XXXIV Soy cómplice
-----Hospital de Norwich Miércoles 3 de Marzo de 1937 1:45 AM-----
Campbell seguía en ese lugar sosteniendo la mano de Gray quien estaba aun inconsciente. Habían logrado estabilizarla, pero no había conseguido aun tener cordura para hablar.
Carter entro a ver a Campbell con tres carpetas en su mano.
— Las últimas tres víctimas.— Le extendió el brazo con las carpetas y Campbell comenzó a hojear.— Una de las victimas la que fue envenenada fuera de la estación con sus piernas quebradas era...
—Eliza...La viuda que pedía caridad...la que estaba fuera del templo. —Respondió Campbell sabiendo quien era. — Tenía treinta y ocho años... Su esposo la dejo y se llevó a su hijo. Ella tenía una rara enfermedad y él no se atrevió a pagar sus gastos. Tenía su propio negocio pero cuando él se fue, le quito todo
—Bueno a ella la conoces. — Vio como Campbell agarraba el otro expediente. — La segunda víctima del veintiocho de febrero fue la que fue...
Agarro su nuca sin saber cómo lo tomaría Campbell.
— Lara Crizler quien lamentablemente fue asesinada frente a ti.
Campbell miro la foto de la chica y sintió nostalgia verla tan contenta en esa foto. Eso fue algo que mientras ella le conoció jamás pudo ver. Solo recuerda que había miedo y después de eso el brillo que te da a entender cuando alguien estaba vivo se comenzaba a extinguir. La inspectora jamás olvidara que ellas dos cruzaron miradas en ese momento tan impactante de su vida. Carter después de tener todo en silencio prosiguió.
— La señorita Crizler tenía veinticinco años de edad. Ella asistía a unas reuniones.— Carter se acercó a Mía para decirle en voz más baja.— Las cuales también asistía nuestra víctima, Brooke Hills... Y también nuestra última víctima calcinada en la taberna de Clark. — Le puso la última carpeta en las manos.
— Platicas... ¿Las feministas?
Carter asintió con la cabeza abriendo la última carpeta.
—Bethany Dilaurentis... Cuarenta y dos años. — Esta vez podían ver su rostro en la foto y no simplemente pedazos calcinados o un cráneo. — Ella era coordinadora de este grupo. Su esposo se separó de ella cuando comenzó a no dejarse poner la mano encima.
—En otras palabras...Él la golpeaba.
Carter asintió por segunda vez.
— ¡Bien! Iremos a visitar al esposo de Bethany. — Pauso un poco. — Puede darnos pistas o ser el mismo asesino.
— Ya lo tengo anotado inspectora. — Vio de reojo a Gray y soltó un suspiro. — Por cierto...Hoffman correrá con los gastos de Gray.
— ¡¿De verdad?!— Miro a Carter un tanto sorprendida.
—Así es. — Se acercó a besar la frente de la inspectora. — También está afuera de este cuarto. Nos mandó a descansar... Él se quedara haciendo guardia cuidando a Gray.
—Pero...
—Necesitas descansar. — Comento firme Carter.
—Pero...
—Sin peros. — La cogió de las mejillas haciéndole un leve cariño con sus pulgares. Cruzo su mirada con la de ella. — Sé que no quieres cruzar el bosque por la hora.
Mía rodó los ojos un tanto nerviosa. Afirmando con la cabeza.
— Hay un hotel a unos minutos... Descansaremos en ese lugar.
— ¿Seguro que Hoffman estará toda la noche con Gray?
—Completamente. — La levanto de la silla en la que estaba sentada. — Le confiaría mi vida a ese hombre y la tuya también con mis ojos cerrados.
Al terminar de decir esto Mía salió de ese cuarto y estaba Hoffman ya afuera esperando para poder entrar.
— ¡Yo me encargo de ahora en adelante! En cuanto llegues al hotel Carter. — Le entrego un papel. — Marcas al número del hospital y me pasas tu línea, por si despierta comunicarme con ustedes.
