Buscado


Keith estaba enojado, demasiado enojado. No sólo lo había dejado solo la noche anterior, sino que tuvo el descaro de dejarlo solo en su primer entrenamiento. Parecía que ese tipo no se tomaba nada enserio, Keith se cansó de esperar y se retiró de ahí. Si él no llegaba, iba a hacer sus deberes en el día. Aunque más que enojado, estaba desilusionado de haber pensado que pudieron haber tenido algún tipo de conexión.

Keith regresó a casa, aunque Loyer intentó detenerlo.

— Keith espera!. — Lo agarró del hombro.

— No hay nada que esperar, ¡Él no va a llegar!. — hizo un movimiento quitando la mano de Loyer de su hombro.

— Trata de entenderlo un poco.

— ¿Entender qué exactamente? ¿Que no se toma nada enserio? ¿Que en verdad no le importa ser mi compañero? ¿Que le importan más unas chicas que su entrenamiento?.— Su tono era bastante fuerte, apretó el puño y sus cejas marcaban que estaba mas enojado de lo usual.

— No es sólo eso, él tiene un gran peso sobre sus hombros.

—.... Perdón, pero no puedo creerlo, ahora si me disculpa debo retirarme para hacer algunas cosas.

— ¿Vas a entrenar?

— Tal vez... Pero también debo hacer cosas, así que me retiro. Adiós. — se fue enojado, demasiado, los demás galra que lo veían pasar simplemente se hacían a un lado.

Loyer sólo suspiró. — Si él pudiera entender, que el que tiene la culpa no es Lance....

Pasaron las horas mientras Keith hacía de lo suyo. Lance despertó ya en la tarde, con un horrible dolor de cabeza.

— Aggh...

Al lado de él estaba su hermana, Kitty.

— ¡Oh, Lance! Por fin despiertas, estuviste mucho tiempo dormido. — Le tocó la frente con la mano. — Uff, aún estás caliente, será mejor que descanses más.

Lance puso su mano en su cara. — ¿Qué hora es Kitty?

— Pues... en unas 3 horas más seguramente anochecerá.

— ¿¡QUÉ!? — Lance se levantó de golpe y alzó la voz.

— ¡Wow! ¡Lance calma, que aún estás mal!

— ¡Me perdí mi entrenamiento! ¡Te pedí que me despertaras!

— ¡Lo sé! Pero con esa fiebre no te iba a hacer nada bien, asi que solamente acuestate. ¡Sólo es un entrenamiento!

—¡No!. — Lance se paró. — No es... sólo un entrenamiento... es mi primer entrenamiento con...

Kitty conocía a su hermano, asi que sabía a lo que se refería. — Oooh... así que era hoy.

Lance volteó. — Kitty, perdón, pero debo ir a buscarlo.

— ¿Eh? ¡¿Estas loco?! ¡Tienes fiebre! ¡Lo más probable es que te desmayes si te sobreesfuerzas! No te dejaré. — Lo agarró.

—Kitty... por favor.

La miró con sus ojos de cachorrito, él sabía que ella no se podía negar a esos ojos desde niños. Kitty suspiró resignada. — Bien, intentaré despistar a papá.

— ¡Gracias! — Se lanzó sobre ella y la abrazó, después se cambió y salió corriendo.

Lo buscó en la zona de entrenamiento, de tiro, de pelea, en sus arenas, en algunos pequeños jardines, corriendo durante casi 3 horas. Ya estaba atardeciendo y simplemente no lo encontraba, se odiaba a si mismo en ese momento, se odiaba demasiado. Su fiebre estaba empeorando con cada minuto que pasaba esforzándose, cuando se dio cuenta, estaba en una zona donde King usualmente estaba para ver chicas así que comenzó a buscarle ahora a él, para ver si había visto a Keith. Sólo tuvo que dar un par de vueltas y lo vio.

— ¡King! — Le gritó con las pocas fuerzas que le quedaban.

King volteó y vio a su hermano. — ¿Lance? — se despidió de las chicas y corrió hacia donde estaba él. — Lance ¿Qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar en cama?

— Si, lo sé, es qu-

Fue interrumpido, King toco su frente, se veía preocupado, estaba más caliente. — Lance ¿Qué haces aquí?

— Perdí mi entrenamiento con Keith... Yo... Estaba buscándolo. — Dijo apenas con la voz cansada.

— Lance... ¿Desde hace cuánto? Además, estás algo lejos de casa, y ¿Por qué suenas tan agitado?

— Creo que... Hace 3 horas, estuve corriendo, buscándolo.

King estaba preocupado, enojado y... No sabía que hacer.

— King, ayúdame a buscarlo.

— Lance, si lo vi hace rato, pero él-

— ¿¡Dónde!?

— Lance, calmado, por aquí cerca, pero ahora estás muy mal, déjame... — Lo sentó en una de las bancas que estaba cerca, se veía cansado. — Espera, ire por algo de transporte, estás mal, será mejor que vayamos a casa, mañana sigues buscando.

Lance se quedó pensando un poco y dijo con voz apagada.— Sí...

— Bien, espera.

