¿Hacemos el trato? La isla"W"

[Amie]

El chico que sale del agujero es bastante peculiar, pelo azabache, chaleco rojo con unos pantalones cortos de mezclilla y tenía una cicatriz por debajo de su ojo izquierdo, entrecierro los ojos para intentar recordar de donde lo había visto, era como si mi mente me avisara a gritos que algo andaba extraño.

- ¡Amie-sama! ¡Ese chico tiene recompensa! -gritaron desde mi barco, voltee sorprendida.

-¿Qué? ¿En serio? ¿De cuánto?-respondo acercándome a la barda.

- No lo se... El cartel solo viene hasta donde dice " Vivo o Muerto" de ahí para abajo no dice nada... ni su nombre, ni su recompensa... -dijeron,
suspiro y volteo a ver al chico.

- ¡Entonces si tienes recompensa!- sonrío mientras me encamino al capitán con una cara amable.

- Yo y Zoro tenemos recompensa -me responde el capitán igualando mi sonrisa, supongo que eso significa que confía en mi.

-¿Roronoa? ¿Dónde está? -pregunto girando mi cabeza buscando al famoso cazador de piratas.

- Es el sujeto que anda durmiendo por allá- apunta a donde esta la cabeza del barco, hay un hombre de cabellera verde con 3 espadas, definitivamente ése es Roronoa Zoro, vaya, vaya.

- ¿De cuanto es su recompensa? -pregunto volteando a ver al capitán con mi misma sonrisa.

-Creo que eso no te incumbe, señorita Amie.- dice Nami. Chica ruda, me agrada.

-¿Qué tiene de malo saber unas recompensas? No es nada extraño. - dije mirándola con una vista juguetona.

-Demasiado para alguien que viene desde Dios sabe donde, alegando ser buena persona para hacer trato. -dice caminando hacia mi.

-¿Soy tan poco creíble?- pregunto ladeando mi cabeza de nuevo.

-Oye, oye -Dice el capitán acercándose a nosotras, con una sonrisa en el rostro, estoy empezando a suponer que mayormente el la trae sobre su cara. -Tranquila, no parece ser mala--

-¡Oye, no puedes ser tan crédulo!- dijo Nami colocando sus manos en la cintura.

-Pero no parece ser mala persona... - dijo mirándome de reojo, me sentí impotente.

-¡No sabemos lo que una chica como ella puede hacer! ¡Yo lo sé! - dijo gritando, supongo que se desahogo de lo que sea que la estuviera atormentando.
Hubo un gran silencio cubriendo toda la cubierta, las olas se oían chocar con el barco y mi corazón sólo Maria rápido, nunca había pasado este drama en toda mi vida como lo que soy.

Al final sólo se puso la mano en la frente y suspiró. -Perdónenme -alcanzó a decir. - Yo he estado algo... Iré a la cocina, no hagas una estupidez. -dice mientras camina hacia un cuarto con cuidado de no tropezar con los escombros.

-Eh... Sí, claro. - dijo el capitán mientras la seguía con la vista.

-Nami-san debe estar algo alterada por lo de su aldea, después de todo esas cosas no son nada fácil de olvidar. - dijo dando una calada a su cigarrillo. Lo miré algo culpable, no vine en el mejor momento.

-Yo... -siento un sonrojo recorrer mi cara y el capitán y el chico rubio se me quedan  viendo, bajo la mirada  -Perdón, yo no suelo hacer este tipo de incomodidad... ¡Es decir! ¡Claro, se han molestado pero ustedes parecen ser otro tipo de personas! -digo aún roja de la cara. - Yo... Será mejor que me vaya ¿A qué si? - dije levantando la vista mientras sonreía apenada, fui a paso apresurado a la barda cuando me toman de la mano.

Sentí un choque eléctrico de unos segundos, y no se porqué pero el chico también lo había sentido, me soltó al instante pero después volvió a sonreír

- ¡Vamos que no es tu culpa! - dice el chico mientras sonríe. -¿Qué vienes a hacer?

-Yo...- Juraría que yo había notado esa sensación en mi mano antes. Mi boca se sentía extraña y mi cuerpo estaba nervioso -Vengo a ofrecerles un trato. -logro decir con dificultad para mostrar de nuevo mi peculiar sonrisa.

- ¿Y de que es ese trato? Ahora que me acuerdo ya habías dicho eso - dice un chico moreno saliendo de detrás del poste, llevaba un overol y una bolsa pero lo más notable era su largo cabello rizada y por supuesto, su nariz larga. Me le quedé viendo con la boca un poco abierta pues había historias con este tipo de características, sonreí más.

-Apuesto a que te llamas Pinocho. -digo juntando mis manos mientras mis ojos se iluminan nuevamente, está tripulación tenía ese algo que hacia emocionarme.

El chico se cae para atrás y yo río, pues claramente ese no era su nombre.

-No soy PINOCHO ¡Soy el gran Usopp, un bravo guerrero del mar y el capitán de esta tripulación! - dijo el nombrado apuntando con un pulgar su pecho, eso me desconcertó un poco.

- ¿Capitán? ¿Qué el chico al lado mío no es su capitán? - dije apuntando hacia mi lado donde el chico con el sombrero de paja se hallaba, este yacía con ambas manos cruzadas.

