una pelea muy violenta

Mon King continuaba su ronda nocturna, moviéndose con agilidad por los oscuros callejones y los altos edificios de la ciudad. Estaba concentrado, sus sentidos agudizados por la creciente tensión que las noticias sobre la criatura roja habían causado. Cada vez que atrapaba a un criminal o pandillero, lo hacía casi sin esfuerzo, sintiendo que estos pequeños enfrentamientos no eran más que calentamientos en comparación con lo que podría estar por venir.

De repente, mientras recorría una de las calles menos transitadas de la ciudad, su comunicador vibró con la alerta de las noticias. Al detenerse en un tejado, sacó el dispositivo y observó con atención la transmisión en vivo.

Reportera en la pantalla: "Estamos informando en este momento sobre nuevos detalles de la masacre en Tártaro. Se ha descubierto un mensaje macabro, aparentemente dejado por el atacante. En una pared cercana a una de las víctimas, la palabra 'Carnage' ha sido escrita con lo que parece ser sangre."

Mon King frunció el ceño, impactado por la brutalidad de la escena mostrada en pantalla. La cámara enfocaba una pared con el nombre "CARNAGE" garabateado en letras grandes y aterradoras, junto al cuerpo inerte de uno de los guardias.

Mon King: "Carnage... Así que así te llamas."

Ahora todo tenía más sentido. La criatura había dejado su marca, y claramente no estaba planeando ocultarse. Quería que todos supieran de su presencia. Esto no era solo un ataque al azar; era una declaración. Mon King sabía que esto era mucho más grave de lo que parecía al principio.

Mientras observaba las imágenes, no podía evitar sentir una profunda inquietud. Esta criatura no era como nada que hubiera enfrentado antes. Y aunque había derrotado a numerosos villanos y pandilleros esa noche, ninguno de ellos representaba la amenaza que Carnage parecía ser.

Mon King: "Si esa cosa es tan peligrosa como dicen... Las cosas van a ponerse feas muy rápido."

Con una determinación renovada, Mon King continuó su patrullaje, sabiendo que ahora tenía un nombre y un objetivo claro. Pero esta vez, sabía que necesitaría más que sus habilidades habituales.





She-Hulk y Daredevil se movían con cautela por los callejones y barrios más sombríos de la ciudad, donde se habían reportado avistamientos de la criatura conocida como Carnage. Aunque ambos héroes estaban acostumbrados a enfrentarse a amenazas poderosas, la brutalidad de los ataques de Carnage y su naturaleza impredecible les había puesto en alerta máxima.

Daredevil, con sus sentidos agudizados, escuchaba atentamente cualquier sonido inusual, tratando de detectar la más mínima pista. El ambiente estaba cargado de tensión. Sabía que Carnage no era un villano común, y la ciudad parecía envuelta en un miedo palpable.

Daredevil: "El aire huele diferente por aquí. Sangre, caos... y miedo. No es solo el crimen habitual. La gente está aterrorizada."

She-Hulk caminaba junto a él, sus pasos pesados pero controlados. A pesar de su fuerza bruta, estaba en completo control de sus movimientos. Sabía que no podían permitirse el lujo de causar más caos en una ciudad ya al borde del pánico.

She-Hulk: "Lo que pasó en Tártaro fue una masacre. Ese tal Carnage no se detiene ante nada, ¿no? Y si es tan letal como dicen, va a ser complicado."

Daredevil asintió, concentrado en la tarea. Daredevil: "Lo es. Pero no podemos permitir que siga causando estragos. Hay varios lugares donde lo han visto, y si seguimos la pista, tal vez podamos encontrar algo antes de que ataque de nuevo."

Los dos héroes continuaron moviéndose entre las sombras, siguiendo los reportes de las últimas actividades de Carnage. She-Hulk usaba su conocimiento legal y experiencia para analizar los puntos de los ataques, mientras Daredevil se apoyaba en sus sentidos para detectar cualquier señal inusual en los alrededores.

She-Hulk: "Los informes mencionan que Carnage se desplaza rápido, y parece que cambia de huésped continuamente. Eso complica las cosas."