— ¡Así lo haré coronel! — Carter mostró respeto poniéndose en posición de firmes.
— Gracias Coronel. — Campbell le extendió la mano y el sin dudarlo la estrecho con ella.
Ambos se retiraron y en cuestión de quince o tal vez veinte minutos estaban en la recepción del hotel.
—Buenas noches ¿Necesitan cuarto?— Pregunto la recepcionista amable
—Así es. — Carter comenzó a hurgar en su cartera.
— ¡Dos sencillas en camino! — Comenzó a buscar entre las llaves que tenía disponibles.
—Una doble. — Dijo Campbell un tanto apenada. — De preferencia...si es posible.
—Soy su escolta. — Carter tranquilo ayudo a la inspectora — No la puedo dejar sola.
—Perfecto inspectores. — La chica comenzó a buscar en el otro extremo las habitaciones dobles. Cogió la llave y se la entregó a Carter lo cual el pago sin problemas. — Gracias.
Ambos se dirigieron a la habitación la cual se veía que era adecuada para parejas y el ambiente era un tanto romántico. Había pétalos en la cama, el piso y había lociones y aceites.
—Creo que no se tragó lo de que soy tu escolta.— Río divertido al ver a Campbell apenada de todo lo que había en ese cuarto.— Creo que es una señal para que...— levanto las cejas coqueto en silencio insinuando.
— ¿Y tus reglas del sexo después del matrimonio?— Intento hacer remorder la conciencia de Carter.
— ¿Me estás diciendo que te proponga matrimonio?— La cogió de la cintura introduciendo a la inspectora al cuarto para cerrar esa puerta.
— ¡Por Dios Carter! ¡¡No!! — Se ruborizo más al sentir el contacto de sus manos sobre su cadera. — Tenemos que hablar de lo que paso. — Intento tranquilizar el ambiente y las hormonas de Carter.
—Creo que ya lo hablamos todo ¿No? — Dijo soltándola porque la miro nerviosa. — ¿O tienes algo más que decir?
— Si. — Pauso un poco y se dio media vuelta para quedar frente a frente a él. — No tienes que quedarte conmigo...o sentirte obligado por lo que paso ayer.
Carter no comprendía muy bien de donde salía eso, pero la dejo continuar.
— Si fue un momento de vulnerabilidad o algo...No pensare que me has utilizado te conozco y no serias capaz de eso.
— ¿Y qué paso exactamente ayer?—Queriendo saber que pensaba ella.
—Pues...nos acostamos. — Puso sus yemas de sus dedos en su frente. — Lo que quiero que entiendas... Es que no te sientas obligado...si no estás seguro...no me enojare.
— ¿Tú crees que me acosté contigo por alguna fantasía extraña?— Le dio un poco de ternura ver como ella intentaba explicarse. — No me siento encadenado en ningún sentido... Ni comprometido. — Comenzó a quitarle el saco y masajear los hombros de Mía descubriendo que tenía unos nudos bastante severos en todo el cuello y sus hombros. — ¿Cuándo me has visto acostarme con más mujeres?
—Es que... Yo no creo poder llegar a lo que buscas Jack. — Apenada bajo un poco la mirada.
— ¿Y que busco?
— Amira era muy guapa...por lo que vi en la foto... Elizabeth Gray ni se diga. — Agarro las manos de Carter haciendo que el dejara de masajear sus hombros. — Ellas dos pues...si me las imagino queriendo tener una familia... Eventualmente vas a querer tener hijos, alguien con quien pasar buenos momentos. Yo solo te invito a tomar, te golpeo diciéndote idiota. — Pauso un poco. — Y no me veo siendo madre... No planeo serlo.
— Bueno...paso excelentes momentos junto a ti tomando a decir verdad. — Continúo masajeando sus hombros. — Hemos bailado juntos, nos hemos contado cosas muy íntimas... Te conozco, sé que te gusta y que no te gusta. Y tú también sabes eso de mí.
