¡Amo contra esclavo! La historia de una princesa.

[Amie]

Quedé estática por un momento, dejo soltar el hacha y caigo de rodillas, mis puños también caen al suelo y agarro el suficiente coraje para gritarle mientras me incorporaba.

-¡Eres un maldito! -le grité enfurecida y dolida. La gente, siempre habrá gente mala en este mundo, y a las mejores personas con un poco de mala suerte les puede tocar de las peores, me pregunto.... que hubiera pasado si yo no hubiera llegado a la isla ¿Giselle a sus cortos años hubiera muerto? Hubiera preferido que si, a que la hubieran matado a golpes, sin poder caminar o correr, solo quedaba aceptarlo y sufrir cada segundo.

-Querida Amie... era por el bien...-atreví a interrumpirlo.
- ¡Ella no queria morir, si le hubieran dado la oportunidad hubiera luchado hasta el final por vivir! -le dije mientras en mi mente apareció la pequeña en su área de rehabilitación, luchando por caminar, y cuando la apoyábamos agarrándola para que se sostenga, era inmensamente feliz.

"Puedo caminar"
"¡Amie! Si me llevas de nuevo aquí, aprenderé a caminar más rápido, ¡Mamá me amará de nuevo! "
"Podré portar ese apellido si sigo así... ¡Seré una Vendetta!"

-No me refería a el bien de ella... si no al tuyo... -dijo sacándome de mis pensamientos, lo miré extrañada y después alzo mis hombros y lo miró disgustada.

-¿Qué?
-Ibas a abandonarme, te ibas a ir con los sombrero de Paja e ibas a dejarme... a tu querido Luffy... -dijo y movió su mano haciendo que mi pecho doliera, caí de nuevo y miré la salida, oí unos pasos en la aldea corriendo, "oír" es una forma de decirlo, podía sentirlos, eso era extraño, no el poder sentir los pasos, pienso que es una habilidad de la maldita cosa que llevo dentro, lo extraño era que nadie después de las seis salía, era ya ley. ¿Quién sería? No puedo suponer porque mi corazón de nuevo duele.

[?]

Caí debido a mis tacones, me raspé la rodilla pero no puedo permitir que eso me detenga, me quito los zapatos y sigo corriendo, la lluvia se acercaba, el barco estará bien, el Merry es resistente pero mis sentidos me dicen que esto debe ser rápido.

-¡Amie!-grito desesperada hasta que alguien se me lanza encima y caigo al suelo, mi pecho duele y mis mejillas también.

-¿¡Oye Nami qué demonios haces!? -me grita Usopp quitándose de encima y me ayuda a incorporarme para quedar sentados en el suelo. -¡No vuelvas a saltar del Merry así de improvisto!

-¡Estoy tratando de apoyar a Amie! ¿¡Qué demonios haces tu?! -le empujé mientras aún me recuperaba de mi correr, tenía la respiración agitada.

-Nami ella necesita unos momentos para estar sola... ¡Recuerda también que ella nos corrió! -dijo tratando de convencerme pero negué con la cabeza con los ojos casi haciéndose agua.

-¡Usopp.. nadie quiere estar solo! ¡Yo viví el perder a alguien... en esos momentos son los que necesitas amigos
de verdad! -me sale una lagrima que rápido me quito, el rostro de Usopp cambia y sonríe levemente.

-Nami... entonces si te importaba... no te caía tan mal despues de todo... -me dice otra vez tomándome de los hombros, miro a otro lado.

-Yo... yo... -empiezo a llorar más y lo miro con una sonrisa igual de leve. -No quiero que nadie mas sufra por la perdida de alguien. -le digo y él se acerca a mí.

-Nami... -me susurra mientras me da un abrazo y me acomodo en su hombro y le devuelvo el favor.

- Chicos ya hay que irnos...-nos dice Luffy con la mirada baja, se acomoda su sombrero de paja y después se detiene, Sanji y Zoro llegan detrás de él, me separo de Usopp y me incorporo para ir hacia Luffy.

