Alaska

Ashton y Gohan estaban bastante pálidos y nerviosos. No sabía si era porque estaban muy drogados o pasaba algo más.

—¿Les pasa algo? —pregunté mientras masticaba unas papas fritas de una bolsa que encontré.

—¿Así como que pasar?... No, no —negó Gohan, aunque no parecía nada convencido.

—Ah...

Ashton no decía nada, solo estaba tomando bebida en un vaso y podía oír que tragaba muy fuerte.

Miré la hora en mi celular y me di cuenta de que quedaba tan solo una hora para año nuevo.

—¿Saben? Mejor me quedaré aquí abajo a esperar el nuevo año —dije—. ¿Qué les parece?

Ashton escupió toda la bebida que tenía en la boca sobre la isla de la cocina y, de paso, me mojó un poco a mí por estar a su lado.

—Iugh —dije asqueada, tomando un poco de papel absorbente del mueble de atrás para secarme.

—L-lo siento, es que me tomó por sorpresa —se excusó.

—Pero si no es nada sorprendente —dije extrañada.

—No, pero...

Antes de que Ashton respondiera algo, una chica alta y piel tostada, con un cuerpo de modelo, apareció en la cocina emocionada.

—¿Quieren jugar a girar la botella?

—No, Jazmín, sabes que tengo pareja —le dijo Ashton.

—No ese girar la botella —aclaró—. Es sin besos, solo con beber shots.

—¡Uh! —exclamé yo—. ¿Puedo jugar yo?

—Claro, corazón. Vamos a la sala.

La chica me dio una sonrisa sincera y salió haciendo una seña para que la siguiera.

Yo estaba por seguirla, pero Ashton y Gohan me detuvieron.

—Si quieres beber algo puedes hacerlo aquí, en la cocina —dijo Ashton—. En la bonita y segura cocina.

—Sí, podríamos encender el microondas y ver cómo los números cambian —siguió Gohan.

Yo lo miré algo extrañada.

—Es broma, ¿no? —pregunté con una sonrisa nerviosa.

Gohan miró hacia los lados repetidas veces y luego me sonrió.

—Claro que es broma...

—Entonces vamos a jugar.

Yo los rodeé y salí de la cocina para ir a la sala, donde había varios invitados haciendo un círculo en el suelo alrededor de una botella vacía de vodka.

La chica llamada Jazmín me hizo un lado a mí y a los chicos, los que se sentaron mirando hacia distintos lados con clara preocupación.

Ya no tenía la sospecha de que algo les sucediera, tenía la certeza.

Decidí no preguntar nada y solo cruzar mis piernas y concentrarme en el juego.

Al principio, no me tocó beber nada, pero cuando habían pasado unos minutos, la botella comenzó a detenerse seguido en mí, dentro de las diez o doce personas que había.

Había tomado ya cuatro shots de tequila cuando alguien apareció en la sala.

—¿Hay lugar para otros dos?

Mis ojos casi se salen cuando vi a Abby y, peor, a Brian ahí de pie.

—Claro —les dijo Jazmín con una sonrisa.

Yo no quería tener un encuentro con ellos, por lo que solo me levanté del piso y me marché hacia el patio trasero.

Una vez afuera me percaté de que los chicos estaban detrás de mí.

—Nosotros no la invitamos —aclaró Ashton, poniéndose a mi lado.

—Lo sé —aseguré—. Estoy segura de que aquí hay personas que jamás habían visto en sus vidas.

—Sí, como ese tipo con la tanga de elefante —dijo Gohan apuntando a un tipo semidesnudo con una tanga con la cara de elefante color rojo.

Era obvio que el sujeto estaba ebrio, pues estaba haciendo malabares con unas botellas mientras equilibraba otra en su cabeza y andaba sobre una patineta por la orilla de la piscina. Todos los que estaban viendo la escena, animaban al sujeto... o así fue hasta que quebró una botella y cayó a la piscina.

—¡Oye! ¡Más cuidado con ensuciar el pasto! —pidió Ashton.

—Ya déjalo, bastante pena va a pasar cuando haya videos de él en Internet en esa tanga —le dije yo.

Mientras mirábamos como los demás lo sacaban de la piscina, pues no parecía saber nadar muy bien, Brian apareció por ahí.

—Alaska —dijo, fingiendo simpatía—, ¿cómo estás?

Yo tomé aire para relajarme y respondí:

—Pues bien, ¿y tú? Me imagino que genial.

