¡Yo soy el verdadero Luffy! La poca fuerza de Amie.
[AMIE]
Mi respiración está agitada, trato de quitar su mano mientras siento que mi mundo se derrumba, siento que mi vista se nubla porque estoy atando todos los eventos y cabos sueltos. Rem y Marget mataron a cada persona dentro de mi mundo y relaciones sociales, muerdo la mano de Rem tan fuerte que le saco sangre, él rápido me suelta y yo me hago hacia atrás mientras me sobo mis mejillas.
—¡Amie!—me decían D. Jin y Elektra mientras me ayudaban a levantarme, mis piernas seguían temblando. Rápido me las quito de encima de manera algo brusca.
—¿¡Porqué demonios lo hicieron!?—les grité. —¡Denme una maldita razón para que hayan destruido todo lo que yo amaba!—el sonido de mi voz sonó por todo el gran salón. Estaba exhalando fuertemente mientras bastantes cosas pasaban por mi mente.
—Hay cosas más grandes de lo que te puedas imaginar, hay rencores incluso antes de que tú nacieras.—mencionó Marget mientras caminaba hacia Rem lentamente. —Tus padres cometieron un grave error al cruzarse de la línea con una antigua promesa. Rem no iba a-
D. Jin se hizo paso hacia mi y con un pedazo de vidrio apuntó hacia mi pecho, la única forma de romper la relación tan extraña con esa Fruta del Diablo, Rem me tomó del pie y me aventó a una pared, mi cabeza me duele y mis oídos zumban, mis párpados pesan pero no me quiero desmayar, lucho contra mi propio cuerpo, pero gana la batalla.
[D.JIN]
Amie intentaba ponerse de pie, rodilla en el suelo pero al final cayó, maldita sea estaba tan cerca de lograrlo.
—¡Big Thunder!—lancé un látigo de choques eléctricos a Rem pero logra esquivarlo con facilidad.
—Bara no Fleur: Dead Garden!- atacaba Elektra a ambos, Rem y Marget. Esta última toma una pistola y empieza a atacar, Elektra y yo corremos hacia una de las mesas y nos cubrimos, Elektra rueda hacia un sillón y se oculta. Los disparos se detienen, Elektra y yo nos vemos directamente a los ojos, ambas nos asomamos pero entonces los disparos vuelven a comenzar, esa perra encontró la ametralladora detrás de la pared. Con dificultad me muevo tras otro sillón pero logro darme en el tobillo una bala, grité de dolor, me salían algunas lagrimas.
—¡D. Jin! —gritó Elektra, su enojo era notorio y lanzó una de sus lanzas a la metralleta, funcionó, solo necesita unos cuantos golpes más. Agarro con cuidado el pie sano y me quito el tenis, y las calcetas, pongo la apurada venda sobre mi tobillo y la aprieto. Con fuerzas empujo el sillón para acercarme sin que me den las balas.
—¡Basta!—grita Amie tratando de levantarse. —se arrastra lentamente. —¡Aún... aún puedo...! —dice, se arrastra como un gato casi casi a morir, entonces alcanza su hacha, la usa de apoyo para poder levantarse, su cabeza aún está abajo, no alza la vista. Sus movimientos son errantes pero poco a poco levanta el hacha. —Ranbājakku gijutsu —Susurra, y del hacha sale un rayo disparado hacia Rem el cual por poco le da pero igual, falló.
—Vaya, ya se enojo la osita...-dice burlandose, y se acomoda las mangas de su traje, levanta la mano y despues hace un puño. —Shinzō kontorōru.
Ese ataque... ¡ese ataque hace daño físico! Amie no tarda en retorcerse de dolor, ella ya no aguanta, ya no puede. Elektra lanza un puño al suelo de enojo, estamos vulnerables y no podemos hacer nada. Me distraigo de mis pensamientos pues lanza un grito de dolor.
—¡Para de hacer eso! —gritó Amie mientras caía, primero de rodillas después su espalda se dobla y ella siempre con las manos en su cabeza.
—Yo soy Luffy ¿cierto? ¿Yo soy tu dueño, cierto? —el maldito se agacha y la toma del cuello de la camiseta, se oye sollozar a Amie, está llorando, sollozos y sollozos y pequeños gimoteos. Ella no dice nada. —Entonces...-Rem apretó más su mano haciendo que el dolor se aumente, la escena es horrorosa, Elektra se levanta en un instante y trata de darle con una lanza, pero Marget de nuevo comienza a disparar, tengo que hacer algo pero no puedo, estamos entre la espada y la pared. Cierro los ojos.
Risas, escucho risas, estamos en el barco, las olas golpean suavemente y todos estamos felices, el botín nos va a ayudar, veo a Elektra sentada en el suelo aplaudiendo. Elektra, de cabellos azules y brillosos, has sido nuestra mayor definición de lo que un país con ningún derecho a la libertad puede ocasionar.
Veo a Marget, Marget cuando estaba en momentos felices, ¿no pudiste limitarte a ser la voz de la razón de Amie? Estás pisando terrenos peligrosos.
Y Amie, Amie está ahí, de espaldas, ay niña, ¿Cuantas veces no pudiste recordar parte de tu niñez? ¿Que cosas olvidaste y ni siquiera te diste cuenta?
Perdóname por no poder hacer nada.
—Vamos di que yo soy Luffy y soy tu dueño. ¡Yo soy tu rescatista, maldita ramera! —gritó Rem. Y entonces se escuchó un grito, no un grito de dolor, es de alguien conocido, las puertas del castillo son golpeadas con fuerza, y retumban y retumban. Los sollozos de Amie no se detienen pero cada vez son más débiles, y gritan <<Amie>> y vuelven a gritar, y vuelve a gritar. Hasta que se abren.
—¡Ella no dirá eso! ¡Yo soy el verdadero Luffy!
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