-¿¡Estás tonto o que?! ¡Luffy, yo no me iré hasta asegurar que Amie pueda mirar hacia adelante! -lo tomo del chaleco y lo acerco a mí para intimidarlo lo más que pueda pero él ni se inmuta.

-¡Nami, ella está mejor sin nosotros! -me dice apartándome y me mira serio y enojado al mismo tiempo, yo no voy a hacerme para atrás.

-¡No! ¡Debes de ser mas comprensivo! ¡Vamos por favor, Luffy! -dije y se oyeron pasos de un callejón, todos volteamos.

-¿Luffy... tu nombre es Luffy? -nos pregunta una anciana, es libre por su voz pero no deja que veamos su cara ni cuerpo ya que trae una capa cubriéndola de color rosa y negro.

-Si, así es mi nombre, yo soy Monkey D. Luffy. - dice el nombrado y se gira completamente para verla, alza una ceja.

-Tú... tú puedes salvar a Amie... -nos dice acercándose, pude observar su cara, morena, arrugada pero extrañamente familiar.

-¿De que me hablas abuela? -dijo Luffy, le daría un buen zape ahora mismo pero no es el momento.

La señora mira a todas partes y niega con la cabeza -Vengan, síganme... aquí no podemos hablar. -camina hacia el lado sur de la calle, después se detiene, creo que sintió que no la seguíamos, suspiró.-Entiendo que no quieran seguirme, no los obligaré. Después de todo, son piratas, hacen lo que se les plazca. -Dijo para seguir caminando, Luffy inesperadamente después de eso la siguió, todos seguimls al capitán, llegamos a una tienda con cosas bastante extrañas, fines, amuletos, pociones no me extrañaría que la vieja fuera una...
-Bruja.-dijo Zoro y Sanji lo empujó con el hombro.

-Respeto a una mujer marimo,-dijo y Zoro no dijo nada más, la anciana sonrió y se sentó en una banca de color rojo.

-Pues si vaya, soy una bruja pero a mucha honra. Necesito de esto para mantenerme saludable, no pienso morir en esta miserable isla. ¿Quieren té ?
Negamos con la cabeza pues era demasiado tonto beber de algo que nos de un desconocido y para acabarla una bruja.
-Yo si tomaré gracias. -dijo a Luffy y caímos de espalda.

-¡Ni siquiera dudaste! -gritamos todos, la bruja sonrió.

-No se preocupen que no es nada malo, no todas las brujas somos malas... y no todos los piratas son crueles... pero vaya ¿Tenemos al verdadero Luffy? -dijo la anciana. -Mi nombre es Ouma, he vivido en esta ciudad por más de diez años, no, no soy una de la maldición de la isla, soy simplemente una anciana con mucho tiempo, verán, el caso es que todo el pueblo los necesita... Amie los necesita más que nada.

-¿De qué estás hablando? -pregunto algo asustada.

-Ahora mismo me temo que Amie estará luchando con Rem, ese tipo es escoria...

-¡Hay que ayudarla entonces! -dice Sanji casi corriendo pero Ouma lo detiene moviendo un sillón.

-¡Espera! ¡No pueden ayudarla si antes no hago esto! -dice y saca un collar con una piedra que parece lapislázuli, es precioso, lo toma entre sus manos y mira a Luffy. -¿Seguro que eres Luffy? Si es así, eres el único que puede salvar la isla.

-¿Qué me estás diciendo? -dice Luffy acabando su té, Ouma se mira decaída.

-Amie necesita ayuda... pero no solamente con la pelea, verán... les contaré una historia... La historia de una princesa. Todo empezó cuando la pequeña tenía tan solo cuatro años.

<<Años atrás, en un gran reino en el West Blue>>
[Amie]

Salí a pasear con mi vestido verde, oía como me llamaban para que me detuviera pero rayos... ¡Quería explorar! Siempre encerrada aprendiendo las normas y reglas que constituyen el país, los apellidos de todos mis súbditos, ¿piensan que eso es mucho para tan solo cuatro años? ¡Esperen a que sea mayor de edad! La que me venía por tan solo ser princesa.

