La prueba comenzó con un breve estiramiento físico para así evitar que algún participante sufriera lesiones u accidentes en el transcurso de la misma. Jeno, por su parte, se sentía seguro de sus capacidades, tenía una alta condición física y una gran habilidad de juego, por lo que mientras realizaba los estiramientos correspondientes, buscaba con su mirada a sus amigos en la muchedumbre.

Cuando por fin los localizó en la segunda y tercera fila del medio de la gradería, se percató de que Na Jaemin se encontraba con ellos. Algo que le sorprendió bastante ya que, por lo que él sabía, el chico no era muy amante de este tipo de deportes.

Jeno no pudo hacer más que suspirar profundamente al observarlo... siempre tan pulcro, tan angelical, tan hermoso... tan perfecto. Él daría lo que fuera por recibir una mirada de adoración de su parte como la que le estaba dando a su maldito novio en este momento...

«Esperen, ¿su novio?» se preguntó mentalmente. Sacudió su cabeza y miró hacia la misma dirección en la que Na lo estaba haciendo.

—Esto tiene que ser una puta broma, ¿cierto?...—gruñó bajo cuando vio que el idiota de Lucas se encontraba al otro lado de la cancha. Ahora resulta que iba a tener que competir en la prueba contra él y quizás hasta estarían juntos en el equipo de baloncesto...—¿Por qué me tiene que pasar esto a mi?—se quejó, pasándose la mano por su cabello con frustración.

Por otro lado, Jaemin se encontraba nervioso en su lugar pero trataba de disimularlo con una falsa sonrisa mientras miraba a su novio terminar de hacer los estiramientos.

¿Por qué?

Pues bien...la razón de ello era Lee Jeno, su compañero de clase y de club de baile.

A Jaemin le aburría en sobremanera cualquier tipo de deporte que no fuese el baile o el ciclismo. Ni Lucas ni sus amigos eran un motivo de peso para que él hubiese venido a ver alguna prueba o partido de baloncesto. Sin embargo, cuando su amigo Johnny comentó hace unos días que Ten iría a ver la prueba del equipo para apoyar a Jeno, el menor no dudó ni un segundo en secundar la idea, utilizando como excusa que solamente iría para "apoyar a su novio", cuando en realidad, la verdadera razón de su presencia allí era el castaño Lee. Su más íntimo secreto.

Durante los primeros minutos del estiramiento, el peliblanco se la pasó admirando a Jeno de pies a cabeza como si de una obra de arte se tratara, esto hasta que éste último posó su mirada en el lugar en el que sus amigos y él se encontraban.

Para ocultar un poco el hecho de que lo estuvo observando como un loco, fijó su vista en su novio y le sonrió tiernamente hasta que lo notó molesto. El menor definitivamente no se esperaba que Lucas lo atrapase viendo a otro chico que no fuese él. Éste tenía su ceño fruncido y a su vez fulminaba a Jeno con la mirada, lo cual lo puso bastante nervioso e hizo que su sonrisa se desvaneciera al instante.

Jaemin sabía bien que ahora estaba en problemas.

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Después del estiramiento físico y una serie de ejercicios para que los participantes calentaran, se establecieron varios grupos para que compitieran entre ellos en un partido amistoso en el cual se evaluarían las técnicas, el trabajo en equipo y las destrezas a la hora de jugar.

El entrenador Park tocó el silbato, indicando así que el partido ya había comenzado. Jaehyun y Johnny supervisaban y evaluaban los movimientos del área de lanzamiento y tiro libre mientras que Yuta y el entrenador se encargaban del área central.

Mark estaba disfrutando del partido mientras compartía algunos snacks con su mejor amigo y bebía felizmente un delicioso refresco de sandía que compró con anticipación.

—Makku, ¿quieres peperos?—le ofreció Taeyong, causando que los ojitos de Mark se iluminaran con la sola mención de la golosina.

—¡Oh Dios, sí! ¡Amo los peperos! —aceptó gustoso para después agarrar unos cuantos de la caja, dando pequeños brinquitos de la emoción en su lugar. —¡Gracias, Yonggie hyung!

—Aigoo, ¿Por qué eres tan tierno? ¿Acaso me quieres matar? —puchereó y el canadiense sólo negó con su cabeza, soltando una risita.

Pasados unos 10 minutos de juego, una parte del público para ese entonces, ya se encontraba eufórica y dividida entre ambos equipos, mientras que la otra parte solamente trataba de llamar la atención de los mayores que supervisaban.

Mark se estaba sintiendo algo incómodo y molesto con un grupo de chicas que se encontraba cerca de donde ellos estaban. No paraban de chillar o de gritar su "amor" por sus hyungs, en especial, por el japonés que lo volvía loco. Él entendía que los chicos eran irresistibles pero, no por eso tenían que ser así de acosadoras y molestas, más aún cuando el novio de uno de los chicos se encontraba a tan sólo unos centímetros de distancia.

