Capítulo 2: Let's we forget.

"Conscience is a man's compass."

El amor es un acto hecho de voluntad y egoísmo. No necesita comprobantes, ni devoluciones, solo basta con la intención de vivirlo. Louis intentaba repetirse esa sucesión de palabras de manera constante, mientras se esforzaba por indagar en lo que significa amar a alguien, al tiempo que preparaba su ropa para ir la universidad y su trabajo de medio tiempo en la empresa de su tío.

El castaño lidiaba con el cansancio que le ocasionaba trabajar luego de un extenso día de clases académicas. Pero valía la pena todo el esfuerzo al que sometía su salud física y mental, ya que solo de esa manera podía conservar el apartamento en el que vivía junto a su novio, y asegurar un futuro económicamente estable a su lado.

Cuando terminó de sacar los suéteres de lana de la secadora, encontró una camisa infiltrada de Harry entre ellos. La tomó para luego sacudir las pelusillas de algodón que se encontraban esparcidas en ella, mientras recordaba que esa era la camisa en la cual había vertido té cuando se mudaron al apartamento. En lugar de ordenar lo que se encontraba en las cajas de mudanza, se quedaron todo el día con un pequeño colchón en el piso hablando sobre cualquier irrelevancia, al tiempo que el rizado decidía callar la plática sin sentido de su novio castaño con sus labios.

Harry había sido su primer amor, nunca haba amado a alguien más que no fuese el chico alto de rizos alborotados. Louis solo sabía amar a Harry, no había conocido otro tipo de amor, y en principio pensaba que eso era maravilloso de alguna manera haber nacido para amar a una sola persona, pero ahora su inexperiencia le jugaba en su contra.

Su flequillo descendía sobre su frente cuando los recuerdos de aquella noche en la Harry llegó tarde empezaron a abordarlo. Su piel se erizaba con apenas recordar el sonido de las botas del rizado esa platónica noche en la que llegó tarde, esa platónica noche en la que su corazón no estaba roto.

Louis nunca lo habían engañado ya que su única relación había sido Harry. Por lo que no estaba seguro de cómo debía reaccionar ¿Acaso debía confrontar a Harry? El castaño considero esa idea, pero no la encontraba apropiada ya que su cumpleaños estaba cerca, y lo único que deseaba era pasar un día tranquilo en los brazos del rizado, sin fiestas y amigos, solo ellos dos sintiéndose aburridos y felices juntos.

Louis entró en la habitación esforzándose por no generar el más mínimo sonido. Eran alrededor de las dos de la madrugada, y la razón por la que seguía despierto además de lavar su ropa considerablemente sucia de tres semanas, era que debía terminar un trabajo sobre la competencia lingüística en Gales, que por supuesto recordó hace algunas horas que debía entregarlo mañana precisamente en su cumpleaños, y no tenía escrito ni un mísero párrafo.

Se despojó de su camisa y sus ajustados jeggins negros para quedar solo en unos boxers blancos algo traslucidos. Bostezó mientras se acostaba en la cama junto al rizado que no había llegado tan tarde como el otro día, pero que llegó tarde de todas maneras, con su voz ronca susurrando cosas incoherentes, sus pupilas dilatadas, y un olor a perfume diferente al de la última vez, pero igual de repugnante.

Harry se encontraba de espaldas a él respirando profundamente a causa de la pesadez de su sueño. Louis hesitó entre rodear al rizado con su brazo o voltearse y recuperar el sueño que ya había perdido esa noche.

Finalmente posó su mano sobre la gruesa espalda de Harry quien soltó un gruñido cuando sintió el tacto del castaño sobre su piel.

El rizado se removió para zafarse del tacto de Louis quien frunció el ceño ante la acción de Harry. El castaño continuó en su esfuerzo de conseguir el calor de Harry pero este insistía en alejarse.

-Lou..- Masculló Harry con voz áspera.

Louis continuo ignorando el llamado de advertencia del rizado intentando abrazar el cuerpo de este en forma de gran cucharon, lo cual era una imagen adorable, ya que el muchacho de ojos azules era más bajo que su novio alto y rizos color chocolate.

-Mierda- Bufó Harry acabando con cualquier boceto de ternura que había en aquel momento.

