Sinopsis

P.O.V. CLARY ( Cazadores de sombras ) :

Siempre lo había tenido claro. Él, el encapuchado, iba a volver. Siempre lo había sabido, siempre había sabido que volvería para vengarse de nosotros por lo que le hicimos.

Aunque siempre había tenido la esperanza de que me estuviera equivocando.

Pero no era así, ahora estaba ocurriendo de verdad. Nos habíamos estado preparando durante casi veinte años por si pasaba. Y en ese momento estaba pasando. Él nos atacaba.

Sabíamos lo que teníamos que hacer.

- Niños, tenéis que iros ahora mismo. Tenéis que marcharos. - Les dije a mis hijos y a los hijos de Izzy y Simon. Los siete estaban jugando en uno de los salones del instituto de cazadores de sombras de Nueva York a un juego de mesa, y cuando se lo dije se asustaron.

- ¿ A dónde vamos, mamá ? - me preguntó alarmada mi hija más mayor, que tenía diecisiete años y se llamaba Sara.

- No vamos a ninguna parte. Sois vosotros los que os vais. - expliqué. - Tenéis que iros ahora mismo.

- ¿ Porqué ? ¿ Qué está pasando, tía Clary ? - me preguntó muy asustada la pequeña Nyela, la hija menor de la familia Lewis. - ¿ Y dónde están nuestros padres y el tio Jace y el tío Alec ?

- No pasa nada, solo tenéis que salir rápidamente de aquí. Ellos estarán a salvo cuando vosotros os hayáis ido y estéis en un lugar seguro. - dije. Me acerqué a Sara y le dije - Sara, cuida de tus hermanos, y de los Lewis. Tenéis que salir ahora mismo a la calle. Habrá un camión esperándoos. En el camión esta Tessa Gray. Sabes quien es, cuando estéis con ella estaréis a salvo.

Sara asintió y cogió con una mano a mi hija más pequeña, Anna y con la otra cogió a su mejor amiga Becca, la hija más mayor de Izzy y Simon. Todos salieron de la habitación según las indicaciones de Sara. Ellos ya estaban a salvo, pero faltábamos nosotros.

Entonces, volví a la habitación donde estaban Jace, Simon, Alec e Izzy. Cuando entré asentí con la cabeza para que entendieran que los niños estaban a salvo y Jace y Alec cerraron bien la puerta poniendo una runa inventada por mi que hacia casi imposible traspasar una puerta.

Pero fue en vano. El encapuchado atravesó la puerta rompiéndola de un puñetazo. Mi runa se suponía que era invencible, pero él había abierto la puerta como si nada. Se acercó a nosotros con paso lento pero decidido.

- Hola, de nuevo, Clary, Isabelle, Simon, Jace, Alec. Me alegro de volver a veros. No, en realidad lo decía en broma. Aún no he olvidado lo que me hicisteis. - dijo el encapuchado. - ¿ Dónde están ellos ?

- No los encontrarás, están a salvo de ti. - dijo Izzy y dió un paso al frente para hacerse la importante.

El encapuchado le pegó un puñetazo en la cabeza a Isabelle y lo hizo tan rápido que no le dio tiempo a defenderse. Cayó al suelo inconsciente. Alec la recogió del suelo mientras yo sujetaba a Simon para que no se lanzara contra el encapuchado.

Desde ese momento ya no importaba lo que nos pasara. Nuestros hijos estaban a salvo.

( ... )

P.O.V.   CUATRO ( Divergente )  :

- Bruno, Giselle, tenéis que iros ahora mismo de aquí. - les dije a mis hijos. Ellos me miraron sin comprender lo que les estaba diciendo.

- ¿ Porqué ? - preguntó Selly con su vocecita chillona. La iba a echar de menos. Pero eso no importaba, lo importante es que estuvieran a salvo de él.

- Eso no importa ahora. Tenéis que salir ahora. El tío Caleb os llevará a un lugar seguro, tenéis que ir con él y hacer lo que os diga. - dijo Tris que estaba a mi lado.

- No nos iremos sin vosotros. - dijo Bruno, que se parecía mucho a su madre de carácter...

