Ashton

—¿Y ahora qué? —preguntó Gohan sentándose en mi cama—. ¿Dejamos que Alie se deprima hasta la muerte?

—No hay mucho que podamos hacer —dije sentándome a su lado—. Solo tenemos que animarla y hacer que haga algo de su vida...

Luego de que Alie se fuera a encerrar, no quisimos intentar sacarla. Seguramente necesitaba un tiempo a solas para pensar y calmarse y, cuando necesitara de nuestra compañía, nos buscaría.

De pronto, mi vista se posó en la laptop de Alie, la que estaba puesta sobre la mesa de noche del lado que solía dormir.

—¿Qué será lo que escribe ahí? —pregunté.

Gohan miró la laptop y entonces se encogió de hombros.

—Si nos sabemos la clave no es ilegal ver —dijo yendo por ella.

—Tienes que dejar de justificar tus actos delictuales así.

Gohan abrió la laptop e introdujo la contraseña que ambos nos sabíamos: "Twinkle123". Había que decir que, para las claves, Alie no tenía mucha originalidad.

Gohan entró a los archivos y entonces, encontró un archivo de Word con un nombre curioso.

—"Alaska va a Los Ángeles" —leyó—. Es el último archivo editado, debe ser este.

Mi amigo lo abrió y ambos comenzamos a leerlo.

—Es como una obra —dijo Gohan.

—Es un guion —lo corregí.

Gohan me miró extrañado.

—Está dividido en escenas y actos... Alie me lo explico alguna vez.

Todas las cosas que sabía de teatro y cine, eran por Alaska y una de esas cosas, era la diferencia entre un texto teatral y un guion de cine.

—Oye, mira —dijo Gohan—. Esos somos nosotros... Recuerdo ese café, estaba muy bueno, pero tú arruinaste todo cuando le ofreciste ayuda.

—La pobre estaba en el suelo llena de cajas —argumenté—. No podíamos dejarla así.

Gohan siguió bajando y leyendo de reojo.

—Es como la historia de su vida en Los Ángeles, al menos hasta que se estrenó la película —comentó Gohan.

—Así que eso era lo que escribía... un guion de película.

Me quedé un momento pensando. Alie probablemente jamás le había mostrado eso a alguien, ni tenía la intención de usarlo, pero...

—¡Eso es! —chillé—. Si Alie no puede ser actriz de Hollywood, quizás podría ser una guionista.

—Pero no es guionista.

—¿Y qué es eso entonces? —le pregunté apuntando la laptop.

—Sí, pero mientras nadie haga una película con él, es inútil.

—Exacto, alguien tiene que hacer una película —corroboré—. Necesitamos un director y quizás, dos guapos, sociables y muy inteligentes productores.

—¿Y de donde los vas a sacar?

—Dos guapos productores —repetí.

Gohan me miró extrañado.

—Amigo, ¿estás saliendo del closet? —preguntó—. Justo ahora que Alaska esta destruida, ¿no pudo ser antes?... ¿Y quienes son esos productores que te enamoraron?

—¡Nosotros, idiota!

Gohan soltó una risa.

—¿Nosotros? ¿Productores de cine? Lo único que producimos son caos y marihuana —dijo Gohan—. ¿De dónde sacas esa estúpida idea?

—Gohan, tú y yo somos personas llenas de contactos por Los Ángeles, desde policías, hasta directores de cine —expliqué—. Y no sólo eso, yo soy millonario, lo que te hace a ti millonario... solo nos hace falta un guion...

Gohan lo evaluó un momento.

—¿El director del que hablabas era mi primo?

—Claro que sí, y si no, supongo que André podría hacer una película normal por una vez en su vida —comenté—. Sin alienígenas, ni desnudos.

—Recuerda que los personajes del guion somos nosotros... habrá muchas cosas raras y desnudos aquí. Incluso escribió la vez que nos encontró en plena orgia.

—¿En serio?

—Sí... tiene una excelente memoria —respondió revisando el documento aun.

—Bueno, vamos a hablar con tu primo —le dije—. Y llevémonos la laptop de Alie, de todas maneras, si está en nuestra casa no es robo.

—Amigo, hasta yo sé que eso está mal.

—Cállate y finge demencia —dije como una orden.

[...]

—Entonces quieren que dirija esto...

—Así es —dijo Gohan—, pero entendemos que eres un director con experiencia que no dirigiría cualquier cosa, por lo que...

—Se ve muy bien.

Ambos lo miramos con sorpresa.

—Ah, ¿sí? —preguntamos al unísono.

