- Aquí está bien. –Señaló la cama, era la antigua habitación de Jun.

La puse lentamente en su cama, la tapé con su edredón y removí los cabellos que bajaban hasta sus labios, no creí que se sentiría cómoda con cabellos en su rostro. La levanté levemente para quitarle su dije y gargantilla, volví a acomodarla con cuidado. Vernon me observaba como si fuese a hacerle algo.

- Te prepararé un café. –Dijo sin expresión.
- Sin azúcar, por favor. –Le indiqué antes de que saliera por completo de la habitación.

Me puse a explorar su habitación, tenía muchas cosas; álbumes de distintos artistas americanos, ropa vieja, collares, anillos, maquillaje y cosas de niñas. Una de las fotos que colgaban de su pared llamó mi atención, estaba ella junto a un chico de aspecto extranjero, era blanco con cabello negro y buen físico. Jun sostenía un ramo de flores mientras lo abrazaba. En el escritorio había una libreta junto a una caja, la pequeña caja tenía photocards de Jimin y mías, un llavero de Shooky y una carta. No quise abrirla. Tomé una de las photocards, era del álbum 'Love Yourself: Her'. Sonreí al ver que detrás había un corazón hecho con pluma. Antes de salir pude notar algo familiar en la puerta, levanté el póster de Seventeen, había un póster mío, debajo estaba mi firma y una nota.

"Min Yoongi, voy a demandarte, eres muy malo~"

Sonreí sonrojado. Salí de su habitación luego de arreglar un pequeño problema. Me senté junto a Vernon en el desayunador, no despegaba su mirada de mí. Sonreí después de darle un sorbo al café.

- Déjala ir, hyung. –Dijo sin expresión– Jun es una niña, tarde o temprano se aburrirá de ti, te lastimará y le tendrás odio, quiero evitar que pase eso.
- Nunca en mi vida he experimentado el amor, –sonreí observándolo fijamente– quiero saber lo que se siente amar y ser amado. Sinceramente, me veo casado con Jun en un futuro, exactamente, hasta que cumpla los 18 años. No pienso dejarla fácilmente.
- Lamento decirlo, pero, todos los que han querido tener algo serio con Jun han dicho eso. –Se cruzó de brazos.
- No soy un cualquiera, lo sabes muy bien. Sabes que no soy de los chicos que caen a los pies de una chica de la noche a la mañana...
- Jun había estado enamorada de otro chico, –me interrumpió– ese chico sirve en el ejército, después me di cuenta de que era pasajero. Ella seguía hablando de ti, lo que prueba que su amor por ti es muy fuerte.
- Así debía de ser, –sonreí– esa es mí niña.

💡

- Bailas muy bien, Junnie. –Jimin me elogió mientras bebía agua. Me observaba sonriente.
-

Chim, no tengo dinero. –Reí.
- Tengo una duda, ¿tus fans no se enfadaran de que haya mucho contacto físico en la coreografía?
- No, es sólo trabajo. Mis fans no son así.
- Quiero ensayarlo una vez más, el paso en donde te abrazo por detrás y te levanto. No estoy seguro de que sea fácil hacerlo en todas las presentaciones.
- No te preocupes, le digo a alguien más que lo haga.
- No. –Dijo sin expresión.

Me puse frente a él, se suponía que diría mi línea y me levantaría mientras yo hacía distintos movimientos con los brazos. Me levantó mientras yo hacía los distintos movimientos, eran suaves, como si fuera una pieza de baile contemporáneo. Me bajó lentamente después de haber terminado.

- Jimin, puedes soltarme, ahora. –Le ordené.
- Perdona. –Me soltó inmediatamente.
- Deberías dejar de ser un puerco, –dije cruzando mis brazos– ¿te lo han dicho?
- Nunca, señora Min. –Sonrió.