Y me enamoré de nuevo,

cuando prometí mil veces no hacerlo.

Cuando prometí olvidarme de ti

y de tu triste recuerdo.

Te vi mientras dormía y en mi ensueño

no pude evitar notar 

la belleza de tu mirada,

la hermosura de tu cuerpo.

No quise hacerlo,

pero me enamoré de nuevo.

De una ilusión temporal;

de un breve encuentro,

mágico e irreal,

dulce y corto.

La nostalgia me envenenó mientras dormía,

y en esta noche de lamentos y agonía,

pensé en ti. 

Y como un pájaro tonto,

me distraje en pleno vuelo,

y así caí,

de las alturas a mi cama.

La fantasía se deshizo, vino el desvelo. 

Porque invoqué tu presencia en mis sueños,

me desperté con un brinco y un gimoteo. 

Ajena a la paz y a la calma.

Y aunque suene patético,

y aunque reconocerlo

sea para mí poco glorioso y placenterlo,

el caso es que al abrir mis ojos

quise dormir de nuevo.