XXXIII El cazador del bosque
----- Bosque de Norwich 5:32 PM.-----
Campbell seguía esquivando esos letales golpes con el hacha que Andrew hacerle a ella.
Estaba tan molesto y decepcionado de ella que cada vez ejercía más fuerza en sus hachazos.
Mía reacciono y levanto su arma para defenderse. En respuesta, Andrew se abalanzo sobre ella soltando el primer disparo al aire y siendo derrumbada por el asesino.
Con esa fuerza que lo caracterizaba la tenía contra el piso. Comenzando a tomarla por las muñecas dejándola inmóvil.
La inspectora tenía su peor miedo frente a ella y no podía defenderse.
—Hace poco nos encontramos Inspectora.
Comenzó a posicionar sus manos en su cuello ejerciendo una presión mortal. Ni tiempo le dio a Campbell de tirarle el primer golpe.
— Solo que he re decorado mi casa y tengo el lugar perfecto para acomodarte en ella.
—N-n...
— Una vez más apretó su cuello con fuerzas escuchando como tenia gemidos de dolor.
Mía con sus uñas desesperada las enterraba en las manos y brazos de Andrew para escapar. Pero era una desventaja que no se podía ni poner en comparación. La inspectora comenzó a perder la claridad de su vista y sentía como se comenzaba a sofocar. Sus pulmones le pedían aire y sus vías respiratorias eran cerradas con fuerzas por las bestiales manos de el asesino.
— ¡Suéltala! Te vas a quemar en el puto infierno — Interrumpió Elizabeth quien veía a Mía en apuros. — Te voy a mandar a quemar como a las malditas brujas...¡Escoria de la sociedad!
Andrew al escuchar esto, dicho por Elizabeth comenzó a tener sus episodios que lo ponían inestable.
Soltando a Campbell comenzó a agarrar su cabeza. Esa voz seguía atormentándolo.
«Te juro que fue un accidente...por favor»
«¡QUEMA! ... ¡Juro que aprendí la lección!»
La voz de un pequeño llorando lo hacía perderse en sus pensamientos.
— ¡CÁLLATE! ¡HIJA DE PUTA! — Andrew tomaba su cabeza para callar esas voces que le repetían el infierno mismo que solo él podía entender. — ¡LÁRGATE DE AQUÍ!
—Así es cabrón...sientes como ardes en el infierno...como la piel se te derrite y como tus malditos músculos se consumen por las llamas...¡ES TU MALDITO CASTIGO! Un castigo ¡ETERNO! — Seguía gritando Elizabeth con lo que restaba de sus fuerzas.
De reojo veía como Campbell se estaba reincorporando después de haber tomado aire...así que le dio mas tiempo.— En el puto purgatorio arderás
Andrew miro de reojo igual que Gray a su presa, comenzando a ponerse de pie y una vez más cogió su hacha para a toda costa darle un golpe que la dejara noqueada.
— ¿A dónde vas? ¡Zorra!
Tomándola del cabello la regreso al piso. Puso su pie sobre el abdomen de ella.
— ¡Me vas a quebrar las costillas!— Desesperada gritaba buscando su arma. Cuando vio que el asesino ya la tenía en ceñida también al lado de la de Carter.
—Ya vi que aguantas mucho más que esto Inspectora.
Andrew ponía todo su peso en las costillas de ella. Él podía sentir que si pegaba un brinco esas costillas se partirían en dos. Incluso corría el peligro de esas mismas costillas perforaran algún órgano importante y la mataran.
— Cuando andabas revolcándote con ese sucio alemán...nada te dolía.
Levanto el hecha para abrirle el cráneo. Cuando, Carter llega con todas sus fuerzas a embestirlo y tumbarlo en el piso con fuerzas.
— ¡¿Por qué no te has muerto?! ¡Asqueroso facsista!
—¡Tus putas trampas de mierda no me detendrán! — Golpeo en la quijada del asesino.