Louis se esfuerza en pretender que lo que acababa decir Harry no significa "Eres un maldito estorbo deja de tocarme" sino que era una simple queja, y tal vez, solo tal vez estaba muy cansado del trabajo y las copas que había consumido esa noche.

-Estoy en mi derecho, Hazz. Casi es mi día- Confesó Louis intentado recordar a su novio de hace varios años, que mañana era su cumpleaños, y que no le había mencionado nada al respeto, lo cual lo entristecía enormemente.

-No es nuestro aniversario- Bufó el rizado volviendo a quedarse dormido.

-No. No lo es- Certificó Louis aun siendo optimista ante la difícil actitud de Harry.

-¿En..tonces?- Preguntó Harry quedando casi dormido.

Louis se quedó varios minutos en silencio meditando si debía o no decir que era su cumpleaños, no quería sonar patético o egocentrista, pero también le lastimaba el hecho de que Harry no recordase algo tan importante para él.

-Es mi cumpleaños- Articuló casi silenciosamente como si estuviese confesando un secreto. Pero Harry se había quedado dormido, sin escuchar aquellas palabras de Louis, quien se le formo un nudo en la garganta cuando no obtuvo respuesta alguna del rizado.

Louis se acercó cada vez más a Harry de manera de delicada y silenciosa para que no despertase. Cuando estuvo lo suficientemente cerca soltó un largo suspiro mientras decidió reposar su rostro en la espalda del rizado. El castaño se maldijo a si mismo cuando sintió que una lagrima caía de su mejilla rozando la bronceada piel de su novio.

Harry no debía saber que Louis se estaba sintiendo así.

Patético.

Finalmente sus parpados comenzaron a sentirse pesados al tiempo que rogaba que el rizado no hubiese sentido esa lagrima, y se quedó dormido en un infinito de sueños donde todo lo que no se encontraba en orden encontraba coherencia y simetría en un mundo que solo Louis podía ser feliz. Pero que lamentablemente no existía.

[...]

El calor del sol de la mañana empezó a rozar sus mejillas, quejándose ante la asquerosa sensación de sudor en la mañana, sacó su celular de la mesa de noche que se encontraba a un lado de su cama.

Observó la hora en su pantalla notando que era malditamente tarde, y que aún no había impreso ese maldito trabajo de lingüística.

Volteó su rostro para notar que Harry ya se había ido, pero también pudo apreciar que sobre la almohada de este se encontraba una especie de nota en un papel color rosa pálido.

Dio un pequeño salto de emoción y abrió la nota para leerla:

"Querido Lou,

¿Pensaste que lo había olvidado? Sigues siendo tan ingenuo bebé. Nunca olvido las cosas que amo.

Feliz cumpleaños.

Todo el amor, Harry.

PD: Espérame en la puerta de nuestro apartamento a las 8 pm."

Cuando termino de leer la nota el estómago de Louis se llenó de una reconfortante sensación de seguridad y amor. Hasta se llega sentir culpable por haber pensado en la posibilidad de que Harry hubiese olvidado su cumpleaños.

Por supuesto fue un absurdismo de su parte el pensar que Harry lo había olvidado. Louis amaba que sin importar las faltas que cometiese el rizado, este aun volvía a sus brazos para brindarle paz, o algo parecido.

Se levantó de la cama mientras colocaba su teléfono en aleatorio de su clásico playlist de cumpleaños. Caminó hacia la ducha cantando las canciones más vergonzosas y felices que tenía en su repertorio.

El castaño antes de conocer a Harry no era un gran aficionado del concepto "cumpleaños". Pensaba que era algo egoísta e innecesario, no entendía como su existencia podría significar una celebración, por lo cual el rizado se aseguró de demostrarle a Louis que su existencia tenia valor y significado en este caos llamado universo.

Con la costumbre de hacer su cumpleaños un día para sentirse egoísta y feliz quería hacer sentir orgulloso a Harry. Lavó bien su cuerpo con jabón de vainilla y canela para luego ponerse un skinny jean negro y un suéter realmente holgado para su tamaño.

Louis decidió saltarse el desayuno mientras tomaba su cosas para ir en camino a la universidad, ignorando el cumulo de vergonzosos mensajes que ya le había enviado su madre desde la madrugada.