-Me descubriste... - dijo Usopp dándose por vencido y rascándose la nuca.

Asentí con mi cabeza y me puse en medio de los tres tripulantes. - Pues mi trato es...en pocas palabras capturar a los que tienen recompensa y llevarlos a la marina. - dije con total confianza.

-¿¡Qué!? ¡¿Estas loca!? ¡Cómo si fuéramos a aceptar! -dijeron Usopp y Roronoa, este último al parecer ya había despertado.

-Cabeza de musgo ¿Cuándo te despertaste?- dice el rubio mientras prende un cigarrillo y lo mira de mala gana.

- ¿Qué te importa, Cocinero Torpe? - responde Zoro y ambos empiezan a pelearse, quería reír pero no podía dejarme llevar.

-¡Oigan! No me dejaron terminar, al final los liberare... ¡Es sencillo! - dije terminando cuando se oye la puerta de la cocina abrirse.

- No entiendo tu trato...- dice Nami mientras salía de nuevo, mi corazón de nuevo se aceleró.

- Nami... - digo nerviosa tratando de sonreír y aprieto mi falda con mis manos.

-Tranquila... solo me desquite contigo, por culpa de mi estrés. -dice acercándose a nosotros, quedó frente a frente y la diferencia de tamaño es algo notable, ella es más alta que yo.

-¿Entonces amigas? -digo dándole mi brazo en forma de paz pero ella lo baja con suavidad.

-No, aún sigo sin confiar en ti... pero eso no es lo que importa ¿De qué es exactamente tu trabajo? Pareces tener toda una tripulación a tu mando sólo para eso. - dijo mirando mi barco que era más grande que el suyo, pero este barco sin duda se sentía más acogedor.

-Mi trabajo es reunir recompensas de los piratas capturándolos y llevándolos a la marina pero, después los libero y les doy parte de la recompensa ¿A qué no es genial? Si juntamos la recompensa de su capitán y el de Roronoa podríamos juntarlo y --

- Te dicen "La niña traicionera "¿cierto?- dice Nami con la mirada fría, mi corazón empieza a latir más fuerte y me quedo en shock por unos segundos.
Odio ese nombre, odio como empezó ese nombre; Me  quedo en silencio pero respondo.

- S-si....creí que ustedes no me conocían... -digo tartamudo aún tratando de sonreír aunque poco a poco mi risa se va desvaneciendo.

- Nosotros no... este periódico sí... - dijo dándose un poco la vuelta.

-¿Periodico...? - ella alza un periódico con un apartado lleno de cosas mías, me sobresalto y dejo de sonreir.

-¿Te molesta que lo lea "Niña  traicionera"? - Preguntó mientras se acomodaba para leerlo, siento la mirada de todos y me pongo nerviosa. - No ¿verdad?

- Y-Yo... -digo mirando a mis lados mientras que aprieto más fuerte mi corta falda y retuerzo mis dedos por adentro de mis botas.

- "La niña traicionera " es una historia que estos dias se ha vuelto bastante popular en especial en algunos pueblos cerca del Grand Line, la nombrada anteriormente es una persona despiadada y cruel que engaña a los piratas diciéndoles que después de llevarlos a la marina los libera y se llevan algo a cambio, puede sonar increible pero ya hay varios casos donde esta persona ha ganado, la niña traicionera,sin embargo, los deja ahí pudriéndose en la cárcel... esto beneficia a la marina.. pero según algunos capitanes ella hace algo demasiado "cruel", ha habido casos en los que algunos piratas se escapan después de que La niña obtenga su recompensa por capturarlos, pero según La Niña en una entrevista realizada por miembros de la editorial responde:

"¿Yo salvar piratas..? Que tontería... ellos merecen pudrirse en la cárcel de la marina donde los dejo" declarado por La Niña.

¿Sigo o ya es suficiente?

Hubo un gran silencio nuevamente pero ahora yo quedé como el centro de atención, un sudor recorrió mi frente y mi labio temblaba no de tristeza sino de ira, no era por Nami, era por ese estúpido periódico, ¡Ellos no sabían nada!

- ¿Osea que tienes mala reputación con todos? - dijo de nuevo la de pelo naranja, no tengo otra opción más que asentir.

-Sí... -respondo aún sin voltear a ver a nadie.

- ¡Se hace el trato!- dice el chico de sombrero de Paja, volteo sorprendida y no fui la única.

- ¿Qué?- dice Nami igual de sorprendida y confundida.

-Solo necesita que alguien confíe en ella ¿no es así?- voltea a verme y me sonríe, yo asiento muchas veces olvidando mis temores de hace un rato.

- Es decisión del capitán.-Suspira Nami ya dándose por vencida después se acerca más a mi al grado de oir su respiración. -"Niña traicionera", si le eres fiel  tu nombre, seré yo la primera en hacerte daño. -dice y se aparta de mi.

- S- si Nami. -digo asintiendo con nervios y tragando saliva. ¡Vaya! ¡Hace tiempo que nadie ma había amenazado así!

- ¡Bien! ¿Donde se desarolla, el trato? - dijo el capitán, yo me le quedé viendo y sonreí confiada.

-En la isla W. - dije sonriendo mientras el viento sopló moviendo nuestros cabellos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top