- Pues entonces moriréis. - les dije yo. Mis hijos me miraron asustados y Giselle se puso a llorar. - No podemos salvarnos nosotros, pero vosotros si que podéis. Tenéis una vida por delante, aprovechadla.

Nos abrazamos los cuatro y Bruno y Selly se fueron corriendo hasta fuera de nuestra pequeña casa a las afueras de Chicago.

Ellos ya estaban a salvo.

Tris y yo nos abrazamos y esperamos a que él, el encapuchado, viniera a por nosotros.

Después de un tiempo ( no sabría decir si fueron segundos o minutos ) él llegó.

El encapuchado vestía con una capa negra que le cubría todo el cuerpo y que tenía una capucha que le ocultaba su rostro. Yo nunca le había visto la cara. Y prefería no hacerlo. Lo único que quería era que mis dos pequeños ( aunque ya no fueran tan pequeños, tenían 16 años ) estuvieran bien.

( ... )

P.O.V. BELLA ( Crepúsculo ) :

Capté su olor. Estaba cerca. Él venia a por nosotros. Y a por Renesmee. Mi marido, Edward, se tensó a mi lado. Como por un acto reflejo se puso delante de mi, para protegerme de él. Intercambiamos una mirada y fui hasta la habitación de mi Nessie.

No me molesté siquiera en llamar. Ella se sobresaltó y se quitó los auriculares con los que estaba escuchando música.

- Renemee, tienes que irte ahora mismo. - le dije.

- ¿ Porqué ? Lo siento, mamá, se que no tendría que haber saltado por el acantilado, en la Push, pero todos los amigos de Jacob lo hacen y no me ha pasado nada. - se disculpó ella.

- No es por eso, Nessie. Pero tienes que irte. - le seguí diciendo.

- ¿ Es porque soy mitad humana ? ¿ Vienen otra vez los vampiros esos de Italia ? - preguntó Renesmee.

- No es por ti. No te preocupes, no te va a pasar nada. Jacob te espera a bajo date prisa y iros ahora mismo.

- ¿ Pero a donde vamos ? ¿ Porqué nos vienes conmigo ? Me prometiste que... Me prometiste que siempre estarías conmigo.

A mi hija se le cayó una lágrima por la mejilla. Yo me hubiera puesto también a llorar, pero claro, los vampiros no podíamos llorar. Nos abrazamos y bajamos las escaleras. Renesmee abrazó a Edward y salió por la puerta.

Me quedé abrazada a Edward, queriendo llorar.

- No te preocupes, Bella. Todo va a salir bien. Ella esta con Jacob, esta a salvo. - me dijo Edward para tranquilizarme. Pero no funcionó.

- Que escena tan conmovedora. Casi me pongo a llorar. - dijo una voz sarcástica a nuestras espaldas.

Nos giramos y pudimos verle a él. El encapuchado. Había llegado nuestro final.

Pero Renesmee estaba a salvo, eso era lo importante y lo único que me importaba en aquel momento.

( .... )

P.O.V.   THOMAS    ( El corredor del laberinto )

- Tayler, Tania, venid, os tenemos que decir algo importante. - dijo Teresa, llamando a nuestros hijos.

- ¿ Qué pasa, mamá ? - preguntó Tania, mi hija que tenía 12 años, asomando su cabeza por la puerta de la habitación donde estábamos. Entró en la habitación y después lo hizo Tayler.

- Veréis, tenéis que iros inmediatamente. - les expliqué.

- ¿ Porqué? ¿ Qué está ocurriendo ? - dijo Tayler.

- Nos buscan. Tenéis que iros si queréis salvaros. - dijo Teresa. Tania se puso a llorar y Teresa la abrazó mientras ella también lloraba.

Yo me acerqué a Tayler.

- Hijo, tenéis que salir de aquí. Salir de casa por la puerta de atrás. Veréis una furgoneta. ¿ Te acuerdas de mi amigo Minho ? Él estará dentro y os llevará a un lugar donde estéis seguros. - le expliqué. El asintió, cogió a Tania de la mano y se disponían a irse cuando le dije. - Tayler, cuida de tu hermana.

Mi hijo volvió a asentir con la cabeza y se marcharon.

Abracé a Teresa y le besé en la cabeza.

- No te preocupes. Están a salvo. - le dije.