—Más que genial —me corrigió—. Sabes, ahora estoy trabajando con un productor famoso en su nuevo proyecto y me comentó que te conoció.

Yo lo miré de golpe con algo de miedo.

—¿Q-que productor?

—Mike Williams.

Gohan y Ashton comenzaron a toser como para intentar cubrir su respuesta, pero yo la había oído perfectamente.

—¿Qué te dijo? —pregunté con dureza.

Brian se encogió de hombros con una sonrisa burlesca, lo que me hizo hervir la sangre.

Sin pensarlo mucho, tomé a Brian por su camisa y lo remecí.

—¡¿Qué mierda te dijo ese imbécil?!

Brian pareció asustado con mi reacción al principio, pero luego agarró mis muñecas con fuerza para obligarme a soltarlo.

—Me dijo que eras una cualquiera —dijo con seguridad—. Que después de audicionar lo habías intentado seducir para conseguir un papel... y que te mandado al diablo.

Al final sonrió divertido, como si hubiera disfrutado saber que Mike Williams me había quitado una oportunidad laboral.

—Nunca pensé que tuvieras que recurrir a esas prácticas por tu falta de talento —comentó, por último.

—Suéltame —le dije como una orden, intentado tragarme mi ira.

—¿Qué harás cuando todos se enteren que clase de mujer eres y como trabajas? —preguntó—. Nadie querrá contratarte.

—Oye, te dijo que la soltaras —le dijo Ashton molesto.

Brian me soltó de mala gana y en ese mismo momento, Abby apareció.

—Mi vida —lo llamó, yendo a abrazarlo—, ¿qué haces con estos?

Ashton la miró molesto.

—Estos son los dueños de casa, así que cuidado.

Abby lo miró con claro desagrado.

—Que humor... —dijo con ironía.

—Tan gracioso como tus raíces del cabello —bromeó Gohan.

Abby lo miró ofendida y cuando intentó lanzarle el líquido del vaso que tenía en su mano, Gohan se adelantó y golpeó el vaso en la dirección contraria, mojándola a ella.

Brian se fue contra Gohan, quien no se negó a una pelea a golpes por nada del mundo.

Gohan y Ashton terminaron tirando a Brian al piso.

—¡Son dos contra uno! —se quejó Brian.

—¡Eso te pasa por ser tan insoportable y no tener amigos! —le dijo Ashton.

En eso, alguien salió al patio con un parlante y una cuenta regresiva de una estación de radio.

—¡Quedan quince segundos para año nuevo!

Ashton y Gohan dejaron a Brian tirado en el suelo y fueron a mi lado.

Cuando la cuenta regresiva terminó, lo primero que hicimos fue abrazarnos los tres y desearnos un buen año nuevo.

Cuando nos separamos, la escena de Abby besando a Brian frente a nosotros nos tomó por sorpresa.

Los tres nos quejamos asqueados y entonces Gohan soltó uno de sus comunes comentarios:

—Respeto a los que no nos gusta ver porquerías.

Abby y Brian se separaron y nos dieron unas miradas de desagrado para luego marcharse hacia el interior de la casa. Seguramente se marcharían de la fiesta después de la pelea que había tenido con los chicos.

—Bueno, con ellos fuera de la casa, ya empezó bien el año —comentó Ashton con una sonrisa.

Yo asentí riendo. Esperaba que ese año siguiera lleno de buenos sucesos.

[...]

Ya era el tercer día del nuevo año y con Ashton y Gohan habíamos decidido contratar a un detective privado conocido del señor Johnson.

El detective investigaría a Williams lo más que pudiera y, al ser conocido de mi suegro, era menos probable que Williams lo intentara comprar si se enteraba de su existencia. Además, para agilizar algunas cosas, le habíamos dado la lista de chicas que habíamos encontrado en el departamento de Williams.

—No será fácil conseguir información del señor Williams, pero haré todo lo que este en mis manos —prometió el investigador.

El hombre guardo la lista impresa con los nombres de las chicas y la descripción de mi encuentro con el productor en un portafolio y entonces Ashton lo llevó a la puerta.

Cuando Ash volvió a la sala, yo le di una mirada algo insegura.

—¿Crees que logre algo? —le pregunté.

—Claro, pero tomará su tiempo.

Eso yo lo imaginaba y mientras el investigador lograba algo, nuestra vida debía seguir y yo seguiría asistiendo a audiciones, aunque no me contrataran más que para comerciales estúpidos.

Así sería mi vida por el momento y no me quedaba más que aceptarla.