Tenía altas ganas de lanzarles su refresco para ver si se callaban la boca de una puta vez pero la verdad era que estaba demasiado delicioso como para desperdiciarlo en tipejas como esas, por lo que sólo se conformó con darles una mirada despectiva.

—¡No les prestes atención, Makku! Ellas lo hacen todo el tiempo, ¡son unas insoportables!—exclamó Taeyong, rodando los ojos.—Si supieras cómo se ponen cuando Jaehyun juega en los partidos...—se cruzó de brazos disgustado y empujó su mejilla con su lengua.

El canadiense lo miró curioso. «¿Por qué su hyung sólo mencionó a Jaehyun y por qué reaccionó de esa manera? Interesante.» pensó.

—¿Te gusta Jaehyun, hyung? —preguntó directo, ladeando su cabeza con una sonrisa de lado.

—¿Q-Qué? —el mayor salió de sus pensamientos sobre cómo aniquilar a un grupo de chicas con la mirada para luego abrir sus ojos en demasía. —¿D-De dónde sacas eso, Makku? Creo que ese refresco de sandía tenía algo que te hizo enloquecer. —se rio nervioso.

—No lo sé, tú dime. —replicó divertido. —Me pareció curioso que sólo hayas mencionado a Jaehyun hyung y que hayas reaccionado como si eso te afectara de alguna manera.

—¿N-No mencioné a Yuta ni a Johnny?—preguntó nervioso y Mark negó con su cabeza—¡Qué extraño! ¡Y-Yo pensé que lo había hecho! No se qué le pasa a mi cerebro últimamente...como que retiene algunas palabras que pienso y quiero decir—El menor lo miró confundido y Taeyong se rio de manera incómoda—Oh, ¿ya viste el marcador? ¡Wow, van empatados! ¡Impresionante!—le señaló con el fin de cambiar el tema. Gracias a su estúpida incapacidad de disimular y mentir bien, se exhibió, demasiado para su gusto, frente al más pequeño.

Mark lo dejó pasar por esta vez, mas se hizo una nota mental de que tenía que hablar con su hyung nuevamente sobre el tema.

—¡Vaya! Nunca pensé que diría esto pero... ¡Jeno es increíble! —exclamó Haechan al rato, muy impresionado. —¿Vieron la forma en la que esquiva a los jugadores del equipo contrario?

—¿Y vieron la facilidad con la que encesta los balones? —secundó Hendery.

—Jeno trabaja bien en equipo, eso es muy importante también. —complementó Xiaojun.

—¡Nono es el mejor! —exclamó Ten con una sonrisa.

—Es perfecto...—suspiró Jaemin, causando que todos sus acompañantes lo miraran con cara interrogante—D-Digo, uh, quiero decir que es perfecto para el equipo!—balbuceó nervioso y Haechan lo miró con burla al ser el único que conocía el trasfondo de sus palabras.

—Y... ¿Qué hay de tu novio, Jaemin? ¿Crees que sea apto para estar en el equipo? —lo molestó el moreno. Jaemin al escucharlo, le lanzó una mirada de advertencia y sonrió con incomodidad. —Digo, ya que no has dicho ni una sola palabra sobre él... —soltó una risa maliciosa.

¡Maldito sea Lee Donghyuck!

—¿Por qué no te metes en tus asuntos, Donghyuck? —cuestionó fastidiado. —Pero respondiendo a tu pregunta, sí, sí creo que Lucas sea apto para estar en el equipo, ¿contento? —finalizó y el aludido sonrió con satisfacción.

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El partido estaba por terminar y el ambiente se tornó un poco tenso, incluso si sólo fuese un juego amistoso. El equipo de Jeno estaba luciéndose en este último tiempo, dando lo mejor de sí mismos para ganar.

Yuta se desconectó por un momento de su responsabilidad para buscar con la mirada a sus amigos en las graderías. Grande fue su sorpresa de encontrarse con el pequeño pelirosa sentado al lado de su mejor amigo, aplaudiendo adorablemente al compás de las demás personas.

¿Por qué cada vez que lo miraba sentía una calidez dentro de su pecho y unas ganas incontrolables de protegerlo de todo el mal que existía en el universo?

No tenía ni la más remota idea, pero lo que sí sabía era que quería acercarse a él y conocerlo.

"¡Oh por Dios, Chicas! ¡Yuta oppa me está mirando! ¿Será eso una señal?"—dijo una de las chicas del grupo de "acosadoras".