Daredevil: "Sí, y lo peor es que su rastro no es claro. Casi como si estuviera jugando con nosotros."

Al llegar a uno de los lugares más recientes donde fue visto, encontraron las marcas características que dejaba Carnage: destrozos, manchas de sangre y destrozos en las paredes, signos evidentes de lucha. Aunque no había cuerpos visibles, la escena hablaba por sí misma.

She-Hulk, mirando a su alrededor con una mueca de disgusto: "Es como si este lugar hubiera sido arrasado por una tormenta sangrienta. No es solo violencia, es un monstruo disfrutando del caos."

Daredevil, tocando una pared y notando las marcas: "Lo siento... está cerca. Pero se mueve rápido, probablemente ya haya cambiado de huésped de nuevo."

Sabían que enfrentarse a Carnage requeriría toda su habilidad y estrategia. El hecho de que pudiera saltar de huésped en huésped complicaba cualquier intento de rastrearlo o contenerlo.

She-Hulk, cerrando los puños: "No vamos a dejar que se salga con la suya. Si seguimos investigando, tarde o temprano se cometerá un error. Y estaremos allí."

Con la firme resolución de continuar la búsqueda, She-Hulk y Daredevil sabían que estaban en una carrera contra el tiempo para detener a Carnage antes de que la ciudad cayera en más caos. Pero también sabían que este no sería un enfrentamiento fácil.

Mon King, patrullando la ciudad como de costumbre, se mantenía alerta en busca de cualquier rastro de Carnage, el monstruo rojo que había estado aterrorizando las calles. Mientras se desplazaba entre los techos y las sombras, escuchó algo que le llamó la atención: un extraño y perturbador sonido que provenía de un edificio abandonado a poca distancia.

Mon King, sin perder tiempo, se acercó al lugar con cautela. Al llegar, lo que vio lo dejó perplejo. El edificio, oscuro y lúgubre, estaba cubierto de sangre. Los cuerpos de varios criminales y pandilleros estaban esparcidos por el suelo, desmembrados, algunos colgando de las paredes, todos en posiciones macabras. Parecía una escena sacada de una pesadilla.

En medio de la masacre, ahí estaba Carnage, cubierto de la sangre de sus víctimas, con una sonrisa retorcida en su rostro alienígena. Lo peor era que lo disfrutaba, cada muerte le traía un placer siniestro. Carnage giró su cabeza, observando a Mon King que había irrumpido en la escena. Sus ojos brillaban con pura locura.

Mon King, manteniéndose firme, pensaba rápidamente. Sabía que no se enfrentaba a un simple criminal o villano de poca monta. Esto era diferente. Carnage no era solo un asesino, era una fuerza destructiva. Pero Mon King no era de los que retroceden ante el peligro.

Mon King, gritando con determinación: "¡Oye, monstruo! ¡Se acabaron los juegos! ¡Voy a detenerte aquí y ahora!"

Carnage simplemente se rió. Su voz resonaba como un eco aterrador mientras respondía: "Oh... ¿Vas a detenerme? ¿A mí? ¡Qué adorable! Verás... yo no juego, héroe. Solo destruyo. Y te aseguro que esta noche, tú también serás parte de mi obra de arte sangrienta."

Sin decir más, Carnage se lanzó hacia Mon King, sus tentáculos simbióticos extendiéndose como cuchillas afiladas, buscando destrozar todo a su paso. Mon King, con sus reflejos entrenados, esquivó el primer ataque y se preparó para enfrentarse a la brutalidad encarnada.

El enfrentamiento había comenzado. Mon King sabía que estaba en desventaja, pero no tenía miedo. Sabía que detener a Carnage era la única opción para evitar más muertes, aunque eso significara poner su vida en riesgo.

She-Hulk y Daredevil estaban recorriendo las calles, tratando de seguir las pistas de lo que se había convertido en una amenaza incontrolable. Ambos discutían en silencio sobre los posibles escondites de Carnage, sabiendo que no era fácil rastrear a una criatura tan impredecible. Estaban cerca de una zona industrial cuando un fuerte estruendo resonó en la distancia.

