—Excelente, es hora de que te saque de ahí. —Benji hizo que me sobresaltara.

La puerta de la habitación se abrió, él estaba ahí. A pesar de que había guardado una enorme fobia hacía él, ahora lo veía como alguien indefenso, creo que había aprendido a ser valiente gracias a mis amigos, y, claro, a Netflix.

—Me aseguraré de que no huyas. —Me esposó junto a él, sonreí al ver que mi mano podía salir por el agujero.

—No puedo huir de todas formas, ni siquiera sé en donde estoy exactamente...

Su casa era muy lujosa, tanto que parecía un palacio real, lleno de cuadros, plantas, adornos de oro, esculturas, una de las cuales era yo... ¡yo estaba esculpida en oro puro! Sin duda era un psicópata, sobre todo porque en la escultura posaba como una diosa griega.

—A propósito, quería preguntarte una cosa, ¿de dónde sacaste el dinero para hacer todo esto?

—Mis padres tienen una fortuna, y me dan dinero todos los días con la condición de que no revele que ellos son mis padres. —Sonrió.

—Vaya. —Apreté mis labios.

Intenté memorizar todo, la habitación rosa estaba al final del pasillo, el pasillo de puertas misteriosas llevaba a la puerta principal, la cocina, el baño... Todo me resultaba familiar de alguna forma, recuerdo haber escuchado o visto algo en el pasado acerca de esta casa. Entramos a una habitación, estaba vacía, lo único que había en ella era una puerta en la pared izquierda y un sofá amplio observando hacía una pared de la cual colgaban cadenas, me detuve... Me hice una idea de lo que haría, y no pensaba dejarme.

—Tranquila, —sonrió— eso no es para ti.

—Creí que habías cambiado...

—Y lo hice, —se puso frente a mi tomando mis manos con delicadeza— pero, no voy a dejar que quién nos hizo sufrir a ambos vaya por ahí como si nada, ¡Hyun Jin!

La puerta se abrió, un chico entró junto con Sophie, la hermana de Hansol Chwe. Él tenía razón, por culpa de ella habían pasado muchas cosas malas, básicamente solo había arruinado todo al aparecer en mi pasado y por haberle dicho eso a la novia de Benji, por su culpa había sufrido tanto hasta ahora. Incluso le había roto el corazón a Yoongi, una parte de mi decía que ella se merecía lo que le fueran a hacer. Pero otra decía lo contrario. Estaba dividida. Benji me esposó ahora al sofá, el cual tenia una argolla en el costado.

—Es probable que huyas, pero tienes que quedarte hasta el final de este espectáculo. —Sonrió— ¿En dónde está el público? ¡Yee Na~!

Una chica entró jalando una cadena sonriente, Yoongi, Hansol, Jimin, Jungkook y Zia, todos estaban encadenados de sus manos. La chica unió la cadena a otra que colgaba de la pared derecha, esa chica era realmente extraña, vestía como una princesa bailarina.

—Eun Bi, te presento a Yee Na, mi hermosa amiga que cree que vive en un mundo de fantasía debido a su enfermedad, es bonita, ¿no?

—Hola. —Saludó alegre, me compadecí de ella.

—Ella es la mejor animadora y bufón que puedo tener, siempre me saca una sonrisa...

—Deberías casarte con ella. —Lo interrumpí.

—Cuando él termine de esto lo hará. —Comentó Yee Na dando brincos y riendo.

—Si, como sea. —Benji le hizo una seña— Hermosa, por favor empieza.

—Oh, sí, sí, sí. —Yee Na salió corriendo de la habitación para volver con una bandeja— Que comience el show~

Destapó la bandeja, objetos extraños que jamás había visto en mi vida. Sophie fue levantada por Hyun Jin, quien la encadenó a la pared, ella apenas podía alcanzar el piso. Benji no borraba la sonrisa de su rostro.

—Sea lo que quieras no lo tendrás, Benji. —Hansol dijo algo molesto jalando las cadenas tratando de librarse.

—Hyun Jin, haz que Sophie lamente haber nacido y haberme hecho mi vida un infierno.

No podía creer que estaba a punto de ver como torturarían a alguien. Mi mirada chocó con la de Jungkook quien estaba desesperado por librarse de las cadenas, era horrible tener que verlo así.