Narra Natasha

Siempre lo dejé claro un año nada más, nadie lo sabrá, un año para saber que se siente, nunca lo diremos y nunca lo pensaremos. Ese año termina hoy y apreciaré cada detalle que aun recuerdo:

3012 besos in formales.
53 citas una cada semana.
54 noches, todas después de las citas.
60 veces que tomó mi mano.
2 escenas de celos de mi parte por culpa de la rubia.
3 escenas de celos por culpa de Bruce.
365 bromas de tony al vernos más juntos de lo normal.
5 peleas.
5 reconciliaciones.

Pero todo eso no se repetirá ese fue el acuerdo, cuando el año terminó el no dijo nada sólo me dejó una nota sobre la última noche:

"Te veo en mi habitación a las ocho, último día, último recuerdo."

Me dolió un poco, ¿A quién no le dolería?, le dediqué un año de mi vida y el ya no quiso más y yo no quiero insistir el trato fue mi idea pero durante este tal vez me enamoré de el.

Al principio lo empecé a sentir pero creí que sólo me sentía felíz por sentirme amada pero conforme los meses pasaron sentía cada vez más cosas hacía el, no sabía si estaba enamorada de el o solo era la sensación de sentirse amada, cada vez las cosas eran más confusas pero no lo demostraba. Cada día sentirlo junto a mi era suficiente, era lo que quería pero aun necesitaba más, un te amo bastaría para que todo fuera perfecto, nunca lo dijimos era una de las cinco reglas:

-Nunca provocar un movimiento sólo se va a dar un paso si lo haces sin pensar.

-Nunca decírselo a nadie, esto va a terminar pronto no lo necesitan saber.

-Te veré cada Viernes para una cita en el centro comercial donde todo empiezo.

-Cada beso, caricia, cita, pelea, noches o sea todo lo contaremos y nuca lo olvidaremos, la práctica hace al maestro.

-Nunca diremos un te amo, no hay que desperdiciarlos, existen muy pocos para solo lanzar los al aire.

Pero todo eso hoy se tirará a la basura, el sabrá como tratar a una mujer y yo sabré que error no volver a cometer como hacer otro estúpido trato.

Narrador
En la noche

La rusa llevaba una hora preparándose para ver al americano como algo especial para ella por última vez; el americano por otro lado estaba con el alma destrozada, hizo un trato y el siempre es fiel a su palabra aunque involucre perderla.

Natasha: Espero no haber llegado tarde.- dijo entrando a la habitación, el americano estaba impresionado ella estaba perfecta; vestido negro hasta las rodillas con un cinturón con pedrería al medio, cabello suelto y perfectamente peinado, un par de aretes con pequeños diamantes al igual que el collar, labios de un rojo intenso y ojos de un leve negro y deliniados de manera excelente  y sin olvidar el pequeño brazalete que le regaló el americano por su cumpleaños.

Steve: No lo hiciste, se ve increíblemente hermosa.- dijo un poco tartamudeando, estaba atontado por como se veía la rusa.

Natasha: No te quedas atrás.- se formó un incómodo silencio entre ellos dos hasta que el americano se acercó a la rusa y la rodeó con sus brazos.

Steve: Es la última noche no hay que estropearla.

Natasha: Rompiendo las reglas.- dijo mientras rodeaba el cuello del americano con sus brazos.

Steve: A la media noche ya no existirán.- dicho eso un incómodo silencio se formo pero al tratar de romperlo se besaron pero sólo pusieron las cosas peor.

Natasha: ¿Tiene qué terminar hoy?.- volteó a ver a los ojos al americano.

Steve: Ese fue el trato.- afirmó con el alma rota, el moriría porque eso no pasará

Natasha: Te extrañaré.- dijo recargando su cabeza sobre el pecho del americano.

Steve: Yo también.- se escuchaban pequeños sollozos, entonces tomó la barbilla de la pelirroja y alzó delicadamente para poder verla a los ojos.- no tiene que terminar si no quieres.

Natasha: No te obligaré a amarme, ya eres libre ve por la rubia.

Steve: No me obligas a nada.

Natasha: Eres terrible mintiendo.- dijo eso soltándose de sus brazos.

Steve: No es mentira.

Natasha: Todo esto fue para que aprendieras a tratar a una mujer.- dijo limpiando unas lágrimas de su cara- yo soy la que hizo las cosas mal, Adiós te amo Steve.- dijo eso y se fue corriendo de la habitación.

Steve: NAT, NAT- al ver que ya la había perdido de vista se rindió de gritar.- yo también te amo.- con el alma destrozada se dirigió de nuevo a su habitación pero se encontró con la castaña esperándolo en la puerta.

Wanda: ¿Problemas de amor?, ¿Quién lo diría fue un año muy bueno?- el americano quedó asombrado con las palabras de la castaña- aveces se olvidan un poco de mis habilidades.

Steve: Gracias por no decirle a nadie.

Wanda: ¿Qué haces aquí ve por ella?

Steve: No quiere.

Wanda: Si alguien te dice que te ama es porque te ama y quiere estar a tu lado.

Steve: Creo que me faltan cosas por aprender, gracias Wanda.

Wanda: Para servirte pero ahora corre.- el americano ya no dijo nada solo salió en búsqueda de la rusa y llegó a su habitación, se escuchaban los sollozos e intento entrar pero no podía.

Steve: Por favor Nat, te amo.

Natasha: Ya te dije que no quiero obligarte a nada.- gritó la rusa desde adentro de la habitación.

Steve: No me obligas a nada, yo te amo a ti y no a Sharon, acepté el trato para entender el amor pero nunca pensé enamorarme de ti, creí que todo esto para ti era un simple acuerdo pero veo que no y esto me hizo tan felíz pero todo cambia porque no me crees y... ya no tengo nada que decir- el americano con el alma y corazón rotos se marchaba de ahí pero cierta rusa corrió tras el y al alcanzarlo lo beso.

Natasha: Te creo.

Espero que les guste.