She-Hulk, frunciendo el ceño, comentó: “¿Eso fue una explosión?”

Daredevil, concentrado, giró su cabeza hacia la dirección del sonido. Sus sentidos agudos percibieron algo más. “No solo eso. Hay una lucha... brutal. Y está cerca.”

She-Hulk, sin perder tiempo, respondió: “Vamos, Matt. No tenemos tiempo que perder.”

Ambos héroes comenzaron a moverse rápidamente en dirección a la explosión, saltando entre edificios y callejones. Mientras se acercaban, el sonido de golpes y gritos se hacía más fuerte. Sabían que lo que estaba sucediendo no era cualquier enfrentamiento común.

Cuando finalmente llegaron, la escena que encontraron era devastadora. En medio de los escombros de un edificio parcialmente derrumbado, Mon King estaba peleando ferozmente contra Carnage. El suelo estaba cubierto de sangre y escombros, y los muros circundantes parecían haber sido destrozados por la pura fuerza de la batalla. Mon King lanzaba golpes poderosos y precisos, pero Carnage, con su naturaleza caótica y brutal, respondía con ataques aún más devastadores.

She-Hulk y Daredevil observaron con asombro cómo Mon King esquivaba por poco las cuchillas simbióticas que Carnage lanzaba, pero estaba claro que estaba en desventaja. Carnage reía maniáticamente, disfrutando del caos.

She-Hulk, apretando los puños, murmuró: “Esto no está bien... Mon King no puede con esto solo. Tenemos que intervenir.”

Daredevil, con seriedad, añadió: “Carnage no es solo un asesino. Es una fuerza imparable. Si no hacemos algo, esto se va a poner mucho peor.”

She-Hulk, con una mirada decidida, gritó: “¡Vamos a ayudarlo!” Sin dudarlo más, los dos héroes se lanzaron a la acción, listos para unirse a la feroz batalla contra Carnage y evitar que la masacre continuara.

Mon King respiraba con dificultad, su cuerpo mostrando las cicatrices de la brutal batalla contra Carnage. Su regeneración, que solía ser rápida, ahora iba a un ritmo alarmantemente lento debido al castigo que había recibido. Sangraba de varias heridas mientras intentaba levantarse, pero sus músculos apenas respondían.

Carnage, por otro lado, estaba de pie, casi ileso, con una sonrisa retorcida en su rostro. Su forma simbiótica se retorcía y cambiaba constantemente, como si estuviera disfrutando del dolor que había infligido. Miró a Mon King con desdén, y luego desvió su atención hacia She-Hulk y Daredevil, quienes acababan de llegar.

"¡Oh!", exclamó Carnage, con una risa perturbadora que resonaba en el ambiente. "¡Nuevos juguetes para jugar! ¡Justo cuando empezaba a aburrirme de este saco de carne!"

She-Hulk, con los ojos llenos de furia, miró la masacre a su alrededor y luego a Mon King, quien apenas podía mantenerse de pie. Dio un paso al frente, con los puños apretados y los músculos tensos, lista para entrar en acción.

"¿Qué demonios eres?", preguntó, con una voz fría pero contenida. "¿Disfrutas destruyendo vidas? ¿Es eso todo lo que haces?"

Carnage soltó una carcajada aún más siniestra. "¡Destruir vidas es lo mejor que hay! Es como un arte... uno que tú, con toda tu moral barata, nunca podrías entender, grandulona. Yo soy el caos, el verdadero rostro del terror. No hay reglas... solo el placer de ver cómo todo se desmorona."

Daredevil, que había estado evaluando la situación, dio un paso adelante, sintiendo la maldad pura emanando de Carnage. "No eres solo un asesino. Eres algo más oscuro... Algo que nunca debió haber llegado a la Tierra."