La máscara que tenía puesta era la que solo cubría de su nariz y parte de sus mejillas hacia arriba.
— ¡Te dije que no tocaras a Campbell! — Conecto otro golpe partiéndole el labio a Andrew haciendo que escupiera sangre. Carter estaba comenzando a entrar en un frenesí descontrolado, debido a toda esa rabia que tenia.
—Entonces te voy a tener que abrir la garganta y te desangraras como un puto cerdo.
Andrew detuvo el golpe que pensaba conectarle y tomo a Carter de la cabeza impactando su frente con la de su máscara. El golpe fue tan fuerte que la máscara reforzada de Andrew comenzó a sufrir cuarteaduras.
Este impacto, logro aturdir a Carter lo suficiente para el ponerse sobre de Carter y comenzar a darle golpes como si se tratase de un trozo de carne que pensaba ablandar a puro golpe limpio.
Su hacha estaba lejos y no se arriesgaría a ir por ella y perder todo el poder y domino que tenía sobre el aleman.
—Me va a ser más placentero matarte con mis propias manos.
Carter estaba sangrando por boca, pero, seguía sin dar su brazo a torcer.
—Maldito entrometido de mierda. — Andrew Tomo el rostro de Carter. Comenzó hacerlo ver a la fuerza, que a escasos centímetros de él había una trampa para osos. — Se incrustaran en tu cuello y veras como no puedes hacer nada.
Carter al ver esos dientes de metal a nada de romperle el cuello abrió los ojos del susto y sintió un enorme miedo de saber que este sujeto no estaba bromeando con él. Sería su primer victima masculina si el miedo le carcomía la cabeza.
El forcejeo entre ambos comenzó, Andrew a pesar de tener muchísima fuerza, la adrenalina que tenía Carter para evitar que esos dientes le perforaran el cuello lo estaba haciendo sacar ese lado peligroso que tantos años había logrado mantener dormido.
Mientras estos dos tenían su feroz batalla, Mía tomo el hacha liberando de fuertes golpes a Elizabeth Gray. En cuanto nada la sostenía, se desplomo en el piso con bastante fiebre y aturdida. Desde hace varios minutos ya había sobrepasado su límite.
—¡Elizabeth! — Intento detenerla para evitar que el impacto con el piso fuera fuerte.— Resiste...¡P-por favor!
Andrew en cuanto vio que las cosas se le estaban saliendo de control. Tomo la cabeza de Carter y le dio otro golpe en la cabeza, logrando cuartear y destruir parte de su máscara. Gracias a esto Carter quedo más aturdido que hace rato.
Él mismo miro como pedazos de mascara estaban cayendo y decidió hacer su huida. No sin antes mirar a Campbell. Al buscarla con la mirada pudo notar como ella ya se dirigía hacia el con el hecha en las manos Ella podía ver parte de su frente y una porción de uno de sus ojos debido a este inconveniente que se le presento.
Andrew como si de un juego se tratara, detuvo a Campbell sin mucho esfuerzo levantándola y azotándola en el piso con bastante brusquedad.
—No puedes conmigo. — Tapaba su lado que se estaba despedazando con una mano mientras con la otra la sostenía del cuello.
—Eso ya lo sé. — Río ligeramente la inspectora jalando el gatillo de la pistola e impactando a Andrew en el empeine de su pie izquierdo.
—¡Zorra astuta!
Sin dejarla dar otro disparo más le agarro la muñeca con la cual tenía el arma y con un movimiento brusco hacia abajo su muñeca se vio comprometida en una torcedura bastante intensa.
—¡Aaaaah!
Andrew miro como Carter estaba saliendo de su atontamiento, solto a Campbell salió corriendo lo más rápido que pudo. Mostrándose así frente a todos que un solo hombre había podido humillar a quince personas.
Estando en territorio de él, la ventaja era evidente. Para los investigadores era una victoria con un sabor amargo.
