XXXV El sustituto
----- Sábado 20 de marzo 12:18 PM.-----
—¿Andrew? — Campbell no le sonaba ni tenia nadie en mente con ese nombre.
— Espero te sirva de algo.— Elizabeth estaba intentando recordar más que le ayudara.
—De menos ya tenemos el nombre ¡Algo saldrá!
Campbell intentaba tranquilizarse aún más después de escuchar de lo que Elizabeth había hecho. No se sentía quien para juzgarla pues ella no había estado en esa situación.
— Ese tal Andrew...¿Te hizo la operación?
—No...Fue un doctor.
—Entonces tiene cómplices...—Campbell sentía que a pesar de estar teniendo información no había nada con que ligarla. — ¿Lo conoces?
— Él dijo que me conocía. —Pauso un poco tragando saliva. — Pero yo tenía bastante anestesia y mi vista estaba nublada.
— ¿Algo que recuerdes de él?
—¡Su voz! — Respondió muy firme y segura de ello.
—Te traeré a todos los doctores particulares que atienden a los de la clase social alta.
En ese momento entro el doctor Vanderwall en silencio. Mía solo volteo a verle y al ver que era su colega regreso la mirada hacia Elizabeth tranquila.
— ¿Qué sucede doctor?— Pregunto Campbell.
Acercándose a acomodar a Elizabeth al ver que ella estaba pasando un mal rato.
— La señorita Gray ha durado sin antibióticos y calmantes por un tiempo muy largo — Explico sacando la jeringa de nuevo. — Si sigues prolongando eso le harás pasar un dolor muy horrible.
—¡Oh!...Perdí noción del tiempo.
Mía seguía acomodando la almohada. Gray la tomo de las muñecas, la inspectora notó que estaban extremadamente frías. La inspectora al cruzar miradas con Gray vio que sus ojos se llenaban de agua. Seguido de que Gray del pavor que tenía termino orinándose en la cama.
—E-es él. — Susurrándole al oído a Mía.
Campbell quien había dejado su pistola en la mesita de al lado, la tenía solo a un movimiento. No podía creer que estuviera hablando de Vanderwall. Él la había estado ayudando desde hace tiempo. La respiración de Campbell comenzó a acelerarse y veía a Gray que estaba tan desesperada al punto de arañarla de la desesperación.
— ¿Pasa algo? ¿Inspectora?— Dio dos pasos más hacia ellas deteniéndose. Notando la gran mancha de orina de Gray esta vez. Vanderwall se estaba poniendo nervioso.
—No, no pasa nada. — Intento separarse, pero Gray se lo impidió. La pobre estaba muerta de miedo.
— Sabe que... ¡Yo se la pongo!— Mía abriola mano pidiéndole la medicina.
— ¡¿Disculpe?!...¿Inspectora?
— Yo le paso el medicamento a la bolsa... Platicare con Gray hasta que se duerma. — Intentaba moverse lentamente sin levantar sospechas a este hombre. Pero... Ya era muy tarde.
— Retírese inspectora... No es doctora. — Pidió Vanderwall una vez y ese tono de voz la causaba cierto desagrado a Campbell.
Sin pensarlo más, agarro la pistola y su mano se vio detenida por Vanderwall quien intentaba con todas sus fuerzas encajarle esa jeringa a Campbell.
Mía le comenzó a meter golpes con el codo, en el estómago para intentar sofocarlo y que este le soltara.
— Desgraciado bastardo...— Veía como su mano con esa jeringa se acercaba más a su cuello y sabía que eso tendría una acción mucho más rápida. — ¡Lo estas ayudando!
— Quédate quieta... ¡Maldita perra! — El doctor intentaba hacer todo en el mayor silencio posible, porque una vez ella saliera del cuarto o gritara estaba perdido todo para él. — Maldita idiota...Asquerosa mestiza — Con todas sus fuerzas intentaba ponerle la mano en la boca.
Vanderwall miro lo que tenía en mano, y noto los cables que mantenían avisando el estado de Gray, los arranco con gran fuerza y le enredo los cables a la inspectora en el cuello.