Mark al escucharla, volteó su mirada rápidamente hacia donde estaba el japonés y notó que, en realidad, éste estaba mirándolo a él, lo cual desvaneció su pequeña pizca de celos y causó que se sonrojara hasta las orejas.

«¿Por qué carajos se sonrojaba tan fácilmente con una sola mirada suya?» se reprochaba en su mente.

Los gritos y silbidos en el gimnasio lo sacaron de sus pensamientos, nuevamente. Jeno había logrado desempatar a su equipo con un grandioso tiro en suspensión, una jugada que probablemente le haya ganado automáticamente un puesto en el equipo.

—¡Demonios, eso fue increíble!—exclamó el moreno para después levantarse de su lugar—¡ESE IDIOTA CON NARIZ DE TUCÁN QUE VIERON ENCESTANDO EL MALDITO BALÓN ES MI AMIGO! ¿ME OYEN? ¿ME ESCUCHAN? ¿ME SIENTEN?—gritó, generando carcajadas de sus amigos y de casi todas las personas que se encontraban en el lugar.

—Lee Donghyuck, será mejor que dejes de decir palabrotas si no quieres quedarte aquí castigado por lo que resta de la tarde. ¿Me escuchaste? —le reprendió el entrenador Park, apuntándole con un dedo.

—¡Joder Chanyeol, no seas tan abuelo!—le contestó de la misma forma, jugando con su suerte.

—¡NO ME RETES, DONGHYUCK!—le advirtió y el aludido se sentó de nuevo resignado.—Y soy entrenador Park para ti, mocoso irrespetuoso...—murmuró indignado, terminando de anotar algo en la evaluación de los participantes.

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Después del divertido espectáculo que se montaron Haechan y el entrenador Park, gran parte del público fue desalojando el gimnasio. Johnny y Jaehyun se acercaron a donde se encontraban los demás una vez que habían terminado con sus obligaciones y se habían despedido de su entrenador, mientras que Yuta terminaba de hablar de un asunto con éste último.

Johnny fue directamente donde su novio para darle un dulce beso en los labios y abrazarlo fuertemente, provocando algunas quejas por parte de sus amigos debido a lo empalagosa que era la pareja.

Jaehyun, en cambio, fijó sus ojos en el chico que lo tenía fascinado desde hace mucho tiempo, siempre maravillado ante su gran belleza etérea. Taeyong al darse cuenta de que el chico por quien suspiraba todos los días le estaba observando, no dudó ni un segundo en devolverle la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas. Ambos teniendo un intenso contacto visual que les dejó una chispa por dentro, una desesperada necesidad de acercarse y que pasara lo que tuviese que pasar, lo que sus corazones tanto anhelaban.

Cuando el menor por fin se decidió a dar el paso de acercarse, desgraciadamente para ambos, fue interrumpido por una chica del grado de Taeyong, llamada Jennie.

—¡Jaehyun-ssi! —le llamó con una voz más aguda de lo normal. —El entrenador me pidió que te dijera que ocupaba ayuda con algo del inventario antes de que te fueras. Dijo que sólo sería por unos minutos. —siguió. —Si quieres yo... puedo ayudarte. —se ofreció, sonriéndole de forma coqueta mientras acomodaba parte de su cabello detrás de su oreja.

Taeyong soltó un bufido al escucharla, nunca le cayó bien antes y mucho menos ahora. La tipa era una sin vergüenza y una arrastrada cuando se trataba de Jaehyun. Siempre interrumpía en el momento menos indicado y pasaba pegada a su chico, no tan suyo por ahora, como una maldita garrapata.

Jaehyun maldecía en sus adentros la inoportuna interrupción, mas no le quedó de otra que obedecer a su entrenador. —¡No es necesario que me ayudes, noona! —negó la oferta de la chica respetuosamente. —¡Puedo hacerlo solo, gracias por avisarme! —agradeció para luego mirar al mayor una vez más e irse por donde vino.

La chica no quedó contenta con la respuesta y Taeyong festejaba en su interior su rechazo. Si él no pudo estar con Jaehyun, pues al menos que la culpable de aquello no se saliese con la suya.

El canadiense, por su parte, fue el único testigo de la interacción que hubo entre su amigo y Taeyong hace un momento. No podía creer lo tontos que eran al no darse cuenta de que ambos se gustaban con la misma intensidad, por lo que se prometió a sí mismo que cada vez que pudiese, les daría un empujoncito.

—¿Mark Lee? —preguntó de repente el dueño de sus recientes sueños y suspiros, siendo ésta la milésima vez en el día en la que alguien lo sacaba de sus pensamientos. —¡Qué sorpresa verte por aquí! —le sonrió dulcemente y el mencionado estaba que se derretía por semejante sonrisa.