Carnage giró su cabeza hacia él, su sonrisa aún más amplia, mostrando dientes afilados como cuchillas. "¡Oh, qué tierno! El ciego tiene algo que decir." Dio un paso hacia Daredevil, arrastrando las garras por el suelo. "¿Qué vas a hacer, Daredevil? ¿Golpearme? Adelante. Será divertido."

She-Hulk se colocó delante de Daredevil, con una postura defensiva. "No lo vas a tocar", dijo con autoridad. "Te lo advierto, Carnage. Estás a punto de enfrentarte a alguien que puede romperte en mil pedazos."

Carnage rió, pero esta vez más bajo, como si evaluara la situación. "Romperme... ¿En serio crees que puedes hacerme daño? Yo no soy como esos otros simbiontes. Venom, Anti-Venom, ellos son débiles, controlados por sus emociones. Yo no tengo esos límites. Yo soy libertad. Soy... ¡pura carnicería!"

Mon King, todavía herido, trató de levantarse, pero sus piernas flaquearon. "Tienen que detenerlo...", murmuró con dificultad, pero su voz apenas era audible.

She-Hulk levantó una mano hacia Carnage, lista para lanzarse al ataque, pero antes de moverse, Carnage levantó una de sus garras y señaló a Mon King. "¿Ese es tu amigo? Pobre... ya lo he destrozado. No se preocupen, les haré lo mismo a ustedes. ¡Y será delicioso!"

Daredevil, manteniéndose firme a pesar de la provocación, habló en un tono calmado pero firme: "No dejaremos que sigas matando, Carnage. Esto termina aquí."

Carnage dio un paso más hacia ellos, sus ojos brillando de locura. "No. Esto apenas comienza." Su cuerpo se retorció, y de sus manos surgieron cuchillas afiladas. "¡Vamos a divertirnos!"

La tensión era palpable, cada segundo más pesado que el anterior. She-Hulk y Daredevil sabían que estaban frente a un enemigo que no solo era poderoso, sino que disfrutaba de cada momento de caos que creaba. Pero estaban listos para luchar, sin importar lo que costara.

Carnage se lanzó hacia She-Hulk con una velocidad aterradora, sus garras rasgando el aire con un silbido. She-Hulk, aunque rápida, sabía que este no sería un enemigo fácil. Con fuerza bruta, intentó golpearlo, pero Carnage era escurridizo, su cuerpo simbiótico se retorcía y deformaba, esquivando los golpes como una sombra líquida.

"¡Ven aquí, maldito!" rugió She-Hulk, frustrada, lanzando un puñetazo directo.

Carnage soltó una carcajada perturbadora. "¿Por qué haría eso? ¡Esto es tan divertido!" Con un movimiento rápido, sus tentáculos simbióticos envolvieron los brazos de She-Hulk, tratando de inmovilizarla, pero ella lo resistió, desgarrando los tentáculos con su fuerza inmensa. "¡Vamos! ¡Demuestra más, grandulona! Quiero ver de qué estás hecha..."

A lo lejos, Daredevil observaba la batalla, tratando de encontrar una oportunidad para intervenir. Podía sentir cada movimiento errático de Carnage, pero este luchaba como una bestia descontrolada, sin seguir patrones, lo que hacía difícil anticipar su siguiente ataque. Daredevil lanzó su bastón, buscando golpear a Carnage en la cabeza, pero el simbionte lo esquivó fácilmente.

"¿De verdad crees que puedes detenerme con eso?" se burló Carnage, lanzando un tentáculo hacia Daredevil, obligándolo a retroceder. "¡No eres más que otro insecto ciego!"

"¡Déjalo en paz!" gritó She-Hulk, tomando ventaja de la distracción y lanzando un puñetazo que golpeó a Carnage en el torso, enviándolo contra una pared cercana.

Carnage se levantó, su cuerpo simbiótico retorciéndose para sanar las heridas. "¡Eso fue interesante! Pero no lo suficiente..." Se lanzó nuevamente hacia She-Hulk, quien se preparó para el impacto. Aunque era mucho más fuerte que Carnage, el simbionte peleaba sucio, usando su elasticidad y velocidad para atacar desde todos los ángulos, buscando pequeños cortes en su piel verde.