— ¡Agente Campbell! — Carter se acercó a ella. —Háblame...¿Estas...
—Estoy bien Jack. — Agarraba su muñeca sintiendo bastante dolor. — ¡Toma!— De su pantalón saco el arma de Carter. —Logre quitársela.
—Hubieras usado mi arma. Dispara más rápido.
—No me dio tiempo de pensar.
Se levantó con la ayuda de Carter.
—¡Elizabeth!— Recordó al instante.— Tiene fiebre...Esta bastante mal...Jack...
Carter con una rama fue moviendo para que él y Mía pudieran pisar zona segura. Al llegar al lado de Elizabeth. Ella ya estaba inconsciente.
—Está bañada en sudor. — Campbell le toco la frente.
—Hagamos esto...
Carter le entrego le palo y con unos nudos que pasaban por sus sentaderas y parte de su espalda alta logro colocarla en el lomo de Campbell. Como si trajera cargando a un bebe la llevaba sentada como podía. — ¡Ve saliendo de aquí!
—Pero...
—Elizabeth necesita atención médica y nuestros compañeros también ¡Yo los ayudare y haré recuento de daños! Si podemos salvarlos que mejor.
—Pero Jack...
— ¡Mía! Él no va a regresar.
Beso la frente de la chica intentando calmarla.
— Esta herido. —Apunto hacia donde Brown seguía atrapado. — Y dejarlos a todos a su suerte nos convertiría en basura ¡A un compañero no se le deja atrás! Por muy mierda que sean.
—En cuanto llegue al hospital hablare con Hoffman para que te manden apoyo Jack.
Mía se acercó a besar los labios de su amante. — ¡Cuídate! ...Regresa a mí.
El la tomo de la nuca y unió su frente a la de ella. Quedando unos segundos en completa tranquilidad.
— ¡Siempre!
Carter la dejo ir y comenzó a notar como ella comenzó a abrirse paso con esa rama para no caer en otra trampa. Mientras el inspector veía como se comenzaba a desaparecer por la lejanía.
Carter comenzó a hacer un recuento y a ayudar a sus compañeros que seguían con vida. Para su desgracia se encontró ya varios que habían caído en trampas mortales. Se sentía derrotado. Lograr salvar la vida de Elizabeth a cambio de tantas perdidas.
Mientras Mía seguía avanzando. La oscuridad comenzaba a hacerse presente.
—Resiste Elizabeth. — Ya lograba divisar las luces del puente de piedra que conectaba a Norwich con el bosque. — Un poco más...
-----Hacienda de la beneficencia abandonada 7:04 PM-----
Andrew había llegado a su refugio y lentamente se fue quitando esa bota para andar en el bosque para lograr ver la herida que Campbell le había hecho con el arma.
Esta vez el lugar no estaba solo. Estaba ese peculiar doctor que le ayudaba a Andrew.
— ¿Dónde estabas?— Cerró el libro y miro a Andrew en un estado deplorable. — ¡¿Qué te ha pasado?!— Se levantó a ayudarle para sentarlo y revisar la herida. — ¿Dónde está Gray?
— Haces muchas preguntas.
Comenzó a sentir como aquel doctor derramaba alcohol en la herida y sin anestesiarlo le extrajo la bala. No estaba tan profunda y este médico ya conocía la resistencia de Andrew
— Estaba en el bosque.... Campbell me disparo y Elizabeth la perdí.
— ¿Cómo que la perdiste?— Sus manos estaban frías y torpes al escuchar eso. — ¡Tienes que recuperarla o matarla!
— ¡Ya lo sé!— Molesto golpeo la pared que tenia de lado. — ¡Esa perra sabe bastante!
—Debiste clavarle la lengua a una puta mesa o sacarle los ojos. — Lo tomo de la camisa con fuerzas. — ¡Esa hija de puta conoce mi rostro y el tuyo!
— ¡QUE YA LO SE! — Lo empujó hacia atrás. — No me digas que hacer. — Se agarró la cabeza en señal de dolor.
