Habian pasado dos semanas desde entonces y
Era una mañana tranquila y soleada, por suerte no hacía mucho calor a la que estos dos caballeros dorados ya estaban acostumbrados. Cierta italiana caminaba por el coliseo siendo perseguida por su alumno de gran tamaño Cassio, que no podía dejar de mirarla. Este aspirante estaba profundamente esnamorado de la amazona de cabellos verdes, aunque sabía que no podía tener el amor de ella, al menos podía estar cerca y ser su alumno, el mas que nadie, conocía a esta amazona. Ni siquiera Marín la conocía tanto como Cassio.
Lo que Cassio mas sabía y le dolía en el alma, es que Sheena estaba interesada en otro hombre que no podía ser el. Quería matar a Seiya pero no podía haberlo, o Sheena sufriría, y no quería eso. Prefería sufrir el de rechazo a que ella llorara por un difunto amor.
Si sabía que estaba en confrontamiento con ese joven castaño que era el mejor aspirante de Marín de Águila, por lo que la pelirroja y la peliverde tuvieron que separarse poco a poco debido a esta rivalidad de sus discípulos que ambos seguían peleando por la armadura de Pegaso.
Pero había algo que Cassio no podía ignorar, había alguien mas enamorado de la mujer caballero de plata, alguien de un nivel alto entre los caballeros, uno de los mas fuertes y crueles por sus técnicas, sí, ese era Milo de Escorpio....se reprimia cada vez que veía como este peliazul se acercaba a la caballero de Offiuco, se decía a si mismo que a pesar del tamaño, Milo era mas fuerte, mas guapo, mas encantador, y para colmo para Cassio, no le faltaba ninguna de las dos orejas....maldito Seiya, siempre lo maldecia por eso desde que Seiya fue ganador de la armadura de Pegaso y las dos viejas amigas también se tuvieron que distanciar...

El hombre grandote que llevaba cargando un pilar en su hombro caminaba algo cansado hasta que se fue a chocar con ese mismo chico de armadura dorada.

Milo: ten mas cuidado por donde caminas

Cassio: cierto, casi pisé al escorpión venenoso que tengo en frente

Milo: que poco respeto, me temo que me tendré que quejar con tu maestra por tu mal lenguaje hacia tus superiores

Cassio: entonces no me moleste que estoy trabajando, a cambio de usted que se la pasa sentado en un templo

Milo: ¡mas respeto!

Si no hubiera sido porque el peliazul haya notado la presencia de Sheena en ese lugar, ya habría matado a Cassio. Pero no lo hizo.

Milo: Sheena, deberías cuidar mas a tu discípulo y su lenguaje

Sheena: no te preocupes caballero de Escorpio....

Milo: ¿Sheena...?

Sheena: Si no hay nada mas que decir, lo mejor es que se retire caballero dorado, estamos en pleno entrenamiento y esta siendo una distracción para mi alumno Cassio

El hombre de tamaño gigante sonrió ladinamente ante el peliazul quien hizo una mueca de disgusto y luego miró nuevamente a la mujer caballero. ¿Porque estaba asi de distante? Podía admitir que desde niños ella siempre fue asi con el, pero esta vez...era mas distante, mas fría y cortante. Y le dolía mucho.
Pero para no molestarla mas decidió irse de regreso al santuario.

"¿Porque Sheena? ¿Porque esa actitud? ¿acaso hice algo malo?" pensaba Milo durante su regreso a su templo.

Lamento el capítulo corto pero espero que les haya gustado, también lamento la demora pues ya saben :v Nos leemos en el siguiente capítulo