—Así es, y los retrato muy bien —confesó—. Tan salvajes y extraños como son... Además, conocí a Alaska, ella es una muy buena actriz y no dudo que tenga otros talentos en el ámbito del cine.

Gohan y yo chocamos los cinco. Era sorprendente como la buena suerte siempre estaba de nuestro lado.

—Mi pregunta ahora es: ¿tienen dinero para producir una película?

—Tengo más de cuarenta millones de dólares guardados —respondí—, ¿eso responde tu pregunta?

—Creo que tendrán su película entonces —accedió—. Contactaré a un guionista profesional que es mi amigo. Él revisará esto y se pondrá de acuerdo con Alaska. También necesitamos un director de casting para elegir un elenco y todo eso, ¿lo tienen claro?

—Tranquilo, lo tenemos todo bajo control —aseguré.

—Bien, yo puedo recomendarles algunas personas.

—Sería genial.

Lo bueno de ser Gohan y yo, era que teníamos contactos de todo tipo gracias a nuestra simpatía y particularidad. Conseguir un equipo para llevar a cabo una película no sería complicado.

—¿Y por qué vinieron ustedes y no Alaska? ¿Tiene que ver con lo de Williams? Supe que salió impune —comentó.

—Sí —corroboré con poco animo—, pero no esperábamos muchos más. Lamentamos que hayas tenido que testificar, probablemente vas a tener consecuencias.

El primo de Gohan le restó importancia.

—Quizás Williams se vaya con más cuidado. Si dos actrices fueron capaces de denunciarlo, pueden aparecer más —comentó—. Creo que mantendrá un bajo perfil.

—Esperemos que así sea —dijo Gohan.

En ese caso, al menos habríamos logrado evitar que hubiera más víctimas o que las chicas cayeran en esas falsas audiciones porque, en el fondo, nadie confiaba en alguien que había sido acusado en una corte de un delito, aunque hubiera sido encontrado inocente.

Luego de despedirnos del primo de Gohan, fuimos a casa, donde nos encontramos con Alaska comiendo helado, directamente del pote, en la sala.

—¿Dónde estaban?

—Fuimos a...

—¡Vamos a producir tu película! —exclamó Gohan.

Reprimí el golpe que le quería dar a Gohan por ser tan brusco para decir las cosas y me senté en el sillón junto a Alaska.

—¡Sorpresa! —exclamé.

Alaska nos miró sin entender.

—¿De qué demonios están hablando? ¿Están drogados?

Definitivamente no había entendido nada y no tenía porque hacerlo así de rápido, ella ni siquiera tenía idea de que nosotros sabíamos que había escrito un guion de película en su laptop.

—Tu película, la que escribiste en tu laptop —aclaró Gohan.

Eso hizo que Alaska se preocupara.

—¿Leyeron el guion que escribí? —preguntó molesta—. ¡¿Se metieron a mi laptop?!

No parecía muy feliz con la noticia.

—Pues si no lo hubiéramos hecho, entonces no serias la guionista de una película —argumentó Gohan con desagrado—. ¿No te cansas de sólo ver el lado negativo?

—¡No puedo creer que...! —hizo una pausa y pareció intentar procesar la información—. Momento, ¿a qué se refieren con que será una película?

—Tus chicos producirán una película con el guion que escribiste —aclaré.

—¿Cómo?

Solté un suspiro agotado y le expliqué con más detalle como habíamos llegado a eso y lo único que pudo decir Alaska fue:

—Tienen que estar jugando...

—¡No! —exclamamos al unísono ya hartos.

—¿O sea que realmente harán una película?

—Haremos una película —corregí—. Los tres, como familia.

Alaska cubrió su boca con ambas manos y luego de emitir un grito ahogado, saltó a abrazarnos a ambos con fuerza.

Esa era la Alaska que a mí me gustaba, la que siempre quería superarse y que tenías una sonrisa en el rostro, no la que lloraba comiendo helado en el sofá... por más rico que fuera el helado.

Twinkle también apareció en la sala con ánimo, probablemente ver a Alie triste no le estaba gustando, pero al oír su emoción subió al sofá y comenzó a hacer gracias.

—Incluso Twinkle estará en la película —dijo Gohan—. Un gato tendrá que interpretarlo.

Alaska rio y tomó a Twinkle en sus brazos, levantándolo.

—¿Oíste eso? Tus papás humanos producirán una película.

Twinkle pegó su nariz a la de Alaska y luego comenzó a frotarse con cariño.

Era la primera vez en muchos meses que la casa tenía un tan buen ambiente y suponía que eso le agradaba.