Siempre nos levantabamos temprano con los gritos del coordinador y sus  golpes derriba puertas.

"¡ARRIBA! ¡VAMOS, ARRIBA! ¡DALE QUE NOS VAMOS!"

Después del desayuno, arrancamos el cuarto día con un hermoso pero lluvioso paisaje en vista panorámica, las fotos con el perro San Bernardo cuyo nombre ya no recuerdo, seguido de la visita al "Ice Bar" y una fábrica de chocolate.