Daredevil finalmente encontró una abertura y atacó, golpeando a Carnage en la espalda con su bastón. Sin embargo, Carnage apenas lo sintió. "¡¿Crees que puedes detenerme?!"

She-Hulk se abalanzó sobre Carnage, estrellándolo contra el suelo. "¡No eres tan fuerte como crees!" gritó mientras intentaba mantenerlo abajo. Pero Carnage solo rió, extendiendo sus tentáculos para liberarse.

"¡Fuerte sí! ¡Pero no invencible!" rió Carnage mientras se levantaba, lamiéndose los labios. "Esto solo es el principio. ¡Y ustedes son mis juguetes!"

She-Hulk creía que había logrado dominar a Carnage. Su fuerza abrumadora lo mantenía a raya, inmovilizándolo mientras lo empujaba contra el suelo con una presión que normalmente habría roto a cualquier enemigo. Sus músculos verdes se tensaban con esfuerzo mientras sentía cómo el simbionte luchaba por liberarse.

"¡Eres fuerte, pero esto termina aquí!" dijo She-Hulk con un gruñido, aplicando más fuerza, confiada en que lo tenía bajo control.

Pero Carnage solo sonrió, su rostro macabro deformándose en una mueca retorcida. "¿Esto crees que es todo lo que tengo?" murmuró en un tono juguetón y amenazante. De repente, su cuerpo simbiótico se retorció, y antes de que She-Hulk pudiera reaccionar, Carnage liberó un tentáculo afilado que la empujó hacia atrás.

"¡Es un juego! ¡Y estoy ganando!" gritó Carnage, saltando con una velocidad sorprendente hacia Daredevil, quien no vio venir el ataque. Con un golpe brutal y sorpresivo, Carnage lo envió volando directamente contra un muro cercano, el impacto sacudiendo el edificio.

Daredevil apenas tuvo tiempo para reaccionar. Sintió el dolor correr por su espalda cuando chocó contra el muro, el aire escapándose de sus pulmones. Todo sucedió demasiado rápido para que pudiera evitarlo.

She-Hulk, al ver a su compañero ser lanzado como una muñeca de trapo, se levantó rápidamente, enfurecida. "¡Maldito!" gritó, corriendo hacia Carnage con toda su fuerza.

Pero Carnage rió, girándose para enfrentarla de nuevo. "¿En serio creíste que me estabas ganando? Esto recién comienza, grandulona. ¡Te haré sufrir!"

Mon King se lanzó contra Carnage por la espalda, aprovechando el momento de distracción creado por el enfrentamiento entre el simbionte y She-Hulk. Sus garras rasgaron la carne simbiótica de Carnage, intentando causar el mayor daño posible. Cada golpe era brutal y rápido, pero el simbionte, en lugar de mostrar dolor, empezó a reír de manera perturbadora.

"¡Otra vez tú! ¡Nunca aprendes, eh!" dijo Carnage, girando su cabeza hacia atrás con una sonrisa salvaje. Mientras Mon King seguía atacando con todas sus fuerzas, Carnage comenzó a cambiar de táctica.

"¿Crees que me puedes detener así? ¡Patético!" Carnage extendió sus tentáculos en un movimiento rápido, envolviendo a Mon King y lanzándolo contra una pared cercana con una fuerza brutal. Mon King se estrelló con un ruido sordo, su regeneración aún luchando por mantenerlo en pie. A pesar del golpe, el guerrero no se dio por vencido.

She-Hulk, viendo la oportunidad, cargó con toda su fuerza y golpeó a Carnage en el pecho, enviándolo varios metros hacia atrás. "¡No tan rápido, monstruo!" gritó mientras avanzaba, sus ojos llenos de determinación. A pesar de la fuerza del golpe, Carnage solo rió más fuerte.

"¿Monstruo? ¡Soy algo mucho peor!" rugió Carnage, levantándose con facilidad. Con un movimiento inesperado, atacó a Daredevil, quien apenas había tenido tiempo de incorporarse después del primer ataque. El simbionte lo golpeó con un tentáculo, enviándolo volando contra un muro.

