Capítulo 3
P.O.V. BRUNO ( hijo de Tris y Cuatro, Divergente ) :
La chica serpiente estaba llorando, y su hermano estaba a su lado pero un poco apartado. Selly estaba con ellos.
Aquella chica no me caía bien. Vale que era bastante guapa y tenía unos ojos azules muy bonitos, pero no me caía bien.
Tampoco podía creer que Selly estuviera con ellos. ¿ No tendría que estar conmigo en vez de con ellos ? Era mi hermana melliza y casi éramos inseparables. Se me hacía raro que se fuera con otros.
El chico, se fue a hablar con mi tío y el hombre que había venido con ellos. Escuché su conversación, no quería ser cotilla, pero yo estaba al lado y ellos hablaban demasiado alto.
- Eva ha intentado hablar con Cristian, pero él no ha querido. Le ha dicho que no les
buscáramos. - explicó el chico.
- Pues entonces eso es lo que deberíamos hacer, Erik. - dijo el hombre.
- ¿ Porqué ? ¿ Vamos a abandonarlos así sin más ? - preguntó el tal Erik.
- Vuestros padres no son tontos. Sabrán arreglárselas solos. Siempre lo han hecho. - contestó.
- Pero, Shail, me niego a hacer eso. - dijo el rubio.
- Erik, ya tendremos esta conversación más adelante, posiblemente en un lugar seguro. El encapuchado ya se habrá enterado de que les hemos salvado y habrá mandado refuerzos. - dijo. - Tenemos que irnos, y cuanto antes, mejor.
- Esta bien. - aceptó a mala gana el chico.
Erik fue a preguntarle algo a mi hermana, quien asintió con la cabeza ilusionada. ¿ Qué le habría preguntado ? No tardé en descubrirlo. El chico se transformó en dragón y mi hermana montó encima.
¿ Cómo podía pasar eso ? ¿ Tan colada por Erik estaba Selly ? ¡ Pero si ella tenía miedo a las alturas !
La chica vino hacia mí.
- Hola. - dijo. Se sentó a mi lado. - ¿ Quieres que te lleve ?
- No hace falta. - contesté. Yo también tenía miedo a las alturas.
- ¿ Tienes miedo a las alturas ? - me preguntó.
- No, claro que no, ¿ quién sería tan tonto como para tener miedo a las alturas ? - mentí.
- ¿ Sabes ? Puedo leerte la mente, a sí que si dices mentiras lo sabré. - dije. Me sonrojé. - ¡ Vamos ! ¡ Es
muy divertido !
- Esta bien... Aunque sé que me voy a arrepentir. - dije.
Ella me dedicó una media sonrisa y se transformó en una serpiente gigante voladora.
Monté encima de ella con cuidado. Entonces ella alzó el vuelo.
Los primeros instantes creí que vomitaría en más de una ocasión, pero no lo hice. Cuando ya estábamos bastante arriba, frenó un poco para que pudiera ver el paisaje desde el cielo.
Era precioso.
Sin poder evitarlo, sonreí.
Ella se dio cuenta y dejó que cayéramos en picado. Cuando ya creía que nos íbamos a estampar, volvió a agitar sus alas y volvimos a subir.
Al lado nuestro estaban Erik y mi hermana. Selly me saludó con la mano enérgicamente, pero sin soltarse del dragón. Yo hice lo mismo.
- ¿ No tenías miedo a las alturas ? - me preguntó.
- ¿ No lo tenias tú también ? - le dije. Los dos nos reímos.
- No creo que papá y mamá se crean que he montado en un dragón. - dijo.
- Si es que volvemos a verlos. - dije.
- ¡ No digas eso ! - exclamó. - Seguro que volvemos a verlos. Lo presiento.
No contesté. Seguimos con nuestro viaje. Caleb y Shail nos seguían en la camioneta desde la carretera.
Después de bastante tiempo volando, llegamos a un gran edificio de metal.
La camioneta aparcó y nosotros fuimos descendiendo hasta llegar al suelo. Cuando Erik y Eva ya eran humanos, les dimos las gracias por llevarnos.
Los cuatro seguimos a Shail y a Caleb por un montón de pasillos que habían dentro del edificio de metal.
Seguimos andando durante bastante tiempo. No sabía cómo ellos dos se podían orientar entre tantos pasillos.
Al final, llegamos a una gran puerta. Shail tecleó una contraseña muy larga y la puerta se abrió.