— ¡Puta nasura de doctor que eres! ¡No mereces ese titulo! ¡Asesino!
Ella había logrado meter una mano entre ese cable y su cuello antes de que el apretara. Mía sintió un pinchazo en el abdomen. Al verse tenía la jeringa clavada, noto que posiblemente en su organismo solo entraron dosis muy minimas.
—Estas perdida...puta...
Campbell sin pensarlo disparo el arma y le atravesó el hombro a Vanderwall. Con este ruido le estaba avisando a todo el hospital que algo estaba mal. El pánico comenzó a invadir a las personas formando un caos.
Carter escucho esto desde donde estaba y lo alerto.
— ¡Mía!— Soltó el café que tenía en la mano y salió a una velocidad increíble hacia donde sabía que encontraría a la inspectora.
En esa habitación, Campbell seguía forcejeando con Vanderwall quien a pesar de tener un disparo no dejaba de golpearla con todo lo que se encontrara en su camino.
Campbell miro el jarrón de flores que tenía Gray. Sin pensarlo dos veces lo agarro rompiéndolo directo en un costado de su rostro. Todos esos cristales se impregnaron en la cara de Vanderwall comenzando a hacer manchas de sangre en el piso.
— ¡MALDITA MESTIZA!
El sin soltarla miro la ventana y se le ocurrió una idea para poder acabar con todo esto.
— ¿Cuántos huesos se te romperán desde el tercer piso cayendo en concreto de pie? —Río al ver la mirada de Campbell un tanto entrar en pánico—Deseo con todas mis fuerzas ... se te rompan las piernas para llevarte arrastrando con el y te transformemos justo como a esta maldita zorra de Gray.
— ¡CRETINO INFELIZ!
Campbell estaba molesta con este Vanderwall. Se sentía traicionada y no se lo perdonaría. Comenzó a sentir como sus piernas comenzaban a sentirse débiles. La inyección estaba comenzando a surtir efecto.
«AHORA NO MIERDA»
Tenía una lucha interna con ella misma.
« REACCIONA»
El doctor la arrojo hacia la ventana y el vidrio se comenzó a cuartear. Tampoco tenía tanta fuerza por el disparo en su hombro.
Vanderwall tiro un fuerte golpe que ella logro esquivar haciendo que su mano se impactara en la ventana y llenándola de cristales también. El vidrio cedió haciendo que los primeros trozos de cristal se quedaran en la mano de Vanderwall mientras los otros caían al vació.
—¡Estas jodido! ¡Puto de mierda! — Sus pasos comenzaban a ser más torpes por la inyección. Pero su adrenalina no le permitía caer por completo.
Él se abalanzó sobre Mía y ella de una patada lo regreso a su lugar.
—Te necesito vivo ¡VAS A CONFESAR TODO!
Ella le pateo de nuevo y él la detuvo con facilidad debido a que sus patadas ya eran muy lentas y algo torpes. Campbell cayó al piso y su pistola salía deslizándose hasta el otro lado del cuarto. Ella sin pensarlo toma un cristal del vidrio roto en sus manos y siente como es jalada de los pies por este doctor.
La pone en la ventana, levanta a Campbell con todas sus fuerzas . Como última opción la inspectora entierra este cristal abriéndole la garganta por completo a Vanderwall.
La sangre comienza a salpicar a Mía. Quien comienza a ver que la herida que le ha provocado si no se atendía podía ser mortal. Vanderwall se agarra el cuello intentando evitar que salga más sangre soltando a Campbell.
Carter llega con su pistola desenfundada listo para disparar. Y ve a Vanderwall con una rajada enorme en el cuello, quien se ahoga con su propia sangre y a Campbell caminar tontamente. Por la anestesie y los antibióticos que la están haciendo ceder.
—¡El ayuda a el asesino!— Dicta Gray viendo la escena y ayudando a Carter.
