🍪 Capítulo 25 🍪

Terminó el concierto. Estabamos agotadas, el manager nos felicitó y nos abrazó. Las lágrimas caían por nuestros rostros, haciendo que se mezclaran con sudor. Maquillaje muerto. Sin duda, uno de los conciertos más sentimentales y emotivos que habíamos tenido a lo largo de las giras. Gracias a las grabaciones del programa podría volver a Seúl. Jungkook me esperaba junto con las cámaras en el aeropuerto. "Welcome, honey!" decía el cartel que sostenía con una sonrisa. Me entregó un ramo de flores y besó mi mejilla luego de abrazarnos. Por dentro sentía su cuello en mis manos.

- ¿Cómo estuvo? –Preguntó mientras caminábamos tomados de las manos directo a la salida. Sonreí recordando a las fans con lágrimas en sus ojos.
- Fue hermoso, uno de los mejores conciertos que hemos dado. Incluso vi a alguien de mi infancia, bueno, juventud. Hace mucho que no escuchaba de él. –Entré primero a la camioneta del manager. Los chicos esperaban adentro. Todos saludaron igual.
- Felicidades por su concierto. –Dijo Taehyung con una sonrisa.
- Gracias, estuvo increíble. –Limpie las marcas de lágrimas con una toallita húmeda.
- Lo vimos, me encantaron las presentaciones. –Dijo Jimin sonriendo, apenas se veían sus ojos. Reí, creo que ni siquiera me estaba mirando.

El camino no era el mismo. Supuse que iríamos a comer, no había comido desde hace casi 9 horas. Se hacía de mañana, el sol comenzaba a salir lentamente. Las cámaras seguían detrás, ya ni siquiera notaba cuando había o cuando no. Nos detuvimos frente a un edificio de departamentos, eran bellísimos. Bajé después de Jungkook, la maleta la bajó él. Se despidieron y se fueron... Rayos. Ahora entendía lo que pasaba.

- Vamos, quiero es que esté más arriba. –Señaló el pico del edificio.
- ¿Compraremos el departamento?
- Sí, el programa nos dijo que empezaríamos a grabar desde hoy, aunque creo que sería muy apresurado tener que comprar ya el departamento.
- Demasiado, diría yo.
- Aún así, no podemos hacer esperar a nadie. –Me tomó de la mano.

Claro, un día quieres matarlo y el otro te encuentras casada con él tomados de la mano frente a una cámara. Odio mi vida. Entramos al departamento luego de hacer papeles y esas cosas, el departamento más alto estaba disponible. Todo estaba acomodado, la sala y la cocina estaban llenas de cosas, adornos de fotos y cosas así. Un marco sostenía la foto de nuestra "boda", quise arrojarla por la ventana al verla. Me senté en el sofá.

- Wah, es realmente bonita. –Sonreí.
- Yo la acomodé, obviamente no había firmado la papelería completa, por eso tuve que terminar, pero Jin hyung me ayudó con la cocina.
- Lo sospechaba, tu no sabrías la diferencia entre el ramyun y la comida. –Reí.
- Bueno, al menos podrás enseñarme a cocinar. –Se sentó a mi lado.
- No sé cocinar. –Comencé a reír cubriendo mi rostro. Era un desastre de "esposa".
- Los dos aprenderemos, no te preocupes. –Una palmada en la cabeza... ¿soy un perro?

Básicamente estuvimos hablando del concierto y de lo que ellos hicieron mientras no estuve, creo que habían grabado cuando Jungkook acomodó todo. Nos preparamos para ir de compras, tenía ganas de carne, pero obviamente él cocinaría. O podría secuestrar a So Jung y traerla para explotarla como cocinera, ¡buena idea!

- Hice una lista de lo que lleva. –Dijo mostrándome su celular.
- Sí, ¿debería leerla?
- No, creo que está bien. Pero leela de todos modos. –Sonrió.

No estaba mal. Salimos del edificio, era incómodo tener que estar dentro del ascensor con cámaras a centímetros de mi cara. Sentí el tacto de Jungkook en mi mano, no quería tomarla, era algo realmente extraño para mí. Tener que hacer cosas que hago con Yerin, solo que esta vez con Jungkook, ¿no podría ser alguien más? Alguien a quien no odiara. En todo el camino tuvimos que caminar tomados de las manos, entrelazó los dedos entre los míos, hice lo mismo sin decir nada. Recordé a Irene.

- Jungkook...
- Ya llegamos. –Me interrumpió.
- Ah, no me había dado cuenta. –Solté su mano para correr por un carrito.

¡No! No puedo hablar de eso en el programa, tendrá que ser más tarde. Creo que la grabación se acaba a las 10 o 11. Ambos entramos al supermercado, rayos, había olvidado mi cubre bocas. Jungkook me puso uno suyo. Su olor, era como... no sé, ¿fragancia? Ese perfume de Lotte Duty Free.

- Necesitamos vegetales. –Salí de mis pensamientos.
- Creo que deberíamos ir por secciones.
- Buena idea. –Me señaló.

Irene, el olor y Yoongi. Tres cosas que evitaban que me concentrara en las compras, aún no conocía muy bien a Jun, tampoco sabía en que había quedado Taehyung con Yerin, aunque creo que bien porque Yerin no se despegaba del celular en el concierto y Irene. No creo que haya tenido las agallas de quejarse con la agencia de lo que había pasado, no tenía ningún motivo para hacerlo. Pero, Jungkook había estado ahí, ese era el mayor problema. Sin darme cuenta, ya estábamos en el departamento de nuevo. Seguía las órdenes de Jungkook sin decir nada. Cortar nabos, cebolla y papas. Me hablaba de la cocina de su madre, yo asentía finjiendo estar escuchando.

- Iremos a visitarla mañana. –Dejé caer el cuchillo.
- ¿Qué? –Mi dedo comenzó a sangrar.
- ¡Eun Bi! –Jungkook estiró mi mano frente a la llave, el agua cayó en mi herida. No era el momento de quejarse de una cortada... ¡iría con su mamá!




¿Cómo ser una niña buena frente a la suegra en 1 día? 

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