Entramos en una sala muy grande y llena de gente.
- Hola, Shail, hola, Caleb. Llegáis con retraso. - dijo una chica que aparentaba unos diecisiete años pero hablaba como si fuera mucho más mayor.
- Lo siento, Tessa. El encapuchado nos ha atacado por el camino y ellos nos han ayudado. - explicó el tío Caleb.
- ¿ Qué ? ¿ Estáis todos bien ? - preguntó Tessa.
- Si, no te preocupes. - respondió Shail.
- No... - susurró Eva, justo antes de desmayarse.
Erik la cogió antes de que se cayera al suelo.
- ¿ Qué le pasa ? - preguntó Selly, preocupada.
- Hay demasiada gente y son demasiados sentimientos humanos para Eva. Su naturaleza Shek se
muere. - explicó Erik
- ¿ Le suele pasar a menudo ? - dije.
- No a menudo, pero estoy acostumbrado. Su padre y ella suelen irse cada dos meses de viaje. - dijo
el chico rubio.
- Erik, ¿ qué tenemos que hacer ? - preguntó Tessa.
- Necesita aire libre. Y mucho espacio. - dijo el chico.
- Bien, vamos a llevarla a la terraza. - dijo Tessa. Shail cogió a Eva y la llevó hasta la terraza. Erik, Selly y yo le seguimos.
La dejamos allí y los tres nos quedamos allí para estar con ella cuando despertara, mientras que Shail volvió a la sala central para decirles algo a los demás chicos y chicas que también vivirían como nosotros por todo el tiempo que estuviéramos aquí.
( ... )
P.O.V. EVA ( hija de Cristian y Victoria, memorias de Idhún ) :
Cada paso más que dábamos por aquel pasillo, más me dolía la cabeza. Era un dolor intenso.
Llegamos a una puerta grande. Alguien tecleó un número muy largo y la puerta se abrió. No sabía quién por qué mis ojos empezaban a solo ver sombras.
Dentro había una sala muy grande. Estaba llena de niños más pequeños y más mayores que yo. Pero ya no veía nada.
Había una chica en la puerta que estaba hablando con Caleb y Shail. Había preguntado si estábamos bien.
Quería decirle que estaba mareada y me iba a desmayar de un momento a otro. Pero solo pude susurrar un no. Erik y Bruno me oyeron y mi hermano me cogió justo antes de que las piernas me fallaran y me cayera al suelo.
Demasiados sentimientos. Demasiada gente mirándome.
Me desmayé.
Cuando desperté estaba en una terraza. El aire puro entraba en mis pulmones y me hacía encontrarme mejor. Poco a poco abrí los ojos.
Ante mi estaban Giselle, Erik y Bruno.
- ¿ Estás bien ? - me preguntó la chica.
- Si, gracias. - conseguí decir.
- Tenemos que ir a la planta baja para hacer un juego para conocernos todos. - dijo Bruno. - ¿ Quieres ir o prefieres quedarte aquí ?
- Prefiero quedarme aquí. Sigo bastante débil y si volviera a bajar me desmayaría otra vez. - dije.
Los tres asintieron y se iban a ir.
- Esperad. Erik, ¿ Puedes quedarte conmigo ? - le pregunté.
Él asintió y se sentó en uno de los bancos de la terraza mientras que los dos hermanos salieron de la terraza.
- ¿ Porqué quieres que me quede contigo ? - preguntó. - ¿ No te gustaba tanto estar sola ?
- Porque eres mi hermano y te quiero y porque soy una adolescente y necesito compañía. - le expliqué.
Los dos reímos, cada uno a nuestra manera.
- ¿ Sabes ? - dijo Erik. - Mientras estabas con Bruno me he preguntado qué haría tu padre cuando tengas novio y se lo presentes.
- Seguramente sacaría su espada y le atravesaría el corazón. - dije. Sin poder evitar una sonrisa.
- O le mataría con la mirada. - opinó mi hermano.
- Debería presentarle a la gente que me cae mal como mis novios. - pensé en voz alta.
- ¿ Y a Bruno también le presentarías así ? - preguntó, alzando una ceja.
- No, Bruno me cae bien. - dije.
- ¡ Entonces es que te gusta ! - exclamó.
- ¿ ¡ Qué ! ? - pregunté. ¿ Qué se había tomado mi hermano esa mañana ?