Vanderwall sabiendo que pueden salvarle la vida. Prefiere tomar otras medidas a enfrentarse a Andrew. Asi que da unos cuantos pasos hacia atrás.
— ¡NO!
Jack corre a quererlo agarrar sabiendo que se quiere tirar por la ventana pero le resulta imposible detenerlo.
Se escuchan gritos en la calle, seguido de un fuerte golpe como si una sandía pegara en concreto. El inspector se asoma por la ventana y puede ver toda la cabeza y el cuello partidos mientras el cuerpo termina de morir con sus últimos movimientos de extremidades involuntarios.
— ¡HIJO DE PUTA!— Carter lleno de rabia grita aun viendo el cuerpo ya hecho pedazos.
Hoffman llega y ve la habitación hecha un coas.
— ¡¿Pero qué mierda?!
Ve a Campbell bañada en sangre y con movimientos torpes. A Elizabeth en shock aun y a Carter haciendo una rabieta.
— ¿Por qué siempre en pleno puto desmadre ...están ustedes tres?
—Vanderwall...—Habla Mía. — Ayuda al asesino.
— Y el muy cobarde cabrón prefirió arrojarse de la ventana una vez se vio acorralado. — Dice Carter yendo a ver a Mía. — Mía ¿estas bien?
— Le inyecto anestesie o algo así. — Habla Gray. — Es lo que me ha estado inyectando estos días. — Habla intentando regresar a la normalidad.
—Se puede contrarrestar eso... Pide ayuda a los médicos. — Hoffman le ordena a Carter. — Yo me encargo de trasladar a Gray a otra habitación y de asearla.
-----Hospital lado norte 3:42 PM----
Scarlett estaba en la habitación cuidando de Walker . Las palabras de Carter seguían en su cabeza.
Ella noto como en su cuerpo comenzaban a aparecer llagas debido al nulo movimiento que tenía. Con mucho cuidado comenzó a moverlo para curarle esas llagas de su espalda.
Scarlett estaba aseando al joven inspector quien seguía como si fuese un tronco.
— Walker. — Hablo Scarlett sin ver ningún resultado pero decidió continuar. — Hola...Sé que han pasado muchos días desde que hablamos. — Cogió la mano de Walker y acaricio sus dedos. — Pero debes despertar... tu cuerpo se deteriora.
Veía como seguía sin haber resultados y ella se sentía desesperada.
—Por favor...lo necesitas— Al borde de las lágrimas había logrado encariñarse con este agente después de su primer cita. —Yo te necesito...te quiero a mi lado. — Hablo desde el corazón.— No quiero que te desconecten...
Aun teniendo las manos de Walker con las de ella pudo sentir un ligero apretón de parte de él. Scarlett asombrada y sin palabras por unos segundos miraba el rostro de Walker.
— ¡Despierta!...Por favor...¡Despierta! — Pidió y nada pasaba aun. — Si hace falta hablare contigo todos los días, hasta que despiertes. Estas destinado a más que esto... tu historia apenas comienza Walker...Por favor...regresa.
Se separó de el por unos segundos y le pidió a un médico cualquier libro que tuviesen al alcance.
En minutos le llevaron algunos títulos y ella comenzó a ver lo que tenía en su disposición.
Scarlett entre los pocos libros que tenía, agarro el famoso libro de William Shakespeare de Romeo Y Julieta. Se sentó al lado de él y comenzó a leerle en voz alta. Esta mujer no se rendiría con Walker. Aun así tuviese que pasar semanas, meses o años leyendo para él. Tenía la esperanza de que el reaccionara.
-----Domingo 21 de Marzo de 1937 9:52 AM-----
Andrew escuchaba en la radio como es que notificaban que el doctor Vandereall había muerto después de un enfrentamiento que tuvo con algunos agentes. Involucrando a Campbell y a Carter que fueron las personas que alcanzaron a ver la prensa.
Conforme explicaban daban datos de que él trabajaba con el asesino que tenía a todo Norwich de cabeza.