"¡Daredevil!" gritó She-Hulk, pero antes de poder hacer algo, Carnage volvió su atención a ella, lanzando una serie de golpes que ella apenas pudo bloquear.

Mon King, a pesar del dolor y la lentitud de su regeneración, se levantó de nuevo, lanzándose hacia Carnage una vez más. Esta vez, fue más rápido, aprovechando que el simbionte estaba distraído con She-Hulk. Logró clavar sus garras profundamente en la espalda de Carnage.

Carnage soltó un grito de dolor momentáneo, pero su sonrisa nunca desapareció. "¡Eso estuvo cerca! ¡Pero ahora me estoy divirtiendo de verdad!" dijo, su voz distorsionada y llena de locura.

El enfrentamiento contra Carnage había alcanzado un punto crítico. She-Hulk, Daredevil, y Mon King se lanzaban sobre el simbionte sin descanso, cada uno aprovechando sus habilidades únicas para intentar contener a la monstruosa amenaza que tenían frente a ellos.

She-Hulk lideraba la ofensiva con su increíble fuerza. Con cada golpe que lanzaba, el suelo temblaba bajo sus pies. Cada puñetazo hacía eco en el edificio abandonado, con partes del techo comenzando a caer por la intensidad de la batalla. Carnage, aunque más ágil, lograba esquivar algunos de sus ataques, pero cuando la gigante de piel verde lo impactaba, lo hacía retroceder varios metros.

"¡No puedes con nosotros!" gritó She-Hulk mientras lanzaba otro golpe directo al rostro de Carnage. El simbionte fue enviado contra una pared, rompiendo el concreto a su paso.

Daredevil, con sus sentidos agudizados, aprovechaba cada instante en el que She-Hulk y Mon King distraían a Carnage. Se movía con agilidad por el campo de batalla, lanzando sus bastones con una precisión mortal, dirigiéndolos hacia los puntos débiles del simbionte. Aunque sus ataques no podían hacer el mismo daño que los de She-Hulk, lograban desorientar a Carnage lo suficiente como para que sus compañeros pudieran seguir con la ofensiva.

"¡No bajes la guardia!" advirtió Daredevil, sabiendo que Carnage no era un enemigo común. "Este tipo se está divirtiendo, y eso lo hace más peligroso."

Mon King, a pesar de las heridas que había sufrido anteriormente, seguía atacando con una furia casi animal. Su regeneración lo mantenía de pie, aunque más lenta de lo normal. Aún así, lanzaba zarpazos rápidos y certeros, intentando desgarrar el cuerpo de Carnage. Cada ataque iba dirigido a desmembrar al simbionte, pero Carnage parecía adaptarse a cada nueva ofensiva.

El simbionte rojo, aunque acorralado, nunca perdía su siniestra sonrisa. Incluso cuando She-Hulk lo aplastaba contra el suelo con un golpe demoledor, su risa resonaba en el lugar, perturbando a todos. "¡Esto es todo lo que tienen! ¡Patéticos!" rugió, levantándose con facilidad, sacudiéndose los escombros que caían sobre él. Carnage extendió varios tentáculos en todas direcciones, atacando sin aviso.

Uno de sus tentáculos golpeó a Daredevil en el abdomen, enviándolo volando contra una columna cercana. She-Hulk fue atrapada por otro tentáculo alrededor de su cuello, pero con su fuerza descomunal, logró romperlo antes de que pudiera asfixiarla. Sin embargo, el tiempo que le costó liberarse permitió que Carnage se lanzara sobre Mon King, golpeándolo brutalmente en el torso con uno de sus afilados apéndices.

"¡No eres rival para mí!" gritó Carnage mientras sujetaba a Mon King por la garganta y lo levantaba del suelo. Los ojos del simbionte brillaban con una furia sádica. "Voy a disfrutar arrancando tu cabeza."