[...]

Louis se encontraba en clases de fonética mientras sus pensamientos divagaban en esa interrogante de la nota que había dejado Harry en su cama. Sintiéndose ansioso por saber a dónde lo llevaría el rizado le envió un mensaje.

"No puedo esperar a que sean las 8.

Te amo mucho.

xx"

El castaño envió ese vergonzoso mensaje sin recibir respuesta alguna del rizado, por lo que bufó molesto hasta quedarse dormido, en aquella clase realmente tediosa y aburrida.

Luego de unos minutos despertó sintiendo un cálido brazo tocar su hombro. Era Zayn, su mejor amigo de la universidad, un muchacho de tez canela y cabello oscuro ladeado hacia su derecha.

-Hey- Masculló entre un largo bostezo el ojiazul estirando sus brazos.

-Feliz cumpleaños, amigo- Felicito Zayn entregándole un pequeño cupcake que se encontraba en una cajita igual de menuda.

-Aww, muchas gracias. No debiste molestarte- Agradeció el castaño revoleteando sus pestañas aun saliendo del trance de ese efímero sueño.

-Sera mejor que lo comas, luces algo pálido Lou- Confesó Zayn mirando con preocupación al chicho bajo que recordó que no había comido desde ayer. Su estómago empezaba a doler, y no podía permitirse lucir así ante el rizado, por lo que tomo con decisión el cupcake sacándolo de aquella caja diminuta.

Zayn le ofreció una tierna sonrisa observando como el castaño comía de manera descuidada llenando su suéter de migajas. Se sentó a su lado mientras hablaban de lo increíblemente aburrida que fue la clase, y que posiblemente era irrelevante para su carrera laboral en el futuro. Compartieron relatos aleatorios de lo que habían hecho días anteriores, mientras el castaño decidió torturar al moreno con su lista de reproducción de cumpleaños. Por supuesto Zayn se vengó de este tomando su teléfono y leyendo todos los mensajes que la había enviado su mamá en voz alta.

Era un sentimiento de paz que le ofrecía la compañía de Zayn tan hermoso que casi podía recordar como el rizado lo hacía sentir los primeros años.

-¿Qué harás esta noche para celebrar? Además de recibir los besitos de tu mami- Bromeo Zayn quien recibió un suave golpe del castaño.

-No lo sé, Harry tiene una sorpresa para mí- Confeso Louis sintiéndose orgulloso.

-Me dan celos ustedes dos. Yo nunca he tenido una relación tan larga, lo más cerca que estuve de eso duro seis meses y no termino muy bien- Habló el moreno sorprendiendo al castaño por sus palabras.

-¿Qué fue lo paso?- Pregunto Louis curioso observando su teléfono para revisar si Harry había respondido su mensaje, pero lastimosamente su buzón seguía vacío.

-Me engañó- Confesó Zayn haciendo que los ojos de Louis se abrieran como platos.

-Lo lamento ¿Le terminaste, no?-

-No, el me termino. Supongo que sabía que yo lo haría de todas maneras, y no quería pasar por ese vergonzoso protocolo al que iba a someterlo- Continuo el moreno viendo como los ojos de Louis se encontraban perdidos -¿Estas bien, Lou?- Preguntó Zayn haciendo que el castaño saliera de su trance.

-Sí, sí. Solo que ya debo irme al trabajo- Dijo Louis tomando sus cosas de manera apresurada –Hablamos luego ¿Vale?-

Louis apresuró el paso mientras sus pensamientos revoloteaban de manera constante y rápida. Se encontraba ciertamente aturdido por aquellas palabras de su mejor amigo ¿Acaso Harry iba a dejarlo? El castaño sentía como su estómago rechazaba esa idea, además del ponqué que se encontraba en él. Revisó su teléfono confirmando que aún no recibía respuesta del rizado, por lo que decidió enviar otro mensaje.

"Debes estar muy ocupado .

No puedo esperar a verte.

Te amo, Hazz.

xx"

Guardo su teléfono al tiempo que llegaba a la empresa de su tío. Este sería un día realmente largo, a causa de una serie de reuniones que tenía pautadas para ese día con unos señores del mercado de Quebet. Rogaba por poder concentrarse en las propuestas que le presentarían, y no en el hecho de que Harry no había respondido ninguno de sus mensajes.