—Pero Jack...no soy quien para privarte de tener familia.
—Bueno...no es que me imagine teniendo familia en verdad Campbell.
— ¡¿Disculpa?!— Asombrada lo volteo a ver.
—No planeo dejar mi trabajo... considero muy riesgoso tener familia si me voy a dedicar a atrapar gente así de violenta.
Comenzó a masajear sus hombros de nuevo, comenzando sentir que esos nudos estaban cediendo a deshacerse.
— Me aterra la idea de perder a un hijo mío por manos de un loco... No quiero recibir nunca un dedo, un ojo, un pie algo de mi hijo.
— ¿Entonces?
—Tampoco soy quien para decirte... "Hey quiero hijos. Deja tu trabajo y sométete a mi voluntad".
El al hacer la voz tan fingirá soltó una carcajada en Campbell.
— En verdad solo sé que quiero ahora.
— ¿Y qué quieres?
—Poder volver a sentir despertar a tu lado, mañana, pasado, dentro de un año, toda la vida. — Beso el cuello de la inspectora. — Si me lo permites. Y ver cumplir tus metas ¡Estar contigo y festejar tus logros!
— ¡Y yo tus logros!
— ¡Vez!
Le quito la liga de su cabello y desprendió ese aroma que tanto le encantaba a él. Aun con dolor en su hombro por su herida con esa trampa. Eso lo pasaba a segundo plano con tal de estar al lado de su amada inspectora.
— Este bien si tienes dudas. Pero... no te cierres Mía...No a esto que esta surgiendo...
Eso dio inicio a una nueva noche en la que ambos se entregarían el uno al otro nuevamente, en cuerpo, mente y alma.
Mía fue quien tomo la iniciativa esta vez y se lanzó a los labios de Carter.
El inspector podía sentir el deseo ardiente de Mía de que lo que había pasado, se repitiera una vez más. Sin duda estaba fascinado con ella fuera era una mujer que se daba a respetar y no con cualquiera tocaba temas íntimos. Pero solos en una habitación tenía un ferviente deseo que la consumía.
Ambos se dejaron llevar por ese deseo lujurioso una vez más. Carter pasaba sus manos por su cintura y caderas comenzando a avanzar mientras ella retrocedía hasta que la pared de la habitación le cerró el paso a Mía.
Sus besos eran muy apasionados y sus acciones menos temerosas que las del día de ayer.
Al quedar entre la pared y Carter. Eñ cuerpo de Mía al instante sintió la erección de Carter en su entrepierna.
El inspector por su parte ya tenía a Mía con su torso desnudo y este queriendo verse más profesional para enmendar su reputación, intentaba quitarle el sostén con una mano pero le resultaba imposible.
—Carter...ya no hay forma de que cambie de opinión con respecto a ti.
— ¡Que no soy virgen! ¡Era pura joda!
—Amira era judía...y tu un casto...imposible que tu...
Carter comenzó a recorrer con su lengua esos puntos del cuello que recordaba estremecían a Mía el día de ayer y la silencio de la manera que más encendía a Carter. Escucharla gemir era una melodía y un placer pecaminoso del cual no se arrepentirían jamás.
Campbell se abrazó de las caderas de Carter rodeando con una de sus piernas al inspector y comenzando una fricción que les aumentaba el deseo a ambos.
— ¿Te está gustando?— Pregunta un inocente Carter al ver a Mía al rostro.
— ¡¿Qué si me gusta?!— Intentaba contener sus jadeos para poder responder a Carter. — ¡Me encanta!—Escucho a Carter tragar grueso. — ¡No pares!— Mía comenzó a desabotonar el pantalón de Carter .El agente hacia del mismo modo con ella. — No puedes dejar algo inconcluso...
— ¡N-no pensaba detenerme hasta que me des lo que busco!
Carter se afianzo a sus labios y ella mordisqueo el inferior haciendo que Carter gruñera para ella.
Sin pensarlo más Carter desvisto a Campbell de sus pantalones y aun teniéndola entre la pared y el comenzó a aumentar aun su deseo.