"Las princesas tienen deberes"

No todo es hacer lo que queramos, pero a pesar de esto, solo tenía dos horas de deberes, y el resto del día ¡Libre! Abrí la puerta principal y todos los que estaban enfrente del palacio se inclinaron, yo por cortesía tomé mi vestido, crucé pies y me incliné pero después salí a velocidades grandes.

-¡Buenos días! -dije a cualquiera que se me atravesara, Call estaba detrás mío tratando de alcanzarme pero puf, a esa velocidad hasta la tortuga le gana.
-Apúrate Call que quiero ir a comer. -le dije refunfuñando.

-¡¿Otra vez!? - dijo asombrado y sonreí. -¡Señorita no puede seguir comiendo! Si sigue así engordará.

-¿Huh? Tonto Call, no hay gatos gordos.

- Si hay gatos gordos, por eso tienen su comida, y aún así hay que dársela en medida, así con usted. - me dice y hago trompa con los labios.

- Bueno pero... mamá y papá no están gordos así que todo bien para mi. - digo y sigo caminando.

-¡E-espere señorita! - dijo y me tomó en brazos. Me empecé a reír, él era Call, consejero real un hombre muy trabajador de pelo negro y lentes, un día mis padres necesitaban una niñera y ¿quién mejor que el consejero? Él y yo nos llevamos muuuy bien.

-Puedo preguntar... ¿Porqué se esfuerza tanto en ir al pueblo? No la he visto con ningún amigo...

-¿Amigo? -pregunte curiosa, ¿a qué se refiere?

- Si ya sabe, los que te acompañan a cualquier lado, dicen cosas graciosas y comparten buenos momentos.

Me quedé pensando. -Call ¿Tú no eres mi amigo? -pareció atragantarse y miró a otro lado con ¿fiebre? Estaba rojo.

-Señorita, me refiero a amigos de su edad, yo tengo los míos, tuve mucha suerte que a mi edad me hubieran acogido en el castillo y dado el alias de consejero. Vaya diecisiete años... - dijo y me sonrió.

-Pero yo no he visto a ningún niño en todos los días que bajo. - digo tomándolo de su camiseta abotonada, me acaricia la cabeza.

-Entonces hay que movernos y buscar. - me dice y yo asiento emocionada, buscamos en casi toda el pueblo, todos los lugares en los que miembros de el Palacio podían acceder pero nada, yo no parecía entender porque no había niños en el pueblo hasta que Call pareció entender, para ese entonces me había bajado para yo caminar, por lo que se dio fácilmente una palmada en la cabeza y empezó a reirse. -¡Pero claro! ¡La razón por la que no ves niños en esta parte de la ciudad es porque están en la escuela!

-¿Escuela? -ladeo la cabeza y alzo una ceja.

-Tú tienes educación en el Palacio, y has avanzado más que cualquier otro niño aquí, pero por eso vas a un nivel que te parece aburrido para ti, no eres una chica super inteligente pero no eres tonta, la niña más lista de aquí puede ser.

Sonreí pues eso parecía muy bueno pero... en la escuela ¿Podría conocer otros chicos?

-¡Call! ¡Call! -mi padre, un hombre alto, fornido y barbón llegó corriendo, todos se nos quedaron viendo, que yo saliera era una cosa diferente a que mi padre saliera, fácilmente pudo haber contactado a los guardias.

-¿Señor? ¿Qué hace aquí? - me dice Call y me toma de la mano, me siento confundida.

Mi padre lo mira agitado y después me observa, se agacha y me toma de las mejillas.

-Amie... es tu madre. - me dice, observo a Call asustado y él se pone serio mientras me acaricia la cabeza y mira al rey.

-Vamos. - me dice, papá me carga y vamos corriendo al castillo, a lo lejos observo un edificio y salen niños sentidas las edades, lo miro con asombro y emoción pero me sacan de mis pensamientos al mi padre casi tropezar.

