[Amie]

-¿¡La isla "W"!?- dijo Nami, supuse que ya sabía de que iba la cosa, ella era muy lista.

-Así es. -digo asintiendo mientras ladeo mi cadera y coloco mis nudillos derechos en esta.

-¡Pero si eso está para el Suroeste! ¡Una isla para atrás! -dice alejándose un poco.

- Si, ¿Sucede algo? -hacerme la inocente que no sabe nada era un truco muy fácil, pero con estos chicos utilizaría muy pocos az en las mangas.

- ¡C-claro! ¡Vamos directo al Grand Line! ¡No podemos volver unas islas atrás, cuando solo nos faltan dos! - dijo acercándose de nuevo a mi. Entendía su preocupación.

- ¡Perdón! ¡Pero es la isla con menos seguridad en la marina! A menos que quieran ir a Loguetown donde se halla el capitán de la base marina Smoker, también conocido como "Cazador Blanco", no soy aliada de los marinos, hago lo que se me plazca así que si ese tipo decide agarrarme a mi también estarán perdidos. Además de que he oído que en la isla "W" apenas acaban de abrir su reciente base marina a lo que si pensamos con lógica habrá puros soldados novatos apenas instalándose ahí, ¡Yo soy una increíble fiera si hablamos de escapes! - dije persuasiva.

- Pero... Pero...-dijo Nami algo dudosa aún, no la culpo, pero a medida que quería hacer preguntas su propia mente se las respondía.  -¡Capitán! - dijo ya rendida buscando salvación en su jefe. Sonreí.

A pesar de nuestras digerencias, Nami es de las personas más interesantes que haya descubierto en todos mis viajes por los cuatro mares hasta ahora, simplemente una mujer exótica y hermosa.

-Nami, ¡solo sera una isla!- sonrió su capitán mientras le acariciaba el hombro. -Hay que darle oportunidad. - me miró y otra vez volvió el flash a mi vista ahora más fuerte, intenté hacerme la normal pero la luz me había dejado casi ciega por lo que masajee mis ojos.

Nami se dio cuenta, lo supe, pero se dedicó a asentir con una mueca en el rostro.

- Oye, ¿Nami no dijo que el cruce para llegar al Grand Line, seria perfecto solamente  en algunas ocasiones?- dijo Zoro parando ya de pelear con el rubio, me miró también desconfiado.

- Mmmm. -reflexionó Luffy ladeando la cabeza. -No me acuerdo...- respondió y giró su cabeza para ver a su amiga. - ¡Oye Nami!, ¿Dijiste algo así? -preguntó.

- S-si...- dijo Nami alzando la cabeza, entendí que ya era su excusa pero yo ya lo tenía planeado.

-Entonces, dadas las circunstancias, no hay tiempo que perder niña- me dijo Zoro acercándose a mi y la diferencia de tamaño era mayor pero no me sentí intimidada ¿La razón? No tengo la más mínima idea.

-Mmm... En ese caso...¿Qué tal si yo lo arreglo?- dije con un tono confiado mientras con un dedo toqué el pecho de Zoro.

- ¿Qué?- dijo éste confundido, lo supe por su expresión.

-¿Qué horas son? De acuerdo a las nubes y la posición del sol está a punto de acabarse el mediodía.  A la hora que se acabe vamos directo a la isla W, y llegaríamos a los veinte minutos, en esa isla son muy organizados, pero como yo tengo permiso de la marina, habrá mas papeleo.
Terminaría a los cuarenta minutos de la hora tarde, para llegar a la base de acuerdo al camino que nos indiquen que vayamos tardaríamos veinte minutos más, osea a las dos de la tarde, llevaríamos otros minutos de papeleos en la marina de un nuevo pirata que llevé. Serían las dos con cuarenta minutos y pueden esperar otros diez para que piensen que ya me he ido de la isla, en eso hago que los novatos se distraigan y ustedes salen del barco, rescatan a su compañero y ¡listo! No los veré nunca más en la vida. -dije juntando mis manos.

-Eso es...un plan muy organizado -dijo Usopp acariciando su mentón y viendo ligeramente hacia arriba.

-¿Verdad que sí? - dije riendo.

- ¡Entonces... partamos!- dijo el capitán entre risas también, una vez más lo había logrado.

- Que se les puede hacer.... ¡Vamos!- dijo Nami sonriendo y dirigiéndose hacia donde estaba la cabeza de la cabra.

- ¡Vamos a ayudar a Amie-chan! - dijo el rubio yendo a toda velocidad hacia donde supongo estaba el timón, cuando de repente se detiene y camina hacia mi. -Por cierto, no creo que nos hayamos presentado... Soy Sanji. -besó mi mano y mencioné mi nombre aún sonriendo, hecho esto sonrió y se dirigió a la cocina.

Y así partimos hacia la isla con mi barco siguiendo a lonque se llamaba el "Going Merry" iba yo tranquila hasta que me acorde de algo de suma importancia y corrí hacia donde estaba el joven.

-O-oye, ¡C-capitán-san! -dije llamando su atención, estábamos solos por detrás de los camarotes, él estaba observando la vista.

- ¿Yo?- dijo él girándose para verme completamente apoyando sus codos en la barda.

-¿No estás... condenado a muerte verdad? - dije nerviosa y algo tartamuda.

-No tengo idea, pero el cartel dice vivo o muerto - respondió dándome una risa diciendo "shishishi" era demasiado lindo, no lo niego.

- S-sí, bueno está bien.... ¡Vamos! - dije yo ya largandome para no estar con él pues no quería que me diera otro de esos extraños flechazos de luz cegadora.

- ¡Chicos!- gritó Nami desde la cocina - ¡Vengan aquí un rato!

Miré al capitán extrañada y él también lo estaba pero después alzó los hombros y caminó adelantándose a mi...
Me pregunto que pasará.

[Nami]

Estaba en la cocina mientras intentaba no pensar lo que podría hacer esa chica con el poder de nuestra confianza, yo más que nadie sabe como se siente traicionar y ser traicionado, si algo les llegara a pasar a los chicos... confianza... ¡Pero por supuesto!

- ¡Chicos!- grité- ¡Vengan aquí un rato! -Como Sanji estaba aquí, el  preguntó que sucedía pero le respondo que espere a que los demás lleguen.

- ¿Qué pasa Nami?- dijo Luffy llegando al último. - ¿Amie también tiene que venir? - dijo a lo que le respondo jalando su brazo algo agresiva, si eso no significa no entonces no se que es.

- No se si han notado que Amie no ha dicho el nombre de Luffy-digo empezando sin redodeos - ¡Pues ni se les ocurra mencionarlo frente a ella! -digo estricta, todos se miraron confundidos entre ellos.

- ¿Porqué?- preguntó Usopp a lo que negué con la cabeza.

- Esto es una alianza pirata, si le damos mas poder del que tiene ahora mismo podria llegar a ser critico. Además  presiento que si ella lo sabe, se volvería muy peligrosa ¡así que no se les ocurra pronunciar el nombre de su capitán!

-¡E-está bien! -dijieron todos asustados, pero se que es por su propio bien.