—Según se indica la caída del Doctor Vanderwall sucedió desde el tercer piso. Impactando su cráneo y su cuello en el concreto dándole una muerte instantánea... Aunque cabe mencionar que antes de que el cayera tenía una enorme herida en el cuello. Según relatos dicen que la inspectora Campbell le abrió la garganta en defensa propia. No se presentaran cargos contra ella ¡Ha hablado el juez!...— Andrew apaga la radio furioso.
Estaba tan molesto que golpeaba con fuerzas unos estantes que tenía. Arrojo una silla despedazándola del primer impacto que dio de tal fuerza con que la aventó.
— Campbell...eso ha sido un golpe muy bajo ¡¿AHORA QUIEN ME HARÁ MAS TRANQUILIZANTES?!— Seguía arrojando todo a su paso.
Se levantó después de gritar, romper, destrozar todo.
Agarro su teléfono hablando con quien sería su nuevo socio. Necesitaba a Gray muerta. Y sabía quién era perfecto sucesor de Vanderwall. La linea sonó y alguien por el otro lado cogió el teléfono.
—Sé que no hemos hablado en bastante tiempo...pero necesito verte.
— ¿Dónde? Y ¿Cuándo?— Esperaban una respuesta.
—Ven ahora.
—Dalo por hecho.
Andrew salió de su cabaña y espero en su pórtico a aquel hombre que sería el remplazo de Vanderewall.
No pasaron más de veinte minutos cuando llego este hombre a pie. Con las manos en alto mostrando que estaba tranquilo.
Andrew miro el arma que tenía guardada en su pantalón por la cual salía la culata.
—Siempre la traigo conmigo. — Tranquilo mientras aun levantaba las manos. — ¿Qué quieres hablar conmigo?
— ¿Puedo confiar en ti sin importar que?— Ambos se miraron en silencio y Andrew continuo. — Piénsalo bien...por que después no te podrás retractar.
—Si.— Dijo sin pensarlo ni un segundo.—Si me has llamado sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.
—Sígueme. — Andrew agarro su escopeta y algunas herramientas mas. Le indico a este hombre que para llegar, tendría que ser en coche.
Haciendo el recorrido habitual para llegar a esa hacienda que ahora era propiedad de Andrew no hubo ningún intercambio de palabras.
Una vez llegaron, Andrew se aseguró de cerrar todo con seguro. Esto solo era por si este hombre decidía retractarse poder matarlo. Aunque, no quería eso. Tenía meses estudiando a este sujeto.
— ¿Qué es este lugar?
—Mi escondite. — Él le indico el camino a seguir y parecía que con toda la serenidad este hombre ni se inmutaba. — Entra a ese cuarto.
El hombre entro y lo primero que vio fue a una mujer sentada en una silla con varios rastros de tortura.
—Algo me decía que eras tú...— Comenzó a reírse como un cínico comprobando que él tenía la razón. — ¡Desgraciado hijo de puta! — Era una carcajada a todo pulmón que hacían parecer a Logan alguien que había perdido la razón por completo.
— Necesito un nuevo cómplice...— Expreso parando la risa de Logan y él le prestó atención— El mío se accidento.
— ¿Por qué yo? Trabajo con los investigadores... ¿No te da miedo?
—Te he analizado por meses...— Se fue acercando a Logan y ambos estaban uno frente al otro sin una pizca de miedo. — Y mi siguiente trabajo te interesa.
—¿Gray?— Espero su respuesta.
— Un dos en uno. Si trabajas bien puede que se aun tres en uno. — Extendió la mano esperando a que el la estrechara.
— ¿Qué gano yo?— Pregunto antes de cerrar ese pacto con Andrew.
— A Campbell.
A Logan se le ilumino el rostro y simplemente estrecho la mano con él en cuanto supo de quien se trataba.
— Y te puedes llevar entre las patas a Jack Carter.
— ¿Qué quieres que haga exactamente?
—Necesito a Gray aquí lo más rápido posible. — Pauso viendo al sujeto emocionarse con lo que le pedían. — Si haces las cosas bien...Campbell estará aquí en un paradero desconocido. Sin nadie que la cuide. Tú sabrás lo que le quieres hacer. — Levanto el dedo en forma de amenaza. — ¡Pero! ¡Sigue siendo mía!
