Capítulo 1: Love as roses has spines.
"Find what you love
And let it kill you."
El reloj marcaba casi las cinco de la tarde al tiempo que un joven castaño de 19 años entraba a su estrecho apartamento en el pueblo de Cheshire.
Louis vivía en un pequeño hogar junto a su novio Harry, con el cual llevaba una relación de casi seis años. Su pareja de rizos alargados había sido su primera y única relación desde que tenía 14 años en primer año de secundaria.
Los primeros tres años de su relación fueron casi idílicos. Louis era una infinita quimera de risas y mejillas enrojecidas. Se sentía tan afortunado de contar con el apoyo del rizado, ya que siempre fue algo inseguro sobre el mismo. Pero cualquier pensamiento oscuro se desvanecía con solo sentir la cálida mano de Harry sobre la suya diciéndole que todo iba a estar bien mientras estuvieran juntos.
Sin embargo, al tiempo que crecieron empezaron a cambiar, en especial el chico alto de ojos verdes, encontrando un vicio que lo llenaba más que la compañía del chico bajo, era tan amargo y dulce que ardía su garganta, mientras nublaba su mente, cegándolo de todas aquellas cosas que eran importante para él, haciendo de ellas casi una obligación.
Todas las prioridades de Harry habían pasado a no ocupar relevancia en su vida,
hasta convertirse en pequeños retazos de una obra sin acabar,
Y uno de esos retazos desafortunadamente era Louis.
Harry realmente amaba a Louis. Desde que lo conoció le cautivaron el azul de los ojos del chico bajo, los cuales ocultaba bajo un flequillo para esconderse constantemente, ya que este era sumamente inseguro e introvertido. Por lo que el castaño nunca imagino que una persona pudiese ser capaz de amar a alguien "tan repugnante" según sus propias palabras, hasta que conoció al mayor de rizos achocolatados.
Harry le cautivo esas pequeñas cicatrices esparcidas en la personalidad del castaño, las cuales durante los primeros años de su relación se encargó de sanar. Louis logró mejorar como persona, y ganó algo de confianza, y ciertos kilos que lo hicieron lucir más saludable en comparación a como lucia cuando lo conoció.
Louis estaba hecho para Harry y Harry estaba hecho para Louis. Ante los ojos ajenos parecía ridículo el pensar que su relación pudiese acabar. Ya que ellos rara vez pealaban o discutían. No eran más que una constelación de amor, hogar, seguridad, y paz.
Esas palabras pronto serian desplazadas a causa del rizado, que cayó en una de las peores adicciones, que no solo acabaría con él, sino, con Louis también.
Harry tenía alcoholismo. Un padecimiento que generaba al rizado la constante necesidad de ingerir alcohol. Haciéndole perder el límite de la cantidad que consumía, hasta desarrollar cierta tolerancia a esta droga.
Harry se encontraba dentro de un círculo infinito entre botellas y nicotina. Su temperamento cambio abruptamente a causa de este trastorno. A su vez también su personalidad era inconstante e impredecible que hacía a Louis en muchas ocasiones deprender unas cuantas lágrimas.
El castaño de pancita hinchada lidiaba con el nuevo comportamiento de Harry, a causa de su terrible adicción, pensando que sería algo pasajero, que era cuestión de una etapa que no duraría más de dos meses. Hasta que esas noches en las que el rizado llegaba con un fuerte olor a whiskey pasaron de dos días a la semana, hasta convertirse en algo cotidiano, incluso su dependencia al alcohol era tan fuerte que acompañaba su taza de café con dos tercios de ginebra todas las mañanas.
Louis solo fruncía el ceño y suspiraba en silencioso cuando observaba al rizado cumplir con esa rutina todos los días. A veces se le quedaba observando pensando si su novio estaba consciente de lo que estaba haciendo. Por supuesto, Harry lo notaba tomando el trago de una sola empinada para luego preguntarle si había algún problema, y por supuesto Louis negaba, siempre guardando todo para él.