—Estas teniendo ataques cada vez más seguidos. — Busco en unos cajones entre varios medicamentos. — Te voy a tener que dar dosis más fuertes.
Agarro una jeringa y coloco la medicina seguido de morfina. A decir verdad, era bastante lo que le había puesto. — Descansa Andrew
—Tenemos que ir por Elizabeth. — Se recostó comenzando a sentir pesadez en su cuerpo. — ¡Y voy a necesitar tu ayuda!
— ¿Que necesitas?
— Una nueva víctima. — Pauso un poco tomando aire. — Busca en el cajón de las marcadas.
— Bien...— Fue al cajón y hurgo entre las fotos. — ¿Qué más necesitas?
—Y no sé cómo...pero necesito a Campbell aquí...¡Ahora!
— Ella era para el final.
— Y lo seguirá siendo. — El señalo con el dedo en unos cajones. — Su estadía será larga. Ella y yo tenemos mucho que hablar y compartir.
— Bien — Se puso de pie y antes de dejar a Andrew le hecho una última mirada. — Todo lo que me has pedido. Te lo traeré.
Se fue, dejándolo solo sumergido en sus pensamientos.
—Espero estés viendo desde tu puta tumba todo lo que has ocasionado. — Hablaba para sí mismo.
«Hagas lo que hagas Andrew...siempre terminaras decepcionando a los que te aman»
— ¡JAMAS ME AMASTE! ¡ME DESTRUISTE! ¡SOLO ERA UN NIÑO!
«Desgraciaste la vida de todos a tu alrededor...y lo sigues haciendo»
—Lárgate.
«Por tu culpa la perdí»
— ¡Lárgate! ¡Cállate! ¡Estas muerta!
Cerró los ojos y lágrimas comenzaron a salir. Estaba desesperado. Quería silenciar esa voz femenina a toda costa.
«Debí cortarte los pies y ahogarte mientras aun la saliva te escurría »
— ¡CÁLLATE!—
A pesar de tener toda esa cantidad de sedantes encima se levantó molesto y golpeo el espejo quebrándolo en cientos de pedazos.
—¡Déjame en paz! — Busco refugio como pudo y se puso en una posición fetal en el piso. — Ayúdame...papa.
Recuerdos invadieron la mente de Andrew y comenzó a tener esas alucinaciones cuando tenía problemas y su padre se ponía al borde de su cama a cantarle para tranquilizarlo.
-----Hospital de Norwich 8:45 PM-----
Campbell había logrado llegar al hospital con la ayuda de Hoffman quien no tardo en mandar refuerzos para ayudar a Carter. Se suponía que todo sería un secreto de la prensa. Pero, en cuanto bajaron de ese coche que las trasladaba ya tenía a toda la prensa sacando fotos e intentando pedirle una entrevista. Sin duda, mañana a primera plana habría un gran titular de que Elizabeth Gray fue encontrada viva. Gracias a la inspectora Mía Campbell y su grupo de buscadores.
— ¡Inspectora Campbell! — Pedían los reporteros. — Unos minutos para una entrevista
—Caballeros. — Se abría paso entre la multitud un poco más acostumbrada ya a esto. — Eviten fotografiar a Gray. — Todos seguían enfocando ahora sus cámaras a Campbell. — ¡Respetemos su pudor por favor!
— Inspectora ¿Qué fue lo que paso en el bosque?— Mas reporteros seguían presionando a Campbell.
—Caballeros necesitamos atención médica. — Rápido se abría paso entre todos mientras al verla con más detenimiento podían ver que no estaba del todo bien. — En cuanto me atiendan salgo a responder sus dudas ¡En verdad lo siento!
Como señal de respeto los medios bajaron sus cámaras y le dejaron el espacio libre para pasar.
Se hicieron alrededor de las diez de la noche, cuando Carter fue llegando a las afueras de ese hospital. Vendajes en su hombro seguido de algunos oficiales que habían logrado salir con vida de ese bosque.