Pero antes de que pudiera completar su amenaza, She-Hulk embistió contra él, enviando a Carnage nuevamente contra la pared. "¡Ni lo pienses!" gritó, furiosa. Mon King cayó al suelo, tosiendo por el esfuerzo, pero todavía vivo.

Daredevil, recuperándose de su golpe, se acercó rápidamente, lanzando uno de sus bastones directamente al rostro de Carnage, interrumpiendo momentáneamente su regeneración. "¡She-Hulk, no bajes la guardia! Este tipo no se cansa."

Carnage, aún riendo, comenzó a liberar un torrente de afilados tentáculos en todas direcciones, atacando sin control. La velocidad y ferocidad de sus movimientos eran imposibles de predecir, y aunque She-Hulk lograba detener varios de ellos con su fuerza, algunos lograron golpear tanto a Mon King como a Daredevil, dejándolos tambaleantes.

"¡Es inútil! ¡Todos ustedes son juguetes en mi juego!" gritaba Carnage, lleno de una energía retorcida.

La situación comenzaba a descontrolarse. Aunque los héroes luchaban con todo lo que tenían, Carnage parecía disfrutar del caos y la destrucción.

Carnage, a pesar de estar disfrutando el caos y la brutalidad del combate, de repente detuvo sus ataques. Su siniestra sonrisa se desvaneció momentáneamente al sentir algo en el aire. Su mirada se dirigió hacia el suelo y, por un instante, su cuerpo se tensó.

Los héroes, aún recuperándose de la intensa pelea, notaron el cambio en su comportamiento. She-Hulk, quien se preparaba para un último golpe, frunció el ceño al ver que Carnage retrocedía. Daredevil, con sus sentidos agudizados, también percibió algo diferente en el ambiente.

"¿Qué está pasando?" murmuró Daredevil, sin quitarle la vista de encima a Carnage.

Mon King, adolorido pero aún en pie, observaba con desconfianza, listo para seguir luchando si era necesario.

De repente, Carnage soltó una risa baja, casi inaudible, mientras comenzaba a retroceder lentamente. "Parece que tengo invitados no deseados... no puedo permitirme quedarme y arruinar toda la diversión." Sus palabras rezumaban burla, pero había una clara decisión en su tono. Sabía que debía retirarse.

Antes de que los héroes pudieran reaccionar, Carnage golpeó el suelo con uno de sus tentáculos, destrozando el pavimento bajo sus pies. En un movimiento fluido y veloz, se lanzó hacia abajo, excavando rápidamente y desapareciendo en el subsuelo. La tierra se cerró tras él, dejando una nube de polvo en su lugar.

She-Hulk y Daredevil se quedaron inmóviles por un segundo, atónitos por lo que acababan de presenciar. Mon King, jadeando, se acercó al agujero recién formado, pero no había rastro del simbionte rojo. Carnage había escapado.

"¿Qué... qué acaba de pasar?" preguntó She-Hulk, todavía con los puños en alto, preparada para cualquier eventualidad.

Daredevil, con el ceño fruncido, respondió: "Sintió algo. Alguien más se acerca... y no quería quedarse para enfrentarlos."

La pregunta en el aire era evidente. ¿Quién o qué había hecho que Carnage decidiera huir, justo cuando parecía tener la ventaja?

A lo lejos, los sonidos de dos figuras acercándose resonaban en la noche. Carnage había desaparecido, pero la amenaza que representaba seguía latente.

Thor y Iron Man llegaron al lugar con un estruendo. El trueno acompañaba la llegada de Thor mientras Iron Man descendía con sus propulsores brillando intensamente, iluminando el caos que había dejado Carnage tras su huida. Los ojos de She-Hulk, Mon King, y Daredevil se volvieron inmediatamente hacia ellos, sorprendidos por su presencia.

Thor, con su martillo Mjolnir en mano, dio un paso adelante observando la destrucción a su alrededor, su rostro serio y vigilante. "¿Qué clase de monstruo ha hecho esto?" preguntó, su voz grave resonando en la noche.

