—Ya podemos irnos. —Mi hermano entró a la habitación— ¿No tienes algo que decirme, Sophia Cher Chwe?

—No sé de que hablas. 

—Ambos son idénticos. —Rió, se sentó a mi lado— ¿Por qué no me lo dijiste?

—Ni a mí. —Jihoon entró a la habitación cerrando la puerta detrás de él.

—Creí que me matarían, además, ya saben como es Seungkwan, se habría desmayado en menos de dos segundos.

—Pero, ¿realmente solo por eso?

—Bien, —dudé un poco en decirlo— Suga no usó globito.

— ¡Lo mataré! —Hansol se levantó de la camilla— ¿Ahora qué?

—Vernon tranquilo, —Jihoon hizo que se volviera a sentar— ella es estéril.

—Lo sé, pero, ¿y si…?

—No, hice 3 pruebas y todas son negativas. —Sonreí.

—Hubiera preferido que uno de los chicos fuera tu novio, —se lamentó Hansol— así no estaría tan preocupado, incluso pensé que tu y Jihoon serían algo.

—Yo fuí quien quise hacerlo, —me encogí de hombros— no lo sé, supuse que me perseguiría y si lo hacía me casaba con él. Así que ahora cumple.

— ¿En serio te casarás con él? —Jihoon se cruzó de brazos.

—Sí, además, si quiere el divorcio algún día, me dará ¾ de sus bienes y sus canciones pasarán a mi propiedad, incluyendo sus colaboraciones.

—Eres astuta, —Hansol me abrazó— no hay duda de que eres una Chwe.

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— ¿Quieres cenar? —Jungkook me despertó.

—No tengo hambre, cierra la puerta cuando salgas. —Me acomodé dándole la espalda, no podía verle a la cara sin tener pensamientos impuros.

— ¿En serio estás bien?

—Lo estoy. —Levanté mi pulgar.

Entre en pánico cuando se acomodó detrás de mi rodeando mi abdomen con sus brazos, su deliciosa fragancia, ¿cómo no la había notado antes?, había hecho ejercicio debido a las venas que sobresaltaban de sus brazos, Eun Bi tienes que calmarte… no, ¡él debería calmarse! Puse mis manos sobre sus brazos. Jungkook es muy alto, así que mis pies ni siquiera tocaban los suyos, era tan tierno ver la diferencia de nuestra estatura. Estaba dispuesta a decirle que pasaba.

—Jungkook-ah. —Apreté mis labios al escuchar un quejido como respuesta, me voltee quedando frente a su rostro, su mirada clavada en mi hacía que los nervios invadieran mi ser— Yo…

— ¿En dónde está mi pequeña nuera~? —La madre de Jungkook había llegado, ambos volteamos a la puerta al escuchar que esta se abrió.

Me levanté a abrazar a la señora Jeon, quien estaba muy contenta de vernos, así fue como me libre de una conversación vergonzosa, bueno, pensé, lo intenté. La cena fue larga y ruidosa, de alguna manera pude disfrutarla, aunque me inquietaba no poder hablar de lo que había pasado y de lo que pensaba con Jungkook.

— ¿Estarán varios días? —El señor Jeon llamó la atención de todos.

—Solo una semana, —Jungkook respondió— también iremos con los Hwang.

— ¿Tu madre ha estado bien? —La señora Jeon parecía preocupada.

—Ella está bien, solo quería pasar a verla, —sonreí— lamento que no nos vayamos a quedar más tiempo, espero incomodarles.

—Oh, está bien, pueden venir cuando quieran. —El señor Jeon sonrió.

—Mamá, iré a la cama. —Jun Byeong se levantó— Buenas noches, hermano, cuñada, mamá y papá, mañana iré al trabajo desde las 6.

—Descansa, hijo. —La señora Jeon sonrió.

—Nosotros también, —Jungkook se puso de pie tomando mi mano— ¿van a salir mañana? Quería salir con Eun Bi.

—Aish, niño, no nos pidas permiso, —la señora Jeon se levantó— ustedes hagan lo que hacen normalmente, no nos pidan permiso.

Nos despedimos con risas y un "buenas noches". Mi cabeza estaba muy cargada por mis pensamientos, ahora solo quería dormir. Me arrojé a la cama como una tortilla al comal, Jungkook comenzó a reír. Me quite los zapatos y me metí entre las sabanas. 

— ¿No te vas a poner la pijama? —Me tocó el hombro varias veces.

—Tengo sueño. 

— ¿Estás muy cansada? 

—Sí.

— ¿Mucho? —Era extraño que insistiera.

—Si, mucho.

—Bueno, hoy no. —Se recostó a mi lado— ¿Me darás mi beso de buenas noches?