Cap 3
Las lágrimas corrían sin parar por las mejillas de Mirabel, sentía como aquel hombre besaba su cuello y arrancaba parte de su camisa, sintió ganas de vomitar, se empezaba a sentir sucia.
Con toda su fuerza le dió una patada al hombre, el cual la miro con rabia.
Ella tenía sus ojos avellana empapados en lágrimas, sin embargo no deseaba perder sin antes haber peleado, así que de nuevo comenzó a moverse, con la intención de huir.
---: Quédate quieta de una puta vez
Mirabel sintió como una de las grandes manos del hombre se dirigían a su cuello, solo para apretarlo.
Mirabel:( Me va a matar) Mmmmm!!!
El aire le empezaba a faltar y su rostro tomaba un tono morado por la falta de aire, sus fuerzas poco a poco se iban.
Escucho como aquel asqueroso hombre bajaba el cierre de sus pantalones.
Mirabel: ( Yo no, no)
Le dió una fuerte patada, logrando que la soltará, rápidamente se lo quito de encima, fue así que trato de levantarse, pero antes de que pudiera hacerlo fue tirada de nuevo de forma brusca al suelo, está golpeando su cabeza en el proceso.
---: Maldita perra
Otra vez sus ojos avellanas amenazaban con soltar lágrimas, sus lentes estaban rotos y tirados a su lado. Mirabel sentía miedo de que en algún mal movimiento los pedazos de vidrio se incrustaran en sus ojos o cara.
Al darse cuenta que el trozo de tela había desaparecido de su boca, volvió a gritar.
Mirabel: Ayuda!!
Aquel hombre sujeto su cabello rizado entre sus manos, solo para jalarlo de forma brusca, haciendo que ella levantará la cabeza.
---: He dicho que te calles
Con un movimiento rápido estampó la cabeza de Mirabel contra el suelo.
Ella sintió como la sangre empezaba a gotear, no solo de su cabeza, si no también de su nariz, y sus labios.
---: Haber si así aprendes
El dolor se apoderó de Mirabel, las lágrimas volvieron a salir, sabiendo que seguramente ese sería su final.
Gracias a su complexión física Antonio pudo llegar de forma rápida al río, estaba desesperado al no encontrar a Mirabel, pero un grito lo alertó.
Mirabel: Ayuda!!!
El joven rápidamente fue hasta el lugar de donde provino aquel grito, encontrandose con una escena para nada linda.
Mirabel, ella estaba herida, sangrando en el suelo, con un hombre encima de ella apunto de abusarla.
Él ni siquiera se detuvo a pensar en nada, su cuerpo se movió por si solo, golpeando con un palo a ese ser tan asqueroso, dándose cuenta de los golpes que Mirabel tenía por su cuerpo, y de una marca, oh, esa asqueroso marca, la marca de una gran mano alrededor de su cuello.
Antonio: Tú
Antonio nunca había visto a aquel hombre en el pueblo, así que dedujo que no era de Encanto, no habría problema con matarlo.
Él hombre se encontraba aturdido por el golpe, pero aún así se levantó y lo miro con rabia.
---: Maldito mocoso
Antonio: La lastimaste
---: Y qué? Esa pequeña zorra iba a este gritando de placer dentro de poco
Antonio sintió su sangre hervir ante esas palabras.
Antonio: LA LASTIMASTE MALDITO HIJO DE PUTA!!!!
---: Veo que conoces a mi madre
La sonrisa cínica que portaba aquel desconocido solo hizo que Antonio perdiera el control.
Avanzo hasta aquel hombre, con solo una idea en mente, matarlo.
Mirabel que estaba por perder la conciencia por aquel golpe que había recibido solo sonrió con alivio, unas cuantas lágrimas resbalaron por sus mejillas, al menos sabía que tenía más posibilidades de estar a salvó en ese momento.
Con ese último pensamiento perdió la conciencia.
Camilo estaba en casita, había ido para ver si Mirabel necesitaba ayuda, pero su tía Julieta le dijo que ella había salido hace una hora. Así que él estaba saliendo para ir a buscarla cuando Parce, el jaguar de Antonio llegó.
Parecía agitado, así que Camilo lo miro confuso, preguntándose qué había sucedido.
El jaguar al verlo trato de jalar de sus ropas, para que lo siguiera.
Camilo: ¿Quieres que te siga?
Al ver la insistencia del animal, supo que algo malo había pasado.
Camilo: Guíame
El jaguar asintió y empezó a correr, atrás de él iba Camilo, su rostro ahora ya no era el de un despreocupado, si no que era de temor.
Varios habitantes miraron curiosos como Camilo corría lo más rápido que podía, siguiendo al jaguar.
Isabela: Ey Camilo!! ¿Qué ocurre?
Isabela que estaba en el pueblo junto con su padre le gritó a su primo, pero no obtuvo respuestas.
Isabela: Raro
La chica solo pudo ver como su primo desaparecía de su rango de visión.
Antonio se encontraba peleando con aquel hombre, el cual ya tenía un brazo roto y la nariz igual.
Antonio: TE MATARÉ!!
Se tiró encima de aquel hombre para eliminarlo, pero no tuvo suerte. Ya que el muy cobarde saco una navaja de sus pantalones y la clavo en el brazo del chico, no conforme con eso le tiró tierra a los ojos.
Logrando quitárselo de encima huyó del lugar, Antonio estaba por seguirlo para matarlo, pero al ver a Mirabel tirada en el suelo, solo se acercó a ella de forma rápida.
Antonio: Vas a estar bien, lo juro, ay mi Dios, perdóname, perdóname cariño, perdóname por no estar para ti, perdóname
Antonio lavo sus manos en el río, no estaba dispuesto a tocarla con las manos llenas de la sangre asquerosa de aquel tipo.
Con cuidado la tomo entre sus brazos, quitándose su camisa para taparla un poco, sintió como sus ojos ardían al verla en ese estado.
Antonio: Perdón, perdón, vas a estar bien, perdón
En ese momento llego Camilo, el cual también se aterró al ver a Mirabel en ese estado.
Camilo: ¿Qué mierda ocurrió?!!
Antonio: Trataron de violarla
Los ojos verdes del cambia formas se abrieron con sorpresa, pero al ver la parte baja de Mirabel descubierta, solo se quitó su runa para taparla.
Camilo: Hay que llevarla con la tía Julieta
Antonio: No vayamos por el pueblo, eso es solo darles armas a los demás para hablar, conozco un atajo para llegar a casita, vamos
Ambos fueron por aquel atajo, sintiendo sus corazones golpear fuertemente sus pechos, al ver como aquellas heridas que Mirabel portaba sangraban y los golpes tomaban un color morado con amarillo.
No necesitaban palabras para saber lo que harían después de eso, no la dejarían sola de nuevo, ya no.
Al llegar a casita lo único que escucharon fue el grito aterrado de su tía Julieta, y lo que vieron fue la mirada llena de temor de su abuela y de su tío Bruno.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top