Iron Man, escaneando la zona con su visor, hizo un análisis rápido de los daños. "Parece que llegamos justo después de la fiesta. Pero ese agujero... ¿se escapó por ahí?" preguntó, señalando el enorme cráter en el suelo.

She-Hulk, todavía con los puños tensos, se relajó un poco al ver a sus compañeros. "Sí, lo hizo... pero apenas. Esa cosa—Carnage—es más fuerte y peligrosa de lo que esperábamos."

Mon King, aún adolorido por el enfrentamiento, intervino mientras se limpiaba la sangre de la boca. "Lo tuvimos, casi lo tuvimos. Pero él... juega sucio. No es como otros enemigos, disfruta cada segundo de su masacre."

Daredevil, aún recuperándose del golpe que lo mandó contra el muro, añadió con un tono más sombrío: "Carnage no lucha por un propósito claro... solo caos y destrucción. Algo en él es diferente de los otros simbiontes que hemos enfrentado."

Iron Man cruzó los brazos, pensativo, mientras sus sistemas continuaban recopilando datos. "¿Carnage, huh? Esto suena peor de lo que SHIELD nos advirtió."

Thor, con una mirada intensa, señaló el suelo. "Sea lo que sea, lo encontraremos. Nadie puede escapar de los ojos de un dios."

El grupo, ahora reforzado por la presencia de Thor e Iron Man, se preparaba mentalmente para lo que vendría. Carnage había escapado por el momento, pero con dos de los Vengadores más poderosos en escena, la cacería apenas comenzaba.

Fin del capítulo





























Carnage, consciente de que los Vengadores ahora estaban sobre su rastro, sabía que debía actuar rápido y con inteligencia. Necesitaba una distracción lo suficientemente grande como para desviar su atención mientras él seguía adelante con su misión. Sus pensamientos eran caóticos, pero brillantes en su crueldad. Si los Vengadores representaban un problema, ¿por qué no crear algo que los mantuviera ocupados?

Mientras avanzaba a través de las alcantarillas, su mente perturbada encontró la solución perfecta: liberar a otros simbiontes que habían sido capturados por SHIELD. Sabía que no eran tan poderosos como él, pero su liberación causaría el caos necesario para que pudiera seguir adelante con su plan sin interrupciones. Una oleada de violencia y destrucción, lo suficiente para mantener a los héroes distraídos.

Carnage se deslizó entre las sombras, su cuerpo deforme y grotesco adaptándose perfectamente a la oscuridad de la ciudad. Usando la información que había obtenido al infectar a uno de los guardias de la prisión del Tártaro, sabía la ubicación exacta de una instalación secreta de SHIELD donde algunos simbiontes más débiles estaban confinados. Aunque eran menos poderosos que él, en números podían causar estragos en la ciudad.

"Veamos cómo los Vengadores manejan esto", murmuró Carnage mientras llegaba a las cercanías del complejo de SHIELD. Con un sádico placer, comenzó a infiltrarse en el sistema de seguridad, utilizando las habilidades de los simbiontes para colarse por ductos y grietas en la infraestructura.

Una vez dentro, Carnage encontró las cámaras donde estaban encerrados varios simbiontes que SHIELD había capturado tras varios incidentes menores. Para él, eran piezas de un juego más grande, peones que usaría para distraer a sus enemigos.

Con una sonrisa retorcida, extendió sus tentáculos hacia los paneles de control, destrozando los mecanismos que mantenían selladas las celdas de contención. Uno a uno, los simbiontes comenzaron a despertar y liberarse de sus confinamientos.

"Vamos, mis hermanos. Es hora de jugar", dijo Carnage, disfrutando del caos que sabía que seguiría. Los simbiontes, liberados de su encierro, salieron descontrolados, listos para causar estragos.

Ahora, con la distracción en marcha, Carnage podía concentrarse en su verdadero objetivo: encontrar y destruir a Anti-Venom antes de que pudiera interponerse en su camino. Mientras tanto, la ciudad y los Vengadores tendrían que lidiar con la nueva oleada de simbiontes liberados.

La caza continuaba, y Carnage estaba un paso por

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