Campbell tenía su brazo en un cabestrillo improvisado hecho con vendas. Había sufrido solo golpes y un esguince en su muñeca y brazo. Ella al ver dese la ventana a Carter se apresuró a salir a encontrarse con él.
Corriendo por los pasillos del hospital a toda velocidad. Al cruzar las puertas hacia afuera capto la atención de todos incluido Carter quien rápido le dio la espalda a la prensa y se fundió en un emotivo abrazo con Mía.
Esta acción no pasó desapercibida por la prensa. Pues comenzaron a sacar fotografías de este momento para que quedara inmortalizado en periódico.
— ¿Cuántos salieron de ese bosque?
— Contándonos a ti y a mí. — Suspiro.— Siete. — Se agarró la nuca decepcionado de sí mismo. — Ocho bajas.
—¡Necesitas atención medica! — Ella le agarró del brazo para que pasara al hospital. — Lo que te hicieron fue asistencia rápida.
—Estoy bien. — Beso la frente de la inspectora en público y de nuevo no pasó desapercibido por la prensa quien seguía tomando fotos. — Dicen que no tendré daños en mi hombro ni mi brazo.
Ambos se comenzaron a adentrar al hospital. Carter sin miedo entrelazo sus dedos con los de la inspectora. Mía acepto sin problemas esto. Lo primero que recibieron fue la desagradable noticia de que los padres de Gray estaban por retirarse.
— ¿Qué sucede?— Campbell encaro a ambos. — ¡Su hija los necesita! — Los miro molesta imaginándose por donde caminaba el asunto.
— Si reviso el estado en que llego Elizabeth inspectora. — La señora Gray estaba bastante seria.
— ¡Esta viva! — Respondió Carter.
— Perdió el estómago, la matriz y el apéndice. — Hablo asqueado el señor Gray. — Sus dedos carecen de uñas y quedaran deformes por que comenzaron a curarse mal.
Pauso quitándose los lentes viendo a la inspectora con cierta molestia. Asi que despeus de una pausa prosiguio.
— Tiene un maldito seno desecho por esa asquerosa marca... Sin mencionar la horrible cicatriz que quedara... ¡Esa no es nuestra hija!
Mía no podía creer lo que escuchaba. Los señores Gray salieron por esa puerta y ella les siguió.
— ¡¿Y ESO QUE?! — Estaba a punto de tirar lágrimas de coraje. — ¡¿LA VAN A DEJAR A SU SUERTE?! ¡¿Como si se tratase de un objeto el cual pueden tirar?!
—Entienda inspectora que es doloroso para nosotros. — Respondió La señora Gray intentando calmarla, pues tenía a la prensa detrás de ellos.
Campbell se acercó a ellos y le soltó una cachetada al señor Gray frente a todos. Cerraba su puño con fuerzas y lágrimas de coraje corrían por sus mejillas.
— ¡ME DAN ASCO!— Estaba un silencio en todo el lugar. — NO ES DIFÍCIL PARA USTEDES... NO QUIEREN GASTAR EN ELLA POR QUE NO SE VE PERFECTA.
Carter salió a agarrar a Mía quien seguía golpeando al señor Gray de rabia.
—¡AHORA ENTIENDO POR QUE ELLA ACTUABA ASÍ!
—Campbell. — Carter la detenía para evitar hacer ese asunto más grande. — Déjalo así...No es asunto nuestro.
—No no...Jack— Lo miro un tanto decepcionada. —Tu tampoco... No la vamos a dejar sola.
—Entremos y lo hablamos en un lugar donde no esté la prensa.
La cogió del brazo y la metió al hospital de nuevo. Carter masajeo el puente de su nariz intentando procesar lo que diria.
— Mía...estamos hablando de Elizabeth.... Fue quien...