No habría sexo esa noche. Era hacer el amor y enamorarse perdidamente más uno del otro.
-----Miércoles 3 de Marzo de 1937 8:32 AM-----
Carter tenía a Mía recostada en su pecho, ambos estaban piel con piel cubiertos por las sabanas. El pasaba su mano por su hombro dándole ligeras caricias. Mientras su mirada se enfocaba solo en ver a la inspectora dormir sobre de él.
Sin hacer mucho ruido y tantos movimientos bruscos comenzó a sacársela del pecho para dejarla recostada en la cama. Beso su frente y vio como ella se acurruco en la almohada. El la tapo con la sabana y se cambió para salir.
A eso de las diez con quince de la mañana Campbell fue despertando y al abrir los ojos se percató de que su compañero no estaba con ella en la cama. Ni su ropa. Ella un tanto confundida se levantó con la sabana enrollada en su cuerpo.
— ¿Jack?— No hubo respuesta — ¿Jack?— Una vez más lo busco pero no le respondieron.
Intento aclarar su mente y se metió a darse una ducha. Necesitaba con todas sus fuerzas un baño para poder enfrentar el día a día.
En esos minutos Carter entro al cuarto y observo que Campbell estaba ya despierta.
— ¡Jack!— Se sorprende al verlo vestido y abriendo esa puerta desde la bañera.
—Pensé que alcanzaría a llegar cuando siguieras dormida. — Dejo las bolsas y todo lo que tenía cargando. — Fui a comprarte un café, rosquillas. — Le mostraba una de las varias cosas que había comprado. — Y a comprarnos un traje nuevo, uno para ti...otro para mí.
— ¡Enserió creo que eres un mafioso! — Comenzó a salir de la bañera. — Nunca se te acaba el dinero.
—Recibo dos sueldos, el de Estados Unidos y el de aquí. — Menciono un tanto tranquilo aborazándose con una rosquilla. — Además por ser refugiado me dan otra ayuda.
—Eso explica mucho. — Campbell se ponía una toalla en el cabello.
—Si ahorraras y no te lo acabaras todo en alcohol...tú también pudieras hahaha.
—Alcohol el cual tú también consumes. — Miro el traje que le había comprado. — Estas seguro que son mis medidas.
—Tus medidas es lo que tengo yo en mi memoria fresco. — Pícaramente río. — Mas después de anoche que me dejaste corroborar.
Un calcetín hecho bolita callo en su cabeza.
— Por cierto... También fui a ver a la señora de Barnes, le deje un dinero porque con la desaparición de Clark no tendrá de donde sustentarse.
—Eres muy gentil al hacer eso. —Mía agradeció, mientras se comenzaba a poner su ropa interior y su sostén. — Yo pensaba en ir a darle dinero también... Pero ese loco me tiene en la mira y no quiero que el haga nada. Prefiero que piense que corte lazos con ella.
— Y asumo te sientes mal por no tenerle una respuesta de Clark.
Ella asintió con la cabeza.
— Le explique eso, y ella entiende. No te preocupes
—Gracia Jack, yo...— Le interrumpió el mismo agente Carter el silenciarla besando sus labios.
—Una cosa más. — El noto a la inspectora más tranquila que en la noche. — Cierra los ojos ¡Confía en mí!
Ella sin pensarlo, cerró los ojos y sintió un ligero frió en el cuello. Y como las manos de Carter amarraban una cadena. Campbell al abrir los ojos de la impaciencia, observo el anillo que Carter siempre traía en su dedo anular.
— ¿Qué es esto? ¡Esto es tuyo! — Dijo sorprendida. — No puedo aceptar esto.
—¡Ahora es tuyo! —Vio como le quedaba perfecto en su cuello. — Amira me lo obsequio cuando nos tocó separarnos... Ha sido mi...amuleto de la suerte, de lo contrario ya estaría muerto.
—Es algo muy personal entre ella y tu...no puedo...