- Deberíamos ir con ellos. Tania tiene solo 12 años...

- Si hubiéramos ido con ellos el encapuchado nos abría seguido y no estarían a salvo. Esto es lo mejor que podríamos haber hecho, Teresa. A de más, Tayler tiene 17 años, podrá cuidar a Tania.

- ¿ Pero si no es así ? - me preguntó, y me miró con sus ojos azules llenos de lagrimas.

No supe contestar.

Nuestra única esperanza es que consiguieran estar a salvo del encapuchado.

( .... )

P.O.V.    VICTORIA     ( Memorias de idhún ) :

No sabia como podía decirles esto a Erik y a Eva. ¿ Cómo decirles a tus hijos de 16 y 17 años que un psicopata obsesionado con su capucha de color negro quería matarnos y que se tenían que ir a un sitio repleto de desconocidos que habían pasado por lo mismo ? Era un tanto difícil.

Miré a Jack, que estaba a mi lado. Él asintió con la cabeza. Miré hacia mi otro lado, que estaba Cristian. Él hizo un gesto parecido pero a su manera. Cogí aire por nariz, lo expulsé con la boca y entré en la habitación donde estaban mis hijos.

Los vi entrenando con sus espadas, unas versiones más pequeñas que Haiass y Domivat, pero con sus mismos poderes.

- Niños, tengo que deciros algo. - anuncié.

- ¿ Qué pasa, mamá ? - me preguntó Erik, con curiosidad.

- Tenéis que marcharos ahora mismo de aquí. No hace falta que preparéis vuestro equipaje. Solo coged a mini Haiass y a Domivat junior. Donde vais tenéis todo lo que necesitáis. - dije. Erik me miró sin comprender el porqué un tanto asustado, mientras que Eva solamente asintió con la cabeza y guardó su espada en el cinto.

- ¿ Pero porqué ? ¿ Porqué no venís con nosotros ? - me siguió preguntando mi hijo.

- Alguien viene a por nosotros, Erik. Y si no os dais prisa y salís ahora os matará. - dijo Cristian.

Los dos asintieron con un poco de miedo.

- Salid por la puerta de atrás de casa. Allí os estará esperando Shail. El os pondrá a salvo. - continuó Jack. A mi se me saltaron las lagrimas y a Erik también. Los cinco nos abrazamos como buena familia que éramos y antes de que se fueran, Jack añadió -. Por cierto, Eva, mates a nadie aunque te caiga mal y, Erik, procura no quemar demasiadas cosas.

Erik y Eva se marcharon bastante asustados sobretodo Eva, aunque ella no me lo iba a reconocer tan fácilmente la próxima vez que la viera.

Si es que había una próxima vez que estuviera en condiciones físicas y psicológicas para hacerlo.

( .... )

P.O.V. KATNISS :

- Mamá, ¿ Qué te pasa ? - me preguntó mi hijo pequeño, de 10 años, al verme llorar.

- No te preocupes, David, no te va a pasar nada. Ya no. - dije.

- ¿ A qué te refieres ? ¿ Porqué dices eso ? - me preguntó otro de mis hijos, Clark.

- Niños, tenéis que marcharos ahora mismo. Aquí no estáis a salvo. Os matarán si os quedáis con nosotros. - explicó mi marido, Peeta.

- ¿ Y vosotros ? - Preguntó mi otro hijo Laurent.

- No nos iremos sin vosotros. Al menos yo no lo haré. - afirmó Mary, mi hija. Se cruzó de brazos y miró al techo de nuestra casa intentando no llorar como ya estaban haciendo sus tres hermanos menores.

- Pues entonces morirás. No tienes otra opción, Mary. Tienes que irte con tus hermanos. Cuida de ellos. Tenéis que salir de casa. La tía Prim os estará esperando. Acede caso y todo irá bien. Estaréis a salvo. - les expliqué. Pude ver en sus caras que tenían bastante miedo.

Nadie dijo nada. Nos abrazamos y los cuatro niños salieron de la casa obedeciendo a lo que yo les había dicho.

Peeta y yo nos quedamos en silencio. Él me abrazaba y yo lloraba pensando en lo que les pasaría a mis hijos y... En lo que nos pasaría a Peeta y a mi.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top