Moon Bin era un tipo astuto y determinado, se había acercado a Jinwoo deliberadamente y fue cuestión de tiempo para conseguir entablar una simple conversación con Dongmin.

"—¡Qué descortés soy! Déjenme presentarlos, Bin, él es mi amigo Lee Dongmin. Dongmin, este es Moon Bin...un compañero—los presentó, no sintiéndose cómodo de llamar a Bin realmente su amigo cuando su relación no era tan profunda para dicha palabra.

—Un gusto conocerte—le saludó Bin con una media sonrisa, ofreciendo su mano para estrecharlas.

Dongmin lo analizó brevemente con la mirada, con un atisbo de interés. Era la primera vez que notaba la existencia de Bin, y su único pensamiento en ese momento fue que el tipo era atractivo.

—Claro, el gusto es mío—correspondió el saludó y estrechó su mano".

Entonces, ahí se encontraba en medio de la fiesta, con un martini en sus manos y un sentimiento de frustración en su pecho al ver a su objetivo, que se supone debía de seducir, coqueteando con otro tipo al otro lado del salón. No tenía del todo claro cómo le haría para desviar la atención de Dongmin hacia él, que lo notase y empezar de una vez por todas con su plan, pero debería de hacer algo al respecto. Sin embargo, Dongmin parecía muy entretenido charlando y riéndose junto al tipo que sabía se llamaba Kim Mingyu, el cual también sabía estudiaba en la misma universidad solo que en la facultad de medicina.

—¡Vengan todos! ¡Es hora de jugar a las cartas de verdad o reto!—gritó una de las chicas que se encontraban ahí, Moon Bin la reconoció como Kim Doyeon, estudiante de artes escénicas e hija de importantes empresarios de la industria del entretenimiento.

Moon Bin se acercó al punto donde se empezaron a amontonar todos, el que llevaba el mazo de cartas era un tipo llamado Yoon Sanha que le presentó Jinwoo, un aparente estudiante de gastronomía, hijo de importantes chefs que dirigían restaurantes por toda Asia. Se sentó al lado de Dongmin rápidamente, para tratar de acercarse a él. El susodicho ni siquiera volteó a verlo, aquello lo hizo suspirar de frustración. Aquello era un golpe en su ego.

En menos de un minuto ya todos se habían unido al círculo, con sus bebidas en mano y totalmente emocionados por el juego. Eran un total de nueve personas allí. Una fiesta realmente privada, Jinwoo no le había mentido.

—La secuencia empieza con el anfitrión, nuestro querido MyungJun, y sigue hacia su derecha hasta llegar a él nuevamente. Sino están dispuestos a cumplir con lo dicho en las cartas esta es la hora de retirarse, o terminarán tomándose una botella de soju de un sorbo, ¿entendido?—explicó Yoojung, totalmente en serio sobre el juego.

Moon Bin ya había jugado ese tipo de juegos anteriormente, eran súper comunes en las fiestas, así que sabía a lo que iba y debía de mentalizarse para cumplir y poder acoplarse e integrarse a ese grupo tan distinto al que acostumbraba.

Bin rodó los ojos con hastío al ver que el tipo aquel, Mingyu, estaba del otro lado de Dongmin, susurrando sabrá Dios qué cosa, haciéndolo reír. Todo parecía ser desalentador para Bin, pero un hijo de puta testarudo y competitivo, por lo que sería muy difícil doblegarlo.

—Bien Junnie, elige una carta—le dijo Dongmin, empezando así el juego.

El chiste del juego es que no podían elegir entre verdad o reto, la carta que elegían era lo que les tocaba y era totalmente impredecible. Las cartas venían con preguntas o desafíos, que de no querer ser llevadas a cabo o respondidas entonces la persona debía cumplir con un castigo, en este caso tomar una botella de soju de un solo sorbo.

El chico de bonita sonrisa tomó una carta entre risas, expectante. Al revelarla, todos hicieron bulla, alentándolo.

–"Besa a la persona que más te atraiga en la habitación"...Carajo, empezamos fuerte—dijo MJ con la carta en mano, cesando su risa y empezando a escanear con la mirada a cada uno.

Claramente MJ lo hacía por joder, porque él ya sabía quién era esa persona sin tener que hacer tal cosa. Y había alguien en la sala que empezaba a sudar frío, con un dilema entre ser escogido, no creerse la gran cosa, o pasar desapercibido porque aquel muchacho era su crush y que lo besara sería un punto de quiebre para demostrar sus, hasta ese momento, ocultos sentimientos.