—Y ahora es algo muy personal entre tú y yo.— Unió su frente con la de ella.— Este donde este Amira... Estaría contenta de verme nuevamente con alguien tan maravillosa como tú.
Campbell lo acepto sin ponerle más resistencia y coloco sus manos sobre las mejillas de Carter.
----- Sábado 20 de marzo 10:15 AM-----
Los días seguían pasando con normalidad. Scarlett ya podía andar, su recuperación era rápida. Walker estaba en coma y no daba señales de recuperación. Elizabeth pasaba la mayor parte del tiempo con sedantes porque tenía ataques de pánico y tenían que inyectarle fuertes dosis de calmantes. Sus signos vitales se mejoraban poco a poco.
Y de Clark. No se sabía nada. Como si fuera un amigo imaginario o nunca hubiera vivido en ese pueblo.
Scarlett caminaba por esos pasillos yendo a la habitación de Walker.
Al llegar encontró a Carter sentado al lado de él joven inspector que seguía debatiéndose entre la vida y la muerte.
—Lo siento Scarlett. — Se levantó Carter cediéndole el lugar. — Solo pasaba a ver a Walker.
—No tiene nada que disculparse agente Carter. — Traía unas flores para alegrar un poco el cuarto y darle color. — Es bueno ver que le visite.
Scarlett hizo el cambio de las viejas flores por las nuevas que inundaban la habitación de ese fresco y primaveral aroma.
—¿Qué te han dicho de él?— Un tanto preocupado viendo los signos vitales de Walker.
—Nada bueno aun.
—Lamento escuchar eso Scarlett. — Carter se acercó a la puerta para dejarla sola con él. No sin antes echar un último vistazo. — Dicen que el amor lo puede todo Scarlett.
—Esto no es un cuento de hadas Inspector...Es la vida real.
—Lo sé. —Pauso un poco para explicarse mejor. — Pero si nos apegamos a los hechos. El sigue vivo y su subconsciente nos escucha ¡¿Has hablado con él desde que lo vienes a visitar?!
—No... prefiero decirle todo cuando el este consiente.
—Deberías Scarlett. — Le dio una media sonrisa. — Podemos perder muchas cosas pero jamás recuperaremos el tiempo con esas personas... No pierdas más tiempo con él.
Vio a Scarlett pensativa.
— Además si el sigue aferrándose a la vida... te aseguro que es por ti.
Dejándola en sus pensamientos Carter cerró la puerta y se dirigió a buscar a Campbell.
En el cuarto de Gray, estaba Campbell esperando a que despertara una vez más para ver si podía hablar con ella. Desde su rescate habían cruzado pocas palabras y carecían de coherencia.
Entro el doctor Vanderwall a saber del estado de su paciente.
—Inspectora...No sabía que estaba aquí
—Descuide doctor. — Respondió con normalidad viendo que el traía una jeringa. — Creo que no debe poner otra dosis más.
— ¿Ha tenido algún efecto secundario Gray?
—Hace dos horas le inyectaron el calmante. Según me notificaron. — Explico y saco un papel. — Tengo una orden también para que su medicamento sea interrumpido para poder hablar con ella.
Le mostró la hoja y Vanderwall leía el papel.
— Solo será la de una sesión para no causarle tanto dolor.
—Entiendo Inspectora... Me retiro.— Salió guardando la jeringa.
En cuanto esa puerta cerró haciendo el ruido y el típico rechinido. Gray despertó un tanto desubicada, asustada y temerosa.
— ¡NO DIOS MIO! ¡NO!
—Elizabeth. —Campbell cogió su mano e intento tranquilizarle. — Estas en el hospital...ya ha pasado todo.
Ella giraba sus ojos hacia todos lados y al ver a la inspectora se comenzó a tranquilizar.
— Me alegra ver tu rostro...maldita mestiza pobre. — Mientras agarraba su cabeza en señal de dolor. — ¿Cuándo tiempo llevo aquí?