- Mira, Eva, para ti los chicos pueden ser odiosos, muy odiosos o odiosos hasta el punto de querer matarles. Que alguien te caiga bien es sinónimo de que te gusta. - dijo.
- Lo que tú digas, Erik, lo que tú digas. - le dije. - Por cierto, sé que a ti te gusta Selly. Lo he leído en tu mente, a sí que sí no te importa, no pienses cosas de esas delante de mí. Es otra de las razones por la que me he desmayado. Otra es el hecho en que Selly estaba pensando lo mismo que tú.
- ¿ Enserio ? - preguntó. Estaba claro que estaba colado por Giselle.
- No, no quería entrar en su mente por esa misma razón. Es asqueroso, ¿ lo sabías ? - dije.
Los dos seguimos hablando y riendo.
Me gustaba poder contar con mi hermano antes de que estuviera pensando todo el día en Giselle.
( ... )
P.O.V. ANNA ( hija de Clary y Jace, Cazadores de sombras ) :
Ya habían llegado todos los niños. Nos habían puesto a todos, bueno a casi todos porque dos estaban en la terraza, en un círculo. Tessa, el tío Magnus y otros señores más nos iban a explicar un juego.
Me gustaban mucho los juegos. ¿ Qué ? ¡ Soy una niña de nueve años ! ¡ Es normal !
Nyela y yo solíamos jugar juntas mucho. Pero ahora se ha vuelto más aburrida porque tiene que entrenar y está demasiado cansada algunos días para jugar conmigo. Pero cuando vamos a Idris solemos montar a caballo por los alrededores del bosque de Broocelyn con mi madre Clary.
También mi hermana mayor Sara juega conmigo algunas veces. Porque ella ya nació aburrida y no le gusta pasarse el día pegando sacos sucios y desgastados de boxeo. Suele quedarse en la biblioteca leyendo. Creo que incluso se ha leído todos los libros de allí... Puede que no sea muy buena con la espada o los cuchillos, pero el arco se le da muy bien. Tiene buena puntería excepcional y nuestro tío Alec le enseña a mejorar.
El único que juega conmigo siempre es mi osito de peluche el señor botones.
Bueno, a lo que iba. Estábamos todos en un círculo y iban a explicar un juego.
- Bien, ahora vamos a hacer un juego para conocernos todos mejor. Por si no sabéis quién soy, soy
Tessa Gray . - dijo. - Vamos a lanzar un balón a alguien y ese alguien tiene que decir su nombre, cuantos años tiene, quienes son sus padres, algo sobre él y tiene que pasárselo a otra persona. ¿ Tenéis alguna pregunta ?
Varias personas levantaron la mano. Tessa señaló a uno de ellos. Era un chico de unos catorce años.
- ¿ Cuántos años tienes ? - le preguntó el chico a Tessa.
- ¿ Cuántos crees que tengo ? - dijo ella. - Tú eres Clark, ¿ no ?
- Si, soy yo. No se, ¿ dicisiete ? ¿ dieciocho ? - dijo el tal Clark.
- Fallaste. Tengo más de doscientos años. - dijo Tessa. Todos se quedaron con la boca muy
abierta. - ¿ Alguien más tiene alguna otro pregunta ?
Nadie dijo nada.
- Genial. - continuó Tessa. - Vamos a empezar el juego.
Tessa pasó la pelota hasta Becca.
- Hola, soy Rebecca, pero me llaman Becca. Tengo dieciséis años y mis padres son Simon Lewis y Isabelle Litghwood. Me gusta matar demonios. - dijo.
Becca se la pasó a un niño que parecía un poco mayor que yo.
- Yo soy David. Tengo diez años y mis padres son Peeta y Katniss. Me gusta aprender curiosidades interesantes. - dijo él.
David pasó el balón a un chico de unos diecisiete años.
- Me llamo Tyler, tengo diecisiete años y mis padres son Thomas y Teresa. Soy campeón de
triatlón. - dijo.
Le pasó la pelota a mi hermano Will.
- Me llamo Will, tengo 15 años pero pronto cumpliré 16. Mis padres son Jace y Clary. El pringao de mi derecha es mi hermano gemelo Izan. Mi familia me dice que me parezco mucho a mi padre y a un antepasado mío por el que me pusieron el nombre. Y estoy soltero y sin compromisos. - dijo.
Nyela, Sara, Becca, Izan, Max y yo suspiramos. Will sería siempre Will.