Pero Louis nunca se atrevería a decirle algo al respecto al rizado, de alguna extraña manera seguía allí. Harry siempre regresaba a lo que ambos habían construido con tanto esfuerzo, y llamaban hogar. ¿Por qué tendría la potestad de juzgar las acciones del ojiverde? Él estaba allí, sin importar cuantas botellas habían rozado sus labios, el olor aterciopelado del alcohol desaparecía con el calor de su cuerpo mientras respiraba pausadamente abrazando el cuerpo de Louis.
Él amaba eso.
Él amaba saber que sin importar este pequeño "defecto" Harry siempre volvería a él.
Él amaba a Harry.
Más de lo que alguna vez podría amarse a sí mismo.
Louis decidió limpiar el apartamento para que su novio lo pudiese encontrar impecable, y así se asomara una sonrisa en su rostro.
El castaño estaba ansioso por ver a Harry, pero sabía que este llegaría a las nueve de la noche, por lo que solo le quedaba acostarse en su cama leyendo mientras recordaba los hoyuelos de su novio.
Luego de unos minutos de lectura Louis se quedó dormido en la página 33 de cierto libro de Bukowski, mientras su mente divagaba entre la realidad y el sueño.
Recordaba todos esos años junto a Harry, su primer beso tan torpe y delicado que terminaron con sus mejillas ardientes. Su primera pelea, su primer orgasmo, y todas esas series de experiencias que compartía con el rizado, y que nada podría borrarlas.
Pasaron las horas, y cuando Louis finalmente despertó eran las nueve y media de la noche, lo cual lo extraño. No solo por haber dormido tanto tiempo, sino que las luces seguían encendidas, y el rizado no se encontraba a su lado durmiendo con su usual olor a alcohol y tabaco.
Louis busco su teléfono entre sus bolsillos para llamar a Harry. Estaba preocupado, su novio siempre iba por unos tragos con sus insoportables amigos, pero se aseguraba de llegar a tiempo, para encontrar a su novio despierto, y no los brazos de Morfeo.
La llamada caía al buzón de mensajes luego de largos minutos de repicar. Louis no se dio por vencido, así que continuo llamando hasta dejar casi 20 llamadas perdidas. Incluso envió un excesivo número de mensajes a Harry preguntándole si estaba bien, cuando regresaría a casa, y que lo extrañaba demasiado.
Louis a causa de la inseguridad que había logrado manejar en el transcurso de los años, vivía con el constante miedo de que Harry algún día se diera cuenta de lo realmente horrible que era, y lo dejase.
Por ello se encargaría de soportar todo, ya que el castaño sabía casi secretamente, que nadie más podría amarlo, así como él era incapaz de amar a alguien más.
Sintió un poco de ansiedad cuando ya eran casi las once, y sus ojos seguían alertas, sus manos eran un mar de sudor, y sus labios estaban agrietados de haberlos mordido tantas veces.
Harry no contestaba sus llamadas.
Harry no había llegado a las nueve para abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien.
Harry no estaba.
¿Harry, lo había dejado?
Los ojos de Louis se cristalizaron ante esa idea, por lo que decidió apagar las luces, cubrir su cuerpo con las sabanas, y esperar por Harry.
Harry tenía que llegar, iba a llegar, pero no de la manera que llegaba usualmente.
Eran casi las dos de la madrugada, y el castaño seguía despierto con sus ojos ardiendo, no solo de resistir el sueño, sino de haber dejado escapar unas cuantas lágrimas.
Unos minutos después sintió el ruido de las botas de Harry entrar al apartamento. Una sonrisa de paz se dibujó en su rostro y se acomodó entre sus sabanas, haciendo un pequeño baile de celebración para luego simular estar dormido, y no sentirse avergonzado de haberse desvelado toda la noche esperando a Harry.
Cuando la puerta de la habitación se abrió podía sentir el paso irregular del rizado a causa de la posiblemente excesiva cantidad de alcohol que había consumido esa noche.
Harry encendió las luces de la habitación mientras se quitaba sus prendas, el castaño aun simulando estar dormido espió con sus ojos entre cerrados el cuerpo del rizado quien se había despojado de su camisa.