Cuando Lance perdió a King de vista siguió caminando. Aunque algo raro, la cabeza le dolía mucho, y ya estaba oscureciendo, pero si King lo vio cerca... Se detuvo por un momento. Es verdad, lo vio pero, ¿Hace cuánto tiempo fue eso? Puede que tuviese horas y él seguramente ya no estaría ahí. Pero Lance quería verlo, quería disculparse, así que caminó un poco más. Algo en ese lugar se le hacía familiar pero no pudo pensarlo mucho tiempo, al final la temperatura con el cansancio le ganaron y terminó rendido. Cayó. Pero logró sentir que alguien lo agarraba antes de caer al piso, escuchó una voz.

— ¿Estás bien?

Pero no pudo distinguirla, terminó desmayándse, estaba demasiado cansado como para pensar en algo.

A la mañana siguiente despertó, aún con el dolor de cabeza pero menor, y estaba en su habitación. Volteó a ver todo el cuarto, no sabía comó había llegado ahí.

— ¿Ya despertaste?

— ¿Uhm...?. — Cuándo volteó era King quien le llamaba.

— ¿King?

— ¿Estás bien? Ayer te desplomaste.

— Perdón yo... No te hice caso. — dijo arrepentido.

— Descuida.

— Y gracias por agarrame ayer.

— ¿Ayer?. — King se quedo pensado un momento. — Ooh... Ayer... Yo no te traje exactamente.

— ¿A qué te refieres?

King simplemente puso cara juguetona. — Bueno, digamos que cuando no te encontré te fui a buscar y cuándo te vi estabas en los brazos de alguien.

Lance se quedo en blanco con momento. — ¿¡ALGUIEN!? ¿Quién?

— ¿No lo recuerdas?

— Yo... creo que me desmayé.

— Digamos que la persona que tanto estabas buscando te terminó salvando.

— ¿Eh...?— Lance lo pensó un rato. — Espera, ¡Era Keith! ¡Él! ¿Él está aquí ahora? — Se levantó un poco.

King lo detuvo. — Sí, sí fue él, pero se fue desde ayer, sólo te vino a dejar.

— Ya... ya veo. — Sonaba algo desilusionado.

— Mira, hablaremos mas al rato, pero lo mejor sera que descanses un poco más, ¿Entendido?.

Lo vio con unos ojos algo tristes y la voz baja — Entendido.

— Bien, iré a revisar unas cosas. Quédate aquí.

— Sí...

King salió del cuarto y Lance se quedó pensando ¿Qué pasó? ¿Keith fue quien lo logró agarrar? Lo vio, lo trajo a casa y él no se acordaba de nada... Se sentía un tonto, pero pensó "Tal vez él haga guardia hoy, asi que podría ir a verlo en la noche". Sí, estaba decidido, simplemente tenía que esperar que se hiciera de noche. Mientras tanto descansó y al caer la noche se puso su traje, se sentía mucho mejor. Fue a buscarlo pero lamentablemente no estaba, al parecer era otro galra al cual tuvo que burlar otra vez, como todos los demas. Era raro. Al día siguiente hizo lo mismo, lo buscó por la cuidad pero no lo encontró, incluso fue a ver donde entrenaba, hasta que fue a preguntarle a Loyer.

— General Loyer.

— Oh, Lance, que sorpresa. Me enteré lo que pasó, estás enfermo.

— Sí, perdón por faltar a tantos entrenamientos.

— Por mi no hay problema, la salud de los generales es primero, pero, dime, ¿Qué haces aquí?

— Me preguntaba si vio a Keith. —Dijo algo apenado.

— Oh si, vino ayer, pero sólo para informar que iba a faltar durante unos dias.

— ¿¡Eh!? — Lance estaba tanto sorprendido como triste, ¿Él no iba a estar? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Fue por culpa de él?

Loyer se dio cuenta de su expresión. — Descuida está bien, seguramente no tardará mucho en regresar.

— Eso... Ehh... Eso espero. — sonaba triste y desafinado, le tocó el brazo y bajo la mirada. — Bueno sera mejor que me vaya, ahora que estoy mejor padre seguramente quiere que recupere los dias perdidos con mi puntería.

— Conciéndolo seguramente sí. — Lo tocó del hombro. — Y descuida, todo estará bien.

— Sí, gracias. — se dio la vuelta y salió de ahí.

Después de eso Lance volvió a su rutina de entrenamiento, sus hermanos lo notaban mal, pero no importaba que le dijeran él no se animaba. También iba todos los días con Loyer a preguntar por Keith y evitar a su padre lo mas posible, incluso le pregunto a King si podría preguntarle a Shiro, pero no quería decirle nada. Por las noches salía a buscar a Keith, para ver si aparecía, ya había pasado una semana y no había señales de él.

Se sentó en un techo a observar la luna, ahora no era una luna llena, era luna nueva asi que no había nada a la vista, se sentía desanimado.

— En verdad soy un idiota. — Se lamentaba el mismo.

— En verdad que lo eres.

Lance pego un pequeño susto, no sabía de donde había salido esa voz, y cuando volteó abajo de la casa en la que estaba sentado, era Keith, se quedó con los ojos abiertos, él estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados mientras Lance lo observaba desde el tejado. Se quedaron mirando fijamente el uno al otro.



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Después de mil años actualizo :'D Yey! perdón por tardar tanto QwQ la inspiración simplemente no llegaba y no llegaba, una amiga me dio ideas y ya llego XD es la misma que me ayudó a corregir el capítulo <3 

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