por quién sabe cuánto tiempo más, decidió ponerse un lindo jersey blanco de rayas azules y amarillas junto con un pantalón negro ceñido a sus piernas.
No tenía a quién recurrir sin tener que dar explicaciones del por qué o con quién iba a salir, así que no le quedó de otra más que hacerlo por sí mismo. Se acercó a su armario y comenzó a sacar cada prenda de vestir que tenía con el fin de conseguir un conjunto adecuado para la ocasión, algo no muy extravagante pero tampoco muy fachoso. Sin lugar a dudas era una tarea difícil para alguien tan indeciso como él.
Si tan sólo ocurriese un milagro que apareciese por su puerta y lo salvase de su crisis existencial.
—¿Mark?—le llamó su primo unos segundos después, tocando a su puerta.
Quería un milagro, no un castigo...
—¡Pasa, está abierto!—contestó mientras alzaba con sus manos una camisa un tanto transparente que había encontrado.
—¡El almuerzo está listo!—anunció alegremente.—Papá hizo bibimbap y te digo que se ve de...rechupete—comentó una vez que entró a la habitación del menor, descendiendo su tono de voz al observar el desorden de ropa que éste tenía en su cama.—¿Qué demonios estás haciendo?
—Estoy buscando algo que ponerme.—respondió con simpleza, tirando la camisa que tomó previamente a la montaña de ropa.
—¿Vas a salir?—preguntó curioso, haciéndose espacio en la cama del canadiense para sentarse.
—Uh, sí. Me voy en unas horas.
—Uy, ¿saldrás con una chica, Romeo?—alzó sus cejas de arriba abajo.
—¿Qué te importa, metiche?
—¡Yah, es sólo una pregunta!—se encogió de hombros.—¡Anda, cuéntame! ¡Prometo no decir ni una palabra!—levantó su mano derecha en señal de juramento.
Mark lo miró por un momento y suspiró resignado.—Bien...saldré con un chico y sólo eso te diré.—confesó con cautela.
—Espera...¿eres gay y yo no lo sabía?—abrió su boca con incredulidad—¿Entonces lo de aquella novia que tuviste hace más de un año era una mentira para camuflar tu orientación?—cuestionó muy indignado—Dios, me siento vilmente timado!
—En realidad, soy bisexual dude.—le aclaró.—Y lo que tuve con Yerim sí fue cierto, pero al final me di cuenta de que no era mi tipo ni yo el de ella, por eso terminamos.
Johnny asintió con comprensión.—¿Y mis tíos ya lo saben?
—Papá sí lo sabe y me apoya, mamá aún no.
—Lo supuse, el tío Xiumin siempre ha sido muy abierto y comprensivo—sonrió de lado—¿Cuando piensas decírselo a la tía Irene?
—Papá me dijo que lo hiciera cuando yo me sintiera listo y él me ayudaría en caso de que ella no se lo tome bien pero...no lo sé, no quiero pensar en eso todavía. —suspiró un poco pusilánime para luego sacudir ligeramente su cabeza. —Ya que estás aquí, aconséjame qué debería ponerme. No es una cita ni nada parecido, sólo es una salida de amigos pero tú sabes, uh... el chico me gusta.
—¿Estás poseído, o qué mierdas?—lo miró estupefacto, actuando como si tuviese miedo—El Mark Lee que conozco jamás hubiera admitido que le gusta alguien sin ningún tipo de presión...—lo tomó de los hombros y comenzó a sacudirlo dramáticamente—¡Devuélveme a mi primo, maldito ente demoníaco! ¡Omma, hay que llamar a un sacerdote!
Las carcajadas del menor resonaban por toda la casa. —¡Yah, suéltame idiota! —exclamó, tratando de recomponerse y quitarse al rubio de encima. —Sólo ayúdame, ¿quieres?
—Ya ya, de acuerdo. —contestó. —¿A dónde irán?
—A la nueva pizzería que abrieron a unas cuadras de la escuela.
—Cool, ¿Quién es el chico? ¿Lo conozco?
—Esa es información clasificada.
—No me jodas, ¿entonces cómo quieres que te ayude, genio?
—Yo qué sé, usa tu imaginación.
—Tampoco pidas tanto, Mark. —ambos soltaron una risa. —Mira, si yo fuese el chico con el que vas a salir... —hizo una pausa con un mohín de disgusto. —Ew no, eso sería horrible.
