¿¡Ya Terminó la batalla!? ¡Al fin libres!

[LUFFY]

Era duro de vencer, pero me ponía de pie cada vez que me lanzaba, o me asestaba un golpe, los demás cuentan conmigo. Zoro y Sanji lucharon con orgullo y fuerza, están agotados, los demás no sirven pues tampoco son de mucha ayuda, todo esto depende de mi, ¡maldición! Otra vez me da un golpe en el estómago lo que me hace retroceder, ya no puedo más, tengo que concentrarme. Mis parapados pesan, es como si me quisiera ir a dormir, me cuesta respirar. Y de pronto, cierro los ojos

"—¿Luffy...? —lanzó una carcajada, eso me hizo enojar un poco más. —Eso es imposible. Un niño que Amie lleva buscando Inconscientemente por cinco años para que la libere y hasta ahora aparece. Eso es una estupidez... o tal vez una coincidencia. Además de que eres un enclenque, mírate, yo soy la persona indicada para quedarse con Amie. Yo le he dado un techo, comida, entre otras cosas."

Él seguía burlándose de mí en mi cabeza. Y entonces, la sonrisa entre lágrimas de Amie apareció en mi cabeza. Abro los ojos y volteo a verla, Amie está parada, un leve brillo la rodea, es lo único que puedo observar, me duele todo el cuerpo. Observo que gira lentamente hacia mi, y me observa, sus ojos son de color rosa y brillan aún más.

—Luffy... ¿vas a rendirte tan fácil?—dijo con una voz calmada, y seria. Me levanté de poco en poco y pude por fin poner un puño de soporte y lograr pararme.

—¡Yo nunca me rendiré!—grité, me sentía de nuevo motivado, Amie caminó hacia Anel bastardo y poco a poco se agachó para ir por su hacha y levantarlo.

—¿Activaste ese poder, Amie? —Dijo sonriendo, chasqueó los dedos, Amie se detuvo y puso de nuevo las manos en su cabeza, miré de nuevo a Rem quien sonreía maliciosamente, de nuevo golpeé el suelo y me paré para ir junto a Amie. Estaba adolorida y se notaba, las manos en su cabeza temblaban, acerqué mi mano pero solo gritaba más y el resplandor se prendió más a un punto donde me quemaba. Aparté mi mano, pero vi que estaba sufriendo, era mi hermana, ella debía ser mi hermana, solo me queda confiar en mí mismo, en lo que mi mente dictaba. La tomé de la mano, me ardía, me dolía pero sólo me quedaba esto. Apreté con fuerza su mano, su cara angustiada cambió por una de sorpresa, abrió los ojos y me miró, y la miré. Tomó devuelta mi mano y miró de nuevo a Rem, estaba asustado y sorprendido. Caminamos con las manos entrecruzadas hacia él. Amie soltó mi mano lentamente y comenzó a atacar a Rem. Sus ataques tenían más potencia. No me iba a quedar de brazos cruzados y lo ataque también, un gancho, una patada, una estocada, y un aplastamiento.

Empecé a atacarlo de manera individual alejándolo de Amie, era bastante habilidoso pero yo podía ganarle, yo tenía que ganarle. Logró patearme el brazo y me logró cortar, Amie se quedó esperando para poder taclearlo con toda su fuerza, Rem estaba debilitado así que logró empujarlo hasta caer, empezó a ahorcarlo. —¡Voy a disfrutar esto!—sonrió de manera hasta psicótica. Rem la tomó de las muñecas y la empujó para luego patearla, yo fui directo a su cabeza, logré darle y entonces él respondió cubriéndose. Amie salió de la nada cortándolo, soltó las cimitarras para hacer fuerzas contra ella, Rem agachándose y tomándose de las manos con ella, empujándose.

—¡Tú siempre fuiste mía! ¡Desde ese momento que te vi en la cuna supe que serías mía, princesa! —le gritó, Amie estaba furiosa y salieron lágrimas de sus ojos.

—¡Luffy, ahora!—en ese entonces, Amie lo "abrazó", lo sujetó fuertemente y le susurró algo, Rem la atacaba sin parar en la cabeza, en el estómago. Me miró mientras sus lágrimas rozaban sus mejillas, y asintió, su pelo se estaba moviendo rebeldemente, cubría casi su cara. Corrí preparando mi ataque, Rem volteó agitado, su mirada estaba furiosa y asustada, eso me alegró más porque con más fuerza en mi voz, rugí:

—Gomu Gomu no... Bazooka. —lo golpeé en la mejilla y su cara de tal forma que casi se deformó, Amie lo soltó justo en el momento, Rem fue lanzado hasta la otra habitación, nos miramos entre nosotros dos, agitados, y de ese agujero él ya no volvió a salir. El brillo de Amie se fue apagando y cayó, corrí hacia ella para alcanzarla pero yo también caí cansado.

[AMIE]

Mi cabeza daba vueltas, tuve un sueño bastante extraño, soñé varias cosas, varios recuerdos y pensamientos, tantas cosas que hice en mi juventud. La luz me despertó, de golpe debo decir. Al lado mío, en la otra cama está Luffy con vendas, lo observo por un pequeño rato, pero el sonido de un disparo me saca de mi trance. Corro hacia la ventana aunque mis piernas temblaban, se escuchaban gritos pero eran diferentes a lo que estaba acostumbrada, estaban felices, el sol no tardó en pegarme, el día se veía increíblemente agradable. Voltee de nuevo al cuarto y entonces observé de nuevo a mi acompañante. Es Luffy, me sobresalté un poco, estaba algo sonrojada por el impacto, era él. Me acerco a él y aparto su fleco de su cara, mi amor, mi familia, mi hermano, hace años que no te veía. Abrió los ojos, y rápido recuperó la consciencia.

—¡Amie! ¡Estás bien! —me sonrió mientras se sentaba en la cama. —Fue duro, pero al fin se acabó. —lo miré algo confundida, bueno, confundida no es la palabra, es que, todos mis recuerdos volvieron, podía recordarlo todo, y el simple hecho de que ahora lo tuviera enfrente me hacía querer llorar. —Oye, ¿¡qué tienes!? —me preguntó mientras me tomaba de los hombros, solo pude sollozar con una sonrisa en mi rostro.

—Es solo que... estos cinco años, fueron bastante duros y nunca me di cuenta que mis recuerdos se fueron, olvidé a todos, y ahora me siento tan agradecida de volver a tenerte frente a mi. —dije sollozando y llorando, sentí como me abrazó. Lo abracé de vuelta.

—Me alegra que ahora estés bien, me alegro haberte recordado de nuevo. —me acaricia mi cabeza mientras me acurruco en su hombro.

Después de un rato, salimos afuera, los amigos de Luffy se mostraron bastante atentos conmigo, o al menos la mayoría. Zoro como de costumbre se hallaba acurrucado en un poste, pero no se si fue por la luz del sol pero creo que estaba sonriendo. Tuve la oportunidad de abrazar a D. Jin y Elektra, quienes estaban igual de emocionales que yo. La fiesta acababa de comenzar y cada quien estaba descansando de la batalla a su placer, era algo extraño pero no me quejaba, Luffy iba acompañándome a cada lado que iba, no era insistente así que nunca me sentí incómoda, pero en parte me alegra que él y yo estemos juntos.

Finalmente.

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