—Si la dejas como a Gray...Me dará asco tocarla...tenlo por seguro.
—Terminara peor...pero, primero te cansaras de cogertela tantas veces te sea posible... Logan.
— No creo cansarme de esa maldita bastarda. —Complacido por todo lo que le revelaban no podía ir mejor. — ¿Con respecto a Carter?
— A las primeras doce horas de desaparecida de la inspectora. Seguirás mis indicaciones.
— Dime una cosa ¿Tu padre sabe de esto?
— ¡No!— Logan y Andrew se miraron en un silencio incómodo. — Y me gustaría que se mantenga así.
—No soy quien para meterme en eso.
-----Lunes 22 de marzo de 1937 1:03 AM-----
Carter estaba una vez más disfrutando de la intimidad con su amada Mía Campbell quien cada vez le resultaba más fácil abrirse al inspector.
Amanecer, ya fuera ella sobre el pecho de él, Carter rodeándola con sus brazos, o la cabeza de Mía recostada en los fuertes bíceps del inspector era algo que disfrutaban y amaban hacer.
Derramando todo ese deseo en esa habitación su momento íntimo se vio interrumpido por el teléfono que comenzó a sonar.
Campbell fue quien estiro el brazo para intentar coger el teléfono.
— ¡Déjalo que suene! — Carter le detuvo el brazo con gentileza y lleno de besos el cuello de la inspectora. — No estamos en servicio...disfrutemos de nuestro momento. — Paso sus manos por su cintura mientras escuchaba la respiración un tanto agitada de Campbell.
— ¿Y si es Gray?— Pregunto un tato mortificada. — ¿O algo de Walker? ¿O de Clark?
—Hoffman esta con Gray. — Se acercó a besar esa parte sensible del cuello de ella que sabía que la volvería a tomar el ritmo que estaban teniendo.
Ella sintiendo los labios y la lengua de Carter en sus puntos débiles y cedió. Dejo el teléfono seguir sonando. Giro su cuello hasta encontrarse con Carter nuevamente para corresponderle y ambos poder seguir disfrutándose el uno al otro.
—Me has hecho ignorar una llamada. — Esta vez ella se acercó a los labios de Jack a hacerlo sufrir ligeramente con sus besos. Ella escuchaba esos dulces gruñidos que Carter emitía al ella tener su labio inferior atrapado con sus dientes.
Carter sentía que si el ritmo de ambos seguía así dentro de nada llegaría a su clímax. Y su amada inspectora estaba muy similar a él.
—Mía...eres un peligro.
Decía entre gruñidos bastante excitado. Sintiendo las caderas de la inspectora moverse y como sus músculos se contraían cada vez más ejerciendo presión en su entrepierna. Con sus manos recorría su cuerpo hasta posarlos sobre sus pechos. El levanto la mitad de su cuerpo para aumentar el placer de ella, beso sus senos y paso su lengua aferrándose a estos. Campbell sintió un escalofrío que la estaba haciendo ceder a ella también a su orgasmo. Sin duda había sido una inyección de placer para ella que Jack tuviese sus pechos entre gentiles mordiscos y caricias.
—¡N-no te detengas cariño!— Mía le regalo un fuerte gemido que hizo que Carter acelerara el ritmo de las embestidas que daba sobre ella.
Estando a unos minutos de llegar los dos a su clímax el teléfono suena una vez mas.
Carter bastante fastidiado por ser la segunda vez que los interrumpen se acerca a querer desenchufar la línea. Pero Mía ya había tomado el teléfono para atender.
— ¡Diga!— Decía intentando no mostrarse agitada y lo más normal posible a través del teléfono. — Normalmente la gente a esta hora duerme señor...Lo siento no alcanzamos a contestar. — Respondía intentando a echarse aire con la mano del calor que sentía en ese momento.