— No crees que todo lo que le hizo ese enfermo...Ya ha saldado su deuda con creces.— Ella fue quien esta vez lo llevo del brazo hasta donde tenían a Gray completamente sedada. — ¡MÍRALA! ¿ACASO ES UNA AMENAZA?
—Campbell. — Abrazo a la inspectora. — Lo siento...pero yo no la he perdonado de lo que te hizo. — La miro como es que estaba un tanto melancólica. — No te voy a detener si quieres venir a verla... Ni si usas de tu dinero en ella.
—Jack...Esta sola. —El talón de Aquilea de Mía en su máximo esplendor. — No tiene a nadie.
— Tu también estabas sola cuando ella y Logan te hicieron vivir un infierno.— Respondió serio saliendo de ese cuarto.
— No estaba sola.
Salió detrás de él. Los pasos de Carter se detuvieron en seco captando la atencion de Mía.
— Te tenia a ti, a Clark, Scarlett, la señora Iveth, el doctor Vanderwall, Cedrick Morris, Kyle Wolf.— Intentaba ablandar el corazón de Carter.— Dime al menos una persona que venga a verla.
Carter estaba en silencio sin poder encontrar a alguien que fuera a venir a visitarle.
— Campbell...
Carter se regreso y beso los labios de la inspectora y ella sin problemas le respondió este gesto.
— Porque me molesto contigo si eso fue lo que me enamoro de ti.
—Sabía que no podías ser tan malo.
Su plática se vio interrumpida cuando llego el doctor Vanderwall, era cierto que estaba especializado en lo forense. Pero tenía amplios conocimientos de medicina.
—Llegue tan pronto como me entere. — Quiso entrar por los papeles y Mía ya los tenía todos para el juntos. — Gracias Inspectora.
—Explíqueme una cosa ¿Cómo es posible que no tenga estómago y siga viva?— Pregunto Carter.
— El esófago debe estar cocido directamente al intestino. — Saco una radiografía y comenzó a ver contra luz los resultados de ella. Es exactamente lo que le hicieron. — Pauso. —Pero ya no será lo mismo y su cuerpo puede no resistir eso.
— ¿Hay posibilidades para ella?— Campbell estaba intrigada y mortificada por la vida de Elizabeth.
—Tengo que entrar a verla.
— No le quitamos más tiempo. — Carter hizo una seña con la mano. — Pase por favor.
Entro el doctor y seguido de él entro Mía.
—Elizabeth. — Hablo Campbell sabiendo que estaba dormida. —Sé que puedes escuchar.
Gray fue abriendo los ojos lentamente y se encontró con el rostro de Campbell.
— ¡M-maldita pobre! — Dijo con voz débil, pero dándole una ligera sonrisa. — Desgraciada...lo conseguiste...M-me salvaste d-de ese ...infierno...
—Está muy débil parece ser. — Hablo Vanderwall quien media su pulso.
—También me da gusto verte. — Menciono y por alguna extraña razón comenzó a ver como el electrocardiograma de ella comenzó a revelar su pulso acelerarse. Mientras unas lágrimas salían de sus ojos. — Elizabeth... ¡¿Estas bien?! ¿Que pasa?
— Está entrando en un estado de Shock. — El doctor Vanderwall aparto a Mía e inyecto un sedante.
— ¡No más, por favor! — Pidió con lágrimas en sus ojos, la señorita Gray.
—Calma Elizabeth. — Campbell intentaba tranquilizarla. — Elizabeth...nada te va a pasar aquí. — Mía tomo la mano de Elizabeth y sintió como desesperada Gray se agarraba de ella.
—Maldita pobre... — Pidió desesperada antes de volver a cerrar los ojos. — N- no me dejes sola.
----Casa de Ryan King 1:25 AM Miércoles 3 de Marzo de 1937-----
King estaba reunido junto con Hunt .
—Arriesgaste bastante al dispararles a esos dos. — Algo molesto fumaba su puro. — ¿Cómo piensas salir de esta?