El chico se levantó de su lugar y jaló a, para sorpresa de nadie a excepción de Bin, Jinwoo del cuello, sin aún besarlo. Pegó sus frentes y narices, pidiendo permiso con la mirada, segundos después y aún anonadado, Jinwoo asintió dejándose llevar. Sus bocas chocaron y empezaron un beso algo descuidado, pero que a lenguas se notaba que ambos estaban disfrutando.

Para Bin era su primera vez viendo a dos hombres besarse con tal ímpetu, al menos en persona porque obviamente lo habría visto antes en la industria del entretenimiento. Él pensó que le generaría cierto asco, pero realmente no sintió algo en especial, no podría cuando se veía tremendo deseo entre ambos.

–Bueno si quieren pueden subir a una de las habitaciones, no tenemos problema–dijo entre risas Sanha, viendo que ya habían pasado más de quince segundos y esos dos parecían que se podrían arrancar la ropa en cualquier momento.

Los demás, a excepción de Bin, secundaron a Sanha con comentarios burlescos y risas. Jinwoo y MJ finalmente se separaron con la conmoción impregnada en sus caras, pero sin arrepentimientos. Ellos dos se miraron y a través de sus ojos lo dijeron todo, tenían una plática pendiente.

Volvieron a sus lugares y la dinámica continuó de manera amena, entre preguntas incómodas, subidas de tono, retos tontos, arriesgados y calientes. Hasta que llegó el turno de Dongmin.

—"¿Te has acostado con alguien de la habitación?" ...Dios, qué pregunta—rió mientras la mostraba a todos, haciendo reír más que nada a sus amigos más cercanos, que eran MJ y Sanha, pues estos ya sabían la respuesta.—Está muy fácil. Sí, y eso es todo lo que diré—concluyó.

El chico a su lado, el tal Mingyu, sonreía de lado, sabiendo que esa persona era él. Los demás también podían intuirlo ya que Dongmin se había pasado toda la fiesta coqueteando con él en el jacuzzi.

—No es necesario, es un poco, por no decir bastante, obvio quién es, de todos modos—comentó Doyeon con ojos de "no te hagas el interesante".

Dongmin atinó a encogerse de hombros restándole importancia pero con una risita escapando de su boca.

—Ahora le toca al nuevo, ¿Moon Bin, cierto?—se dirigió Dongmin al susodicho, prestándole atención por primera vez en la noche.

El aludido solo asintió con una sonrisa, agarrando una carta al azar, un poco nervioso por lo que podría tocarle.

—"Deberás permanecer en ropa interior el resto de la velada"—dijo algo bajo, pensando en que al fin tendría una oportunidad de desviar la atención de Dongmin hacia él.

Algo proporcional a su ambición era su ego, sin duda alguna. Por ello dio por hecho que sus atributos físicos serían más que suficientes para llamar la atención del niño rico al que quería ordeñar como vaca.

La algarabía debido a la situación no se dio a esperar, todos habían empezado a alentarlo mientras él se ponía de pie, empezando por quitar su chaqueta.

"¡Pongan algo de The Weeknd!".

"¡Así no, hazte un baile al menos!".

Comentarios iban y venían entre todos los presentes, hinchando su ego. Disimuladamente miró de soslayo las expresiones de Dongmin, que tenía una sonrisa simplista, no muy reveladora.

Al final, terminó en bóxers blancos Calvin Klein, nuevamente en su puesto.

El juego continuó por media hora más. Dongmin había besado a Sanha, también había respondido otras tantas preguntas subidas de tono. Bin por su parte también respondió una que otra pregunta de la misma índole, e incluso bailó para Jinwoo.

—Le toca a Sanha. Dale mijo, saca la carta, no sea cobarde—le dijo Dongmin, molestándolo por los berrinches que había hecho su amigo ante las preguntas y retos que le habían tocado durante el juego.

El menor lo remendó mientras sacaba la dichosa carta. Cuando la leyó, rió con fuerza. Al parecer aquella carta si le había gustado.

—"Estás libre, por ahora. Se te concede la batuta, tienes que escoger a dos personas del grupo para realizar los 7 minutos en el paraíso. Elige con sabiduría".

—Carajo, Sanha. Yo quería esa carta—se quejó Doyeon.

—¿Para qué? ¿A quiénes ibas a escoger?—quiso saber Mingyu con mirada pícara.

—¿Por qué? ¿Quieres te elijan a ti y a Dongmin? Eso no sería interesante—respondió la chica, burlándose de Mingyu y su obviedad.