Llegamos al portón donde mi padre me deja y me toma de la mano, le da unas instrucciones a Call en lengua Savage, imposible para mí de entender. Call me mira y observó dolor en su mirada, agito la cabeza levemente para intentar saber qué sucedía, mi padre me toma del brazo y Call se va para un pasillo.
Papá me llevó al cuarto de mamá, al momento en que entra muchas enfermeras, empleadas y ¿familiares? Mi abuela -a la única que le conozco- está muy triste... ¿abuela?

Entré y vi a mi madre, sus ojos verdes se posaron en mi, sonreí y me incliné para después saltar a su cama y abrazarla.

- Amie... ¿Cómo estás? - me dice mientras me acaricia el corto cabello.

-¿Tú estás bien? - le digo dejando caer mi cara.

-Si, un poco mejor... - me dice y mira a otro lado.

-Mamá, acuérdate que tú y papi me llevarían a ver una isla con magia. - le mencioné sonriendo. -Quiero llevar a Call y a un amigo, aún no lo tengo pero lo encontraré.

Escuché sollozos, era mi padre que salió del cuarto... ¿Qué estaba pasando?

-Claro que sí, Amie...-tose moentras agarra un trapo blanco, por unos segundos pude observar rojo.-Aunque puede que tarde en llegar ese día.

-Mamá... Tú dijiste que yo iría a verlo con mi familia, tú eres mi familia. - le sonreí y la tomé de las mejillas mientras estaba acostada con mi barriga abajo.

-Claro, y lo verás... pero yo no iré. -dijo y le salió una lágrima de su ojo, me sentí extraña, nunca la había visto llorar.

-¿Qué? ¿Porqué no? Tú eres mi mami, la más especial de mi familia... ¿Porqué no irás?
- pregunto asustada.

-Amie-chan, yo... -tosió de nuevo aun peor, me alejé un poco. -Yo...-volvió a toser tapando su boca que salia sangre a monton.
En eso no dejo de toser, me alejé y la miré asustada, estuve caminando en reversa hasta topar con una pared y me hice hasta atrás mi cabeza.

-Papá... ¡Papá! -grité, abrieron la puerta y mi padre llegó, mi mamá lo tomó del hombro, observé como lo sujetó muy fuerte y después batallando lo tomó de los cachetes y lo volteó hacia mi, yo sólo miraba con terror a mi madre mientras yo tomaba con fuerza mi vestido. Me miró y no tardo en cargarme y sacarme del cuarto Call me esperaba y me tomó, no paré de mirar el cuarto.

-Espera aqui, Amie... - me dice y cierran la puerta mientras muchas enfermeras entran y un tipo de bata blanca también.

-Call... -susurré, entonces lo miré y estaba tapando sus ojos solo para que no lo viera llorar... -Call ... ¿Qué le va a pasar a mamá? ... Call...

No pudo dejar de llorar, y yo tampoco...

Pasaron algunas horas, Y entonces se abrió la puerta, mi padre salió de la habitación, me miró, sus ojos estaban vacíos... Miré al cuarto, había un cuerpo en la cama y varias enfermeras llorando... No veo a mamá.

-¿Mamá? - pregunto entrando al cuarto, miré a todos lados, no la veía... -¿Estás...? ¿Estás jugando a las escondidas? - dije, miré a la cama, estaba cubierta a excepción de un brazo... donde aún venía un dibujo... "Mi mamá es la mejor"

No... No puede ser... Mi aliento se cortó y miré a todos lados, todo se hacia oscuro y me alejé... No... ¡NO!
Corrí hacia mi cuarto y estaba llorando, me quité las lágrimas y me saqué la ropa quedando sólo en short, me metí en la cama y sollozé, pataleé y grité, caí dormida después de unos minutos.

Pasaron las horas y Call estaba a mi lado dormido igualmente, me levanté para buscar a mi papá... cuando iba pasando por un pasillo una conversación se oyó... Una terrible conversación.

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