— ¡Dile que me las pagara! — Exigía Carter sintiendo un dolor horrible por no haber podido terminar y llegar a su orgasmo.
Campbell ve divertida como Carter se acuesta expresando dolor aún en su entrepierna.
— En cuanto estemos lisos estaremos allá. — Cuelga el teléfono y Jack esta vez sí que desconecta la línea. —Les pasaron una dirección de forma anónima...quiere que investiguemos.
—Bien...— Estaba por ponerse su ropa interior y comenzar a cambiarse sintiéndose reprimido cuando Campbell se acerca por su espalda a él a besarle la mejilla.
—Yo le dije en cuanto estemos listos...Jamás di un tiempo e especifico. — Ella veía de reojo a Carter y noto la felicidad que se le puso en el rostro al ella decirle esto.
Jack le comenzó a besar el cuello para poder continuar donde habían sido interrumpidos una vez más. Ella le tomo de las mejillas y de igual modo deseaba tener su orgasmo de esa noche junto con su amante.
Mía se puso sobre de él y esta vez ella fue quien marco el ritmo moviendo sus caderas sintiendo deliciosamente como es que en esa posición la penetración le era mucho más placentera y profunda.
—¡Mía dios mio! eres...— Sentía una explosión de sentidos tanto en su miembro como en su cabeza.
—Shhh.—Ella puso su dedo en los labios de Carter y el miro como ella se agacho a tomarlo del cuello y susurrarle a su oído.— !Déjamelo ami!
Carter por su lado estaba recostado sobre la cama sintiéndose elevado en el cielo al sentir a esta mujer hacer esos movimientos sobre de él y como por propia voluntad de ella marcaba un ritmo más rápido.
La inspectora se acercó a los labios de Carter y beso al inspector. Sus lenguas danzaban una con la otra cuando Jack sintió como Mía se apoderaba de la situación y una vez más mordía su labio inferior.
—Si sigues con ese ritmo voy a...— Los brazos de Carter rodearon la espalda de Mía y fue silenciado por la misma inspectora quien llego a su orgasmo primero que él y esta acción hizo que Carter del mismo modo comenzara a gruñir muy excitado.
Mía interrumpió el acto sexual y Carter procedió a poder derramarse fuera de la inspectora.
-----Lunes 22 de marzo de 1937 2:48 AM-----
A los pocos minutos llegan ambos viendo al equipo que Hoffman les proporciono.
—Bien señores... Ya sabemos que si esto es obra de ese tal Andrew. — Miro Carter a todo su equipo. — Ojos y oídos al cien.
— No queremos perder a más gente ya por manos de Andrew. — Campbell esta vez fue quien hablo. Revisando que su arma estuviese completamente cargada. — Todo lo que parezca definitivamente extraño...actuaremos con precaución. — Agarro su cabello y lo sostuvo con la liga. — ¿Dudas?
Al ver a todos los presentes negar con la cabeza que no tenían dudas Carter hablo.
— ¡Andando!
El equipo derribo la puerta y el lugar se veía muy descuidado, había comida pudriéndose en la cocina, moscas por todos lados, pero no había señales de vida.
—Revisen las habitaciones. — Entro Campbell con su arma y su linterna apuntando hacia las puertas.
— ¿Quién se supone que vive aquí?— Carter estaba intrigado mirando a Mía
—Un hombre que ayuda a divorciarse a las mujeres que él ve que sus esposos son abusivos. — Explica. — Es el mejor abogado para esos casos.
— ¿Crees que mate a un hombre por eso?...Seria el segundo contando a Clark.
— ¡Clark no está muerto!— Responde algo molesta.
—Tenemos mucho sin saber de él...hazte a la idea...— Intento tocar el hombro de Campbell. — No quiero que pases por una esperanza que te estas formando. Y sea un golpe duro para ti.
— Podemos no hablar de eso...— Un tanto molesta miro a Carter. — ¡El sigue vivo!
— Bien...— Carter se sentía un tanto preocupado porque Mía sin tener evidencia seguía aferrándose a esa idea.