Él se la pasó a una chica.
- Soy Giselle, pero me llaman Selly o Siete. Tengo dieciséis años, mis padres eran Tris y Cuatro, bueno Tobias. Soy divergente y no puedo ser controlada. - dijo.
Su hermano se rió ante lo último, y un hombre que creo que era su tío también se rió.
Se la pasó a una chica que parecía la más mayor.
- Soy Renesmee. Tengo 19 años, mis padres son Edward y Bella y no quiero estar aquí. Ah, también soy medio vampiro, a sí que sí alguien se mete con mi nombre le mataré. - dijo. Decidí creer que no lo decía en serio.
Entraron un chico y una chica a la sala desde la terraza y se acoplaron en el centro.
Renesmee pasó la pelota a una chica.
- Soy Mary, tengo diecisiete años, mis padres son Katniss y Peeta. Me gusta escuchar
música. - dijo.
Se la pasó a otra chica.
- Hola, me llamo Tania. Tengo doce años, mis padres son Thomas y Teresa. Me gusta
leer y mis libros favoritos son la saga del corredor del laberinto. - dijo.
La pelota le llegó hasta un chico.
- Yo soy Bruno, tengo dieciséis años, mis padres son Tris y Tobias ( Cuatro ). Me gusta la tarta de chocolate que hacen en Osadía. - dijo.
Se la pasó a la chica que había entrado de la terraza hacía poco.
- Mi nombre es Eva, tengo quince años, mis padres son Cristian y Victoria. Me gusta congelar cosas con mi espada y matar a gente. - dijo, y en ningún momento cambió la cara.
Siguió igual de impasible. Esa chica me daba miedo.
Se la pasó al que debía ser su hermano.
- Soy Erik. Tengo diecisiete años y mis padres son Victoria y Jack. En mi tiempo libre me gusta descongelar a la gente que Eva congela y volar. Por cierto, soy mitad dragón, mitad unicornio y mitad humano. - dijo.
Él me pareció bastante simpático.
Le pasó la pelota a Max.
- Me llamo Max, tengo trece años. Mis padres son Simon y Isabelle. Me gusta entrenar con Will y
Izan. Soy mitad vampiro mitad humano. - dijo.
Me pasó el balón. Me puse nerviosa, no sabía que decir. Podía ser muy tímida cuando me lo proponía.
- Me llamo Anna. Mis padres son Jace y Clary y tengo nueve años. Me gusta dibujar. La gente me dice que me parezco a mi madre. - dije.
Se la pasé a una chica que vestía como un chico.
- Soy Charlotte, pero llamadme Charlie. Mis padres son Minho y Harriet. Tengo quince
años. Me gustan los deportes. - dijo.
Se la pasó a una niña de casi mi edad. Que tenía al lado una niña como ella. Supuse que eran gemelas.
- Soy Susan y ella es mi hermana gemela Sophie. Tengo diez años y mis padres son Newt y Sonya. Me gusta jugar con mis peluches.
- Bien - dijo Tessa - vamos a dejarlo por hoy. Tenéis todo el resto del día libre pero mañana empezarán vuestras clases.
- ¿ Clases ? - preguntó mi hermano Will. - ¿ Hemos venido aquí para dar clases ?
- No, pero mientras estéis aquí queremos que aprendáis. - respondió Tessa.
Will se quejó en voz baja pero no dijo nada más.
Se acercaron a mí las dos gemelas acompañadas de un niño.
- Hola, tú eres Anna, ¿ verdad ? - me preguntó el niño. Asentí. - Yo soy David y ellas son Sophie y Susan. ¿ Quieres venir a jugar con nosotros ?
- ¡ Claro ! - exclamé. - Esperad, se lo tengo que decir a mi hermana.
Me fui hasta donde estaban ella, Nyela, Max e Izan.
- Hola, me voy a jugar con unos amigos que acabo de conocer, adiós. - dije.
- Espera, ¿ puedo ir con vosotros ? - preguntó Nyela.
- Si, vamos. - contesté.
Las dos nos reunimos con nuestros nuevos amigos y jugamos juntos un buen rato.
En conjunto, no había sido tan mal día.
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Hola queridos lectores.
Aquí les dejo un nuevo capítulo.
Espero que les guste la historia, si es así, no olviden votar y comentar.
He tenido una idea : ¿ qué les parece si cada cinco capítulos o menos hago un capítulo desde el punto de vista de los padres ?
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