—Dieciocho días. — Explico Campbell sorprendiendo a Elizabeth Gray.
— Nadie ha venido ¿Verdad?— Sabiendo ella ya la respuesta.
—Hoffman, Carter y yo hemos estado al pendiente de ti. — Dijo un poco triste viendo el dolor de Gray.
— Aunque he pasado dormida. Escucho las voces de todos la mayor parte del tiempo.
Explico con el corazón completamente roto. Cruzo miradas con Mía y prosiguio.
— No entiendo lo que dicen en verdad... pero no he distinguido la voz de mis padres ni de mis "amigos"— Haciendo las comillas de los dedos y una cara de desilusión.— Te debo una disculpa...mestiza pobre.
—No...
—¡Cállate la boca y escúchame!
Campbell fue interrumpida y guardo silencio para dejar proseguir a Gray.
— Te hice algo horrible... por celos. Mis putas disculpas no serán suficientes para enmendar el infierno que te hice pasar con Logan. —Su voz estaba por quebrarse. — Jamás debí sentarme a disfrutar como abusaban de ti... Ni reírme... Mucho menos ponerte esa mierda de marca en el cuello.
Dicen que cuando una persona es mala contigo tienes que tratarla como al hierro. Ir amontonando brazas ardientes sobre su cabeza para poder ablandarlos. De igual modo Mía había logrado ablandar a Gray con su actitud. Ella no tenía ni por que ir a verla todos los días y seguía en sus visitas. Sabía que, por la investigación, tenía que ser interrogada. Pero Gray en el fondo sabía que las intenciones de Campbell eran para no dejarla sola.
Elizabeth Gray continúo después de un silencio.
— Todo por mis malditos celos. —Tomo aire y lo admitió. — Perdí a Carter....con justa razón se alejó de mí. — Se secaba las lágrimas que salían. — Y al final sé que tenía razón...tú tienes corazón...yo carezco de eso. No se pensar en nadie más que en mí.
—Elizabeth...— Se levantó de la silla y la miro a los ojos. — Yo soy quien debo de pedirte disculpas. — Explico asombrando un poco a Gray. — Tus celos eran más que justificados.
—No mientas...Cuando Logan abuso de ti se te notaba que era tu primera vez.
— Créeme... Jamás se me hubiera pasado por la cabeza proponerle o hacer algo con Carter estando contigo. —Miro a Gray— Pero te doy mi palabra que en ese tiempo Carter siempre fue un caballero y te dio tu lugar.
—Duermes con el ahora ¿Verdad?— Pegunto sin rodeos.
—S-si. — No quería herirla, pero no podía mentirle a la cara. — Desde hace casi veinte días que...tu sabes.
—No tenías que darme explicaciones mestiza pobre. — Le dio una sonrisa un tanto amigable. — Te hubiera llamado estúpida...si después de dejarme a mí no aprovechabas a Carter... ¡Joya virgen!
—Bien al fin lo he dicho. — Respiro tranquila. — Si no te interrogo ellos están considerándote cómplice por no hablar nada en tantos días.
—Se nota que no han venido a ver que la saliva me escurre como retrasada todo el tiempo. — Dijo molesta. — ¿Qué quieres saber?
— ¿Dónde te tenia?
— En una hacienda según él de la beneficencia abandonada. — Explico mientras Campbell tomaba notas. — A decir verdad era el mismo infierno.
— ¿Sabes por dónde estaba?
—Él dijo que estaba colina arriba. La ubicación no la se... Disculpa. —Hubo un silencio y ella tomo aire de nuevo. — Cuando me llevo el día de la fiesta me durmió con cloroformo. Y cuando me saco al bosque me puso un pañuelo en los ojos hasta llegar a medio bosque y estar perdida.
— ¿Recuerdas que había en esa hacienda?
—Muchos aparatos de tortura... Había un panteón y las puertas eran de acero y madera. Muy pesadas. — Campbell hacia anotaciones mientras Gray Explicaba. — Los muros tenían un grosor según el de cuatro a seis metros y creo que no mentía. Eran bastante gruesos.