—Espantoso, sí.—concordó el menor.
—En fin, lo que quiero decir es que si el tipo fuera alguien como yo, te aconsejaría vestirte con algo más...atrevido—le guiñó el ojo—Pero lo que andas puesto te queda bien, ¿sabes? Te ves lindo y ese pantalón resalta tu gordo trasero.
—Joder, ¿por qué no dejan mi trasero en paz?—se quejó.—Entonces...¿me quedo con esto?
—Ajam, sólo ponte un cinturón y unas zapatillas que combinen.
—Thanks dude, hasta que por fin sirves para algo. —soltó una risita y su primo le dio un leve golpe en el brazo. Estaba por quejarse cuando de repente su celular comenzó a sonar, indicándole que había recibido un mensaje.
Al ver de quién se trataba, sonrió como tonto para después abrirlo y contestar de inmediato.
Yuta hyung💚
En línea
Makku, ¿en dónde vives? 👀
12:10
Ayer por estar hablando de cosas random
contigo, olvidé preguntártelo.
12:11
Vivo con Johnny, hyung. >▽<
12:13 ✓ ✓
Supongo que sabes dónde es. jaja
12:14 ✓ ✓
¡Oh, genial!
12:15
Pasaré por ti a las 4:50, ¿de acuerdo? ;)
12:15
¡No tienes que molestarte, hyung!
12:17 ✓ ✓
¡No es una molestia, Makku!
12:18
¿O acaso no quieres que lo haga? 💔😔
12:18
¡No no, no es eso!
12:19 ✓ ✓
Es sólo que...me da penita. (*'▽'*)
12:19 ✓ ✓
Lindo ;-;
12:20
Iré a almorzar, ¡nos vemos más tarde!
12:21
¡De acuerdo, hyung! ♡
12:22 ✓
—Por la cara de baboso que tienes, supongo que estabas hablando con él, ¿no?—le dio una sonrisa traviesa, causando que el menor se sonrojara levemente.—¿Necesitas que te lleve?
—No es necesario, él vendrá por mi.—contestó y Johnny alzó sus cejas de arriba abajo.—¡Y ni se te ocurra ir de chismoso o asomarte por la ventana para ver de quién se trata!—lo apuntó con un dedo, amenazante.
—Pff, le quitas la diversión a la vida!—rodó los ojos y Mark le lanzó una mirada de advertencia—Okay okay, no lo haré!—levantó sus manos en señal de rendición—Sólo avísame si necesitas que vaya por ti.—Mark asintió con una sonrisa.
El clima de esa tarde era fresco. Los últimos rayos del sol resplandecían suavemente en el cielo de las cinco, indicando la pronta caída de la negra noche. Yuta amaba las tardes como esas, disfrutaba sentir la brisa fresca chocar contra su rostro al conducir en su motocicleta por las concurridas calles de Seúl.
Por ahora, se dirigía hacia la casa del chico que últimamente no salía de su cabeza. No lo entendía, cada vez que lo miraba sentía algo inexplicable dentro de su ser. Desde que lo conoció, todo lo que hacía o le decía ocurría de forma natural, sin pensarlo, sin dudarlo...como si se conocieran de toda la vida y lo cierto era que eso lo intrigaba, jamás le había sucedido con nadie.
Mark Lee era, sin duda alguna, como un imán para él...atrayente, irresistible, vigoroso, y a su vez, un misterio que él mismo se había propuesto resolver.
Cuando llegó a su destino, aparcó su motocicleta para después acercarse al umbral de la casa de los Seo y tocar el timbre, siendo recibido al cabo de unos segundos por la madre de su amigo.
—¡Yuta, querido! ¿Cómo estás?—preguntó con una sonrisa.—¿Buscas a Youngho? Porque acaba de salir.
—¡Estoy bien, tía Dara!—respondió cordialmente.—Y en realidad, vengo por Mark.
—¿Por Mark?—preguntó confundida, más para sí misma.—Iré a decirle que estás aquí, pasa querido.
El japonés entró con confianza, eran incontables las veces en las que había estado en ese lugar. Se dedicó a observar las fotos familiares colgadas en la pared de la sala por un par de minutos hasta que el pelirosado bajó por las escaleras.