[...]

Louis se encontraba en la puerta del edificio donde vivía junto al rizado, esperándolo ansiosamente ya que no quería hacerlo esperar si llegaba antes. Así que se quedó allí mientras el cielo se formaba con pinceladas de nubes grises. Se sentía abordado por aquellos pensamientos que lo atormentaban desde aquella noche en la que Harry llegó tarde.

Revisó su teléfono de manera inútil porque sabía que no recibiría respuesta alguna. Sin embargo, ahí estaba, con su flequillo colgando y su pulso acelerado. Louis se negaba a pensar que Harry llegaría tarde.

Louis no podía permitirse eso.

Louis no puede tener su corazón roto.

Las horas avanzaban al tiempo que las piernas delgadas de Louis comenzaban a flaquear de pasar tanto tiempo de pie. Se sentía algo ridículo de cómo la gente de la avenida lo observaba ya que había pasado un considerable tiempo allí.

Se colocó sus audífonos que empezaron a reproducir una canción de The Kooks cuando las nubes cedieron a la presión y empezaron a caer unas cuantas gotas de lluvia aleatoriamente.

Don't say that I never moved you

Just because I saw the light before you did

Yes, I know that I never showed you

All the rooms inside of my soul.

Louis escucho la alarma que había puesto en su teléfono avisándole que era las ocho, avisándole que Harry no había llegado, avisándole que su corazón tal vez se sentía algo roto.

Sitting down by the fire

People playing make believe

They say, "can we get a little higher?

El reloj marcaba las nueve con la fuerte lluvia cayendo sobre el pequeño cuerpo de Louis. El castaño sentía como la ropa era pesada y mojada sobre él, sus ojos ya no podían observar nada, no había nadie. Solo aquellas gotas cayendo sobre un mar muerto esperando a que alguien zarpe sobre él.

But I can't stand

An hour break

Another day

So let me make it easy babe

Las once marcaban las manillas pero sus mejillas estaban frías. Louis seguiría allí, esperando por Harry, ya no quería celebrar, solo necesitaba el calor de su pecho, y sus manos acariciando su cabello.

You say you need someone to love you

But it ain't me

Su respiración se había vuelto lenta y calmada. Ahora lloviznaba de manera silenciosa chocando sobre su perfil. Bajo las gotas de lluvia sus lágrimas no se diferenciaban, y es casi como si Louis no hubiese llorado en su cumpleaños.

[..]

Eran las tres de la madrugada, ya no era su cumpleaños, y Harry no había llegado. Se había dormido sobre la entrada del edificio con su cuerpo empapado y aun recibiendo pequeñas gotas de lluvia. Sintió unos brazos enormes recorrer su cintura mientras lo levantaba de aquel frio suelo. El olor de aquella persona cargándolo era familiar y amargo.

Era Harry quien lo llevaba entre sus brazos, desnudándolo sobre su cama para ponerle un caliente suéter de lana, mientras encendía la calefacción.

Louis sintió como el calor regresaba a su cuerpo y observo los ojos de Harry que lo miraban fijamente. No importa cuántas horas había esperado, ya que Harry estaba aquí, dándole calor y paz, pero también dolía notar la marca que llevaba en su cuello, y ese maldito olor a perfume que no era al suyo.

-Buenas noches, Harry- Susurró Louis en un silencioso tarareo cerrando sus parpados para quedarse dormido nuevamente.

En cierto punto de la noche entre el malestar y las emociones explotando como fuegos artificiales en su corazón, escucho a Harry decir un silencioso "Lo siento"

Louis no tenía el corazón roto.

Pero se sentía débil y viejo casi esperando a la muerte.

So I forgive and forget you.

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Hola hermosas lectoras,

Quiero agradecerles por todo su apoyo, y por darle una oportunidad a esta historia. Realmente la escribo por una intención y lección que espero compartir con ustedes.

Amo y leo cada uno de sus hermosos comentarios. Significan un mundo para mí.

Las amo infinitamente por seguir aquí.

All the love as always, G&G.

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