—Quitando la piedra del Camino. — Respondió bebiendo de ese licor que le ofrecía King. — ¿Qué tienes en mente?
—Escuchaste en la radio...ese loco dio ocho bajas. —Hunt levanto un dedo. — Un hombre pudo contra quince.
— ¿Acaso ya sabes quién es el asesino?
—No...— Se pasó los dedos por el cabello. — pero si el poniendo trampas hizo todas esas bajas. Sigamos su modelo. — Subió los pies a la mesa con una sonrisa maquiavélica. — Que la muerte de Hoffman se vea como un accidente.
—Sin Hoffman en la estación. —Río igual, chocando la copa con Logan. — Todo regresa a la normalidad.
Salió un mayordomo de King.
—Señor.... El doctor esta aquí.
King hizo una seña de que lo dejaran pasar y este singular hombre se presentó.
—Mi hijo ha tenido más recaídas. — Bebió de esa embriagante bebida muy serio. — Me cobraste mucho dinero prometiéndome que no recaería.
—Tu hijo está bastante mal. — Se sentó en el sillón. — Los hechos ocurridos en su niñez no los suelta.
— ¿Qué tiene tu hijo King?— Indagó Logan curioso.
—Ataques de ansiedad. —Logan le seguía viendo pensando que no era tan grave. — Muy severos ataques de ansiedad...y ve gente que ya no esta con nosotros... Alucinaciones...
—Paso un evento muy tráumante de chico. — Menciono el doctor. — Me toco atenderlo en mis primeros años ejerciendo la profesión.
— ¿Qué le paso?— Logan nuevamente más intrigado que antes esperaba una respuesta.
—Pues...— El doctor miro a King y este le dijo que podía continuar. — Sufrió muchos abusos de niño. — Saco un periódico antiguo mostrando en la primera plana la noticia. —Cuando llego a que lo atendiera, su carne estaba expuesta y sus nervios también.
Logan veía la imagen y hacia una mueca de dolor.
— Desde ese día le llegan pesadillas, ataques de pánico... Dice que Andrea le sigue hablando desde la tumba. — Hablo esta vez King. — El doctor le dio un medicamento hace años que parecía lo había estabilizado. — Suspiro cansado. — Pero de un tiempo para acá ha tenido recaídas y creo que son peores cada vez.
— Así que es eso...— Logan seguía leyendo la noticia. — Por eso me hablaban del escarmiento aquel día.
— Yo fui quien le dije que no se volviera a dejar pisotear por una mujer. Esas sucias asquerosas van marchando por la calle exigiendo respeto y ser tratadas por igual. — Molesto King hablaba. — Pero la verdad de las cosas, es que muchas de ellas ni siquiera saben ser madres.
—Andrea era ¿Tu esposa?
—Así es.
— ¿Qué le paso?
— Le di un escarmiento. — Menciono King mirando al doctor.
— ¿La mataron?— Pregunto sin rodeos Hunt.
— Si. — Respondió fríamente King. — Ese día que llegue a casa. Escuche los gritos de mi hijo desde afuera. — King estaba recordando y reabriendo viejas heridas. — Por el bien de Andrew tuve que eliminarla.
—Entonces su propia madre...—Hunt término de leer la nota. — Lo rechazo como basura y lo trato peor que animal... Hay que ser una miserable hija de puta para hacerle eso a un niño.
—Por eso el casi no entabla amistades con nadie y vive solo. — King nuevamente hablo. — Pero me sigue preocupando.
—Le aumente la dosis de su medicamento. — Hablo el doctor. — He visto que se ha controlado un poco más ayer y hoy. — Mintió para no alarmar a King.
—Dios te escuche.
Así paso, ellos siguieron hablando sin siquiera imaginar que el mis mismo doctor era cómplice del mayor asesino en esos momentos de Norwich.
https://youtu.be/hMkgfB2SyYE
Próximo capitulo titulado "Soy cómplice" ¿Ideas?
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