Louis notó como en el cuerpo de Harry habían una serie de marcas que se asemejaban a moretones o chupetones incluso. La intriga y los pensamientos del castaños empezaban a abordarlo, preguntándose porque el rizado había regresado así. Louis supuso que a lo mejor en su estado de embriaguez su novio se había involucrado en una pelea.
Pero Harry no había estado en ninguna pelea esa noche, esas marcas eran evidencia del crimen que había cometido, y su corazón ya no era el mismo.
El teléfono de Harry empezó a sonar, y al castaño le sorprendió que el teléfono de su novio funcionase perfectamente, y aun así no fue capaz de contestar ninguna de sus llamadas.
-¿Alo?- Respondió Harry ante la llamada.
-No-
-A mí me encantó bebé-
- ¿Yo? La próxima vez tú estarás de espaldas otra vez-
Los ojos de Louis empezaban a cristalizarse, mientras su ansiedad crecía, y una batalla de pensamientos ocupaba en su mente.
¿Con quién estaba hablando Harry? ¿Por qué había llegado tarde? ¿Qué eran esos moretones en su piel? ¿Por qué había llamado a alguien más bebe?
¿Acaso Harry estaba siendo infiel?
No, eso no era posible. Louis se estaba convenciendose que todo lo que estaba presenciando esta maldita noche era un malentendido. Harry no era capaz de hacer eso porque lo amaba ¿Cierto?
Harry colgó la llamada mientras tocia a causa de la cantidad de cigarros que había fumado esa noche. Quitándose sus botas para quedar solo en sus boxers, se acostó al lado del castaño, dándole la espalda a este.
Louis logro diferenciar entre el tabaco y el amargo olor del alcohol, el olor de un asqueroso perfume barato que no era el de Harry. Se dio la vuelta para notar como esas marcas dibujaban la parte baja del rizado hasta trazar un camino hasta su cuello.
Había un nudo en la garganta en el chico de ojos azules.
¿Qué significaba todo esto?
¿Acaso era su culpa?
¿Harry ya no lo amaba?
El rizado se dio la vuelta para encontrar al castaño mirándolo fijamente por lo que soltó un bufido. Se quedaron largos minutos sin decir nada, solo mirándose, como si estuviesen atrapados entre sus propias palabras, las cuales no salían de sus labios.
Harry extendió su mano hasta la palma de Louis tomándola con fuerza mientras sus ojos comenzaban a cerrarse.
Louis examino la acción del rizado y al tiempo que tarareo un casi silencioso "Buenas noches, Harry"
Porque eso era.
Louis necesitaba solo eso.
No importaba si sus pensamientos eran correctos, y el rizado había estado con otra persona, él había vuelto, él había consumido demasiadas copas, él no sabía lo había hecho de seguro, y tal vez era su propia culpa.
Louis tal vez no era suficiente para Harry, y lo entendía perfectamente. Él estaba dispuesto a soportar cualquier obstáculo para continuar a su lado. Además, el rizado no tenía la culpa, era el maldito alcohol que lo llevo a accionar de esa manera.
Sus ojos comenzaban a cerrarse al tiempo que una lagrima escapo tanteando su mejilla.
El castaño sintió como una mano limpió su mejilla, mientras una sonrisa triste se asomaba en su rostro.
Louis estaba bien,
Louis podía con todo esto,
Harry no tenía la culpa,
Louis no tenía su corazón roto.
Pero posiblemente pronto se quebraría como las cicatrices que brotarían dentro del corazón de Louis.
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Hola hermosas lectoras,
Aquí está el primer capítulo, tal vez algo aburrido por la parte introductoria de cómo fue la relación de Harry y Louis en su comienzo, pero era necesario.
Espero que lo hayan disfrutado, voten y comenten si fue así. <3
Estoy probando con esta historia rezando para wattpad no me borre nada, y así subir y continuar las otras que tenía, que muero por compartir otra vez.
Muchas gracias a louislittletummy louislittletummy por siempre motivarme a subir. Amo siempre poder contar con tu apoyo siempre. <3
All the love as always, G&G.
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