Dedicado a todos aquellos corazones que son de oro y que jamás se han roto. Gracias por ser tan fuerte.

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Así fue como el corazón de Hoseok no se rompió.

A veces lo peor que nos pasa es lo mejor que nos pudo haber pasado.
Todo lo que te ha pasado no es porque mereces que tu vida sea un cúmulo de desgracias. Por el contrario, todo lo que pasarás a lo largo de tu vida te hará una persona fuerte, eso es justamente lo que mereces: Ser fuerte.

Por eso tu corazón no está roto.

Por eso el corazón de Hoseok no está roto.

Hoseok decidió dejar a Taehyung.

Hoseok amaba a Taehyung, y siempre lo haría, pero sabía que no podía seguir a su lado. No era sano y estaba seguro que tampoco era sano para el rubio de alguna manera. Le tomó tres años darse cuenta que lo que estaba haciendo de alguna manera no estaba bien. Él no era feliz y tampoco lo era Taehyung.

Solo el pelirrosa tenía el poder de asegurar su corazón con láminas de acero. Era más fuerte que nunca, e incluso era más hermoso, porque Hoseok siempre fue hermoso.

Todas las personas que aman son hermosas.

El amor te hace alguien hermoso.

Si te hace sentir lo contrario, entonces, no es amor.

Luego de aquella noche en la que Taehyung volvió a llegar tarde, Hoseok se fue dejando todo lo que lo había lastimado atrás. Es como si por cada paso que daba lejos del rubio su corazón se volvía más fuerte.

Hoseok era más fuerte y hermoso.

Solo que no podía estar con Taehyung.
Aún lo amaba, solo que tenía la plena conciencia de que no podía quedarse allí. Solo él sabía de lo que Taehyung era capaz si se quedaba pero también sabía lo que significaba si se iba.

Hoseok logró terminar la universidad junto a su mejor amigo que, unos meses después, le pidió que fuese su padrino de boda. Hoseok estaba orgulloso de su mejor amigo por amar a alguien por primera vez ya que antes había tenido relaciones terriblemente cortas y absurdas. Yoongi también estaba orgulloso de su mejor amigo que logró escapar para poder ser feliz y amar sin llorar.

Las marcas en la piel de Hoseok con el tiempo se desvanecerion (al igual que las marcas que había en su corazón).

Cuando logró conseguir un mejor rango en la empresa de su tío, descubrió que ofrecían varios programas de ayuda y por primera vez en varios meses se permitió a él mismo recordar a Taehyung.

Llamó a la hermana de Taehyung para poder contarle lo que pasaba por su mente. Cuando ella contestó la llamada se quedó sorprendida ya que él casi nunca había hablado con ella. El rubio no se lo tenía permitido, pero ahora que no estaba bajo su mandato, aprovechó su libertad para poder llevar a cabo su plan. En principio no planeaba contarle todo pero de alguna manera tuvo que hacerlo. Ella empezó a sollozar cuando él le contó sobre la primera vez que el puño de Taehyung rozó su mejilla y él sólo restregó sus ojos humedecidos ante el recuerdo. Finalmente le dijo que en su empresa había un progama de ayuda para alcohólicos y personas con problemas de ira. Le exigió que se asegurase llevar a Taehyung antes de que tuviera que llamar a su madre, por lo cual Jisoo accedió rápidamente, no quería que ella se enterase del estado en el que se encontraba Taehyung y al igual que Hoseok quería verlo mejor.

Cuando colgó la llamada Hoseok sintió una extraña sensación en su corazón. Sentía pequeñas cosquillas, era como si estuviesen sanando sus cicatrices.

El corazón de Hoseok, tal vez en mucho tiempo, se sentía como si no estuviese roto.

Hoseok empezó una nueva dieta y comenzó a ganar el peso que necesitaba para lucir realmente saludable. Su pancita y su corazón estaban felices.

Sin embargo, a veces extrañaba a Taehyung e incluso soñaba con él varias veces a la semana.

Era imposible borrar todos los recuerdos que había creado junto a Taehyung. Tampoco se molestaba en hacerlo. Amaba recordar esa sonrisa brillante, esos gruesos labrios y la manera en la que siempre su cabello olía a tabaco y canela.

Hoseok aún amaba a Taehyung y siempre lo iba a amar, solo que no iba a poder amarlo en persona, haciendo que su amor se volviera algo platónico y, como todo lo platónico se encuentra en el mundo de las ideas, su amor sería inmortal y eterno.

Luego de un tiempo Hoseok recibió una llamada de Jisoo diciéndole que consiguió llevar a Taehyung a varias citas de terapia y que realmente estaba progresando, de manera lenta, pero lo hacía.

Luego de asistir a la boda de su madre, Hoseok se quedó varias noches en casa para pasar tiempo con sus hermanas. Una noche que no podía dormir fue a la cocina, al rato su mamá también fue para hacerle compañía. El pelirrosa le contó lo mucho que extrañaba a Taehyung, que a veces se sentía estancado y culpable de permitir que Taehyung de hundiese tanto.

Por supuesto, la Señora Jung calló sus palabras diciéndole que él no tenía la culpa absolutamente de nada. Que no debía responsabilizarse por las acciones de alguien más ya que sólo eran responsabilidad de aquellos que la cometían. También le calmó diciéndole que era normal sentirse así ya que el amor no funciona por fecha de caducidad, si amaba a Taehyung estaba bien. Pero merecía ser feliz.

Hoseok también comenzó a  ir a terapia.

Al principio no fue fácil y pensó en no ir en varias oportunidades, pero sabía que era peor si no iba porque comenzaría extrañar a Taehyung y no podía lidiar con eso.

Con el tiempo Hoseok comenzó a tener citas, no era como si buscara una relación estable, solamente quería saber cómo se sentía estar a gusto con alguien que no fuese Taehyung. Porque él solo había amado a Taehyung y no sabía como amar a alguien más.

Hoseok tuvo varias relaciones que lo hicieron muy feliz pero, en el fondo, sabía que no amaría de la misma manera en la que amó a Taehyung.

Una noche estaba esperando una cita en un bar y a su lado vio a un hombre de espaldas sentado, que era similar a Taehyung, y también notó que estaba bebiendo un líquido transparente, por lo que Hoseok asumió que era Vodka.

Cuando el hombre volteó pudo comprobar que era Taehyung.

—¿Me puedes servir un poco más de agua? —el rubio pidió al bartander, quien le entregó otro vaso lleno de agua mineral. Taehyung notó la mirada de Hoseok y le regaló una sonrisa.

—¿Podemos irnos? —preguntó una voz al oído de Hoseok, sabiendo que era su cita. Él asintió y se alejó del rubio quien le guiñó un ojo y movió sus labios articulando un "gracias" que Hoseok logró escuchar.

Y por primera vez Hoseok sintió que su corazón jamás a rompería.

Fin.