—Yuta, no lo traigas de vuelta muy tarde, ¿de acuerdo? —pidió la mujer. —Recuerden que ambos tienen escuela mañana.
—¡Por supuesto, tía Dara! ¡No se preocupe!
—¡Pásenla bien, chicos!
La mujer los despidió en la puerta y ambos chicos salieron en silencio. Yuta miraba de soslayo al menor a su lado, cautivado por el dulce aroma a sandía que éste emanaba, mientras que Mark se encontraba muerto de los nervios y embelesado por la belleza de su mayor, se veía tan guapo, tan él.
—Espero que no te den miedo las motocicletas, Makku.—sonrió de lado, tomando el casco más pequeño.
—¡Claro que no, hyung! ¿Por quién me tomas?—Mentira, le aterraban pero eso no tenía porqué saberlo.
Yuta sólo soltó una risita para después colocar con delicadeza el casco pequeño sobre la cabeza del menor. Al tomar las correas laterales y cerrar la hebilla, sus manos rozaron por accidente las mejillas de Mark y no pudo evitar sentir un leve cosquilleo.
Dios, eran tan tersas como las de un bebé.
Miró al canadiense a los ojos, un poco obnubilado y notó que éste también lo estaba mirando, lo cual causó que esas suaves mejillas que tuvo la suerte de tocar, adquirieran un intenso color carmesí.
Tan lindo.
—¡Andando!—exclamó para luego subirse al vehículo.—No te sueltes, ¿de acuerdo?—tomó las manos de Mark y las puso alrededor de su cintura.
Mierda, sus manos eran igual de suaves que sus mejillas.
Cuando arrancó la motocicleta, sintió cómo el menor reforzó su agarre y pegó su rostro a su espalda.—¿Qué pasa, Makku?
—¡Perdona, hyung! Es que yo uh, te mentí.—confesó elevando un poco su tono de voz para que el mayor lograse escucharlo—Creo que sí me da miedo andar en motocicleta.
Yuta se carcajeó.
¿Cómo alguien podía ser tan adorable?
La pizzería se encontraba un tanto abarrotada de gente al ser el día de inauguración, habían varios grupos de jóvenes ubicados en las mesas y unas cuantas parejas haciendo su pedido en el mostrador. Ambos ingresaron juntos al lugar y observaban boquiabiertos la amplia gama de sabores de pizzas.
—¡Vaya, nunca había visto una pizzería con tantas opciones a elegir!—musitó el canadiense con sus ojitos brillantes, observando el menú.
—Yo tampoco.—secundó el mayor—Pero ¿estamos de acuerdo en que la pizza con piña es una completa atrocidad?
—¿Bromeas? ¡Eso es lo que siempre le digo a Johnny!—se carcajearon—Pero él sigue diciendo que es deliciosa.
—Grandes mentes piensan igual.
—¿Y si pedimos la Potato Wedge?—preguntaron al unísono. Al darse cuenta de ello, se miraron con los ojos como platos y soltaron una risita tímida.
—Potato Wedge será entonces—sonrió mostrando esa hermosa dentadura que derretía al canadiense por completo—¿Quieres que pida pan de ajo?—Mark sólo asintió, estaba tan absorto en la belleza del mayor que no podía articular ni una palabra con coherencia.
Una vez que llegó su turno en la fila, Yuta se encargó de hacer el pedido y de pagar la cuenta con su tarjeta para así poder ubicarse en una mesa.
—¿Cuánto pagaste, hyung?—preguntó, sacando su billetera de su bolsillo trasero.
—Guarda esa billetera, Mark Lee.—le ordenó con firmeza. El aludido iba a refutar pero Yuta fue más rápido.—Yo te invité, yo pago.
—¡Pero hyung!—puchereó.
—Sin peros.—finalizó para después tomar su mano y arrastrarlo suavemente hacia una mesa desocupada junto a la ventana. Ambos se encontraban anonadados, sus manos encajaban como una maldita pieza faltante de un rompecabezas y cosquilleaban con el simple toque de sus palmas.
¿Qué demonios acaba de pasar?
—¡Hyung, por favor!—exclamó alargando lo último una vez que tomaron asiento, uno frente al otro.—¡Me sentiré muy mal si no pago nada!
Yuta suspiró rendido, ¿cómo podría negarle algo a un ser tan tierno como Mark?—Bien, hagamos esto...—se enderezó un poco—Invítame a un helado otro día y con eso ya estamos a mano, ¿te parece?