—De todos modos no necesito de un tonto juego para estar con Dongmin—respondió a la defensiva y haciendo alarde.

Bin lo encontró infantil, aunque no era la persona ideal para tachar a alguien de infantil cuando él mismo lo era. Dongmin los miró a ambos, Mingyu y Doyeon, con desinterés. No le interesaba tal conversación.

—Da igual. Sanha, elige—dijo Doyeon, zanjando el tema con Mingyu.

La conversación le dio una idea a Sanha, queriendo ver el mundo arder.

—Bien...Um, elijo a Dongmin y al nuevo. Espero no te moleste, Mingyu—dijo Sanha con toda la intención de molestarlo.

Bin obviamente se sorprendió, sin embargo, aquello era ventajoso para él. Podría poner en práctica sus juegos de seducción. Dongmin, por su lado, sonrió con disimulo. Su amigo era predecible, pudo intuir que Sanha lo elegiría a él para molestar a Mingyu. Este último chasqueó la lengua, tratando de no demostrar que, en efecto, aquello sí le molestaba.

—No tendría por qué. Dongmin y yo no tenemos nada serio—dijo, sin embargo. Porque aquello era cierto.

Dongmin y Mingyu no eran más que folla-amigos que se veían de vez en cuando para echar un polvo. Mas Mingyu parecía haber desarrollado sentimientos por Dongmin que mantenía ocultos de él. Ambos paraban de verse para esos fines cuando Dongmin conseguía pareja, y volvían a las andanzas cuando estaban ambos solteros.

Y Dongmin había estado soltero hasta ese entonces por al menos año y medio. Así que sus encuentros eran recurrentes, no podían culpar a Mingyu de romper la única regla que existe entre los amigos con derecho: No enamorarse. La convivencia y el buen sexo movieron sentimientos en su corazón irreparablemente, y Mingyu sabía que no era recíproco por lo que nunca intentó cambiar nada de lo que tenían, ya sea terminarlo o intentar avanzar con él.

—Exacto—dijo Dongmin, poniéndose de pie.—¿Vienes?—le preguntó a Bin, invitándolo a la habitación más cercana.

Fue allí sin esperarlo, sabiendo que el muchacho lo seguiría luego de despertar de la incredulidad que vio en su rostro. Y así tal cual pasó, segundos después ambos se encontraban juntos y a solas.

—¿Estás seguro de que quieres esto? Te noto nervioso, Moon—comentó Dongmin sentado en la cama, con una lata de cerveza en su mano.

—¿Eh..?—preguntó impulsivamente, aún perdido en sus pensamientos difusos.

"¿Realmente podré hacer esto?", era lo que se preguntaba Bin, que se juraba cien por ciento heterosexual.

—¿Viniste a charlar, entonces? Esta bien, no tengo problema con eso—dijo Dongmin al verlo tan perdido.

—Yo...Lo siento, es que es la primera vez que hago un siete minutos en el cielo—dijo Bin, y la verdad aquello era cierto.

Porque Bin no necesitaba de juegos para besuquearse o cogerse a alguien.

Dongmin asintió, comprendiendo.

—Ok, entiendo. Primero, ¿te atraigo? Sino te atraigo, sino nos atraemos, entonces no hay que hacer nada solo por la presión del juego.

—¿Yo te atraigo?—respondió con otra pregunta, dejando los nervios de lado. Dispuesto a entrar en papel, porque era en ese momento o nunca.

Dongmin sonrió con coquetería.

—Claro, eres muy guapo Bin—respondió barriéndolo con la mirada, de arriba a abajo, mordiendo su labio inferior sin disimulo alguno.

Claro que a Dongmin le gustaba lo que veía. Bin tragó en seco al notar aquella mirada fija en sus bóxers. No pudo negar que sintió un hormigueo recorriendo su pelvis y a su pulso incrementar.

—Pero, no respondiste a mi pregunta—continuó, viéndolo a los ojos, tratando de leerlo a través de ellos.

—Eh, s-sí—susurró Bin, apenas audible.

Dongmin esbozó una media sonrisa, asintiendo.

—Entonces, ¿qué harás al respecto?

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Holaaaaaaa una vez más 🦦

Esta historia tendrá al rededor de cinco partes, trataré de subirlas lo más pronto posible ^^ perdonen si demoro, estoy haciendo mis pasantías y mis prácticas, cada vez más cerca de mi graduación 🥲

Y también porque reescribí este capítulo tres veces porque no me convencía

En fin, gracias por leer, lo aprecio mucho ✨

Nos vemos pronto con la tercera parte 🫶🏽