Ya comprendí porque Dazai dijo aquello de su trabajo.

El trabaja en la Mafia, y cada noche hacen lo posible para mantener la tranquilidad en la ciudad.

Me parece bello.

Me comentó que antes, la felicidad de la ciudad lo satisfacía, pero a perdido el gusto en ello.

No le gusta recoger la basura.

Hoy me invitó a ver un show, le pregunté que sería, no me respondió, solo puso un dedo al medio de sus labios y me guiñó.

Me preparé, pero Dazai dijo que no debía ir muy elegante, yo iré como me salga de mis huevos.

No fuí elegante, pero fuí decente.

Con mi chaqueta y mi gorro, y mi camarita.

El noble caballero dijo que me esperaría en la punta del edificio donde nos conocimos.

Donde nos conocimos.

Ya son casi cinco meses desde esa tarde.

Salí de mi departamento, me despedí con un abrazo y un beso de mis ambos compañeros, Atsushi y Ryunosuke, y se los deje encargado a mi vecina, Higuchi y su esposa, y su pequeña que adoptaron, es tan bella la pequeña Kyoka.

Y después de todo esto, salí.

El viento me revolvió el cabello que tengo amarrado con una coleta floja.

Soplaba frío.

Lo recuerdo.

Llegué al edificio, y ahí sentado en la barranda estaba Dazai.

Con otra ropa, y un chaleco largo biege, que se mecía con el viento.

Voltea, y me mira.

Sus ojitos de chocolate me miran con cariño.

Me acerco a su lado.

Y me quedo en la barranda.

- ¿Por qué aquí?

Me sonríe coqueto y mirá la ciudad que de a poco encienden sus luces.

- Aquí se puede ver toda la ciudad. - dice, y vuelve a verme como un niño pequeño emocionado- la verás con muchas luces.

Confundido miro la ciudad, el sol en unos minutos caerá en el mar, al lado de la gran rueda de la fortuna.

La serenidad del momento me envuelve y me arrulla, me obliga a cerrar mis ojos por el sueño.

De repente, Dazai me toma con delicadeza la mano, y en el oído me susurra:

- Abre los ojos, Chuuya.

Los abro.

El cielo se ilumina de luces de colores y explosiones.

Dazai se queda ahí, observandome. Yo lo miro, y una fuego artificial explota detrás de él.

Lo hace ver hermoso.

Y en ese momento le tome una foto, que se la llevó el viento.

Después del ruido.

Nos miramos, nos besamos, somos nosotros.

- Chuuya.

- ¿Hmm?

- ¿Estamos juntos para siempre?

Respondo sin dudar.

- Claro que si, Dazai.

Dazai me sonríe con dulzura.

Toma la cámara y deja el contador, y la deja en el suelo.

Me toma de mis manos y me tira de la barranda.

Escucho el click, y una pila de fotos salen de la cámara, soy yo y él, en diferentes ropas, pero en todas estamos juntos.

Caemos, Dazai me acerca y me acurruca en su pecho. Escucho el latido calmado de su corazón.

El mío está rebosante de emoción.

Caemos junto al sol.

Dejando caer la noche, porque junto a nosotros, se va la luz de la ciudad.

Recuerdo las tardes con él antes de que llega la oscuridad, y ahora aún perdura en mí, su último beso.

(...)

Muchas gracias por leer ;D

Para tí Marcianeke24 ♡

Se despide, Dis.

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