Helado, Yuta, otra salida juntos? Sí a todo.
—¡Hecho!—sonrió conforme.
Al cabo de unos minutos, un empleado del lugar se acercó a su mesa para entregarles su pedido junto con un pequeño postre y una diadema con un adorable león de peluche adherido a la pieza.
—Cortesía de la casa.—dijo el hombre dando una corta reverencia para luego retirarse.
—¿Una diadema?—ladeó su cabeza confundido.—Que yo sepa no pedimos nada del menú de niños...
Yuta tomó el pequeño accesorio y lo observó detenidamente.—¡Póntela Makku!—le pidió.
—¿Por qué yo?—cuestionó con un puchero.
—Porque sí.—soltó una risita, dándole el accesorio.
Mark sólo se resignó y colocó la diadema con cuidado en su cabeza. Tomó su celular para comprobar, a través del reflejo de la pantalla, que la haya puesto bien; sin embargo, la intensa mirada que estaba recibiendo por parte del japonés le estaba provocando un ataque nervioso.
—¿Q-Qué pasa? ¿M-Me queda mal?—balbuceó.
—Te ves precioso.—soltó de repente, sin tapujos.
—¡Hyung!—se cubrió su rostro sonrojado con sus manitas. ¿Cómo se atrevía a decirle algo como eso sin previo aviso?
—¿Me dejas tomarte una foto?—le hizo ojitos de perrito.
Oh no, no esa cara otra vez...
Bah, ¿a quién engaña? Le encanta.
—B-Bien, pero sólo una.
—De acuerdo!—sonrió de lado, enfocando la cámara de su celular—Ahora posa para mi, leoncito.
Dios, este hombre lo va a matar un día de estos.
El canadiense hizo una pose que se asemejaba a la de un bebé león, arrugando adorablemente su pequeña nariz. Cuando Yuta tomó la foto, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.
—¡Listo, ahora comamos antes de que esto se enfríe!—dijo contento y Mark asintió.
Los dos se dispusieron a comer mientras conversaban amenamente de temas variados, aprovechando la ocasión para conocerse más a fondo. La compañía del uno y del otro les resultó agradable, maravillosa y en definitiva, querían seguir teniendo momentos como este.
Yuta, por su parte, estaba fascinado con el canadiense. Tenían mucho en común y consideraba que el chico era un amor de persona, lo más tierno que sus ojos hayan visto jamás. Y Mark...
Mark podía decir con certeza que le gustaba Nakamoto Yuta.
Hasta aquí el capítulo! (❁'◡'❁)♡
Espero que les haya gustado, esta fue la primera de muchas saliditas de nuestro hermoso yumark. ♡
Pd 1: Les dejo estos hermosos gifs del Markitos con el lindo conjunto que utilizó para su salida con Yuta. (・ω・ )♡ (Necesitaba incluir esa diadema 🥺)
Soy lágrimas, soy la más triste en este mundo. ¿Así o más bebé? 💚😭
Pd 2: De nuevo, muchísimas gracias a todxs lxs que leen esta historia. Ya son +2k leídas y yo estoy que no me lo creo ASDFGHJKLL pero bueno, lxs amo muchito. 💚:(
Pd 3: LES TENGO UN ANUNCIO. ‼️‼️🚨
Por si no me siguen aquí, no pudieron ver el post en mi tablero o simplemente lo ignoraron JSJSJS (no hay problema) les cuento que estoy escribiendo un two-shot yumark (+18) (◕◞౪◟◕)
Ya voy por la mitad y pues espero tenerlo listo pronto. Si veo que el smut me quedó bien (o al menos decente xd) y recibe buenas críticas al ser literal el primero que haga en mi pinche vida jaja, sería casi que asegurado que tendrán uno que otro limoncito en esta historia, entonces para lxs que quieran leerlo, estén atentxs! ♡
Pd 4: No se sientan obligadxs a hacerlo, por favor. Yo igual soy muy feliz con que lean "not shy". 💗
Mucho texto, lo sé boo🍅🍅🍅xd
En fin, si ven algún error o tienen recomendaciones, no duden en comentar o escribirme! uwu
Sin más que decir, cuídense mucho y tomen mucha agua! (。◕∀◕ 。)♡
Key♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top