—Eso es bastante... ¿Por qué tan gruesos?
—Porque por más que gritáramos... — Trago saliva un poco y miro a Campbell. — Nadie no podía escuchar.
Esto hizo que un escalofrió recorriera la piel de Campbell sudando en frió.
— ¿Había más mujeres?
—No sé. — Se agarró la cabeza pensando. — Solo recuerdo una...disculpa. — Su mente comenzó a traerle la viva imagen de esa mujer siendo desmembrada.
— Lo llegaste a ver...consumiendo. — Pregunto con miedo. — ¿Carne humana?
Gray le miro un tanto asombrada comenzando a recordar cuando ella consumió por primera vez la carne de una de sus víctimas.
—Me vas a tener que encarcelar Campbell. —Guardo silencio y paso sus manos por sus ojos evitando derramar más lágrimas. — Fui cómplice de ese idiota
—Explícate...— Sintió un poco de miedo al escuchar esta declaración.
—No solo lo vi consumir carne humana...—Campbell y ella tenían la mirada una a la otra y el silencio era muy tenso. — C-consumí carne humana
Mía al escuchar esto abrió los ojos con un asombro impresionante sin poder creer lo que escuchaba.
—Dime que me estas mintiendo. — Soltó la pluma y la libreta alejándose un poco de ella. —¡Dime que es una puta mentira!
—Me gustaría decirte que lo es. — Vio la mirada aterrada de Campbell.— La primera vez no lo supe hasta que él me dijo y vomite todo.—Explico y la inspectora se sintió un poco más aliviada.— Después dure días o semanas sin comer...la verdad tengo muchos recuerdos borrosos.— Se descubrió un poco la bata que tenía mostrando los cortes en cerca de sus hombros — ¿Vez estos cortes?
—Si... ¿Qué hay con ellos?
—Me colgó de un gancho como a un puto animal. Lo único que me ofrecía era carne de alguna de sus víctimas. — Elizabeth estaba quebrándose al recordar todo eso. — Hasta que el hambre me hizo pedirle comida y trague sin preguntar.
—Elizabeth...— Ella se acercó viendo lo afectada que estaba. — No es tu culpa...Nadie sabe lo que viviste y solo es supervivencia.
—Sabes que me saco el estómago ese desgraciado ¿verdad?
Mía asintió.
—Pues un día llego ese bastardo... Se sentó frente a mí y comenzó a partir mi propio estomago mientras él lo tragaba frente a mis ojos.
La inspectora estaba aterrada de solo escuchar lo que Gray contaba sus cejas estaba muy elevadas y sus ojos más abiertos que de costumbre.
—La prensa no sabrá ni eso ni que consumiste de sus víctimas. — Se acercó a tocarle el hombro. — De menos de mi boca no saldrá.
—Sé que si sale a la luz será por él...
— ¿Te dijo algo más? Él se llevaba mucha carne solo como para que fuera para él y para ti.
—No que yo sepa.
Gray recordó que Andrew le dijo que, Campbell ya había consumido carne humana sin saberlo. Ella no lo considero importante y en un acto de humanidad decidió guardar ese secreto. Pensó que solo la perturbaría. Si Gray supiera que posiblemente Campbell podía reducir su círculo de sospechosos con gente que le había dado de comer...las cosas serían más sencillas.
— ¿Viste su rostro?
—Si lo llegue a ver pero...sus dientes no siempre eran los mismos.
Explico y Campbell se confundió un poco.
— No se la verdad como lo hacía, pero en veces tenía un diente de plata y otras una sonrisa perfecta...llegue a imaginar que eran alucinaciones mías.— Pauso y recordó ese nombre que el doctor dijo entre sueños y como él lo confirmo.— Pero se su nombre.
— ¿Cuál?
—Andrew.
https://youtu.be/m0n2WFEC-VI
Próximo capitulo titulado "El sustituto" ¿Ideas?
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