—H-Hyung, ¿qué tal? —le sonrió de vuelta con sus ojitos brillantes y el japonés le hizo una seña con su dedo para que se sentase a su lado en la primera fila.

Mark sintió que su corazón se saldría de su pecho en cualquier instante, mas luego recordó a la tipa que hace un rato no dejaba de hablar de su hyung, quien por cierto aún seguía allí, y decidió dejar a un lado su timidez y sentarse junto al chico para entablar una amena conversación.

Por otro lado, Haechan y Taeyong se miraron entre sí, confundidos por la tan inesperada interacción entre sus mejores amigos.

—¿Desde cuando esos dos se conocen y se tienen ese tipo de confianza? —le susurró el mayor al moreno.

—No tengo ni puta idea—le contestó bajito—Pero observémoslos en silencio...—sugirió y el mayor asintió.

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Yuta estaba encantado con el pelirosado a su lado. No se había equivocado cuando dijo que el chico era completamente adorable y además de eso, era una persona muy agradable, divertida e interesante. Entre más conversaba con él, más ganas le daban de conocerlo.

—¿Entonces eres un caso perdido en los deportes que no sean el baile? —le preguntó con una sonrisa de lado.

—Así es. —contestó con una risita. —De hecho, una vez intenté jugar al fútbol en mi antigua escuela de Canadá.

—¿En serio? ¿Y qué pasó? —preguntó nuevamente, intrigado.

—Cuando me pasaban el balón no podía ni siquiera moverme bien, siempre me caía y me raspaba las rodillas...—relató, haciendo un puchero—Luego cuando me tocó hacer un tiro libre...Dios, era tan malo hasta para patear un maldito balón, que al intentarlo le di tan fuerte, que salió literalmente volando hacia la entrada donde el entrenador se encontraba y pues...el balón le pegó en la cara y le provoqué una fractura severa en la nariz.—finalizó, tapándose el rostro con las manos por la vergüenza.

Yuta no paraba de reírse, contagiando a su vez a Mark quien se sentía en el cielo al escuchar su risa.

—¡Has mejorado por completo el día de mierda que tuve hoy, Makku! ¡Te lo agradezco! —suspiró suavemente una vez que se recompuso para luego acariciar el cabello de Mark con delicadeza.

—No se qué te habrá pasado hoy pero... —sonrió de lado. —¡Me alegro mucho de haber mejorado tu día, hyung! —dijo con dulzura y el japonés se sintió tan cálido, tan bien.

—Dios, Makku...¿por qué eres tan lindo?—le miró con adoración y las mejillas del canadiense adquirieron un intenso color carmesí—¿Me darías tu número?

—¿Q-Qué? —preguntó incrédulo.

¿Acaso escuchó bien? ¿Yuta le pidió su número de teléfono? Oh-Por-Dios, ¿para cuando es la boda?

—¡Tu número de teléfono, Makku! —se rio por la ternura del canadiense. —¿Me lo das? —puchereó y le hizo ojitos de perrito.

Okay la boda se cancela. Que alguien organice su funeral porque este hombre lo va matar en cualquier momento.

—¡C-Claro, hyung! —Mark tomó el celular de Yuta con sus manitas un poco temblorosas y digitó su número para que el mayor lo agendara. —¡L-Listo!

—¡Genial! Te escribiré más tarde, ¿de acuerdo? —musitó contento y el menor asintió, aún sin poder creer lo que le estaba sucediendo. —Taeyong y yo nos tenemos que ir ya pero me encantó hablar contigo.

—¡A mi también, Yuta hyung! —le sonrió y el japonés le devolvió la sonrisa para después despedirse del resto de sus amigos y marcharse del lugar junto a Taeyong.

Mark estaba feliz, o bueno, eso hasta que volvió a la realidad en la que su mejor amigo, quien estaba con sus piernas cruzadas y las manos entrelazadas, lo estaba observando fijamente con una sonrisa socarrona.

Demonios, ahora sí que ya no tenía escapatoria...

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Hasta aquí el capítulo! ≧❀‿❀≦
Para el próximo tardaré un poquito más en actualizar porque la verdad este me dejó agotada jaja

Pd: Les dejo este hermoso gif de Taeyong y Mark en los ISAC para que se imaginen al Markitos mientras aplaudía adorablemente en el partido de baloncesto.

TA CHIQUITO!!! 💚😭

En fin, espero que les haya gustado! No se cómo me habrá quedado...duré horas editándolo porque no me sentía conforme con el resultado pero quiero que sepan que se los escribí con mucho cariño!💗😔

Si ven algún error o tienen recomendaciones, no duden en comentar o escribirme! uwu
Sin más que decir, cuídense mucho y tomen mucha agua! (っ◕‿◕)っ♥︎

Key♡