🍪 Capítulo 97 🍪

Bae Zia era una chica como todas, no era una víctima de bullying ni una cerebrito, mucho menos una popular de su escuela. Era simplemente una chica, pero era todo para Park Jimin.

No era una novedad que alguien supiera que a un chico le gustaba una chica; era una novedad que a un chico le gustara una chica ciega.

Zia había nacido con una enfermedad en su capacidad visual llamaba: Amaurosis congénita de Leber (LCA por sus siglas en inglés), la cual le generaba ceguera en ambos ojos desde sus primeros meses de vida.

Pero, a Jimin eso era lo que menos le importaba. Porque el veía hermoso todo lo que ella era, él creía que era la chica más hermosa que jamás había visto, a pesar de haber salido con una chica antes.

Ella estaba en su instituto de danza contemporánea, a pesar de ser ciega, era muy buena. Sus movimientos se comparaban a otras mujeres que habían marcado la historia coreana por su talento en el baile. Pero, a menudo le decían que era una niña mimada que solo estaba ahí porque sacaba de apuros a la escuela con sus deudas.

Bueno, —contestaba ella pago lo que tu no pagas, niña.

Ella creía que el bullying afectaba si tu le dejabas hacerlo. Si te victimizas con lástima y esperas a que alguien te defienda te tragan viva, pero si te levantas y defiendes puedes cuidar tu orgullo. Eso era lo que Jimin amaba en ella.

Zia tenía bien claro que nunca iba a casarse, y menos por ser ciega. Es por eso que sus regalos eran dildos, consoladores y vibradores, todos por su hermanastra mayor, a quien amaba como si fuese su madre, quien estaba en un yate con un millonario árabe.

Su familia era integrada por su padre Lee Seungyol (quien era ciego, pero sumamente apuesto y de atrayente figura), sus dos hermanastras mayores: Joo Lily y Joo Hayoung y finalmente su madrastra Joo Hyori. Ella poseía el apellido de su madre, pero no era despreciaba por su madrastra, solo por una de sus hermanastras: Hayoung, quien le envidiaba su trasero.

Sus padres contrajeron matrimonio al caer enamorados, pero los padres de la señora Joo lo odiaban creyendo que había ganado lástima de su hija. Su padre a menudo le alentaba a buscar amigos y ser feliz, sobre todo haciendo lo que le gustaba: bailar.

Jimin era su mejor amigo, a quien conoció luego de hacer una presentación de La Cenicienta juntos. Se llevaban de maravilla, y más por su increíble química. Jimin siempre la espiaba en secreto por las tardes, verla darse auto placer, le encantaba.

Hasta que un día quiso salir de su escondite: la ventana de la habitación. Con cuidado abrió esta tratando de no hacer ruido.

— ¿Te aburriste de ver? —Habló Zia con una sonrisa.

— ¿Z-zia? —Trastabilló el chico, sus mejillas comenzaban a tornarse rosadas.

La imagen de su mejor amiga con un dildo en cada entrada sentada en la cama lo ponía nervioso. Y a ella le ponía de nervios que él estuviera en su habitación, pero no quería que se fuera aún.

—Yo, uhm, —Jimin no podía apartar la mirada de sus entradas goteando de fluidos— d-debo irme...

— ¿Quieres ayudar... me? —Zia gimió un poco con la intención de que Jimin aceptara su atrevida propuesta.

— ¿Y-yo? —Jimin sentía su erección restregarse en su pantalón— P-pero, tus padres...

—No están. —Zia se levantó de la cama algo incómoda.

Cada milisegundo que pasaba lo ponía cada vez más nervioso, ¿qué pasa si su padre entra y nos ve?, ¿y si alguien viene?, ¿y si ella me odia?, su cabeza se inundaba de preguntas sin respuesta. Ella era hermosa para él, a pesar de que muchos decían que estaba pasada de peso.

Él la ayudó a sacarse los dildos con cuidado, y ella se encargó de besarlo y hacer todo lo que ella se aguantaba al no tener a alguien a su lado: besarlo y acariciar sus mejillas.

Hasta que él comenzó a masturbarla con gentileza. Y así comenzó, ella lo masturbó igual, sin llegar a tener sexo. Porque ambos creían que eran demasiado jóvenes, tenían 9 y 15, algo totalmente ilegal, pero hermoso para ambos...

🍩

—Entonces tuvimos que dejar de vernos porque estaba de trainee en Big Hit, pero seguíamos hablando lo mensaje y llamadas. —Continuó Jimin con una sonrisa— Finamente volví a verla en el 2018 y decidimos hacer lo que las parejas normales hacen, salir a citas y esas cosas.

—Pero, obviamente ahora yo soy la que lo pone. —Zia sonrió abrazando a Jimin— Ya pueden quitarse sus condones cerebrales.

Estaba helado por la historia de Zia y Jimin, tanto que hasta había ignorado que nos habían servido pastel de chocolate como postre.

—Entonces Jimin es peor que Namjoon hyung. —Comenté haciendo que todos estallaran en risas— ¡Es que es cierto!

—Solo come. —Eun Bi acarició mi mejilla.

🏊

—Vamos, todos ya están en la alberca, ¿me vas a dejar sola? —Eun Bi seguía intentando que cambiara de opinión.

¿Qué pasaría si los chicos se dieran cuenta de que soy un pasivo por las marcas que dejo Eun Bi por todo mi abdomen, espalda y cuello? Estaba tan nervioso que creí que se burlarían de mi por no encajar en su concepto de "hombre". Apreté mis labios al ver que Eun Bi ya estaba lista para meterse a la alberca.

— ¿Y si las ven? —Pregunté a Eun Bi tratando de que me diera ideas.

— ¿Y? No importa, no deberían burlarse, y tampoco deberías avergonzarte, siento que te arrepientes de lo que hicimos. —Noté algo de tristeza en su voz.

—No, bebé, nunca me arrepentiría. —La abracé.

—Entonces, ¿qué es más importante? —Se soltó de mi agarre— ¿Tu reputación de bad boy o demostrar que eres diferente a ellos? 

Estuve en silencio por unos segundos. Ella meditó en lo que había dicho, suspiró acariciando mi cabello seguido de mi meilla. Sonrió, esa era mi hermosa novia, ¿cómo iba a avergonzarme de sus marcas en mí? 

—Perdona, no te obligaré a que hagas algo que no quieras. —Acarició mis mejillas con ambas manos— Solo, ponte algo que cubra bien tu cuello, y una camisa negra para que no se transparente.

—Te amo, ¿te lo he dicho? —Sonreí.

—A veces, —Eun Bi besó suavemente mis labios— pero, deberías decirlo más seguido.





Omaigaa, me tardé un chorro
en esto :v, por cierto, no sé
si hacer un lemon de jk y sb,
leo sugerencias 🌚

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