Un agente de Hoffman llego a informar.
—Deben de ver esto. — Fueron llevados a el cuarto principal y pudieron ver a un hombre postrado en una cama en un estado famélico. Y con un hedor horrible.
— ¿Es tu abogado?
—Así es. — Campbell con su linterna buscaba a todos lados hasta ver en la pared escrito con sangre.
Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
—Eso...
—Mateo diecinueve, seis— Responde a Carter a Mía.
— La verdadera pregunta es ¿Si fue ese tal Andrew? ¿O Vanderwall?
—Ya no se ni que pensar.
Campbell retrocede y siente como le agarran la muñeca con fuerzas.
— ¡¿Pero qué Mierda?!— Ella voltea asustada y ve que el hombre que aparentaba estar muerto sigue teniendo signos vitales. Campbell miro como este hombre que parecía un cadáver a duras penas respiraba.
— ¡SUÉLTALA!— Carter apunto nervioso. — ¡SUÉLTALA!
— ¡LLAMEN A SERVICIOS MÉDICOS!—Mía intentaba soltarse sin lastimar al hombre. — ¡SE ESTA MURIENDO!
El hombre dejo a Campbell por la debilidad que tenía. Y pedía a duras penas levantando la mano.
— ¡A-ayuda!
— ¡¿Cómo puede seguir vivo?!— Carter estaba alterado. — Tiene que tener meses sin moverse. — Carter sabía que el hedor era de alguien muerto pero de alguna manera inexplicable este sujeto tenía vida.
— Creo que Vanderwall lo ayudaba a mantenerlo con vida. — Hablo Campbell. — Solo alguien con conocimientos médicos podría hacer esta tortura.
Campbell apretó sus dientes molesta al ver como el hombre comenzaba a respirar con dificultad.
— ¡Maldición!— Mía salió bastante molesta y prendió un cigarro afuera de esa casa. Cogía su cabello con desesperación.
— ¿Qué pasa?— Carter se sentó al lado de ella mientras ella le pasaba la caja de cigarros.
—diez muertos desde Octubre...— Daba una enorme calada guardando silencio.— ¡Y NO TENGO NADA!
—No es tu...
—¡CLARO QUE ES MI CULPA! — Expulso el humo del cigarro frustrada y de inmediato dio otra calada al cigarro. — Pude haberlo matado en el bosque...pero ¡NO! La señorita se acobardo frente a él.
—Tenerle miedo es normal. — Carter intentaba tranquilizarla.
— Mi trabajo implica...no tener miedo Carter. — Temblaba llevándose el cigarro a los labios para seguir fumando e intentar controlar sus nervios. — Mi trabajo implica actuar sin miedo...Como tú.
—Estas equivocada. — Ella le miro algo confusa y el igual que ella expulsaba el humo del cigarro pero tranquilo. — Si tengo miedo también.
—No te creo...Solo lo dices para que me sienta mejor.
— Mi mayor miedo...es que ese idiota te haga daño. — Explico y ella nuevamente con una expresión en su rostro de asombro le miro. — Por eso actuó...Pero cuando te he visto mal o que necesitas ayuda y está fuera de mis manos poder quitarte el dolor o el problema... Me aterro.
—Es diferente...
—Tener miedo no está mal en un agente de investigación Mía. — Sintió como ella se recargaba en su hombro. Él sabía que estaba agotada, agobiada y cuando creían que no podían ver peores cosas. Andrew les demostraba lo cerrados que tenían la mente. — Salvaste a Gray...eso es tener algo.
—La gente confía en mí... y no les doy respuestas.
— La gente te ve desviviéndote por ellos. — Recostó su cabeza sobre la de ella.— Y eso para ellos ya les habla mucho de ti...Equivocarse es de humanos...temer también.
Ambos siguieron platicando hasta que divisaron el carro de hospital que asistiría al hombre en estado famélico.
https://youtu.be/cjEvLABRev0
Próximo capitulo titulado "¿Entiendes mi pasado?" ¿ideas?
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